Albert Einstein – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Tue, 25 Jun 2024 08:49:30 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Albert Einstein – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 Arte y deporte https://periodismo01.ull.es/arte-y-deporte/ Tue, 25 Jun 2024 07:03:12 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=284589 La danza, en su esencia más pura, trasciende los límites del escenario y se convierte en un vínculo íntimo entre el alma de quien la ejerce y el universo que lo rodea. No solo involucra movimientos corporales sino que refleja, el esfuerzo, la pasión e historias a través de pasos de baile. Cuando el telón está a punto de cerrarse o los focos de apagarse llega un momento único donde todo eso se ve reconocido, los aplausos. Al cerrar los ojos y recibir esa cálida ola de aprecio cuando una muestra finaliza, lo primero que se refleja en mi mente es el reconocimiento merecido que le dan significado a este arte. Sin embargo, al bajar del escenario, me he encontrado en diversas situaciones, con personas que desconocen la verdadera naturaleza del arte del movimiento y lo desvalorizan con una simple pero significativa frase: «Lo que haces no es un deporte».

«De deporte tiene poco, no necesitas entrenar tanto como deportistas de élite, simplemente te subes a un escenario con un vestuario bonito», son algunas afirmaciones que provienen de gente desconocedora del arte del movimiento. «Quienes son bailarines, son atletas de Dios», dijo una vez Albert Einstein, reconociendo que quien baila debe poseer una conexión sublime entre su yo artístico a la hora de demostrar su pasión y su yo deportista cuando de esfuerzo, técnica y disciplina se trata.

«Se valora más el sudor en el campo de juego»

Recuerdo cuando en el colegio se reían de mí cuando decía que quería ser bailarina. Entre esas risas se oían voces diciendo que los sueños, sueños son, y no son nada más que eso. Oía cómo desprestigiaban la disciplina, que no requería de dedicación ni entrenamiento como cualquier otra modalidad deportiva, que dedicase mi tiempo mejor a ser atleta porque sus entrenos sí eran duros, que fuese jugadora de fútbol o incluso de baloncesto. Vivimos en un mundo donde se valora más el sudor en el campo de juego que la esencia en el escenario. Cualquier disciplina necesita una dedicación constante que quien no la desempeña es incapaz de conocer.

¿Por qué la danza no es más que una afición? Porque demanda tiempo y esfuerzo para alcanzar la excelencia, pero no el suficiente. Convertirse en profesional requiere al menos diez años de entrenamiento intensivo, donde artistas trabajan arduamente para perfeccionar su técnica, fortalecer su cuerpo y desarrollar la flexibilidad necesaria. El entrenamiento profesional es equiparable al de deportistas de alto rendimiento, con jornadas de al menos cinco horas diarias que incluyen clases, ensayos, dietas y entrenos.

«En la danza prima la conexión entre el cuerpo, la mente y el alma»

Es por ello que, cada cuatro años, al desarrollarse los Juegos Olímpicos y ver que la gimnasia artística, la rítmica e incluso la natación artística se consideran deporte, me pregunto: ¿qué tan diferente es la danza cuando estos mismos tienen una base de ballet? El ballet es el estilo cuyos movimientos están basados en el control total y absoluto del cuerpo, donde se recomienda empezar desde temprana edad debido a su grado de dificultad. Además, sin centrarnos únicamente en este estilo de baile, los Juegos Olímpicos de este año en París, denominan deporte al breakdance, que será una nueva categoría.

La danza no es solo un deporte, sino una creación de expresión excepcional de la creatividad y arte del ser humano, donde prima la conexión entre el cuerpo, la mente y el alma. Es un recordatorio de que el arte y el deporte, a través de cada uno de los estilos existentes, pueden fusionarse en una experiencia única que trasciende cualquier límite que la sociedad pueda imponer.

