colectivo LGTBIQ+ – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Mon, 13 Jun 2022 12:20:25 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png colectivo LGTBIQ+ – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 El mundo del fanzine https://periodismo01.ull.es/el-mundo-del-fanzine/ Mon, 30 May 2022 06:00:25 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=212067

Tenerife Espacio de las Artes acaba de clausurar la muestra Toma a Tierra, una recolección de fanzines, esto es, revistas realizadas y autoeditadas por personas aficionadas a cualquier tema, ya que para poder realizar uno no se debe tener titulación de ningún tipo, ni seguir unas bases prescritas. La exposición se divide en varias zonas temáticas: política, perzines (un tipo de fanzine muy personal en el que se retratan temas de la propia vida de los autores), territorios, magia negra o de terror y también una selección LGTBIQ+, entre muchos otros. 

]]>
«No hay ni puede haber lugar en este mundo para la discriminación y el odio» https://periodismo01.ull.es/no-hay-ni-puede-haber-lugar-en-este-mundo-para-la-discriminacion-y-el-odio/ Sun, 11 Jul 2021 06:15:50 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=177610 Carlos Almeida Alemán es un influencer canario que pertenece al colectivo LGTBIQ+. A sus 22 años quiere mostrar a través de las redes sociales lo importante que es ser como se quiere ser, tal y como él hace. Aunque no forma parte de ninguna organización que defienda los derechos de este colectivo, sí colabora con empresas y marcas que ponen gran empeño en esta causa. Y es que a pesar de dejar hace poco los estudios de diseño, sigue involucrado en el mundo del de la moda y modelaje, algo que le apasiona y lo ha convertido en un trabajo. Se describe como una persona inteligente, con timidez pero valiente y con determinación para cumplir sus objetivos.

¿Cuál ha sido su experiencia personal siendo del colectivo? «Bueno, en mi caso tardé mucho en decir mi orientación sexual. Traté de ocultarlo por mucho tiempo simplemente por miedo del qué dirán. Lo pasaba mal porque no veía el momento de cuándo diría lo que sentía. Por suerte no llegué a sufrir bullying ni cualquier tipo de acoso, sino los típicos insultos, que cuando me los decían es obvio que lo pasaba mal, pero llegó el día en el que ya no me afectaba. Yo no me identificaba con la palabra maricón, sino con la palabra gay, que es lo que soy. Esos típicos insultos, fáciles de decir, dejaron de hacerme daño el día en el que empecé a aceptarme como era».

«En ese momento me sentí libre y sin miedo de lo que me dirían porque ya tenía el apoyo de quien verdaderamente necesitaba, mi familia»


¿Ha recibido el apoyo que debería y merecía? «He tenido suerte, doy gracias a la familia y las amistades que me han tocado. Sobre todo a mi madre que fue la que habló conmigo, y con la cual tuve una larga charla que terminó en lágrimas, abrazos y en la frase «mientras yo, tu hermano y tu hermana te apoyemos, te tiene que dar igual lo que diga el resto». Sinceramente, sin esa conversación con mi madre no hubiera tenido la fuerza ni el impulso de salir del armario. Fue ahí cuando me encontré como una paloma, por fin pude respirar bien y no sentía esa presión en el pecho ni ese miedo continuo. En ese momento me sentí libre y sin miedo de lo que me dirían porque ya tenía el apoyo de quien verdaderamente necesitaba, mi familia».

¿Cuánto y cómo le afecta que todavía, en pleno siglo XXI, les sigan mirando como si fueran personas raras? «Muchísimo, por alguna razón esas personas piensan que tienen la libertad de juzgar tu vida por ser gay o pertenecer al colectivo. Que en pleno siglo XXI aún vean así al colectivo, como «raros». Creo que a estas alturas ya podemos tener claro que, sin ninguna duda, las manifestaciones del Orgullo tienen que ser como son, hay que reivindicar. Es lo único que ha conseguido que homosexuales (en mi caso) y demás que pertenecen al colectivo saliéramos adelante hasta estar donde estamos hoy, aunque todavía queda mucho camino. Ha sido la única forma de demostrar a quienes piensan que las marchas y visibilidad del colectivo se hacen porque queremos derechos especiales que no es así, no quiero ser especial. Quiero que no nos discriminen, que no me maten, que no me insulten en la calle, quiero respeto, quiero libertad. Poder ser quienes somos, sin sentir que nos oprimen, queremos ser libres».

