Ángeles Jiménez – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sat, 06 Oct 2018 14:50:54 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Ángeles Jiménez – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 A propósito de las novatadas en la Universidad https://periodismo01.ull.es/a-proposito-de-las-novatadas-en-la-universidad/ Sat, 06 Oct 2018 14:00:05 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=79087 Alfonso Boullón Sabín, antiguo alumno de la ULL, máster en Ciencias de la Comunicación y profesor de Artes Plásticas y Diseño en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez, nos remite una carta en apoyo a Ángeles Jiménez, la médico que denunció en su blog la realización de novatadas al inicio de este curso académico en un acto de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna y que ha recibido duras críticas en las redes sociales por parte de alumnado de cursos superiores. El texto, íntegro, es el siguiente:

Querida Ángeles, no tengo el placer de conocerte pero me gustaría transmitirte mi más sincero agradecimiento por tu denuncia. Querría compartir contigo ciertas reflexiones que empezaron siendo un comentario en tu Facebook y han acabado siendo carta.

No puedo ocultar que, leyendo las intervenciones que he leído, siento cierto desasosiego. Se me revuelve el estómago al ver las descalificaciones e insultos («individualista, ignorante, orgullosa», aburrida en busca de notoriedad) que aún, encima, te propinan quienes ahora vienen a tu muro de Facebook especialmente sensibilizados no tanto por cómo se puedan sentir verdaderamente los afectados de sus novatadas –ellos ya tienen un veredicto sobre eso–, sino por cómo pueda verse dañada su imagen profesional de cara a la sociedad.

Simplemente con que traten de la misma manera a esos a los que tienen la desfachatez de llamar novatos como te tratan a ti en sus comentarios, ya es para no poder estar tranquilo. El problema es de fondo, no de formas. Por definición, las novatadas no buscan dar un recibimiento empático y acogedor, basado en la solidaridad, la ternura o el respeto, a quien las recibe.

Visto lo visto, no espero que el alumnado de los últimos cursos de Medicina de la ULL tenga la capacidad de idear un sistema mejor para dar la bienvenida al alumnado de nuevo ingreso. Pero estoy casi seguro de que alguien con la suficiente inteligencia y capacidad de ponerse en la piel del otro sería capaz de desarrollar un método mejor que uno consistente en «pringar con salsas, huevos o harina caducado que pueda uno tener por casa» a los recién llegados.

Si tan entrañable resulta el método ¿por qué no se usa esa fórmula en otras celebraciones? El día del acto de graduación, por ejemplo. ¡Si sería muy divertido! ¿Por qué será que quienes defienden estas prácticas no se suelen untar con esos ingredientes a un juez, a un policía o a sus respectivos padres, abuelas o sobrinos, si tan graciosa y confraternal resulta la fórmula?

Porque lleva implícita una falta de respeto.

Las novatadas buscan identificar al novato y dejarle bien clara cuál es su nueva identidad a partir de ese momento en la institución a la que llega. Si quisieran constituir un acto de bienvenida, se llamarían de otra forma.

«Una delirante pirámide de autoridad adolescente»


Son un rito iniciático mediante el cual se recuerda a la persona que las sufre que ahora está en el escalafón más bajo de una delirante pirámide de autoridad adolescente. Son un ejercicio de demarcación de poder, y por eso nunca se practican en igualdad.

Independientemente de la valía personal, ética, académica o intelectual de cada cual, ahora el postadolescente que lleva un par de años cursando los estudios en la institución tiene un estatus distinto al del que acaba de llegar. Defender semejante sandez sería verdaderamente complicado, por irracional. De forma que resulta necesario desplegar toda una demostración de poder en la que esa jerarquía quede clara de una forma lo suficientemente contundente como para ser respetada. Y por eso recurre a la humillación y a la degradación.

La buena noticia para el humillado, en ese delirio circular sin fin, es que algún día él podrá optar a esa posición de poder. De hecho, está garantizada, es automática. Solo tiene que ser capaz de cursar los estudios en los que se ha matriculado y pasar a cursos posteriores (ni siquiera nadie va a tener en cuenta si tarda el triple en sacarse la carrera).

