Contaminación lumínica – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sat, 09 Mar 2024 22:00:53 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Contaminación lumínica – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 Contaminación lumínica, una amenaza para el cielo canario https://periodismo01.ull.es/contaminacion-luminica-una-amenaza-para-el-cielo-canario/ Sun, 10 Mar 2024 07:01:38 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=260694

Desde hace más de dos siglos, Canarias se postula como una de las localizaciones favoritas a nivel mundial para las observaciones astronómicas. Con una ubicación geográfica privilegiada, alejada de las luces urbanas y principales fuentes de contaminación, la región ofrece algunos de los cielos más puros y oscuros tanto de Europa como del mundo. Estas características se traducen en una visibilidad excepcional para observar, analizar y capturar imágenes de cuerpos celestes.

No obstante, todas estas ventajas corren un peligro que, para muchas personas, es desconocido. Con el desarrollo del mundo moderno, la evolución de las ciudades y los continuos avances tecnológicos, está pasando desapercibido un problema sutil pero significativo que afecta la vida en la Tierra: la contaminación lumínica.

Este fenómeno se refiere al brillo o resplandor de la luz artificial en el ambiente nocturno que es excesivo, que está mal dirigido o que es innecesario. En su mayoría, esta luz sintética emitida por farolas, letreros luminosos, luces de seguridad y, en gran parte, por edificios y rascacielos, afecta de forma negativa a determinadas investigaciones científicas y genera multitud de impedimentos a los seres vivos, perjudica la salud de las personas y favorece el cambio climático.

La Fundación Starlight es una organización fundada en 2007 por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) dedicada a la protección y promoción de la calidad de los cielos nocturnos que, entre otras cosas, lucha por mitigar la contaminación lumínica. Su directora, la doctora Antonia Varela, apunta que el 83 % de la población mundial vive bajo cielos sobre iluminados y que el 23 % de la superficie terrestre se está viendo afectada. Además, añade que esta problemática está aumentando su valor un 9,6 % cada año.

Impacto en la ciencia


Para poder observar objetos débiles y lejanos en el universo se requieren unas condiciones naturales y ambientales muy específicas. En primer lugar es esencial contar con un cielo oscuro y libre de poluciones atmosféricas. Es por eso que, en su mayoría, los observatorios astronómicos están ubicados en lugares remotos y elevados. En el caso de Canarias, contamos con el Observatorio del Roque de los Muchachos ubicado a 2396 metros de altitud en La Palma y con el Observatorio del Teide situado a 2390 metros de altitud en Tenerife.

El Observatorio del Teide está ubicado en el macizo de Izaña. Foto: O. de León

Con el avance de la tecnología y el desarrollo de las ciudades, estos centros astronómicos temen verse afectados por la sobreiluminación en un futuro no muy lejano, ya que la contaminación lumínica cada vez afecta más a estas áreas aisladas. «Ese era uno de los principales beneficios, que eran remotos. Pero ahora resulta que nos estamos encontrando con una polución energética que viaja cientos de kilómetros», declara la también investigadora del IAC.

Aún así, cabe destacar que los observatorios canarios, cuentan con factores ambientales que juegan a favor de la protección del firmamento. Muchas veces, el mar de nubes, tan característico de las cumbres canarias, es capaz de frenar el exceso de luz provocado por las poblaciones más cercanas.

La astronomía amateur es la que más está notando los efectos negativos de esta crisis energética. «El personal astronómico profesional cuenta con una tecnología más avanzada en cuanto a espejos, instrumentos ópticos e infraestructuras, lo que permite observar mejor. Sin embargo, las personas más aficionadas están más limitadas en recursos y se están viendo mucho más afectadas», denuncia Antonia Varela.

Un riesgo para la vida en la Tierra


El mal uso de la iluminación y el consumo energético excesivo generan mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Esto ocurre cuando se utiliza energía no renovable para alimentar las luces innecesarias o ineficientes, que, en este caso, suele ser la mayoría de las veces. Asimismo, la contaminación lumínica altera los ecosistemas y afecta a la biodiversidad, lo que puede interrumpir los ciclos naturales de luz y oscuridad, afectar a los hábitats e incluso alterar el clima. «Como solemos decir en la Fundación Starlight: Mitiga el cambio climático y recupera la luz de las estrellas», subraya Varela.

