Crisis migratoria en Canarias – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Tue, 22 Feb 2022 15:17:08 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Crisis migratoria en Canarias – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 La Asamblea de Apoyo a Migrantes inicia una recopilación de datos de 2021 https://periodismo01.ull.es/la-asamblea-de-apoyo-a-migrantes-inicia-una-recopilacion-de-datos-de-2021/ Mon, 09 Aug 2021 06:00:40 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=180734 La Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife lanzó este pasado sábado, 7 de agosto, un cuestionario que puede rellenar la gente que haya cooperado con la misma en los últimos meses, o que haya ofrecido algún tipo de ayuda a los colectivos migrantes. Con ello, se pretende realizar una recopilación de datos sobre las formas en que la población tinerfeña y no residente ha colaborado, y cómo lo sigue haciendo, para apoyar a la inmigración africana llegada en patera a la Isla. Las respuestas obtenidas se utilizarán, entre otros fines, para saber de qué manera es más conveniente contribuir a su causa y cómo continuar haciéndolo de cara al futuro.

El cuestionario consta de 40 preguntas, en su mayoría de respuesta múltiple, en las que se solicita información referente al tipo de ayuda brindada (económica, sanitaria, legal, etc.) y la implicación con la Asamblea u otras plataformas. También, respecto a las zonas de Tenerife en que cada persona se implicó, aunque las acciones con mayor resonancia mediática y social hayan acontecido en el Campamento de Las Raíces.

Durante la primera mitad de 2021, la cuestión migratoria se posicionó con contundencia en la opinión pública debido al bloqueo fronterizo, las muertes y desapariciones en el mar, el aumento del flujo migratorio y las condiciones de acogida en Canarias. Según Caminando Fronteras, amparándose en datos que publicó en un informe el pasado mes de julio, la situación actual es equiparable a la Crisis de los Cayucos de 2006, en la que se batieron récords de fallecimientos y personas desaparecidas.

Nacimiento de la Asamblea


En ese contexto se organizó la Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife, en febrero de 2021, con el fin de denunciar las políticas migratorias, tanto nacionales como internacionales. Pero, sobre todo, para cubrir las necesidades de la inmigración recién llegada, ya fueran cuestiones físicas y psicológicas como legales o administrativas. También, en gran medida, con la intención de darles herramientas para alzar la voz en favor de sus consignas.

De ese modo, quienes decidieron implicarse crearon una serie de comisiones en las que participar en función de su disponibilidad. Entre ellas se encuentran las de traducción, acción directa, salud, ocio, comidas o escuelita. En esta última, el voluntariado da clases de español atendiendo a las necesidades comunicativas más inmediatas, como realizar gestiones con la Policía o las administraciones.

A causa del impacto social y mediático de la cuestión migratoria y de las acciones que se sucedieron en señal de denuncia, la implicación ciudadana no solo se extendió por la Isla, sino que llegó a todo el Archipiélago e, incluso, aunque en menor medida, a la Península y al plano internacional. Así, las colaboraciones se realizaron y se siguen llevando a cabo de múltiples formas: a través de organizaciones o a título individual, telemática o presencialmente, directa o indirectamente, etc.

Por ello, y considerando la complicación de coordinar a un gran número de personas, la Asamblea pretende comenzar a trabajar a partir de los datos extraídos de sus primeros meses de andadura para optimizar la atención ofrecida y saber cuáles son los métodos más convenientes.

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La Caravana Abriendo Fronteras, en las Islas del 17 al 24 de julio https://periodismo01.ull.es/la-caravana-abriendo-fronteras-recorrera-canarias-del-17-al-24-de-julio/ Mon, 12 Jul 2021 06:01:20 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=177955 La Caravana Abriendo Fronteras es una plataforma conformada por diversas organizaciones y colectivos del Estado español. Nació en 2016 con el objetivo de denunciar la gestión griega y europea de la llegada de personas refugiadas, sobre todo sirias, a Grecia. Su mensaje, en aquella ocasión, criticaba las mismas acciones políticas por las que viaja a Canarias del 17 al 24 de julio: bloqueo migratorio, vulneración de los derechos humanos y hacinamiento en macrocampamentos con condiciones indignas e insalubres. En sus años de andadura, ha llevado a cabo otras cinco giras por distintos puntos de España y Europa.

