Patricia García Ojeda es socióloga política y máster en Políticas de Igualdad. Esta semana, durante el transcurso de la Universidad de Verano de Adeje, la experta en delitos de odio y discriminación dirigió el curso Por un deporte inclusivo para todas y todos. La formación tuvo como objetivo exponer a los numerosos asistentes que el deporte es un espacio donde las personas, sean cual sean sus capacidades físicas o psíquicas, tienen cabida.
¿De dónde parte su relación con el deporte y con la diversidad funcional? «Por un lado, hay una experiencia personal que tiene que ver con el deporte. He sido deportista toda mi vida, desde la infancia, haciendo atletismo, levantamiento de peso, lanzamiento de disco, compitiendo en alto rendimiento… Soy una apasionada del deporte y siempre he estado vinculada a ello. Por otro lado, la conexión teórica y práctica con la diversidad funcional y la inclusión, en general de todo tipo de variables, tiene que ver con mi especialización técnica como experta en igualdad, en no discriminación, en políticas de exclusión. Al final, es una conexión entre una cosa y otra. Por un lado, la pasión y por otro el poder poner ese paraguas de reivindicar la inclusión como un derecho y una cuestión de justicia social».
¿Qué podemos entender por deporte adaptado? «El deporte adaptado es la denominación que usamos para aquella disciplina que llevan a cabo las personas con diversidad funcional y en la que se han modificado los espacios, los reglamentos o el material a usar. Al final, hacen el mismo deporte que una persona sin discapacidad, pero con una cierta adaptación de las reglas para que sea fácil. Por ejemplo, un baloncesto con silla de ruedas u otra disciplina en la que con el ruido del balón se pueda identificar dónde está. Dentro del deporte adaptado encontramos un nivel base, en dimensión recreativa, y también el nivel de competición y alto rendimiento».
«Con la inclusión, las personas con y sin discapacidad comparten una actividad»
¿Qué diferencia hay con respecto al deporte inclusivo? «Más allá de que se adapten espacios, normas, y reglamentos para que todos podamos disfrutar en las mismas condiciones, en el deporte inclusivo, las personas con y sin discapacidad comparten una actividad deportiva. Por ejemplo, en una clase de educación física de un instituto se podría tener a personas con y sin discapacidad. En una clase inclusiva, lo que se hace es cambiar la actividad para que todo el mundo participe y aporte su capacidad. En este ámbito de la diversidad funcional, hay que entender que son más las capacidades que cada uno tenemos que las discapacidades o disminución de capacidades que, a veces, nombramos. Con las personas con diversidad funcional, nos focalizamos en lo que supuestamente les falta. A esas personas, en realidad, les sobran miles de capacidades que tal vez otras que supuestamente no tienen discapacidad, no tenemos y que ellas han podido desarrollar maravillosamente. No suele ser una actividad física competitiva, ni donde prima el quién gana. En ella, se coopera, colabora, y se consiguen cosas entre todas y todos».
¿Qué barreras se pueden encontrar las personas con diversidad funcional a la hora de realizar deporte? ¿Son mayores en el caso de las mujeres? «La condición de género o otras cuestiones suponen mayores discriminaciones. Las dobles o triples discriminaciones, la interseccionalidad de discriminación, tienen que ver con cómo a la gente se les suman cosas. Por ejemplo, una persona que tiene una discapacidad, que es mujer, negra, lesbiana, pobre e inmigrante. Estas realidades existen y las discriminaciones se suman porque tienen sus propias dimensiones. Las barreras son miles. Unas son psicosociales y otras estructurales. Unas tienen que ver con los estereotipos, prejuicios, los miedos a las personas. No es lo mismo, por ejemplo, nacer con una discapacidad que verte precipitado en una discapacidad, lo que puede pasarle a cualquiera debido a un accidente, enfermedad o por la edad. Todos vamos a ser mayores. Las personas mayores se enfrentan a distintas capacidades, porque, de pronto no tienen tanta flexibilidad, visión, facilidad motora… Esto nos va a pasar a todos y todas y nos enfrentaremos a un marco de discapacidad.
«Son muchísimas las barreras»
¿Y las barreras arquitectónicas? Hay barreras, por un lado, que son prejuicios y , por otro, otras que son por pura invisibilización y no inversión. Por ejemplo, llegar a un centro deportivo y que no te encuentres adaptaciones: que no haya rampa para entrar, que no haya una barra a la que agarrarse en una piscina, que no haya monitores especializados, que no haya una oferta deportiva en la que podamos entrar con tranquilidad… Puedes coger un listado de cualquier gimnasio y te encuentras 30 o 40 actividades distintas de actividades grupales y posiblemente casi ninguna de ellas está adaptada a mi realidad en un municipio en el que también pago impuestos y que quiero recibir sus actividad. Son muchísimas las barreras y es algo de lo que todos tenemos que ser conscientes».