En Canarias, al no contar con grandes mamíferos ni reptiles, las especies que más se ven afectadas son las aves marinas. En especial las pardelas. «Las Islas son zonas muy importantes para este tipo de especies, ya que llegan al Archipiélago después de haber recorrido miles de kilómetros por el océano para poner sus huevos», explica Julia Hernández, voluntaria de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN).

«Al volar largas temporadas por el océano, las aves marinas cuentan con una sensibilidad en los ojos que les permiten ver con facilidad en la oscuridad. Por lo que, al llegar a las costas altamente iluminadas, muchas de ellas caen al suelo cegadas. Algunas mueren al caer, otras terminan con heridas graves y, por suerte, muchas otras consiguen aterrizar en el mar», declara la voluntaria de ATAN Katiuska González. Aunque es cierto que existen algunos tipos de aves que consiguen adaptarse a estos fenómenos, como la gaviota patiamarilla.

Ejemplar de gaviota patiamarilla, una de las aves que mejor se han sabido adaptar. Foto: O. de León

En cuanto a los seres humanos, la sobreexposición lumínica puede acarrear problemas de salud que, en muchas ocasiones, no se ven a simple vista. «A las personas nos afecta, sobre todo, en los factores biológicos y hormonales ligados a los ciclos circadianos de 24 horas», alerta Antonia Varela. Estos ritmos biológicos regulan diversos procesos fisiológicos de los seres vivos y están influenciados por factores como la luz y la oscuridad. Al alterarse pueden causar efectos negativos en la salud como trastornos del sueño, enfermedades cardiovasculares o trastornos tanto metabólicos como del estado de ánimo.

La Ley del Cielo


Con el objetivo de proteger y preservar el firmamento, Canarias se convirtió en una región pionera al implementar la primera Ley del Cielo, una legislación diseñada para regular la contaminación lumínica y garantizar la calidad de los cielos nocturnos que, además, inspiró leyes en otras comunidades y países como Chile y Hawái. De esta forma, estipula restricciones y promueve la eficiencia energética en el alumbrado público, además de establecer zonas de protección astronómica.

No obstante, la Ley 31/1988, de 31 de octubre, sobre Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias, está diseñada tan solo para proteger zonas muy concretas de alto valor científico. Por lo que, nada más afecta a La Palma y a la mitad de Tenerife que da hacia ella. «Es cierto que estamos trabajando en un decreto para todo el Archipiélago, pero ahora mismo solo existe un anteproyecto de ley que está parado. Ojalá en algún momento llegue a dinamizarse», añade la doctora Varela.

Sin embargo, explica que el crecimiento de la contaminación lumínica demuestra que se necesitan medidas más estrictas y urgentes. La implementación de regulaciones adecuadas no solo protege los observatorios, sino que también resulta en ahorros energéticos y económicos, así como en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. «En Starlight asesoramos y ayudamos a todas las instituciones que están interesadas en sumarse a la causa y proteger tanto la belleza como el valor medioambiental, cultural y científico de nuestro firmamento», destaca la directora de la Fundación.

«A veces basta con apagar la luz»


En este sentido, resalta la importancia de que la ciudadanía participe de forma activa para abordar este problema: «A veces basta con apagar la luz o cerrar las persianas por la noche, puesto que gran parte de la sobreiluminación proviene de los edificios y rascacielos, ya sean residenciales o de oficinas, así como de carteles luminosos y escaparates publicitarios».

De esta forma, se deben apoyar y cumplir las regulaciones existentes, reducir la intensidad de la luz en el alumbrado exterior y utilizar luces cálidas adecuadas durante la noche y que reduzcan el estrés ocular. Además, es importante denunciar todas aquellas practicas que puedan poner en riego tanto la astronomía como a la salud humana, la biodiversidad y la cultura asociada al cielo.

