La formación nace en 2006 con perspectivas de poder formar parte en la Federación Española de Estudiantes de Medicina para la Cooperación Internacional (IFMSA-Spain). De este modo, la Facultad podría disfrutar de una oportunidad excepcional de participar en una plataforma a nivel nacional e internacional.

Promoción del pensamiento crítico

AEMTE persigue favorecer el crecimiento de los futuros profesionales de la salud a través de la promoción del pensamiento crítico, la formación médica en su doble vertiente científica y humanística, más integral y abierta a las corrientes internacionales, además del fomento de intercambios. Dorta afirma: «Incentivamos a pensar que la Medicina no solo se aprende en un aula. La Medicina somos todos y tenemos que ir más allá de estas cuatro paredes si queremos conseguir en el mundo los cambios que buscamos».

Todos estos objetivos se cubren a través de cinco grupos de trabajo: Intercambios, que se encarga de la coordinación de estos; SCORSA, que organiza actividades sobre educación y salud sexual, feminismo, colectivo LGBT+ o incluso sobre la desestigmatización de las personas que viven con VIH para la concienciación dentro del entorno sanitario; SCOME, que se centra en ampliar la formación y en ofrecer educación médica a la sociedad.

Asimismo, SCORP es la división que se ocupa de la concienciación sobre crisis humanitarias, problemas sanitarios de otros países o la falta de recursos y, finalmente, SCOPH, cuya línea de trabajo es la proporción de conocimientos sanitarios a la población, conmemorando los días mundiales y haciendo actividades que puedan concienciar a la sociedad.

Dorta explica que gran parte de las actividades las realizan en colaboración de otras asociaciones tales como Algarabía, Asociación Sofía o Cruz Roja que desarrollan iniciativas diversas, entre ellas las jornadas LGBTI+, la charla de prevención de violencia de género en consulta, el Día Mundial de la Salud, el Hospital de Ositos y muchas más.

Cuarenta inscritos

El proceso para afiliarse es el siguiente: es necesario rellenar un formulario con los datos básicos de contacto (puede ser online o en papel) y pagar la cuota anual de 10 euros. Aquellas personas que acuden a la Universidad de La Laguna a través de programas de movilidad nacional e internacional también pueden ser socios, aunque si están interesados en IFMSA, la asociación a nivel internacional, pueden renovar su inscripción de socio en su comité local de origen.

En estos momentos, cuentan con cuarenta inscritos, aunque Dorta comenta que este número va subiendo a lo largo del año a medida que se anuncian las actividades y las becas.

Por otra parte, los intercambios de IFMSA permiten a un matriculado de cualquier carrera de ciencias biosanitarias pasar un mes en otro punto del país o en el extranjero, realizando prácticas clínicas o de investigación. Estas becas incluyen el alojamiento durante un mes, las prácticas y una comida al día. Se ofrecen durante los meses de julio, agosto y en ocasiones septiembre.

Llegar a más estudiantes

Dorta tiene claro los pasos a seguir en el futuro: «Queremos seguir creciendo. Hemos visto cómo nuestras actividades calan en las personas que asisten a ellas, y tenemos ganas de seguir aportando nuestro granito de arena para cambiar el mundo».

Otro punto en el que aspiran progresar son los intercambios. Su propósito es mejorar en lo posible la experiencia de aquellos que vienen a la Isla, así como facilitarles la salida a los que se van.

Sin embargo, la directiva tiene claro que su necesidad más inmediata es llegar a más alumnos, sobre todo a aquellos de otros grados relacionados con Ciencias de la Salud. Su fin último es seguir ayudándoles a formarse más allá de las aulas «para que AEMTE crezca en todas los estudios biosanitarios, como Enfermería o Fisioterapia».

La maratón empezó con la película Cuentos de Terramar (2006), del director Goro Miyazaki. Dragones, magos, fantasmas, talismanes y poderes inundan las cosas de las islas de Terramar, un lugar dominado por la magia y habitado por gentes tranquilas y sencillas que solo quieren la paz y la sabiduría.

“Nunca olvidaré ese verano…”. Son las primeras palabras de la segunda película: Arrietty y el mundo de los diminutos (2010), dirigida por Hiromasa Yonebayashi. Bajo los tablones de una pequeña casa de campo vive una familia de seres diminutos cuya única norma es no ser vistos por los humanos. Sin embargo, todo cambia cuando Arrietty, una audaz adolescente, es vista accidentalmente por un niño que acaba de mudarse a la casa. Con el tiempo, surge una gran amistad entre ambos, pero la tranquilidad de estos extraños seres se ve en riesgo.

Tras un pequeño descanso para comer, empezó el tercer filme. Porco Rosso (1992) cuenta la historia de un piloto que, por alguna razón desconocida, es transformado en un cerdo.  El animal aviador, ahora cazarrecompensas, adora frustrar las malas acciones de los piratas del mar adriático. Estos, cansados de ver cómo sus intentos se ven continuamente interrumpidos, contratan a un americano con el objetivo de acabar con el conocido cerdo rosa.

A continuación, comenzó Nicky, la aprendiz de bruja (1989). Una joven bruja de 13 años debe abandonar su hogar durante un año para saber valerse por sí misma. Así, Nicky descubrirá lo que significa la responsabilidad, la independencia y la amistad. En su camino harán nuevos amigos con los que vivirá divertidas aventuras.

El viaje de Chihiro (2001) fue la quinta elegida. El único filme del estudio ganador de un Óscar cuenta la historia de una niña de diez años que, después de atravesar un túnel, llega a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses. Obligada a entrar en este mágico mundo, Chihiro descubrirá lo que es la amistad y el amor y vivirá grandes experiencias.