Con el hashtag #CanariasNiCárcelNiTumba y el manifiesto De la sal a la tierra. Sin vida y sin nombre, este nuevo viaje a las Islas se centrará en denunciar públicamente las desapariciones y muertes que se han producido en los últimos meses en la Ruta Canaria, conocida por su peligrosidad. Una ruta a la que se sigue recurriendo debido al aumento de los controles fronterizos y cierre de otros límites con Europa más seguros.

1922 muertes en seis meses en la Ruta Canaria


Según Caminando Fronteras, 2087 personas murieron durante el primer semestre de 2021, de enero a junio, tratando de llegar a España. Dicha cifra supone un 526 % más de fallecimientos que durante el mismo periodo de 2020. De ellas, 1922 fallecieron en la Ruta Canaria. Solo el 4,17 % de los cuerpos llegan a ser recuperados, mientras que el resto desaparecen en el mar, al igual que ocurre con las 42 embarcaciones desaparecidas en esta etapa de 2021 y de las que no se encuentra ningún cadáver.

Las reivindicaciones y manifestaciones de esta plataforma pasarán por Gran Canaria y Tenerife. Foto: Caravana AF

Las denuncias de la Caravana también van enfocadas a las políticas migratorias y al racismo institucional. La vulneración de los derechos humanos, el expolio de recursos naturales y la venta de armas, así como la participación activa de Europa en guerras del continente africano, son fuertemente denunciadas. Además, critica la externalización de fronteras y la repetición de un modelo migratorio que, según expresa su manifiesto, fomentan el racismo y los discursos de odio.

Por ello, su lista de demandas es larga: asunción de responsabilidades por parte de los gobiernos, apertura de vías legales y seguras para migrar, regularizaciones, cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y garantías específicas para colectivos migrantes vulnerables, entre otras. Todo ello, resaltando la solidaridad de la sociedad canaria y el empoderamiento y resistencia de los pueblos africanos que deciden migrar.

Una semana cargada de reivindicaciones


350 participantes de distintos puntos de España se han sumado a la Caravana, que llevará a cabo multitud de actividades. Su programa, sujeto todavía a posibles cambios, contará con dos etapas. La primera se desarrollará en Gran Canaria, del 17 al 20 de julio. La segunda, en Tenerife, a partir del día 21 y con fecha de cierre cuatro días después. Ambas Islas llevan meses inmersas en protestas migratorias por la libre circulación y unas condiciones de vida dignas de las que se ha hecho eco una buena parte de la sociedad canaria.

El acto de apertura de la Caravana será en La Isleta, Gran Canaria, el próximo sábado, 17 de julio, donde se llevará a cabo un acto reivindicativo-festivo con actuaciones y piezas artísticas. Al día siguiente se hará una manifestación en la playa de Las Canteras, seguida de la proyección del documental Mujeres de sal, hombres de humo de Iris Carballo sobre migraciones a Cuba. La tercera jornada estará cargada de concentraciones en varios puntos: el centro Canarias 50, la sede grancanaria de Frontex, el CIE de Barranco Seco y la Subdelegación del Gobierno.

El último día en la Isla, y para finalizar el primer periodo, se reavivarán las movilizaciones comenzando por, una vez más, la Subdelegación del Gobierno. También, la Caravana pasará por la sede del diario La Provincia, San Fernando, el Puerto de Arguineguín -donde se ha concentrado a migrantes en malas condiciones durante meses-, y el Cementerio Agüimes, en el que hay un importante número de tumbas anónimas de inmigrantes que murieron durante la travesía por el mar.

Una vez en Tenerife, el plan comienza con una manifestación antifranquista y contra la militarización que terminará en la Plaza Weyler. Después, se llevarán a cabo actos culturales en El Fraile de la mano de artistas del continente africano. Al día siguiente, se realizará otra protesta partiendo de Las Américas hasta Los Cristianos. Desde allí se irá a unas concentraciones en un CIE y en la prisión que se utiliza como recurso alojativo. Para acabar la jornada, se harán actividades en el Campamento de Las Raíces junto con los grupos de inmigrantes allí alojados.

