«Lo que ocurre en las islas no capitalinas también importa»

Paula Cabrera Castro, graduada en Español, Lengua y Literatura por la Universidad de La Laguna, siempre ha sentido un interés especial por la literatura desde muy pequeña y es por ello por lo que se desempeña como investigadora en el Departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna. Actualmente continúa estudiando un doctorado de Artes y Humanidades en la especialidad de Literatura Española, el cual espera finalizar el próximo curso.

La pasión por el mundo de las letras se lo inculcaron sus padres desde la infancia, desde el amor por la lectura hasta la pasión por el teatro. «Siempre de pequeñita me llevaban a ver muchísimas obras así que cuando crecí, ya con 17 años era como un paso lógico a seguir», afirma Cabrera.

Su grupo de investigación se titula Palingestos. Fiesta y espectáculo en la cultura popular en su contexto atlántico: literatura, arte, cine y teatro. Está formado desde docentes de la Universidad de La Laguna hasta profesionales de la investigación que ya son posdoctorales, así como también de un nutrido grupo de jóvenes de investigación predoctoral, como es el caso de Paula Cabrera.

«En el contexto atlántico de la investigación Canarias es esencial»

La importancia de las artes y la literatura canarias es un complemento fundamental en los estudios humanísticos para lograr un mayor conocimiento de nuestra propia historia. En el contexto atlántico de la investigación Canarias es esencial y, como afirma la investigadora, «es una manera de situarnos geográficamente en un mapa porque las Islas en la televisión son siempre el típico recuadro que está a la izquierda en el mapa de la Península. Es una manera de poner en valor lo que hemos estado haciendo y lo que tenemos».

La indagación para este proyecto cuenta con numerosos sectores bastante diversos y amplios cubiertos por diferentes profesionales a cargo de ello. En el caso de Cabrera, es la encargada de estudiar aquellos elementos que se encuentran en la periferia. En concreto, su tesis doctoral se plasma en una autora canaria-cubana no muy conocida, no solo por ser una mujer, sino por el hecho de ser de origen cubano pero haberse criado en Tenerife.

La visibilidad a los profesionales del Archipiélago que no cuentan con tanto reconocimiento es un papel imprescindible para Paula Cabrera, debido a que es un tema que le apasiona e intenta abarcar tanto el tema de la periferia de la mujer como de la periferia en Canarias. Sin embargo, es partícipe en otra investigación paralela que abarca a la periferia de la hetero disidencia, donde estudia a escritoras que son lesbianas, por ejemplo.

«No tenemos un objetivo limitado porque abarcamos muchísimas aéreas y campos de conocimiento»

A pesar de ser un grupo nutrido y bastante diverso de profesionales de la investigación que participan en este proyecto, es cada vez mayor el nivel de enriquecimiento que ganan con sus estudios donde abarcan muchísimas áreas y campos de conocimiento, algo realmente positivo. Y es por ello, por lo que no habría un solo objetivo limitado ni cerrado que asignar en concreto.

Las diversas áreas de Palingestos no abarca un solo periodo, se abarca la literatura, como el cine, como las artes y no está limitado solo a la representación de Canarias, se estudia el contexto atlántico de forma bastante amplia. A finales del mes de junio, la investigadora participó en un congreso internacional, organizado por la Universidad de La Laguna, sobre la representación de las Islas en la literatura y el arte, afirmando que «fue una experiencia completamente enriquecedora».

La literatura y las artes en Canarias son representaciones de una enorme calidad y reconocimiento. El habla canaria con su léxico propio y todas sus estructuras propias se ha empleado y evolucionado a lo largo de la historia. En el pasado congreso, Cabrera logró una gran experiencia, nutriendo sus conocimientos de la mano de profesionales de la investigación de reconocido prestigio, así como estudiantes predoctorales que provocaron que la conferencia obtuviera un diálogo intergeneracional bastante interesante en el que mostraron sus diversas perspectivas.

¿Cómo te sientes tras ganar este galardón? «Me siento muy contenta y satisfecha porque yo ya estudié una carrera en Gestión Cultural en México y, aunque creo que hice un buen trabajo de licenciatura en ese momento, no estaba satisfecha con mi aprendizaje o con mi proceso en general. Sin embargo, por fin llegó este punto en el que pude juntar todos los conocimientos, las capacidades y las habilidades, tanto académicas como profesionales que he podido reunir durante mi trayectoria. Por ello me siento tan satisfecha, y también porque le veo continuidad estando en el Doctorado y tengo la firme decisión y disposición de hacerlo realidad y de seguir con el proyecto».

¿Cómo surgió tu TFM? «Yo antes de estudiar en Canarias, estudié en Málaga un Máster en Investigación e Intervención Social y Comunitaria. En un principio, para mí fue un choque y en su momento no lo supe procesar de la mejor manera. Pero me sirvió de mucho porque cuando llegué a la ULL para realizar el máster, desde el primer día nos pedían  tres posibles TFM que tú desarrollarías y recuerdo que desde ese primer momento dije que quería trabajar al menos con los niños que padecen cáncer y que están hospitalizados.»

¿En qué te inspiraste? «Después de la exposición de un primer borrador del proyecto, al tutor y a todos le gustó mucho pero tal vez fue más por la capacidad y la emoción que tuve para presentar la idea que por la calidad. Y luego la inspiración creo que vino por la pandemia porque lo único que tenía era ese proyecto, por lo que le dediqué tiempo y enfoqué mis energías en él».