Los veteranos (como todavía muchos tristemente se hacen llamar) que salen a defender que esto se siga realizando, ni siquiera parecen ser capaces de comprender que es totalmente irrelevante su versión de los hechos desde su posición de poder. Que la que importa en un acto de humillación, por muy protocolizado que esté, es el del humillado (y no voy a poner de ejemplo otros casos de abuso que me vienen a la cabeza). Es el humillado el que –con suerte– tiene que decidir sobre si participa o no en estas reglas de juego social que se le plantean, y el que tiene que gestionar sus emociones una vez participa en ellas.

«Solo hay que ver los espeluznantes términos con los que se expresan algunos veteranos en su Facebook»


Uno podría pensar que este ritual, hoy por hoy, ya no alberga esa carga de autoridad más propia de regímenes autocráticos de antaño. Pero, por si pudiera quedar el más mínimo atisbo de esperanza, solo hay que ver los espeluznantes términos (de un paternalismo condescendiente que bien podría estar sacado de una película de don Vito Corleone) con los que se expresan algunos veteranos en su Facebook. Cito textualmente: «Tus compañeros de clase se convierten en hermanos, los de un curso superior tus padrinos y los de cuatro cursos por encima, tus protectores». Ay, la familia.

Me imagino que quien no quiera respetar esa estructura social quizás se arriesgue a no estar cubierto por esa protección.

Creo que si uno se tiene que defender de posibles injusticias o problemas que puedan surgir en el ámbito universitario, o en cualquier otro ámbito, debiera aprender a hacerlo asociándose con sus iguales, no dependiendo del cariño paternal de sus superiores.

Un dieciochoañero que abandona su institución educativa de origen, dejando atrás todas sus certezas sociales, para dirigirse a la universidad –ese lugar en el que te convertirás en una persona adulta y preparada para la vida, del que tanto te han hablado– se encuentra en el periodo más inseguro y vulnerable de su existencia como individuo autónomo. Sospecha, probablemente no sin razón, que de allí surgirán amistades y amores que quizás le marquen la vida. No debería errar el tiro.

Someterlo, nada más poner un pié en su nueva institución, a la presión de tener que elegir si comulga o no con un sistema de integración tan perverso, es simplemente mezquino y vil. Ni siquiera sabe a ciencia cierta cuáles pueden ser las posibles consecuencias de negarse. ¿Dónde están escritas esas reglas? ¿En la mente de un veterano y honorable numerario que lleva 15 años cursando la carrera?

«Plantear un ‘nadie te obligó’ sería ya un ejercicio descarado de cinismo»


Totalmente indecente es atribuir a quien acaba decidiendo participar parte de responsabilidad o culpa por su «elección voluntaria». Plantear un «nadie te obligó» sería ya un ejercicio descarado de cinismo. Es peculiar que quienes hablan de lo que han podido sentir esas personas sean, en su nombre, los veteranos, que se arrogan su representación para decir que todo fue genial para todo el mundo, así, como muchas mayúsculas.  En qué cabeza cabe que si algún novato se ha sentido verdaderamente vejado, humillado o arrepentido va a tener el valor de denunciar su situación, o a ponerse a rebatir en las redes argumentos pronovatadas de forma que pueda darse un debate justo. Simplemente viendo las publicaciones que te han dedicado a ti, yo, muy probablemente, si tuviera dieciocho años y estuviese en juego mi aceptación social, no me atrevería.

Hay quien defiende todo esto porque es una tradición. Si una tradición consiste en conservar una doctrina o costumbre por transmisión de padres a hijos, y las novatadas, de forma acreditada, en el pasado han tenido con frecuencia carácter vejatorio, constituyendo abusos injustificables, por pura coherencia conservacionista, estas deberían seguir siendo así ahora, si de lo que precisamente se trata es de preservar las costumbres. No se puede defender una tradición sin defender sus características. Cualquier puede buscar el Google «novatadas habituales» para acercarse a su ancestral idiosincrasia.

Ingenuo de mí, pensaba que la Universidad  consistía en un instrumento de conocimiento y progreso, en repensar el mundo para convertirlo paulatinamente en un lugar mejor.

Espero, especialmente, que esa sea la máxima que impere en Medicina, y no, por el contrario,  el respeto a la tradición. Porque la trepidación y la sangría eran verdaderamente muy tradicionales.