El 23 de julio comenzará con una doble marcha que partirá simultáneamente del Campamento de Las Raíces y del de Las Canteras hasta confluir en la Plaza del Adelantado para hacer un acto, donde anteriormente ya se han llevado a cabo otras protestas con la misma causa. Las actividades cerrarán al día siguiente con una manifestación antirracista que empezará en Taco y concluirá en el Parque de La Granja a través de un acto especial de clausura. Así, el 25 de julio, tras haber pasado la última noche en Canarias, y según el programa, se plantea que sea el día de «vuelta a casa… o no».

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Una noche de esperanza, hermandad y lucha por migrar entre música y humor https://periodismo01.ull.es/una-noche-de-esperanza-hermandad-y-lucha-por-migrar-entre-musica-y-humor/ Fri, 14 May 2021 07:00:07 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=171605 Con música y humor, las situaciones dramáticas se viven de otro modo. Así fue cómo la noche de ayer jueves, 13 de mayo, no pretendió ser un encuentro en el que llorar por lo sufrido ni lamentarse por lo perdido. En homenaje a la población africana migrante retenida en las Islas, se alzaron en el Paraninfo de la ULL las voces de grupos y artistas en la gala solidaria Canarias no es una cárcel, cuya recaudación de 4000 euros se donó a la Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife. Sin embargo, más que el dinero, el gran triunfo del acto fue la hermandad, el espíritu de lucha y la esperanza que se transmitieron.

El evento comenzó pasadas las 19.00 horas, cuando una veintena de migrantes con asientos reservados entró en la sala entre el aplauso de la asistencia. Los presentadores, Iván Prado y Carlos Pedrós, no tardaron en introducir a la primera artista de la noche, la cantautora Ida Susal, a quien no le hizo falta más que un micrófono y un tambor para emocionar a la gente. Y aunque sus letras no llegaron del todo al público africano, debido a la barrera idiomática, los sentimientos que transmitió sí fueron recibidos por igual.

Como el humor y la risa son internacionales, Comedia De*Sastre realizó un número mudo con acrobacias en el que las palabras no hicieron falta. Abubukaka no se cortó un pelo con su actuación, que no dejó respirar a la gente entre risa y risa a través de esa crítica humorística sin tapujos que les es tan propia. También participaron con sus canciones las bandas Kakofonía y Material de Contrabando, además de Caracoles, que cerró la gala con el entusiasmo de la audiencia, que terminó aplaudiendo en pie. Algunas de las interpretaciones fueron acompañadas por fotografías cedidas por Andrés Gutiérrez, fotoperiodista que lleva meses trabajando la crisis migratoria.

Comedia De*Sastre interpretó su número mediante música y acrobacias. Foto: NBDV

«Se lo han llevado. La inmigración es como una ficha que se mueve»


Abubukaka no olvidó a Omar, un joven gambiano que quiere ser cómico y que residía en el Campamento de Las Raíces. Estuvieron durante un tiempo preparando una actuación con él, pero finalmente no pudo llevarse al escenario. «No se puede hacer porque se lo han llevado», lamentó Pedrós, para añadir que «Omar, como casi toda la inmigración, es como una ficha que se mueve». Por ello, llamó al público a hacer una gran ovación para él a través de un vídeo, con la convicción de que, en un futuro, recibiría esos aplausos en persona.

Durante la gala no solo hubo actuaciones. Tras el número de Abubukaka, Mohamed Ndoye, un chico senegalés que cumplió los 15 años dentro del Campamento de Las Raíces, subió al escenario a decir unas palabras, acompañado de su abogada, Loueila Mint El Mamy, también inmigrante. Nervioso, empleando un español que lleva meses aprendiendo y mejorando, Mohamed contó su historia. Primero, leyendo en el móvil un texto que escribió para la ocasión. Después, dejando que las palabras salieran solas.

«La Policía me quitó el móvil y no pude hablar con mi familia. Mi madre sufría, no sabía qué pasaba»

Debido a su situación familiar, Mohamed tuvo que trabajar en la pesca desde los siete años para ayudar a pagar la comida y las facturas. Sin embargo, ganaba muy poco, puesto que gran parte del pescado era cogido por grandes barcos pesqueros de otros países. Vino a Tenerife en patera con uno de sus hermanos mayores, donde pasaron cuatro días de los diez que duró el trayecto sin comer ni beber, con frío y sacando agua de la embarcación. Al arribar a la costa, había personas heridas y muertas.

