Salseo ULL es la cuenta de Instagram más popular entre la comunidad de la Universidad de La Laguna, pero nadie sabe quiénes están detrás de ella. En un año y medio ha conseguido reunir a más de siete mil seguidores en Instagram. Las seis personas que la administran han ofrecido un lugar virtual social al alumnado universitario lagunero. El contenido variado, siempre con su toque de humor, ha ido desde búsquedas de pisos cerca del campus, fotos de objetos perdidos, a memes de la Universidad, fiestas, confesionarios y debates, pasando por alguna que otra crisis existencial de gente que pregunta cómo puede cambiarse o dejar la carrera.
¿Cómo empezó todo? «Empezamos el 1 de octubre 2018. Todo fue a raíz de que una anterior cuenta de salseo a la que seguíamos dejó de publicar. Un par de meses después publicaron que iban a abandonar la cuenta, entonces nosotros decidimos tomar el relevo para que el salseo no muera. Somos seis, actualmente. Algunos seguimos en la Universidad».
¿Han ido incluyendo a gente nueva? «Ha habido cuentas con una repercusión similar a la nuestra que nos han dicho de ayudarnos a llevarla, pero somos muy estrictos con lo que publicamos y lo que no, tanto a nivel de memes como de historias. Añadir a alguien nuevo, que no sepamos bien cómo es, pues supone un poco de riesgo porque llegamos a mucha gente y tenemos que controlar mucho lo que publicamos. Si ya nos cuesta decidir, imagínate metiendo a una persona más… Sería una locura».
«Un secreto tan grande es complicado de ocultar»
Dentro de la Universidad, ¿saben quiénes son o se trata de un secreto grupal? «Nadie de la Universidad sabe del todo quiénes conformamos el grupo. Hemos escuchado que miembros del profesorado han hablado de ella, sobre todo cuando subimos historias de amoríos y demás. Se podría decir que el salseo de la universidad no pasa desapercibido. Pero bueno, un secreto tan grande es complicado de ocultar, de modo que entre nosotros hemos pactado poder contárselo a la familia y a una o dos personas, siempre que sean de máxima confianza».
¿Cuántos mensajes reciben al día? «Al principio sí se interesaban mucho en cuántos éramos y demás. Depende. Hay días en los que el movimiento es impresionante y otros en los que nos llegan seis o siete mensajes. Aunque también hemos tenido días de no tener ninguno, pero nos ha quedado claro que cada vez que hacemos un confesionario se vuelven locos y no paran, participan muchísimo y la verdad es que es de agradecer».
¿Qué ha sido lo más raro que les han enviado? «Pues es difícil elegir solo una cosa, sinceramente. Nos han llegado desde vídeos corriendo por la calle gritando, palomas dentro de algunas clases, hasta foto de papeleras vacías de la Universidad».
«El contenido lo creamos entre todo el equipo»
Sobre la organización de Salseo ULL, ¿publican y responden según el parecer personal o es un trabajo grupal? «Por lo general, intentamos entrar todos en los ratos libres, pero por cuestiones de trabajo o clase, no puede ser. Algunos estudiamos de tarde y otros de mañana, y abrir la cuenta en clase es un poco peligroso».
Entonces, ¿el salseo lo crean juntos o hay alguien que destaca en el grupo por su ingenio? «Siempre lo creamos entre todo el equipo. Tenemos un grupo de Wasap donde hacemos la lluvia de ideas. Hemos creado una serie de normas para evitar incongruencias, ya que somos seis personas distintas. Sabemos que si una cuenta publica cosas desde seis enfoques distintos puede crear confusión. Sin embargo, la misma persona suele realizar los memes, que es quien controla más el tema de edición y demás, aunque todo el equipo es el que aporta ideas».
¿Me podrían decir cuáles son esas reglas? «Sí. No subimos: fotos relacionadas con búsquedas, para proteger la identidad de la persona; Ningún tipo de mensaje, ya sea búsqueda o noticia, que nos llegue desde algún perfil falso; publicaciones que no sean de interés o no tengan que ver con la comunidad universitaria; nada de ‘busco pareja’, y mensajes para vender cosas. Somos Salseo ULL no Wallapop ULL. Y lo de ‘busco pareja’ dejamos de hacerlo, principalmente, porque cuando publicábamos algo del estilo nos llovían los mensajes directos y era realmente imposible contestarlos todos».