Queda mucho que mejorar


¿Qué piensa de que haya gente que cree que la homosexualidad es una enfermedad que hay que curar? ¿Y qué le diría usted a quienes les intentan cambiar? «Durante años, se nos ha llegado a intentar convencer de que ser homosexual era una cosa mala, cuando en realidad era todo lo contrario. Eso es lo que hace que sea la sociedad la que realmente está enferma. Estoy ya muy pero muy cansado de estas situaciones, de que me digan que no soy normal por amar a quien yo quiera. A lo mejor los que no son normales y tienen problemas psicológicos serios son el resto. Tener una orientación sexual, identidad o expresión de género distinta es algo normal».

¿Cuál es su pensamiento y emociones al ver que un partido político como Vox coge fuerza en España? ¿Qué cree que refleja esto? «Sinceramente y con la mano en el pecho se me encoge el corazón al pensar cómo tantas personas pueden tener la mente tan cerrada y llena de ignorancia a pleno siglo XXI. Cómo un partido quiere deshacerse de los derechos de las personas por las que generación tras generación se ha luchado tanto por conseguir, y ya no hablo solo por el colectivo, sino también por las mujeres. El ver que tantas personas se ven reflejadas en este partido, y que están de acuerdo y comparten las mismas medidas, me parte el alma. Es muy triste».

¿Considera que España podría ser un ejemplo a seguir? ¿Cómo observa al resto de países? «No, aunque se hayan conseguido cosas, hay mucho por lo que seguir luchando. Todavía se sigue insultando, pegando y hasta incluso matando a personas del colectivo, con lo cual España no es un ejemplo a seguir en cuanto a este tema. Actualmente hay varios países en los que ser o pertenecer al colectivo LGTBIQ+ está bien visto. Dichos países como Países Bajos, Bélgica, Canadá y España fueron pioneros en decir sí al matrimonio igualitario y ha avanzado en países y regiones donde la aceptación del colectivo es bien vista. Sin embargo, todavía hay muchísimos países como Arabia Saudí, Irán, Sudán, donde aún es mal visto e ilegal, e incluso en donde pertenecer al colectivo se castiga con pena de muerte».

«La libertad y la igualdad son derechos elementales de la sociedad y deben ser siempre respetados»


Veo que muestra su personalidad a través de Instagram. ¿Tiene un objetivo? ¿Y cuando sale a la calle se muestra igual? ¿Qué siente? «La verdad es que no tengo un objetivo en concreto, sino simplemente mostrarme tal y como soy, de forma natural, espontánea, y si a raíz de eso llegan cosas y la gente se siente identificada conmigo y les sirvo de ayuda, pues bienvenida sea. A pesar de siempre estar con el pensamiento de si me va a pasar algo, o del que dirán, salgo a la calle con la cabeza bien alta. Me gusta mostrarme tal y como soy, siendo y vistiendo a mi manera, estando seguro de mí mismo, sin miedo y siendo feliz».

¿Piensa que el cambio está cerca o hay mucho que hacer todavía? ¿Y cuál cree que es el paso a seguir? «Ojalá pudiera decir que no hace falta ningún cambio, pero tristemente todavía queda un largo camino que recorrer, y tenemos la disposición de seguir luchando por un mundo donde seamos libres, por una sociedad sin discriminaciones, donde el amor no sea juzgado y sobre todo donde ninguna persona tenga miedo de ser quien es. La libertad y la igualdad son derechos elementales de la sociedad y deben ser siempre respetados. Ojalá les entre en la cabeza que no hay ni puede haber lugar en este mundo para la discriminación y el odio. En una sociedad tan dividida se nos olvida que primero somos seres humanos».