Al no superar ninguno la minoría de edad, fueron ambos a un centro para menores, pero mientras su hermano mayor sigue viviendo allí, a Mohamed lo llevaron al Campamento de Las Raíces. En él, hacía colas de dos horas para comer y ducharse. Sin embargo, ha sido testigo de la solidaridad y bondad de la población canaria, gracias a la cual hoy tiene un techo, por lo que se siente muy agradecido.

Por Palestina, Sáhara, Colombia y las mujeres migrantes


Aunque la gala iba especialmente dirigida a la inmigración africana bloqueada en Canarias, Iván Prado, de Pallasos en Rebeldía, quiso también mencionar y rendir homenaje a otros pueblos que se están viendo envueltos en la violencia y la discriminación.

Iván Prado alza una bandera de Colombia en solidaridad con el pueblo colombiano. Foto: Desiré Salazar

Así, mostró su indignación por la violencia en Gaza y Colombia; su profunda repulsa por la reciente violación y constante represión a la activista Sultana Khaya y su apoyo con la lucha de la población colombiana, palestina y saharaui. Del mismo modo, también remarcó la peligrosidad de la situación de las mujeres, «que siempre se pone por detrás, y más cuando son migrantes».

Al terminar, cuando ya toda la sala estaba de pie, Prado, gritando lleno de emoción incontenida, quiso lanzar un último mensaje: «Este aplauso es de bienvenida. Porque no hay espacio Schengen, no hay gobierno central, no hay gente corrupta en el cabildo ni en ningún gobierno canario que puedan parar esta marea de solidaridad. Porque migrar es un derecho».

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Al salir de Las Raíces https://periodismo01.ull.es/al-salir-de-las-raices/ Tue, 11 May 2021 14:15:28 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=170667 Mamadou Kadame es un senegalés de 24 años que vivió siete meses en Canarias, de los cuales pasó más de uno en el Campamento de Las Raíces. Hace casi dos semanas que recibió la noticia de que volaría por primera vez en avión para ir a Barcelona, ciudad en la que vive su tío y en la que ya reside. Aunque aún no han podido verse, pronto se reunirán. Mamadou estudió Derecho durante dos años en Dakar, pero tuvo que abandonar la carrera porque la compaginaba con un trabajo que exigía mucho tiempo. Al final, decidió salir de Senegal para tratar de prosperar.

Según afirma, tanto su estado de ánimo como su calidad de vida han mejorado desde que dejó el Campamento y vive en un centro para migrantes de Barcelona. El desgaste mental que tuvo que afrontar por las condiciones de insalubridad, inestabilidad y bloqueo fueron un freno, para él y para el resto, de imaginar una vida mejor.

Con este cambio, ha pasado de dormir en una carpa de plástico con más de treinta personas a tener un techo y compartir una habitación con otras tres. Sereno pero optimista, sus objetivos ahora son buscar un piso, un trabajo y, cuando se estabilice, estudiar algo relacionado con la Medicina.

Para él, lo peor es que hay muchas personas que tienen información falsa, aunque añade con positividad que «la verdad terminará por triunfar». Recuerda una anécdota de cuando estaba alojado en Las Palmas, antes de ser trasladado a Tenerife, y entró a una tienda a comprarse ropa. Cuenta que el hombre que lo atendió le dijo que el Estado da dinero a cada inmigrante que llega en patera a las costas canarias. «Es mentira», explicó. «En el hotel solo nos alojamos y nos alimentamos. La ropa que compramos y el dinero que tenemos vienen de parientes y personas cercanas».

«Desde que llegué al Campamento, dejé de dibujar»


A Mamadou siempre le ha gustado dibujar. Durante un tiempo, tras llegar a las Islas, pasaba algunos ratos haciendo dibujos en el hotel donde vivió provisionalmente, como ya hacía en Senegal. «Desde que llegué al Campamento, lo dejé», comenta. De hecho, tampoco participó en la pintura del mural colectivo que se hizo a sus afueras, puesto que «llevaba días sin salir, no tenía motivación y estuve un tiempo enfermo del estómago porque la comida era de mala calidad».

