Jonay Álvarez (usa este alias por motivos de anonimato) es un estudiante de la Universidad de La Laguna y natural de Fuerteventura. El majorero cuenta su experiencia a lo largo de su trayectoria en el instituto y cómo sufrió bullying, a causa de los comentarios homófobos a los que se exponía día tras día en el entorno escolar. Él mismo describe esa etapa como “una de las peores de su vida”, en la cual se sentía infeliz y oprimido en una sociedad “homogénea” a la que no le gusta la diversidad. “He sentido el rechazo y he intentado fingir una masculinidad que no tengo”, admite.
Asimismo, cuenta que a lo largo de su vida ha tenido amigos que han mantenido una relación de pareja con una persona del sexo opuesto, únicamente por la presión social. “La ciudadanía lo que quiere en realidad es que tanto tú, como tu pareja sean infelices”. De esta forma, incide en que la culpa se encuentra en la ignorancia por parte de la población.
La dura adolescencia
“En mi juventud aguanté bastantes veces el acoso escolar, incluso me llegaron a tirar piedras a la salida del instituto y a mear en la botella de agua”. Son las palabras del alumno, quien define así este período como “tormentoso”. Al preguntarle cuándo se dio cuenta de que se tenía que aceptar tal y como es, explica que un día se levantó de la cama y pensó “me muero”, así que le mandó un mensaje a toda su familia aclarando que no pasaba nada por ser diferente. “No le hago daño a nadie siendo como soy”, afirma Jonay.
Por otra parte, aclara en qué medida influyó su homosexualidad en la relación con sus amistades. Cuando «salió del armario», muchos le dejaron de hablar. Sin embargo, en el entorno familiar sucedió lo contrario, ya que la respuesta por parte de su familia fue absolutamente positiva. “Al principio les chocó un poco, pero con el paso del tiempo lo reconocieron”, asiente.
Redes sociales, un alimento para los homófobos
Además, el joven esclarece que las redes sociales son un soporte y una fuente de alimentación para esos sujetos que se dedican a insultar a este colectivo. “Tanto Twitter, como Instagram y Facebook son instrumentos que pueden ser beneficiosos para muchas cosas, pero para nuestra comunidad es lo peor”, manifiesta para denunciar la gran discriminación que se vive a través de una pantalla.
De otro modo, declara que la sociedad española sigue sin estar concienciada y aún no acepta al colectivo LGBTI. Así, subraya que “el día que se deje de celebrar el orgullo gay, será el día en el que realmente estaremos reconocidos sin ningún desprecio”. Explica que el día del orgullo gay es “un día de reivindicación y no de celebración”. De igual manera, hace hincapié en la gran la satisfacción que significa tener el apoyo del grupo feminista, ya que como dice “son dos colectivos muy oprimidos que se apoyan mutuamente”.
Aparte de narrar sus vivencias, el alumno también recalca que pertenece a un grupo creado por un conjunto de estudiantes de la universidad, que se encarga de recoger diferentes testimonios, para ir concienciando a la gente de que son una comunidad de personas como cualquier otra: “Queremos transmitir que existe diversidad en el mundo, no es todo blanco o negro, también existe el gris”.