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La mejor etapa del año https://periodismo01.ull.es/la-mejor-etapa-del-ano/ Thu, 20 Jun 2024 06:58:44 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=295757 Junio, el mes más esperado por el estudiantado. Significa la entrada del verano y con él la reducción de nuestras preocupaciones. Después de un curso lleno de estrés, exámenes y entregas de trabajos, supone cerrar otra etapa. Hablo en mi nombre y en el de mucha gente cuando digo que, para quienes estudiamos, nuestro año empieza en septiembre y no en enero. Es por ello que, una vez concluido el curso, comienza nuestra libertad.

En nuestra infancia, los veranos parecían interminables, al punto de que llegué a pensar que un año escolar equivalía a otro de vacaciones. El tiempo transcurría más despacio y lo aprovechaba más o eso creía yo. Hace poco, una persona muy sabia me confesó que «cuando estamos en la fase de crecimiento, todo es nuevo y excitante, por lo que prestamos más atención. A esto se suma que comparamos los tiempos con el que hemos vivido, lo cual hace que nos parezca más lento».

Después vas creciendo y con ello incrementas las obligaciones. Durante la etapa escolar empiezas a ser conscientes de que el verano solo durará tres meses, lo esperas con ansias para vivirlo al máximo. Sales a jugar a la pelota, a comerte un helado con la familia y, si es posible, realizar un viaje con tus seres queridos, lo que generará anécdotas para contar al regreso. Cuando te das cuenta, añoras el colegio y a tu clase. Hacia finales de agosto tu mayor preocupación se convierte en cuál va a ser tu nueva mochila y si coincidirás con tu mejor amiga.

Empiezas el instituto y aunque te sientes mayor solo tienes dieciséis años y la labor de tus mayores consiste en ser insistentes y exigentes. A pesar de ello, estos veranos son de los mejores: finalizan las clases y solo se necesita un bañador, una toalla y la compañía de amistades para ser feliz. A diferencia de la etapa anterior, no deseas regresar a las aulas ni se extrañan las clases y solo esperas que el tiempo pase más lento, como solía hacerlo en la infancia.

«Solo se necesita un bañador, una toalla y la compañía de amistades para ser feliz»

Al llegar a la edad adulta empiezas la universidad, los ciclos formativos o el mundo laboral. Todo cambia. Puedo asegurar que son los mejores veranos que hay, pero con la llegada de junio ya no se experimenta la misma sensación de libertad. Es cierto que, si estás estudiando, como es mi caso, supone un alivio y un respiro.

Has dejado otro año atrás y te queda menos para finalizar tu formación y enfrentarte a un mundo en el que no es habitual dedicarse a la profesión para la que te has preparado. En este punto, comienzan las angustias por convertirse en una persona adulta en todos los sentidos, sumada la presión social que enfrenta la juventud en la actualidad.

Los veranos entre los dieciocho y los veintidós años son los momentos que más recordarás y que te harán más feliz. Estás en edad de salir todos los días a la playa, cenar e ir a la verbena de tu pueblo, y como suelo decir: «¡Qué suerte vivir aquí!». A pesar de que algunos estén realizando prácticas, otros trabajen temporalmente, recuperen asignaturas o tengan compromisos con sus parejas, siempre hay planes para cada día del verano. Ya nadie restringe tus salidas, tienes carnet de conducir, o alguien que lo tiene, y te encuentras en la mejor etapa de tu vida. «Porque un poco de verano hace que todo el año valga la pena», confesó John Mayer.

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El Paraninfo homenajea el cumpleaños de Blas Cabrera y ‘las tierras raras’ https://periodismo01.ull.es/el-paraninfo-homenajea-el-cumpleanos-de-blas-cabrera-y-las-tierras-raras/ Sun, 22 May 2022 13:00:01 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=210912 El Paraninfo, con motivo de la conmemoración del cumpleaños del físico canario Blas Cabrera Felipe, acogió a más de una treintena de personas el pasado jueves, 19 de mayo. El evento lo realizó la Agrupación de Teatro de Filología de la ULL, bajo la dirección del profesor Pepe Ramos Arteaga. Una vez se dio la bienvenida, el físico Jorge Méndez Ramos tomó la palabra para conducirnos por la memoria del científico, desde su infancia hasta sus últimos momentos de vida.