Al igual que a él, las condiciones extremas del viaje y del Campamento afectaron y siguen afectando negativamente a la salud física y mental de las personas allí acogidas. En algunos casos, derivando en autolesiones y trastornos severos. En todos ellos, dejando una huella que nunca se irá.

Ahora, con los ánimos un poco recuperados, y por suerte sin graves secuelas, Mamadou dice que volverá a dibujar. También estudia español en el centro de acogida y se interesa por la historia y la política españolas, de las que, sin embargo, ya sabe algunas cosas de antemano. Según explica, en bachillerato «aprendemos mucho de otros países, su historia y su civilización», por lo que, a menudo, en su país se conocen más cosas de Europa de las que en Europa se saben sobre África.

«Los países colonizadores son el origen de todas las miserias»


Mamadou cuenta que «nuestros motivos para migrar son muy numerosos y diferentes, pero se podría hacer un sondeo y una mayoría diría que quiere una vida mejor y estable». Actualmente, dos de cada tres migrantes que llegan de Senegal a Canarias se dedicaban a la pesca. En gran medida, según él confirma, no pudieron seguir obteniendo beneficios debido a la gran cantidad de barcos pesqueros chinos y europeos que llegan a las costas senegalesas y se quedan con la mayor parte del pescado.

No obstante, aclara que las razones van desde buscar empleo hasta libertad política. «En África, en muchos países francófonos, las elecciones son manipuladas, se cortan las comunicaciones durante ellas y hay escuchas telefónicas», explica. Además, afirma que todavía existe una importante subordinación a Europa, ya sea por la expoliación de recursos, la gestión de las instituciones, o por «quién se coloca para la presidencia. Todo está gestionado por el país colonizador».

Por ello, expresa que este es «el origen de todas las miserias, pasando por la esclavitud, la colonización y la descolonización». Además, considera que la segregación en países como Francia es muy preocupante, sobre todo teniendo en cuenta el actual contexto de pobreza generado por la toma de recursos naturales.

El peligro del desconocimiento


Con un optimismo que le es innato, Mamadou agradece poder expresarse y compartir conocimientos, y es que, a menudo, el relato que prima respecto a la inmigración no consiste en conocer los orígenes ni el por qué. En cuanto a África, se sabe que llegan cayucos y pateras, y también que su número sigue aumentando, pero hay un problema de atención mediática que, normalmente, pone el foco en las cifras y no en las personas.

Recientemente, debido a la crisis migratoria, esta narrativa ha cambiado ligeramente, y se está empezando a dar a conocer en mayor medida quiénes llegan del gran continente desconocido arriesgando sus vidas. No obstante, es innegable que también ha habido un viraje hacia el lado contrario, proliferado por una extrema derecha que siembra un odio social que, de reproducirse más aún, acabará por repetir un escenario que ya debería haberse quedado atrás. Si los bulos y el racismo se siguen extendiendo, eso significa que aún faltan muchas historias por escuchar.

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Cementerio atlántico https://periodismo01.ull.es/cementerio-atlantico/ Thu, 06 May 2021 07:59:16 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=168059 Una patera fue localizada el martes, 27 de abril, a más de 250 millas del litoral herreño. La barcaza mecía los cuerpos sin vida de 24 personas junto a las únicas tres supervivientes de una travesía que llevarán siempre consigo. Huyendo de situaciones conflictivas o las consecuencias de la pandemia en sus países, el miedo y la desesperación muchas veces las empuja a exponerse a los peligros del mar en unos frágiles botes donde depositan sus ilusiones y esperanzas.

La ruta canaria es la más mortífera de Europa, habiéndose cobrado en lo que va de año al menos 88 vidas. Una cifra que no tiene en cuenta el gran número de cadáveres que no se recuperan del mar o los cayucos que, tras dejar atrás su origen, perecen en el mar tras naufragios de los que no se llega a saber nada. Cada 32 horas una persona que se dirige a Canarias muere, según cifras recabadas por Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ambos organismos de las Naciones Unidas.