¿Qué le diría a esas personas que se sienten oprimidas y tienen miedo por el qué dirán? «Me gustaría comenzar diciendo que ojalá llegue el día en el que nadie tenga que sufrir por ser quién es. Ojalá llegue el día en el que ser del colectivo esté normalizado. Que ninguna persona tenga que vivir fingiendo ser una persona que no es por miedo a sufrir discriminación, agresiones, encarcelamientos, torturas, o ser asesinada. Les diría que sepan que hay mucha gente igual que lo supera y luego ha tenido una vida completamente normal. Puede que no lo sientan, pero que lo sepan. Es un proceso lento de aprender a no aceptar lo que el resto dice que eres, sino de averiguar lo que realmente tú eres».

 

]]>
El orgullo de ser https://periodismo01.ull.es/el-orgullo-de-ser/ Mon, 28 Jun 2021 06:00:54 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=176597 Como seres humanos tenemos derechos y libertades. Tenemos el poder de elegir la clase de persona que queremos ser. Sabemos, con certeza, que podemos expresar nuestros gustos para amar, para buscar nuestra identidad, para, en definitiva, conseguir la felicidad. Si al leer estas líneas has pensado que hay una brecha entre el concepto de sociedad que narro y el que realmente nos rodea es que hay un problema y debemos solucionarlo.

¿Cómo puede ser que, durante tantísimos años, haya parecido una aberración el amor? Porque sí, no permito réplicas a mi pregunta retórica. Nunca deberíamos haber permitido poner en tela de juicio algo tan propio como el amor, como el gusto. ¿Cómo puede un pensamiento político decir qué clase de persona soy en base a lo que siento o a quién me siento? ¿Por qué permitimos que la ceniza de aquellas dictaduras, que se creyeron dichosas para acabar con la vida de las personas solamente por cómo se sentían, lleguen a nuestros días?

Tengo argumentos de sobra para corroborar todo lo dicho, aunque, si se me permite, no voy a manchar este texto plagado de color hablando de algo que ha terminado siendo tan lúgubre como el deporte. No nos hace falta un estadio apagado para saber que el fútbol y su movimiento de masas han terminado por convertirse en víctimas del capitalismo feroz que lucha por mover millones de euros en jugadores (uso el masculino genérico porque el femenino parece no interesar tanto) pero que tuerce la cara cuando ayudar al avance social no está sustentado con un fin publicitario. Guarden las luces, los colores y los mensajes de igualdad. Ya se han retratado, pero no ahora, lo han hecho desde hace mucho tiempo.

No puedo negar lo que me molesta que, desde el origen de los tiempos, la sexualidad de las personas haya trascendido a la opinión pública, permitiendo que ciudadanía y la política pudieran dar su opinión con el único objetivo de buscar soluciones a un problema que crearon quienes no entendieron la normalidad de la situación, dando pie a las etiquetas, a las discriminaciones, al dolor y a la ansiedad de las personas que creyeron ser distintas.

Y es que, aunque llevo años reflexionando sobre esta pregunta, sigo sin entender porqué la clase política cree tener la potestad para decidir, por ejemplo, si una persona trans lo es o no, si una pareja homosexual puede adoptar o no, o si la bisexualidad es indecisión o no.

Disculpen, señorías a las que les han dado un atril para representar a una sociedad que pide a gritos un avance que ustedes no son capaces de dar, no es un problema de estado con quién me acuesto, si me siento hombre o mujer, si la sanidad pública debe pagar las operaciones de resignación de sexo. Los problemas reales son otros, el resto los han creado ustedes y lo que es peor, han querido mantener el pensamiento social de que realmente estas cuestiones eran conflictivas y negativas para la sociedad, cuando lo único negativo para la humanidad es un pensamiento arcaico sin capacidad de evolucionar.