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La contaminación lumínica: el adiós a la oscuridad nocturna https://periodismo01.ull.es/la-contaminacion-luminica-el-adios-a-la-oscuridad-nocturna/ Sun, 30 Oct 2022 09:07:10 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=222840

La luz se ha convertido en un recurso sobreexplotado en todas sus formas y colores. Cientos de luces instaladas en estructuras como las de edificios o simples farolas han cambiado el negro natural del cielo nocturno debido a una capa de contaminación invisible. Observando como cada día más proyectos se suman a la expansión de este problema, y a la falta de compromiso de los organismos oficiales, se ha empezado a cuestionar el impacto real que genera en ramas tan relevantes como son el avance científico y la propia salud de los seres vivos.

El siglo XXI ha sido testigo de los vertiginosos avances en materia de tecnología. La era moderna actual ha provocado una inundación completa de redes eléctricas ineficientes e innecesarias en cada rincón del planeta hasta el punto de que para observar algo tan luminoso como la Vía Láctea, se ha de recurrir a un planetario o conducir varias horas para alejarse lo máximo posible de la ciudad. Realidades a las que se tienen que enfrentar más del 80 % de la población mundial y hasta un 99 % de los habitantes de la zona europea, según un estudio publicado en 2016 en la revista Science.

Pero los efectos del problema abarcan más allá del simple avistamiento del firmamento. Se ha confirmado que existe un impacto negativo para la flora, fauna y seres humanos. El Instituto de Salud Global de Barcelona relacionó en una publicación el aumento del riesgo de cáncer de mama y próstata con exposiciones a dosis altas de luz azul artificial. En esta misma línea, la ciencia ha presentado los problemas que genera a los animales silvestres, ya que pueden provocar su desorientación o hasta alterar sus pautas de comportamiento, como puede ser la reproducción.

La concienciación para pasar a la acción


De esta manera nacen proyectos que han puesto el foco en dos vertientes bien claras y prácticas: informar a la población del problema y ofrecer soluciones directas para paliar los efectos negativos de la luz artificial. A nivel global, la Asociación Internacional Dark-Sky es el organismo más importante, y declara en sus bases que trabaja para «proteger los cielos para esta y próximas generaciones» de un fenómeno «que es reversible». En su página web se encuentra una herramienta que pone a disposición del público un mapa Atlas interactivo con el que se puede observar el nivel de polución de cada ciudad.

En el caso concreto de las Islas Canarias, se suma la importancia de ser un lugar reconocido en la esfera internacional como uno de los mejores de Europa para observar un cielo limpio. Es por ello que el archipiélago canario no es menos a la hora de contar con el respaldo de organizaciones que defiendan ese ya considerado privilegio. Una de ellas es Starlight, impulsada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) siguiendo los ideales que rigen sus bases de valoración y protección de la calidad del cielo estrellado.

La fundación Starlight realiza labores de defensa y difusión de la astronomía a la par que realiza actividades enfocadas al astroturismo en lugares a los que han otorgado su certificación, como la Reserva Natural del Cielo y la Tierra en Guímar. En Tenerife se localiza el único parque de la isla a la altura del Barranco de Badajoz. El lugar proporciona un espacio opuesto a lo que se observa en ciudades gracias a la protección que ofrecen las montañas, según declara su fundadora, Sandra Ramírez.

La Reserva Natural del Cielo y la Tierra es el único parque estelar de toda Canarias. Foto: Kevin J. García

A finales de 2015 también nació STARS4ALL, una plataforma que cuenta con representación en España y que dedica parte de su trabajo a elaborar peticiones de regulaciones legislativas al Parlamento Europeo que aseguren una utilización correcta de la electricidad.

El lado jurídico


La protección y acceso al patrimonio cultural es un derecho recogido en la Constitución Española y presente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este tipo de principios son los que deberían de tener en cuenta las administraciones públicas al momento de desarrollar alguna medida que acabe repercutiendo al cielo nocturno, asegura la profesora en Derecho Administrativo, María Calvo. El Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas ya publicó a finales de 2021 que en estas leyes internacionales se recoge la necesidad de mantener un medio ambiente sano.

Con la perspectiva de cumplir estos mandatos internacionales, el IAC logró hace más de 30 años aprobar la Ley de Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC. Este hecho fue pionero a nivel mundial ya que se trataba de la primera ley diseñada para la preservación de la calidad atmosférica en una zona determinada.