«Cada 32 horas una persona que se dirige a Canarias muere»

El primer naufragio documentado de un cayuco que se dirigía a las costas canarias fue en 1999. Nueve personas murieron ahogadas después de que la embarcación se hundiera a trescientos metros de la costa de Morro Jable, en Fuerteventura. Quienes sobrevivieron aseguraron haber pagado el equivalente a más de cuatrocientos euros, un precio que a lo largo de los años ha ido en aumento al igual que el negocio de sus cobradores. Una cantidad con la que equiparar la vida, como si eso fuera posible, que solo refleja la despiadada capacidad de estos traficantes de vidas para aprovecharse de estas situaciones.

Debe ser duro abandonarlo todo sin garantía alguna de que se te tienda la mano allá donde vas, si se alcanza a llegar. Pero aun así lo hacen porque no ven más opciones ante un problema del que su única culpa es querer vivir y no tratar de sobrevivir cada día al infierno de violencia y abusos del que son presos. Piezas de una crisis humanitaria sin precedentes con el Atlántico como cementerio y para la que no se auguran soluciones inmediatas.

 

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El Paraninfo de la ULL acogerá la gala solidaria ‘Canarias no es una cárcel’ https://periodismo01.ull.es/el-paraninfo-de-la-ull-acogera-la-gala-solidaria-canarias-no-es-una-carcel/ Fri, 30 Apr 2021 07:00:48 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=168468 La gala solidaria por el derecho a migrar Canarias no es una cárcel tendrá lugar el jueves, 13 de mayo, en el Paraninfo de la ULL. El evento, organizado por Pallasos en Rebeldía, destinará todas las ganancias a la Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife, que lleva meses organizándose para ofrecer apoyo y recursos a la gente que vive en los centros de acogida y campamentos para inmigrantes de la Isla. El acto se celebrará a las 19.00 horas, y contará con las actuaciones de Abubukaka, Kakofonía, Caracoles, Comedia De*Sastre, Material de Contrabando e Ida Susal.

Las entradas, con un coste de diez euros por persona, pueden adquirirse a través de TomaTicket. Los presentadores serán Iván Prado, de Pallasos en Rebeldía, y Carlos Pedrós, de Abubukaka. Mediante la música y el humor, se pretende servir de altavoz respecto a la situación de las personas migrantes en Canarias y luchar por el cumplimiento de los derechos humanos. Del mismo modo, otra de las intenciones es promover la fraternidad y empatía entre el pueblo canario con el africano.

Debido a las restricciones sanitarias, el aforo estará limitado a la mitad. Al tratarse de una gala solidaria, se abre la posibilidad de «apoyar la fila cero» en caso de no poder asistir, a través de donaciones. Se puede realizar a través de la cuenta bancaria de Pallasos en Rebeldía.

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¿Viste lo de Las Raíces? https://periodismo01.ull.es/viste-lo-de-las-raices/ Sun, 11 Apr 2021 09:40:33 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=163474 ¿Viste lo del Campamento de Las Raíces? Tremenda pelea, ¿eh? Inmigrantes… ¡Solo vienen a causar problemas! Seguro que lo viste, lo sacaron en la tele. Pero no solo en la canaria, ¡en la española! Lo viste, ¿a que sí? Claro que lo viste… eso sí, lo que no viste son los meses de hacinamiento, incertidumbre y falta de información. Los meses de condiciones insalubres, de frío, de hambre, de enfermedades y abuso policial e institucional. Lo que no viste es el origen del problema. Eso, por desgracia, no sale tanto en los medios, sobre todo nacionales.

No negaré que pelearon. No negaré que fue violento. Tampoco negaré que no deberían haberlo hecho. Faltaría más. Ahora bien, que nadie me niegue tampoco que la población española es igual. Un día después del enfrentamiento en Las Raíces, que culminó con antidisturbios lanzando pelotas de goma, en Vallecas se peleaban debido al mitin de Vox. Pasó esta semana, pero pasa constantemente. En manifestaciones políticas, en bares y en el barrio. Y no solo entre patriotas, orgullo de España con la bandera rojigualda en las venas, sino también entre personas extranjeras. Lo que pasa es que vienen de Europa y, por supuesto, no es lo mismo, ¿verdad?

No son inmigrantes que vienen a robarnos el trabajo. No son inmigrantes que vienen a robarnos las mujeres. Porque las españolas pertenecen a los hombres españoles, claro está. No son inmigrantes que vienen a poner bombas. No, nada de eso. Son ciudadanía europea decente y por ello merece ser tratada entre algodones por la canaria, y que le sirva la caña desde detrás de la barra.