«¿Por qué se tuvo que votar si en España se podían casar dos personas del mismo sexo?»

¿Por qué se tuvo que votar, con la negativa del Partido Popular, en el año 2005, si en España se podían casar dos personas del mismo sexo? Me refiero, ¿por qué hemos aceptado como sociedad esa potestad por parte de la política? Es deleznable y triste que haya países en los que la ley que lleva en España casi dos décadas, sea un anhelo utópico sin futuro. Triste, pero cierto.

Aunque en nuestro país tampoco damos pasos agigantados, ¿por qué tiene que votar el Parlamento una ley para que las personas trans puedan cambiar su género del DNI sin necesidad de pasar por psiquiatría? La política, la sociedad, la humanidad no entiende que lo que las personas trans sienten no es un capricho, no es un problema, es una necesidad.

Basta ya de creernos capaces de juzgar, opinar o señalar a las personas por lo que son, porque, en primer lugar no nos afecta y en segundo tampoco nos incumbe. Pese a esto, sí es motivo de pleno parlamentario la búsqueda de una ley que ampare el trabajo de las personas trans, muchas, en riesgo de pobreza extrema, terminan dedicándose a la prostitución y, según un estudio, una de cada diez no tiene techo. Todo por haber alimentado el odio y el rechazo desde la educación. Una lacra que muchas personas conseguimos quitarnos con el paso del tiempo, pero otras no.

Estamos en el Mundo para ser personas libres y felices. No nacimos para dar explicaciones. Tampoco para poner etiquetas, ni mucho menos para juzgar lo que otras personas son o sienten. Que los colores del orgullo se extiendan por todo el Mundo, que entren en aquellas casas donde creen que la libertad es ir a tomar cervezas por Madrid, que se cuelen en los lugares donde elegir tu camino es motivo de rechazo, que aparezcan en la historia como una igualdad que se ganó luchando. No estamos en este Mundo para encajar, nacimos para ser, lo que sintamos, pero ser, y eso nadie lo puede poner en duda.

]]>
Transfobia laboral: un problema que debemos paliar https://periodismo01.ull.es/transfobia-laboral-un-problema-que-debemos-paliar/ Tue, 30 Jun 2020 14:05:05 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=140981 El término transfobia se remonta a la mera existencia de estas personas nacidas bajo el cuerpo equivocado. Este concepto tiende a la discriminación y actitudes negativas basadas en el odio o miedo hacia las personas transexuales o transgéneros. Sin embargo, no solo se basa en actitudes individuales, sino que todas estas acciones de rechazo constituyen un sistema de marginalización y estigmatización hacia este tipo de poblaciones en los diferentes campos, como los legales, educativos, médicos y laborales, en el que nos vamos a centrar.

Este tipo de discriminación laboral es uno de los pilares que asienta la marginación e impacta en la calidad de vida que puede tener una persona trans. Cuando se le niega un puesto de trabajo, se le está estigmatizando y considerándola como inferior a las personas cisheterosexuales (aquella persona que continúa en el género que se le asignó de nacimiento).

Estas situaciones se explicarían por sesgo de confirmación. Este sesgo se corresponde a la tendencia de favorecer y recordar la información que confirma nuestras propias creencias y sesgar las conclusiones personales. Sin embargo, cuando el proceso de entrevista tiene un resultado negativo, para la valoración psicológica ya entrarían factores como la personalidad y la autoestima, así como sus estrategias de afrontamiento.

«Que sea un problema que afecte a un grupo reducido de la sociedad no significa que se deban hacer oídos sordos»

No obstante, cuando se dan rechazos reiterados en múltiples empleos, la persona podría verse afectada por el sesgo cognitivo llamado «Indefensión aprendida». Los psicólogos hacen referencia a este concepto como la sensación subjetiva de sentirse incapaz de hacer frente a situaciones difíciles que se nos presentan, aun teniendo las herramientas suficientes para conseguir los objetivos, desencadenando pasividad ante estas.