«¿No existe alternativa para mostrar respeto al recién llegado?»


¿Por qué, sin embargo, cuando de lo que se trata es de acoger de buena forma al prójimo, ahí, amigo, lo importante es respetar la tradición? ¿No hay lugar para la innovación en este caso? ¿No existe alternativa para mostrar respeto al recién llegado sin recurrir a algo que conduce a pringar con salsas, huevos o harina caducada que pueda uno tener por casa? Desde luego que yo no quiero –espero no tener ninguna represalia por negarme a ello– acabar en manos de un profesional de la medicina que justifique algo así.

No en manos de alguien que ha desarrollado semejante escala de valores durante su formación para la vida.

No se trata de si hubo más o menos risas en el bochornoso acto que ocurrió en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna, de si la harina utilizada era apta para celiacos –han llegado a afirmar que se separó a los alumnos alérgicos–, de si quien critica la existencia a día de hoy de novatadas estuvo o no allí, o de si la persona que sí las presenció y las denunció adecuadamente dice cosas con las que quienes las llevaron a cabo no están de acuerdo. Se trata de que quien participó en su organización no ha entendido nada de lo que significa la dignidad humana.

No se puede humillar desde el respeto.

No es el dedo. Es la Luna.

Yo hoy me voy a dormir más triste y decepcionado con el mundo de lo que me fui ayer.

Pero también esperanzado al pensar que en este Planeta habita gente como tú.

Mucho ánimo.

Cuenta con todo mi apoyo y colaboración en esta causa.

 

 

 

 

 

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«Decir que la Facultad ha permitido las novatadas es una injuria» https://periodismo01.ull.es/decir-que-la-facultad-ha-permitido-las-novatadas-es-una-injuria-y-una-falsedad/ Thu, 04 Oct 2018 14:50:42 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=78805 Después de la información publicada por este medio en el día de ayer y las palabras de la médico Ángeles Jiménez y el alumnado del Grado relativas a las novatadas de Medicina, el vicedecano de la Sección, Rafael Martínez Sanz, sale al paso de las críticas por primera vez en PERIODISMO ULL. El profesor asegura que está en contra del concepto de novatadas y que, según le consta, lo que se celebró el pasado viernes fue un acto lúdico y festivo de inicio de curso en el que los estudiantes cumplieron las normas, no hubo quejas de ningún tipo e, incluso, fue más moderado que otros años.

Para que se celebrara la fiesta se pusieron seis condiciones. ¿Es cierto? «Sí y me consta que, en general, se cumplieron. He preguntado a más de treinta personas entre Seguridad, Cafetería y profesorado y todos coinciden en que este año se ha mejorado con respecto a otros años».

Usted prohibió, cuando llegó al Vicedecanato, que este «acto lúdico y festivo» se realizase en las clases… «Antes, según me han contado, se celebraban en Las Raíces, pero hubo bastantes quejas de los responsables del entorno y se trasladaron a las aulas de la Facultad. El primer año que estuvimos al frente de la dirección me encontré bebidas alcohólicas. Fue todo un desastre y dije que no se podía hacer, así que se cedió un área fuera del horario lectivo para que hicieran una fiesta de inicio de curso fuera del ámbito académico».

«Estoy totalmente en contra del concepto novatadas. Además, en la ULL están prohibidas»


¿Diría que son novatadas? «No sé si son novatadas, pero yo estoy totalmente en contra de ese concepto y en la Universidad de La Laguna están prohibidas. Yo no sé si han organizado novatadas aquí y, si es así, yo no las he visto, ni presenciado, ni nadie me ha informado de que así haya sido. Eso es un problema ya no de la Facultad sino de la propia ULL».

¿No hubo ninguna queja? «Por escrito ninguna. Solo la de un profesor que me ha escrito una interjección, la cual era una opinión que estaba sin contrastar diciendo que habíamos autorizado a interrumpir clases por la mañana. Eso no era cierto, pues todo se hizo por la tarde. Además, se hizo en el aparcamiento, estamos cerca de viviendas y, curiosamente, sus residentes tampoco se han quejado».