En honor al recientemente fallecido director Isao Takahata, la maratón cerró con El cuento de la princesa Kaguya (2013). Basada en el popular cuento japonés El cortador de bambú, cuenta la historia de una pareja de ancianos campesinos que encuentra a una niña diminuta dentro de una planta de bambú. Deciden adoptarla como si fuera su hija y descubren que la niña está destinada a ser una princesa. Pasan los años, y rápidamente se convierte en una hermosa mujer pretendida por muchos hombres poderosos.

Al finalizar el encuentro, parte de los organizadores agradecieron al público su asistencia y recordaron que lo importante del evento era el motivo: Ayudar a los más necesitados. Con el dinero de las entradas se compraron alimentos y, sumando estos a los donados por los asistentes, se consiguieron casi 100 kilos de comida. ¡Todo un récord! Así, se despide el evento hasta la próxima edición. 

Durante todo el año, realizan diversas actividades de sensibilización, de impacto local, así como charlas o debates relacionados con el ámbito de la rama y campañas de prevención de la salud. Además, los estudiantes de la Facultad pueden realizar intercambios con alumnos de otros países. Lo más relevante es el Día Mundial de la Salud, en abril, nos cuenta Elizabeth McGarr, presidenta de AEMTE:  “Lo bonito es que en estos ciclos recopilamos las tareas que llevamos a cabo durante todo el año, y recogemos la información que han aprendido los compañeros. En esta jornada, tenemos stands dedicados a diferentes enfermedades, entre ellas la diabetes. Es el evento en el que conseguimos que acuda mayor número de personas”.

Sin embargo, “el acto que más suele llamar la atención es el Hospital de Ositos (Teddy Bear Hospital), porque hace más ilusión a los alumnos de primer año. Se trata de su primera interacción con pacientes, aunque no lo sean de verdad y pueden tener el primer contacto como médicos”, explica la presidenta de la delegación tinerfeña. El Teddy Bear Hospital es un proyecto oficial nacional, desarrollado por un comité perteneciente a IFMSA- Spain, que  organiza la jornada con el fin de que esta pueda ser realizada por las diversas facultades suscritas, dirigida a un público infantil.

La idea es que los más pequeños pierdan el miedo a los hospitales y a los médicos. Además, los estudiantes adquieren sus primeras experiencias como doctores en el trato que se le debe dar al paciente.

«La juventud puede tener un impacto social y un rol activo en la sociedad»

«En los últimos dos años, se ha percibido un mayor interés y participación por parte del alumnado, tanto de la propia Facultad como de la comunidad universitaria», afirma Núñez. La vicepresidenta explica que “lo primero es que Medicina no se resume a las aulas y a los profesores. Sí es verdad que tenemos mucho que estudiar y son muchos años de formación continuada, pero también es verdad que la juventud, en muchísimos aspectos, puede tener un impacto social y un rol activo en la comunidad. La Asociación nos ayuda a desarrollar valores, porque somos futuros médicos y vamos a estar de cara a realidades muy diversas».

Además, McGarr cuenta que pertenecer a la asociación le recuerda, en el día a día, y cuando las cosas se ponen difíciles, por qué eligió esta carrera. «Al final lo que siempre buscamos e intentamos que se cumpla, como asociación, no solo es involucrar a los alumnos sino llegar a la mayor cantidad de gente que se pueda. Implicarse en algo más que el estudio también es gratificante y, de hecho, estas agrupaciones estudiantiles lo que hacen es que consigamos ir mucho más allá de los libros”, asevera Núñez.

La Asociación de Estudiantes de Medicina de Tenerife (AEMTE) y el CEIP Campino en Icod de Los Vinos realizaron, el pasado viernes 10 de noviembre, una actividad llamada Teddy Bear Hospital (TBH) con los alumnos de infantil en las instalaciones del colegio. La vicepresidenta de la asociación tinerfeña, Almudena Núñez, explicó que «la importancia del TBH reside en que los niños pierdan el miedo a ser atendidos en un hospital, al ver que sus juguetes no corren ningún peligro y que son ellos mismos los que van a curarlos. De esta manera no ven al médico como a un extraño que les va a hacer daño. Además, para los alumnos de la Facultad, es una iniciativa importante que les sirve en el futuro para saber cómo tratar con los más pequeños».

Durante la jornada se habilitó la biblioteca del centro para hacerla parecer un hospital en el que los niños tuvieran que pasar primero con sus muñecos por una consulta, en la que le explicaban a los doctores todas las enfermedades que padecían, y luego por el quirófano para curarlos, con la premisa de que ellos fueran los encargados de hacerlo, convirtiéndose así en médicos por un día. La práctica contó con diez estudiantes de Medicina que se hicieron cargo de cincuenta y cinco niños de infantil desde las 9.30 de la mañana hasta las 13.30 horas.

«Normalmente se organizaba una actividad por curso, pero desde el año pasado nos propusimos aumentar la frecuencia y en este ya hemos realizado dos», explicó la vicepresidenta. «Este TBH es un proyecto oficial de IFMSA-Spain y es llevado a cabo, en muchas ciudades de toda España, por socios de otros comités locales como el nuestro», añadió.

Esta asociación, que se fundó en Tenerife en el año 2006, está compuesta por estudiantes de Ciencias de la Salud, la mayoría de Medicina, de la Universidad de La Laguna. Es una ONG apartidista y arreligiosa que forma parte de la Federación Española de Estudiantes de Medicina IFMSA-Spain para la Cooperación Internacional en Tenerife. La matriz fue fundada en Copenhague, en 1951, con el fin de promover la colaboración entre los futuros médicos a nivel global, regional y local. Hoy participan más de 90 países del mundo y representa a 610 000 alumnos de esta rama de la salud de unas 550 facultades.