Este es uno de los muchos problemas a lo que se enfrenta este colectivo que forma parte de la comunidad LGTBIQ+. Que sea un problema que afecte a un grupo reducido de la sociedad no significa que se deban hacer oídos sordos. Es un asunto que debe tratarse lo antes posible para integrar completamente a este conjunto en la sociedad como se merece, sin ningún tipo de marginación.

]]>
‘Somewhere over the rainbow’ https://periodismo01.ull.es/somewhere-over-the-rainbow/ Fri, 28 Jun 2019 06:15:01 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=106016 21 años. Desde que tu padre te echó de casa vives con una mujer transexual que te acogió como a un hijo. Greenwich Village es ahora tu hogar. El feminismo, la lucha por los derechos de la población negra y los hippies habían sido los protagonistas de los últimos años. Nunca pensaste que tu familia fuera a reaccionar así. Tendrías que haberte fijado en el caso del hermano de tu padre, no solo lo despidieron del trabajo, sino que lo perdió todo en la vida porque lo descubrieron durmiendo con un hombre. De hecho, desde entonces no habías sabido nada sobre él.

Acaba de llegar el verano y todo invita a salir un rato a pasarlo bien. Stonewall Inn es el lugar de moda para los marginados como tú. Para ti es un paraíso: un lugar donde no tienes que esconderte, donde puedes ser tu mismo y bailar hasta que llegue un nuevo día. Habías escuchado que varios bares de la zona habían sufrido redadas e incluso habían tenido que cerrar. Tu te sentías medianamente seguro. Todos sabían que Stonewall estaba en manos de la mafia italiana y nunca habías presenciado ningún problema con la ley.

Ya es de noche y sales de la que es, ahora, tu casa. Estás emocionado, la semana pasada encontraste a la persona perfecta allí y no le has podido ver hasta hoy. El portero del bar se asoma a la mirilla. Llevas poco viniendo, pero esperas que te reconozca. Al entrar, como una rutina ya asumida, buscas el papel para firmar antes de pasar a la pista. El local es muy oscuro, pero en ningún sitio habías visto a tanta gente brillar. Te pides una copa y empiezas a bailar con tu grupo de amigos.

Un rato más tarde de la una, escuchas algunos gritos. Te recuerdan a los de tu padre. Es la policía, están haciendo una redada. La canción de Judy Garland pasa a un segundo plano. Tras colocarte en la fila como te indicaron, algunos policías comienzan a toquetear a una chica lesbiana. «¿Qué hacen?» Se ve que no eres el único que lo piensa. El ambiente va más allá de la tensión. Es ambiente de rebelión. Detienen a las travestis y transexuales con las que hace un rato estabas hablando. Tienes suerte, te liberan.

Al salir a la calle te das cuenta de que las personas que han logrado burlar el poder de la ley siguen allí. Expectantes. Como una madre esperando la próxima travesura de su hijo. El espíritu cambia en la calle Christopher y, entre burlas y espectáculo, se respira hartazgo y reivindicación. Aquella lesbiana que te invitó hace dos sábados sale esposada y entre gritos, peleando con los agentes. De repente, unas palabras incendian tu mente: «¿Por qué no hacen algo?». Ahora, el fuego está en las cabezas de todos tus compañeros.

Un, dos, tres. Vuelve.


Si has podido hacer un pequeño ejercicio de abstracción, acabas de vivir el principio de los disturbios de Stonewall. Acabas de vivir la realidad de muchas personas que fueron acosadas y perseguidas, especialmente a finales de aquellos revoltosos años 1960. «¿Por qué no hacen algo?». Lo hicieron. No solo durante estos días, en los que los miembros del colectivo LGTBIQ+ se revelaron por primera vez contra un sistema que les reprimía. Esta noche supuso el principio de la lucha moderna en pro de los derechos de esta parte marginada de la sociedad.