¿Estuvo presente mientras se desarrollaba? «El día antes, con ocasión de un evento de la tuna, sí me pude pasar. El pasado viernes me pasé dos veces. Antes de entrar al quirófano, que eran las nueve de la mañana, no vi nada especial y, después, al salir a las siete y pico de la tarde, solo vi a un par de estudiantes escuchando música y bailando. Lo que pude constatar lo vi bastante bien y normal».

«Hasta donde yo sé no ha habido más que un acto lúdico de inicio de curso»


¿Qué opina de las críticas de la médico de familia Ángeles Jiménez? «Entiendo que haya personas en contra y que las opiniones sean diversas, pero la información que da es totalmente falsa, está sin contrastar y muchas de sus manifestaciones se desmienten rápido. Decir que la Facultad ha permitido las novatadas es una falsedad y una injuria. Nosotros tampoco tenemos capacidad sancionadora. Si hay alguien que le roba el móvil a otro o hace abusos deshonestos, eso se tiene que denunciar, pero no porque la Facultad o la propia ULL permita hacer todas esas cosas».

¿Por qué no se habían pronunciado oficialmente? «No tenemos por qué. Esto es sacar las cosas de quicio. Hasta donde yo sé no ha habido más que un acto lúdico de inicio de curso. Que, probablemente, algún alumno haya incumplido las normas, puede ser, pero tampoco podemos ir saliendo al paso de nada. Si este es el momento de desmentirlo aprovecho la situación para decir que estamos en contra de las novatadas y tenemos la confianza de que el estudiantado se comporte correctamente en todas las situaciones con la responsabilidad oportuna».

«Si alguien ha consumido alcohol estaría incumpliendo el reglamento»


¿Le consta que hubo alcohol en la celebración? «Si alguien lo ha hecho, que no me consta, estaría incumpliendo el reglamento. El alcohol está prohibido en todo en el recinto universitario. La primera vez que tuve conciencia de ello ya estaban con las sangrías… Obviamente tampoco nosotros estamos mirando constantemente ni midiéndoles la alcoholemia. No estamos en un colegio, sino en un ámbito universitario en donde se supone que las personas son responsables».

No sé si ha visto las imágenes de alumnos de Primero llenos de huevos y diferentes salsas. ¿No lo considera una novatada? «Eso se dijo que estaba prohibido. No he visto las fotos, pero si se produjo, consideraría que se trata de una novatada menor».

«Esto es una tradición que yo tampoco he querido llegar y cortarla, pero quizás se podría mejorar»


Los alumnos aseguran que la participación es totalmente voluntaria… «Los organizadores me aseguraron que no habría novatadas, ni tiradas de huevos, ni embadurnamiento de nadie. Yo les dije que si querían hacer una fiesta de disfraces la podían hacer, siempre y cuando no usaran pijamas quirúrgicos. Al fin y al cabo, esto es una tradición que yo tampoco he querido llegar y cortarla, pero quizás se podría pulir o mejorar. Debemos tener en cuenta lo que diga el Claustro, que no sé cómo se manifestará, pero en estos momentos no es una cosa que nos preocupe demasiado».

Tras la polémica generada, ¿cómo afrontará el principio del próximo curso? “He convocado a los estudiantes de Cuarto, que fueron los organizadores este año, para el lunes que viene para saber sus explicaciones. Me hubiera gustado encontrarme con ellos antes, pero hoy nos vamos a Málaga a la Junta Nacional de Decanos. Yo tengo que ver qué opina el resto del Claustro, la Comisión Directiva, así como los propios profesores. Si los demás docentes están en contra no seguiremos adelante. Les pediré opinión para valorarlo en el futuro”.

«Si son para socializar y aportan cosas positivas se mantendrán, pero si transmiten una imagen negativa terminaremos con ellas»


La doctora Jiménez también hablaba de la mala imagen que daba a pacientes o investigadores que venían de fuera… «Eso es imposible. Otra falsedad. Ningún paciente puede pasar por ahí y, si hay un curso, tiene que buscar el sitio y tener un conocimiento muy exhaustivo de la zona. De todas formas, yo he estado en el extranjero en fiestas de inicio de curso y son mucho más de aquí».