Vínculo entre Canarias, México y la Península

¿Evolucionó mucho la idea que tenías pensada al inicio con el resultado final? «Sí, muchísimo. En calidad, por ejemplo, en cuanto a las unidades didácticas sí que evolucionó. El nombre del trabajo (Patri Patlani) proviene de la palabra patrimonio y del náhuatl, la lengua indígena más hablada en México de donde procede la palabra ‘patlani’, que significa volar. El trabajo se compone de ocho unidades didácticas y cada una está enfocada a una práctica de patrimonio cultural, mostrando un vínculo entre Canarias, México y la península. Lo planteo todo como un viaje».

¿Qué quieres conseguir con este proyecto que has realizado? «Se supone que es un taller en el que cada una de las unidades didácticas está enfocada a una práctica o expresión del patrimonio cultural en específico. Todas estas prácticas tienen en común la importancia de los valores. La clave para conseguir que los niños se vean atraídos por el patrimonio cultural es encontrar valores en términos de capacidades y habilidades psicosociales con los que ellos se sientan identificados con su lucha diaria. La idea de este taller no es solo pensar en cosas positivas porque no es sano, sino que nos enseñen retos para reflexionar sobre lo que estamos pasando. Desde aquí invito a toda la comunidad universitaria y a cualquiera que pudiera estar interesado a participar en este proyecto».

¿Qué otras ideas barajabas para el TFM? «Pues fue en relación con el carnaval, ya que planteaba la realización de algún museo comunitario o de una exposición para la comunidad con metodología de enfoque de acción participativa pero lo que siempre tuve claro es que todo el trabajo que hacía era enfocado en México, en especial para la zona en la que vivo. Además, otra idea que pensé fue la de un libro infantil porque me interesa pero solo se quedó en una opción».

«Pienso que gracias a este reconocimiento tendrá una mejor acogida»

¿Supone esto un punto de inflexión en tu carrera? «Sí, yo creo que sí. Más que por mí, este premio me viene bien porque tengo pensado poder llevar a cabo la fase piloto, tanto en México como en Canarias, preferentemente el próximo año. Pienso que ahora, gracias a este reconocimiento, tendrá una mejor acogida. Me motiva mucho el Doctorado pero me gusta tanto el proyecto que no lo siento por mí, lo siento por la causa y porque tengo que hacerlo realidad.

¿Cómo te ves a partir de ahora? «Me encantaría que tanto a México como Canarias les gustara la causa, que lo acogieran y que lo adoptaran  y así yo poder desarrollar otras muchas cosas. Espero que este TFM continúe evolucionando para convertirse en una mariposa monarca que vuele hasta los hospitales de México y de Canarias para contribuir a mejorar la calidad de vida de los niños y las niñas que padecen cáncer y sus familias».

¿A quién le dedicas este premio? «Le doy las gracias a mis compañeras de viaje y a las amigas que hice que también eran becarias de la Fundación Carolina porque sin ellas pienso que no podría haber hecho algo así, ya que durante la pandemia tuve ese apoyo y esa compañía en el Colegio San Agustín. Obviamente, a mis padres también les dedico este reconocimiento porque han hecho muchos esfuerzos para que yo haya podido cruzar el Atlántico y seguir formándome».

En primer lugar, la conferenciante empezó hablando sobre la parroquia de Caruao, ubicada en el centro-norte de Venezuela, la cual formó parte de una región donde se encontraban seis comunidades en las que convivían descendientes de los esclavos que extraían el cacao.

Con respecto a las características de la población de América Latina, dijo que se encuentran ciertas similitudes físicas con África, pues estas desempeñaban diversas actividades como tocar el tambor en algunas festividades. También, en estas regiones predominaba el desempleo, las malas vías de comunicación o el poco acceso a estancias educativas. Asimismo, añadió, «tenían que construir sus propias viviendas, llamadas bohíos«.

La ponente aseveró que la mayoría de los esclavos eran de origen africano y pocos hablaban español. En Todasana, unas de las poblaciones de Caruao, habitaban alrededor de unos 166 esclavos aproximadamente. En 1821, los hijos de estos esclavos nacieron libres por la Ley de Manumisión. Sin embargo, la Iglesia tenía el control sobre estos descendientes. En 1854 tuvieron la oportunidad de construir una nueva vida en libertad.

El 29 de noviembre será la inauguración de las jornadas a las 17.00 horas, y se desarrollarán las diversas conferencias. La primera será impartida por Sergio Pou, licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna (ULL), titulada Los muertos y la muerte en la cultura aborigen: desde el tratamiento del cuerpo hasta la concepción de la muerte. A continuación, hablará A. José Farrujia de la Rosa, profesor de la ULL y doctorado en Historia, titulada De las sociedades científicas a la socialización del patrimonio arqueológico en Canarias. Antes del descanso de las 19:00, expondrá José Carlos Cabrera Pérez, doctor en Historia y Jefe de Sección de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, El régimen jurídico del patrimonio arqueológico en Canarias.

Después, Javier Soler Segura, arqueólogo, doctor en Prehistoria por la ULL y especialista en Gestión Arqueológica del Patrimonio Cultural por la Universidad de Santiago de Compostela, hablará La situación actual del Patrimonio Arqueológico y Etnográfico de Santa Cruz de Tenerife. Por último, se celebrará una mesa de debate, con el tema Divulgación o no del patrimonio arqueológico – Información y educación versus desprotección.

Finalmente, el 30 de noviembre presentarán sus charlas Aránzazu Gutiérrez Ávila, miembro de la Alta Inspección de Patrimonio Cultural, La Inspección de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias;  Mercedes del Arco Aguilar, conservadora del Museo de la Naturaleza y el Hombre; y, por último, para dar por concluidas las jornadas, hablará Juan Carlos Hernández Marrero, técnico arqueólogo del Cabildo de la Gomera y trabajador del Museo Arqueológico de la Gomera, con Museos y Comunidad: ¿Escaparate o espejo?