Nikki Rodríguez es una de las jóvenes artistas tinerfeñas más conocidas dentro del movimiento K-Pop en la Isla. Sus inicios en el baile la llevaron a adentrarse en este arte musical y coreográfico de origen coreano desde que comenzó a tener popularidad en Tenerife. Su fama está presente dentro de este círculo minoritario. Muchas personas la siguen como bailarina, cantante y presentadora en eventos como la César-Con, Tenerife Lan Party y nichos temáticos especializados.
¿En qué momento de su vida despertó su pasión por el K-Pop? «Fue sobre los años 2012 y 2013, gracias a unas amistades que ya estaban dentro del mundo. Fueron introduciéndome, primero con un grupo musical que se llama EXO. Poco a poco, fui investigando cada vez más. En 2015 ya estaba bastante metida, aunque no tanto, pero fue cuando empecé a aprenderme algunas de las coreografías que tienen. Fue en 2016 cuando me adentré en el K-Pop con grupos de baile y concursos».
¿Qué artista le ha servido de inspiración para introducirse en este género? «Empecé con EXO, 4minute y BTS. A lo largo de los años una va conociendo muchos más grupos y se va influenciando. Últimamente, al que más tengo en el punto de mira es Stray Kids».
¿Cuánto tiempo de media suele dedicar al aprendizaje de una nueva coreografía? «Depende un poco de la dificultad, pero puedo aprenderme una coreografía racionando un poco las horas en una semana o en un fin de semana. Voy por partes para poder perfeccionar todos los pasos y tenerla lo más limpia posible».
«Más que música»
¿Cree que en el mundo del K-Pop existe una descompensación entre chicos y chicas? «La verdad es que dentro de las Islas Canarias suele ser bastante general. Es decir, hay tanto chicas como chicos a los que les gusta muchísimo este mundo. Incluso en Corea, puedes llegar a pensar que los grupos que lo siguen son mayoritariamente femeninos, pero sí es verdad que hasta las ídolas suelen tener bastantes seguidores masculinos. Yo creo que está bastante equilibrado, en realidad».
¿Qué cree que aporta el movimiento K-Pop a la cultura coreana? «Al fin y al cabo, es un movimiento que está sacando a flote económicamente al país, Corea del Sur. También con el tema de la actuación de los actores y actrices, que está en auge. Hay que agradecer que haya tenido muy buen recibimiento».
¿Puede aportar algún ejemplo? «La película de Parásitos, que fue un éxito, y la serie El juego del calamar, que también tuvo bastante repercusión. La verdad es que se agradece que la gente esté aceptando películas extranjeras, y en este caso de Corea del Sur».
¿Si no se dedicara al K-Pop, a qué le prestaría su tiempo? «Si no me dedicara al K-Pop, lo más probable es que lo viera como un pasatiempo, pero como soy una persona a la que le gusta bastante el baile, puede ser que intentara hacer coreografías para otros grupos de Estados Unidos u otros países. A lo mejor el canto, porque no sé sacar los bailes, pero imitarlos sí. El canto es más atractivo».
¿Qué dificultad considera que conlleva seguir una letra coreana? «La verdad es que depende, sí es cierto que las letras que son más líricas son un poco más fáciles, pero la pronunciación es bastante complicada. Cuando hay que hacer rap pues aún más, pero con paciencia se puede sacar. Además, existen las versiones romanizadas que son las que se escriben para que la pronunciación de las palabras sea más sencilla».
¿Compartiría algún truco para interpretar las letras en coreano? «Es ponerse para ir sacándolas, primero se escucha lento, luego más rápido y después es la parte más de canto. Ahí se practica de una forma más profesional».
¿Tiene algún sueño por cumplir en el mundo en el que se mueve? «La verdad es que me gustaría cantar y bailar, pero es algo muy complicado».
¿En qué radica dicha dificultad? «Tanto en los cánones que existen como en el trabajo que lleva todo detrás. Si hay algo que les representa es el trabajo duro, porque desde muy jóvenes se meten en las empresas y están practicando, mínimo, tres años. Hay algunas personas que debutan antes, pero los grupos suelen estar ahí unos tres, cinco, siete u ocho años para poder llegar a tener éxito».
¿Ha visitado Corea o algún país asiático? «Por desgracia, no. Sí que me gustaría muchísimo visitar Gangnam que, si no me equivoco, es uno de los lugares donde más se practica el basking. Es básicamente bailar y cantar en las calles para darse a conocer un poco. Es una ciudad bastante centrada y que acepta a las personas extranjeras. Seúl es también un lugar mucho más céntrico, me gustaría poder visitarlo algún día».
«Para todas las personas»
¿Qué mensaje lanzaría para la juventud que desee entrar en el K-Pop? «Que no le tengan miedo, que vayan con la mente abierta. Yo les recomiendo que escuchen las propias letras, porque una de las cosas que suele decir la gente es «¿por qué te gusta si no lo entiendes?» Bueno, pues es igual a muchas letras que están en inglés o en cualquier otro idioma».
¿En qué lengua se escucha la mayoría de las canciones? «Las que más se escuchan son en inglés. Para el K-Pop, que también está en coreano, deberían buscar las traducciones para que se enteren de la historia que hay detrás. Existen muchos grupos que tienen trasfondo. Hay que escuchar la música».
¿K-Pop es solo pop coreano? «Hay una gran variedad, no es solo pop. Está el R&B, hip-hop, EDM, rap… Hay de todo, es muy variado. Si la gente tuviera la mentalidad más abierta, tendría más éxito y sería mejor recibido por el público».