Tras lo acontecido estos días, ¿cree que hace falta una reflexión profunda? «De todo acto hay que reflexionar y pensar qué nos aporta. Qué cosas podemos mejorar, cuánto positivo tiene y a quién le beneficia. Si es para socializar de una forma aceptable o no. Porque las novatadas no socializan. Pero si es para que el alumno se sienta incorporado en la Facultad pueden continuar. Si esto es algo que puede transmitir una imagen negativa, que yo no lo veo así, pues desde luego deberíamos terminar con esto».

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«Las novatadas de Medicina son un espectáculo lamentable y primitivo» https://periodismo01.ull.es/las-novatadas-de-medicina-son-un-espectaculo-lamentable-y-primitivo/ Wed, 03 Oct 2018 12:10:39 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=78553 La médico de familia y profesora de pregrado del ambulatorio del Barrio de La Salud, Ángeles Jiménez, manifestó el pasado viernes 28 de septiembre su rechazo a las novatadas que organizan cada año los alumnos de Medicina de la Universidad de La Laguna. La doctora, que se encontró con la fiesta al salir de un curso de Neuropsiquiatría junto a otros compañeros, definió al evento, primeramente, en su facebook y, luego, en su blog, como un «show lamentable y primitivo». Desde entonces, los estudiantes de la Facultad de Ciencias de La Salud han querido contestar a la doctora argumentando que se trata de una cita totalmente «voluntaria, divertida e integradora».

Según cuenta la propia Jiménez, se topó con dos alumnas, una de ellas llorando, cubiertas de huevo, harina y diferentes salsas. «Si en una fiesta hay personas que lloran o lo pasan mal, algo hay que revisar y cambiar», comenta.

Ángeles Jiménez: «Me parece inaceptable que la Facultad de Ciencias de La Salud no se haya pronunciado y permita todo esto»


Asimismo, afirma que se encuentra un poco impresionada por el hecho de que no haya ninguna autocrítica, sobre todo por parte de la institución lagunera. «Me parece inaceptable que la Facultad no se haya pronunciado y permita todo esto. Creo que no deberían hacer la vista gorda con estas cosas, porque un día puede pasar algo grave», asevera la docente.

Cuatro días después de su post, la publicación acumula casi 50 respuestas de alumnos, así como de otros médicos y psicólogos en contra de las novatadas. «Me arrepiento de haberlo publicado, pero no de mi opinión», reconoce Jiménez. Además, apunta que, aunque no es su responsabilidad al no trabajar en la ULL, se vio en la obligación de denunciar una situación que para ella «necesita de una reflexión profunda de todos los estamentos».

Con la gran polémica generada, la médico de familia sentencia que «visto el escarnio que los estudiantes someten a quien no está de acuerdo con ellos, entiendo que esa voluntariedad para asistir o no pueda ser cuestionable y, por ello, el profesorado no quiera meterse ahí».

Alejandro Lemus: «Se avisa con tiempo de todo y se tienen en cuenta las alergias de la gente»


Desde el lado de los futuros médicos habla Alejandro Lemus, de quinto curso y organizador de la edición pasada. «Para mí es uno de los mejores días de la carrera y siempre se tiene en cuenta las alergias de la gente, así como se avisa de todo para que se lleve ropa vieja», explica el joven. Asimismo, relata que, por ejemplo, el año pasado se encontraron con un chico que se había operado del corazón y no participó en ciertas actividades.

En la misma línea, Laura Moreno, de primer año, confirma que se les indicó con tiempo de que sería el viernes y de la voluntariedad del acto. «Fue una experiencia increíble, conocí a mucha gente y los de cuarto curso fueron súper atentos con nosotros», reseña Moreno, en contraposición de lo enunciado por la doctora Jiménez, aclara que no se sintió humillada y que la persona que lloró era una veterana que le daba pena acabar los estudios universitarios.

David Trujillo: «Ya le gustaría al resto de facultades disfrutar de algo así cada año»


Con respecto a la polémica publicación, la alumna opina que «la versión que se da no es muy verídica al no vivirlo en primera persona», así como que «no tiene nada que ver ser unos buenos profesionales en el futuro con pasarlo bien siendo jóvenes».

A pesar de que los estudiantes de cuarto curso no se han querido pronunciar sobre este tema «para no alimentar la polémica», David Trujillo, también en su último año de grado, remarca que lo que se hace no son las novatadas crueles americanas. «Ya le gustaría al resto de facultades disfrutar de algo así cada año», concluye.

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