¿Qué hacen o qué podrían hacer las administraciones para favorecer la inclusión en el deporte de las personas con diversidad funcional? «Las instituciones que tienen competencia en materia deportiva tienen que hacer modificaciones en las instalaciones, además de formar a su monitorado. Con respecto al ámbito educativo, se tiene que intentar que todo el alumnado de los centros tenga las mismas oportunidades. También, que el profesorado de educación física tenga los conocimientos, que se sensibilice al conjunto de la comunidad educativa sobre que sus hijos e hijas al igual no les toca correr, sino que les toca jugar a otra cosa para que sus compañeros también se vean involucrados. Hay que implicar a todas las instituciones en absolutamente todo; conseguir una sensibilización social.
¿Qué papel jugarían los medios de comunicación en ese sentido? «Tienen que estar atentos, las programaciones televisivas tienen que retransmitir estas historias de superación que al final nos enriquecen a todos. Esto no es un favor solidario que se le hace a una persona con discapacidad. De tu historia de resiliencia, de superioridad ante la adversidad, yo aprendo y me enriquezco porque crezco viéndote y me doy cuenta de que tal vez yo, sin limitaciones aparentes, no estoy haciendo ni la mitad de lo que estás haciendo tú. Es una suma de agentes, de administraciones, de medios de comunicación y familias.
«Hay muchas iniciativas en Canarias que están siendo exitosas»
¿Está Canarias en una posición avanzada con respecto al reto de España en esta materia? «Es una respuesta difícil porque, por ejemplo, en los municipios nos podemos encontrar más o menos adaptaciones y también más o menos sensibilización y programas. Dependiendo de a qué competencia nos estemos refiriendo (educativa, infraestructuras) la respuesta sería una u otra. Desde luego, es verdad que en muchas asociaciones en Canarias están intentando trabajar en ello, muchas instituciones están intentando apoyarlas. Faltan proyectos, eso seguro. Hay carencia, pero no creo que seamos la cola del Estado español en esto porque hay muchas iniciativas en Canarias que están siendo súper interesantes y exitosas».
¿Cómo es la visión que dan los medios de comunicación del deporte adaptado e inclusivo? «Creo que cada vez se está haciendo más, es más visible, pero todavía tiene poco espacio en las parrillas y en los medios generalistas o en los canales deportivos. No solo es darle espacio, sino también el cómo enfocarlo. En mi primera ponencia comentaba que, muchas veces, el lenguaje está mal usado. En este curso estamos intentando ser pedagógicos en ese sentido. El lenguaje en sí mismo, la corrección del mismo y cómo se dicen las cosas es muy importante. Pero, además, el enfoque».
¿Cómo cree que es ese enfoque? «A veces yo me he indignado viendo retransmisiones deportivas donde, en lugar de hablar del récord, se estaba hablando de qué accidente ocasionó que ese deportista estuviera en esas circunstancias o se estaba utilizando un lenguaje paternalista, infantilizador y victimista. Muchas veces, se trata sin dignidad a deportistas que están haciendo cosas que, insisto, posiblemente yo, que lo estaba viendo desde el sofá, soy incapaz de hacer. Es una visión muy focalizada en lo que falta y no en lo que se está desarrollando y en lo que le ha llevado a esa paralimpiada, por ejemplo. Eso es lo que se debería destacar».
«El lenguaje va progresando y hay gente que le ve ventajas e inconvenientes»
¿Cree que hay cierto debate dentro de usar estos términos? Hay asociaciones que a lo mejor no están tan de acuerdo con términos como diversidad funcional, otras que prefieren hablar de personas con discapacidad… «La expresión de personas con diversidad funcional está acuñada desde el 2005 por Javier Romañach Cabrero y la realizó en el Foro de Vida Independiente de ese año. Su perspectiva era intentar salir del concepto de discapacidad como concepto peyorativo. Yo muchas veces hablo de distintas capacidades. Pero, realmente, el origen del término es capacidad disminuida. Entonces, para evitar esa connotación peyorativa se habló de diversidad funcional. También hay asociaciones que dicen que alejarse completamente del concepto de discapacidad es también invisibilizar esa circunstancia. Es algo lógico, el lenguaje va progresando y hay gente que le ve ventajas e inconvenientes. Y hay debate, que, en sí ,es bueno cada cual debe usar el término en el que se sienta cómodo y cómoda y, desde luego, denunciar aquellas expresiones que le son incómodas».
¿Es la primera vez que acude a la Universidad de Verano de Adeje? ¿Cómo valoraría el desarrollo de este curso que ha dirigido usted? «Este año es la primera vez que dirijo un curso en la inciativa. El año pasado estuvimos a punto de poder realizar uno sobre convivencia escolar, pero al final hubo que suspenderlo. Estoy contentísima no solo por la logística del propio Ayuntamiento, por el soporte, la difusión, organización, sino por la repercusión que ha tenido con el alumnado y la asistencia que ha habido. Creo que la gente está cómoda. Además, las posibilidades de contar con ponentes han sido las idóneas, ya que he tenido todas las facilidades por parte del Ayuntamiento de traer a las personas que he propuesto y se han incorporado a la programación sin ninguna dificultad».
Entrevista realizada junto a Sara Toj.