En la isla de La Palma se fraguó una iniciativa similar en 2007 con la Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas. Se realizó a través de la Conferencia Internacional Starlight de ese mismo año, con representantes de distintas partes del mundo, y que llevó a la creación del organismo al que está ligado el parque estelar de Ramírez.

El Parque Nacional del Teide es uno de los puntos menos contaminados de la Isla y desde el que se puede observar cada noche estrellas fugaces. Foto: Kevin J. García

Medidas para hallar una solución


El paquete de medidas y acciones que se pueden llevar a cabo son diversas. Resulta relevante que las fuentes de luz públicas se ajusten a un uso proporcional a su demanda, así como cuidar el ángulo y tipo de focos utilizados. Algunas propuestas pasan por aplicar sensores de movimiento para prevenir ese gasto innecesario, o bombillas de mayor o menor intensidad atendiendo a lo requerido.

Algunas leyes ya se enfocan en la vía que los astrofísicos reclaman, como puede ser el obligado apagado de escaparates y comercios a partir de una hora estipulada en la noche, de mandato obligatorio en España desde agosto. Sin embargo, la realidad parece reclamar más compromiso al observar artículos científicos con datos que muestran un aumento de entre el 5 % y el 10 % de contaminación lumínica cada año.

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El proyecto de Sandra Ramírez: una finca convertida en paraje estelar https://periodismo01.ull.es/el-proyecto-de-sandra-ramirez-una-finca-convertida-en-paraje-estelar/ Fri, 02 Sep 2022 07:00:16 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=223363

«Quiero que sea un punto de conocimiento tal y como era el Faro de Alejandría en el mundo antiguo»

Proporcionar un espacio en el que congenien todos los elementos de la naturaleza a la par que se disfruta de ella es la premisa con la que se crea la Reserva Natural del Cielo y la Tierra en Güímar, Tenerife. Su fundadora, Sandra Ramírez, entiende que su paraje es mucho más que observar el cielo: «Quiero que sea un punto de conocimiento tal y como era el Faro de Alejandría en el mundo antiguo». El complejo cuenta con el apoyo de instituciones como la NASA y realiza actividades enfocadas a la observación y divulgación astronómica, geológica y también a nivel de fauna e historia de Canarias.

El parque estelar es el primero de Canarias y tercero de España con la certificación de la fundación Starlight, que otorga ese mismo organismo a lugares que mantienen un compromiso con la defensa y acceso a la luz de las estrellas. A su vez, son miembros de la Federación de Naturaleza y Parques Nacionales de Europa y cuentan con el respaldo de Biosphere, un certificado que evidencia el trabajo asociado a la sostenibilidad de la zona. «Ser sostenibles de verdad y demostrarlo» es uno de los objetivos del proyecto.

La reserva se encuentra rodeada por unas montañas que actúan a modo protector para evitar la contaminación lumínica y que utilizan para caminatas grupales. Animales como cernícalos o murciélagos son testigos de las actividades diarias del espacio. Los distintos eventos astronómicos del año, como lluvias de estrellas o conjunciones de planetas se pueden observar mediante el uso de un telescopio que ponen a disposición del público visitante.

«Queremos una antena radiofrecuencia para escuchar los sonidos del Universo»


Las observaciones tanto diurnas como nocturnas se realizan en un círculo conformado por bancos reciclados y rocas volcánicas que apuntan con exactitud a los puntos cardinales, «es una brújula perfecta» en palabras de su creadora. Siguiendo la idea de aspirar a ser como el lugar de Alexandría «donde se reunían las grandes personalidades científicas», recrearon la Exedra, que acoge las exposiciones más críticas, y también el Peripato, un sitio abierto hecho de madera reciclada para las charlas principales.

Con vistas al futuro, Ramírez espera crear unos habitáculos con la forma de la cápsula del cohete Artemis para poder ofrecer una experiencia que permita mirar a través de los cristales de manera más privada. A la par, han pedido una subvención europea para instalar una antena de radiofrecuencia que permita «poder escuchar los sonidos del Universo» y ayudar a otros radiotelescopios en sus tareas. También quieren contar con un laboratorio, aula de divulgación y habitaciones para acoger al personal involucrado en las investigaciones.