Han pasado 50 años y alrededor del mundo seguimos respondiendo a esa pregunta. No solo con palabras, sino con acciones. El Orgullo ha pasado a ser un acontecimiento especial en medio planeta, la lucha más colorida, una lucha por la libertad. El Orgullo seguirá siendo necesario en la medida en que existan personas que se pregunten «¿por qué no hacen algo?». El Orgullo no nace de la arrogancia, sino de la satisfacción por lo logrado y de la responsabilidad de seguir luchando.

Por último, y casi sin esperanza de que mis palabras tengan efecto, me gustaría dedicar el final de este texto a aquellos que, no sé si por ridiculizar o por perpetuar su superioridad, claman por los derechos heterosexuales. Como si en algún momento se los hubieran arrebatado. Señores privilegiados, no estarán discriminados hasta que tengan que gritar «¿por qué no hacen algo?». No necesitarán una bandera hasta que deban mirarlos por una mirilla para entrar a un bar. Y, por supuesto, no tendrán un Orgullo hasta que tengan que luchar por casarse, cambiar de sexo o, sencillamente, ser quienes quieran ser.

]]>
El feminismo protagoniza la primera edición del Festival Diverse https://periodismo01.ull.es/el-feminismo-protagoniza-la-primera-edicion-del-festival-diverse/ Sun, 28 Apr 2019 13:00:12 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=98133 El Puerto de la Cruz acogió ayer sábado, 27 de abril, a las 13.00 horas, la charla ¿Por qué no ser feminista? La conferencia formó parte del programa del I Diverse Festival Internacional de Arte & Igualdad, llevado a cabo en la ciudad desde el 24 al 28 de abril. El objetivo de la iniciativa es la búsqueda de una concienciación, formación  y visibilidad del colectivo LGTBIQ+ desde una perspectiva feminista. Para ese fin se organizó una gran variedad de actividades educativas entre las que encontramos talleres, conferencias, conciertos, proyección de películas y mesas redondas de debate.

La ponencia corrió a cargo de la urbanista, arquitecta, diseñadora cívica y parte del comité de organización y asesoramiento del evento, María Tomé. El acto, celebrado en la plaza de Europa, versó sobre la temática del feminismo actual así como sus vinculaciones políticas con otros movimientos sociales.

«El feminismo construirá una vida que merezca la alegría ser vivida»

Con una esperanza en la capacidad de autocrítica y toma de conciencia que supone el movimiento, la ponente describió cómo «el feminismo nos salvará la vida», recalcando los valores positivos derivados de esa lucha. A través de ejemplos, como el polémico anuncio de Gillette referente a la construcción de nuevas masculinidades o el «feminismo liberal» de las celebrities, analizó el curso de la corriente ideológica feminista en los últimos años.

La ponente destacó cómo desde la implicación de los diferentes sectores sociales se impulsan protestas y reclamaciones populares que tienen como base la cooperación y la conciencia grupal, como el feminismo, ecologismo o las luchas de los pensionistas. Todo ello termina obligando a que los partidos políticos integren en sus programas electorales propuestas que hace años no se planteaban, aspecto que valora como positivo y síntoma de evolución.

En relación al sistema actual, Tomé denunció los altos niveles de competitividad al que están sometidas las personas, más concretamente y desde su experiencia personal se refirió a los jóvenes, haciendo imposible una conciliación entre el mundo de los cuidados y las actividades productivas. De esta manera aclaró que «vivimos en una época de neoesclavitud donde la sobrecarga de trabajo y el modelo económico del capitalismo impide un desarrollo personal básico, nos afecta a la salud y nos aisla de nuestros seres queridos».

Nuevas iniciativas

Como ejemplo de resistencia a la romantización de la precariedad, citó iniciativas como las llevadas a cabo en Cataluña con el fenómeno cohousing, o viviendas colaborativas, en contraposición al modelo liberal, el llamado coliving. Relató a su vez, en la parte final del acto, su experiencia con el proyecto del que es cofundadora: la Oficina de Innovación Cívica S.Coop. Los intereses de esta cooperación están relacionados con los nuevos modos de habitar, en los ámbitos urbanos, domésticos y sociales.

