The Laboratory of Materials for Chemical Analysis, Materials for ALL! de la Universidad de La Laguna tiene como objetivo principal la preparación de materiales sostenibles y económicos para el futuro análisis en el campo medioambiental, agroalimentario y bioclínico. Dos de sus últimos diseños están centrados en cómo aplicar el uso de polímeros (macromoléculas constituidas por moléculas simples) y la aplicación de elementos naturales, como los aditivos alimentarios.
«La idea de usar estos materiales es darles una funcionalidad para que sean sostenibles. Pero no solo en sí mismos, sino que su preparación y diseño también sea respetuoso con el medio ambiente», sostiene Verónica Pino, química analítica e investigadora principal de MAT4LL.
Uno de los materiales que se utilizan en la investigación son los polímeros de tipo ILS, es decir, elementos fruto de la unión de monómeros (moléculas simples) que se construyen gracias al líquido iónico (IL). Un líquido denomino disolvente verde al ser poco contaminante. Una vez obtenido el polímero, este recubre las paredes internas de un capilar fino y hueco, cuya longitud oscila entre los 5 y 6 centímetros. El resultado es un material que, con mayor versatilidad, puede retener y extraer fragmentos de ADN.
«La utilización de estos capilares supone una aplicación novedosa porque, normalmente, otros métodos de extracción de ADN se hacen con kits comerciales que son bastante caros, tienen poca precisión y, además, constan de procesos muy complejos», añade Idaira Pacheco, investigadora del Grupo.
Detección de contaminantes en aguas residuales
El equipo, integrado por profesionales de las áreas de Química, Física así como de Biología, defiende el uso de materiales compuestos de elementos naturales para estos estudios. Asimismo, apuesta por el uso del cloruro de colina, un aditivo muy usado en la alimentación de las gallinas. Este cloruro se fusiona con el agua y se mezcla con el hidrógeno-fosfato de potasio (una sal usada como aditivo de muchos alimentos).
Esta confluencia de elementos genera un disolvente no tóxico que permite la fácil extracción y detección de contaminantes en aguas residuales, así como localizar filtros ultravioletas muy usados en las cremas solares o los productos capilares.
El trabajo científico se lleva a cabo desde el año 2013. Sin embargo, no fue hasta hace año y medio cuando tomaron la decisión de hacer oficial su unión. Fue entonces cuando se creó MAT4LL, la confluencia de profesionales de Química Analítica y Física de los Materiales.