«Somos educadores oficiales de la NASA»


El mayor secreto que tienen lo guardan en una finca anexa a la instalación y que, según adelanta su inventora, es una idea que «tiene que ver con la NASA y la divulgación». De manera asidua realizan reuniones con la agencia espacial para acercar a la gente los últimos descubrimientos y noticias. Son los primeros en España en educar oficialmente avalados por la propia empresa estadounidense.

A mediados de noviembre realizarán el I Simposio de su historia con conferencias gratuitas de la mano de profesionales de la astronomía a nivel insular y estatal. La inclusión es un principio básico del enclave astroturístico, por lo que lo han acondicionado para que «ninguna patología impida su disfrute».

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Se cierran las puertas al Cosmos https://periodismo01.ull.es/se-cierran-las-puertas-al-cosmos/ Tue, 30 Aug 2022 05:54:41 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=222721 La evolución es un fenómeno beneficioso hasta que se ve opacada por deseos que vulneran derechos inalienables. Cualquiera diría que la idea de poner en órbita cientos de satélites para ofrecer internet de alta velocidad en todos los rincones del Mundo sería una hazaña histórica, pero habría que ver cómo cambia esa perspectiva al darse cuenta de que la verdadera gente necesitada no disfrutará del servicio. Inclusive cuando tendrán que soportar el robo de la única ventana que tienen hacia el Cosmos: un cielo nocturno limpio.

Las alianzas y equipos internacionales han permitido que hoy en día se pueda observar, a través de los ojos de decenas de observatorios, objetos astronómicos localizados a una escala de distancia inasumible para nuestra comprensión. Desde la Tierra se ha vuelto todo un desafío mirar a las estrellas por la elevada contaminación lumínica, quedando relegados a acudir a lugares alejados de las ciudades para su visión. Sin embargo, puede que esta realidad cambie en unos años provocando que ningún lugar, observatorio o telescopio terrestre escape de una molesta y numerosa interferencia visual.

De esta manera, podemos afirmar que el ojo humano no será el único perjudicado en este asunto. Aún con los pocos lanzamientos efectuados hasta ahora por la empresa espacial, ya hay casos de apariciones de líneas gruesas de los rastros de los Starlink en observatorios profesionales destinados a la investigación científica. Los problemas asociados a su puesta en órbita afectan a aficiones como la astrofotografía hasta la pérdida de datos en trabajos de gran calibre.

«El coste del equipamiento requerido alcanza los 639 euros, sin incluir la tarifa mensual de 99 euros al mes»

Es muy atractivo vender un sencillo kit que promete una conexión decente al instalar una pequeña antena que acaba comunicándose con miles de satélites. Estar online es algo solicitado en la sociedad, aunque a lo mejor algunos preferirán quedarse sin ese lujo. Y es que el coste del equipamiento requerido alcanza los 639 euros, sin incluir la tarifa mensual de 99 euros al mes. Precios fuera del alcance de muchas personas de esas zonas rurales a los que en primera instancia parecía tener en foco el proyecto de Elon Musk.

En agosto de 2022 anunciaron el primer acuerdo con una operadora de teléfono móvil con la que pretenden evitar dichas tarifas y artilugios. Pero conservando lo más criticado, sigue estando recluido a un número muy limitado de personas y seguirá afectando a todas, la usen o no.

Una vez la empresa norteamericana llegue al objetivo fijado de doce mil aparatos funcionando en la órbita baja terrestre de los 42 000 esperados para la fase final, será difícil dar marcha atrás. Es de suponer que estos números acaben abriendo la oportunidad a nuevas inversoras a realizar misiones de similares características como ya planea Amazon con Kuiper o China con su propia megaconstelación.

Parece que el dilema acaba por elegir entre poder deleitarse observando el Cosmos y todo el conocimiento que emana de él o acabar observando cada noche la nueva constelación de Starlink. De aquí debería de emanar una tercera vía que implique evolucionar, pero con garantías de no perder lo que nos pertenece. Gracias a Akademischer Ghostwriter por editar el texto de este artículo.

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