Ofreciendo una alternativa, la conferenciante invitó a los asistentes a «ponerse las gafas violetas» y formarse en ese ámbito, deconstruyendo las enseñanzas asimiladas desde la temprana socialización. Para finalizar, se habilitó un espacio de debate con el público para dar paso, después, al resto de actividades de la jornada.

]]>
Nada que no compensaran https://periodismo01.ull.es/nada-que-no-compensaran/ Thu, 31 May 2018 15:00:59 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=70513 Muchas personas perdieron la cuenta de las horas que llevaban esperando hasta la fecha de ayer, 30 de mayo. Ni el sol implacable, ni el cansancio, ni el dolor de pies impidió que, al abrir las puertas del recinto a las 19.30 horas, los fans de Operación Triunfo corrieran como nunca para coger un puesto privilegiado ante el escenario. Aún había que esperar hora y media hasta que el concierto comenzara y sin telonero que amenizara el rato. Fue la icónica música del programa de RTVE, junto a seis de los miembros del cuerpo de baile, lo que dio inicio al show.

La primera canción en el setlist fue la grupal I’m still standing, de Elton John, y si un artista puede tener un mal comienzo, eso fue, sin duda, lo que ocurrió. Un problema de sonido impidió que se oyera apropiadamente a los triunfitos, a lo que el público contestó cantando con más fuerza. Al finalizar, los gritos de “¡No se oye!” hicieron que, como si de un déjà vu se tratase, se volviera atrás en el tiempo y repitieran todos los pasos desde que sonó la cabecera de Operación Triunfo: ahora sí se les escuchaba sin problema. La grupal dio pie a que Rickynos entretuviera” y bromeara con que “lo de antes era un ensayo general”.

Enmendando errores


Algunos de los momentos más aclamados por el público fueron aquellos a favor del colectivo LGTBIQ+: la bandera de Marina en The voice within y el discurso de rigor tras Manos vacías. Raoul y Agoney cantaron “por un amor real y que no entiende de formas, por la libertad y por la visibilidad que damos nosotros y también vosotros”. Además, la actuación que más aplausos le robó a la audiencia fue Eloise, interpretada por el tinerfeño, quien hizo que un grupo de fans lanzaran pelucas al aire de la emoción.

Los asistentes pidieron silencio para Amaia, “la reina de España”, que cantó Miedo tocando el piano y Shake It Out. La ganadora del talent show dio las gracias a un “público súper agradecido”, una pena que no se diera cuenta de que, durante la versión acústica de Shape of You junto a Roi, una niña en brazos de su padre sacó un huevo de percusión y marcó de memoria los ritmos de la cantante.

El concierto mezcló  las canciones de los exconcursantes creando una montaña de emociones. En un momento determinado,  la audiencia sacaba sus móviles para crear una marea de luces para Alfred, cantaba y saltaba con Madre Tierra y A quien le importa y, tras los tres minutos que dura una canción, te sorprendía Aitana con Chandelier, una emocionada Thalía con Cenizas, o Cepeda con Say you won’t let go.

Feliz Día de Canarias


Dada la fecha, no podían faltar las felicitaciones por el Día de Canarias y qué mejor sorpresa que “La Bikina”, Ana Guerra, cantando con un traje de maga. Ana War se emocionó al terminar su actuación, pero la cosa no se quedó ahí. Agoney volvió a salir al escenario también con un traje típico y las pantallas proyectaron la bandera de Canarias. Cantaron juntos Vivo en un archipiélago y el público no dejó que se marcharan sin cantar Chicharrero de corazón.

El espectáculo finalizó con dos canciones que se han convertido en casi himnos para los triunfitos y su afición: La revolución sexual y Camina, compuesta por ellos mismos. Los fallos de la noche fueron los problemas de sonido, un verso olvidado, dar las gracias a la ciudad del anterior concierto y algún tropiezo con los bailarines. Nada que no compensaran.

]]>