Tras la exposición de un breve y emotivo vídeo sobre Cabrera, comenzó una representación teatral. Dos actores dieron vida a Blas Cabrera y a su padre. La interpretación sirvió para reflejar los inicios de la Universidad de La Laguna, es decir, el final de la antigua Universidad de San Fernando. También se hizo honores a la ciudad natal del científico, La Laguna, además de rememorar el oficio de Cabrera con el alumbrado eléctrico de la ciudad.

«Las Islas pueden estar orgullosas por la Física que dejó»


El último bloque de la jornada recibió el nombre de profeta en su tierra. En él se hizo un viaje al pasado, concretamente al 20 de octubre de 1930. Aquel día comenzó el Congreso de Solvay, una serie de conferencias científicas que reunían a equipos científicos de todo el mundo para determinar avances en el campo de la Física y la Química. De esta forma, también se rememoró a quienes compartieron profesión junto al canario, como Marie Curie, Niels Bohr y Erwin Schrödinger. 

La última etapa de la vida de Cabrera transcurrió en Cantabria, en plena Guerra Civil. Como rector de la Universidad de Santander, el científico experimentó la represión estudiantil. Las detenciones, los bombardeos y los seguimientos fueron motivos suficientes para que tomara un nuevo destino: París. Sin embargo, la capital de Francia no fue su destino final. Una vez llegó Hitler, tuvo que exiliarse a México. Allí permaneció desde 1941 hasta que su enfermedad, el Parkinson, le puso fin a sus días en 1945.

Para finalizar el evento, la organización eligió la emoción del recuerdo. En honor a quien fuera un profeta de la ciencia en el exilio, se realizó una pieza musical, protagonizada por un piano, un tenor y un violinista. También, hubo espacio para hacer una entrega de premios a su familia.

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“Pensad que Albert Einstein fue un refugiado, como tantos otros» https://periodismo01.ull.es/pensar-que-einstein-fue-un-refugiado-como-tantos-otros/ Sun, 18 Mar 2018 17:00:52 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=55072 José Edelstein, físico-teórico, presentó este pasado viernes, 16 de marzo, su libro Einstein para perplejos, escrito junto a Andrés Gomberoff, divulgador científico. El evento fue dirigido por José Alberto Rubiño, doctor en Astrofísica por la Universidad de La Laguna. El Salón de Actos del Museo de las Ciencias y el Cosmos fue el lugar escogido para la charla. En ella, se habló de numerosos temas con la intención de dar a conocer el trabajo del famoso genio.

El autor quiso destacar que en el texto ellos tratan de explicar los estudios a los que se dedicó Einstein. Para ello, se esforzaron en realizar una gran documentación con el fin distinguir lo real de los bulos. Los dos escritores no solo desarrollaron la parte teórica, sino también el contexto histórico en el que vivió. Edelstein señaló: «Pensad que Einstein fue un refugiado, como tantos otros», al igual que renunció a su nacionalidad alemana dos veces.

Durante el coloquio, el docente de física teórica hizo un recorrido por diferentes conceptos a partir de ideas simples, una visión propia del matemático. “Entender el origen de sus ideas es muy fácil, porque utiliza elementos sencillos”, de esta forma se repasaron nociones como la velocidad de la luz, los dos tipos relatividad e incluso agujeros negros.

 “Él jugó un papel muy importante en la mecánica cuántica”


A través de la conversación, los ponentes charlaron sobre todas las ramas en las que el célebre académico aportó conocimientos. Asimismo, durante el periodo de las preguntas Edelstein  explicó algunas dudas sobre los agujeros de gusano. Se debatió sobre la participación de Mileva Marić en los estudios de su esposo Einstein, debido a la gran polémica que existe sobre esta cuestión.

Además, debido al fallecimiento Stephen Hawking, el pasado 14 de marzo, elaboraron un pequeño homenaje al final de la conferencia. Concluyeron con una proyección de una entrevista del británico junto a Eldestein a modo de cierre.

 

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