«Como no son vidas europeas, no importa tanto lo que haya pasado como las consecuencias»


Lo que a menudo se está olvidando es que las personas migrantes africanas son eso, personas. No hay que redundar ni buscarle tres patas al gato. Personas. Como tú, como yo, y como el papa de Roma. El otro día subí con una amiga al Campamento. Era la primera vez que ella iba. «Es que son tremendamente normales», me dijo. Parece algo evidente, pero en la práctica no lo es tanto. Hacen las mismas cosas que cualquiera. Han protestado de forma pacífica decenas de veces, pero no ha servido de nada. Y después de meses de tensión, incertidumbre, hambre, frío, condiciones insalubres, falta de atención e información, hacinamiento y abuso, ¿qué persona no se pondría violenta?

Basta ya de criminalización. Y también, basta ya de paternalismo. Han sufrido días a la deriva en medio del mar, a veces más de una semana, viendo cómo familiares y amistades morían. Dejando atrás toda su vida, han seguido rutas largas y muy peligrosas en busca de una vida mejor, o huyendo de situaciones y gobiernos que matan. Lo que necesitan no es un trato de delincuentes. Tampoco causar pena o recibir caridad -que no solidaridad-. Tan solo igualdad y dignidad, lo que quiere todo el mundo.

En ese campamento, que jamás debería haber abierto, se producen peleas. Y es lógico que ocurra. Pero al mismo tiempo nace la fraternidad y el compañerismo, lo cual también es normal. Cuando se vulneran los derechos fundamentales de grupos concretos, pueden pasar dos cosas: la gente se une contra la adversidad o la tensión se acumula y explota, produciendo enfrentamientos fundamentados en pequeñas diferencias; en este caso, el color de piel o el país de origen. En Las Raíces han ocurrido ambas cosas.

Como no se trata de vidas europeas, no importa tanto lo que haya pasado de antemano como las consecuencias finales. Para fomentar el racismo y justificar las políticas migratorias que matan, se le da máxima prioridad al lado malo de la historia. Y así se perpetúa el sistema.

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Mujeres y menores se suman a las protestas migratorias en Tenerife https://periodismo01.ull.es/mujeres-y-menores-se-suman-a-las-protestas-migratorias-en-tenerife/ Tue, 06 Apr 2021 07:00:35 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=162519 Las protestas migratorias, que llevan más de un mes aconteciendo en el Campamento de Las Raíces, se extienden al recurso que acoge a mujeres, familias y personas enfermas en Santa Cruz. Ayer lunes, 5 de abril, una cuarentena de migrantes salió a manifestarse a las puertas del centro, con el apoyo de un grupo de residentes de Tenerife. El establecimiento está situado en la antigua cárcel de la ciudad, y lo gestiona la Cruz Roja. Las consignas denuncian las malas condiciones del edificio y la deficiencia de la comida y la atención básica. La principal demanda es continuar su viaje a la Península y al resto de Europa, poniendo fin al bloqueo en las Islas.

Las personas alojadas en el recurso llevan hasta siete meses en el Archipiélago. Algunas de ellas manifiestan que la atención médica es casi nula, así como el seguimiento de los embarazos. También, explican que cada ocho personas comparten una habitación y no se siguen los protocolos sanitarios por la Covid-19. Asimismo, expresan que la mala calidad de la comida y el estado del inmueble contribuyen a empeorar las enfermedades. No obstante, hay quienes afirman comprender que la Cruz Roja es una ONG, y que hace cuanto está en su mano.

Abdou Rahmane, marido y padre de dos niños, cuenta que apenas comen. «Solemos apañarnos con el pan y la fruta porque lo demás no está bien», explica. Además, insiste en que hay varias mujeres con embarazos avanzados, así como menores y bebés con enfermedades que no están recibiendo tratamiento. Según dice, es una doctora voluntaria quien trata, como puede, a estas personas. Entre ellas se encuentra un hombre magrebí, con el vientre hinchado y los ojos amarillos debido a un trasplante de hígado reciente, y varias personas con una pierna enyesada desde hace meses.

Betty Gueye, de la Asamblea de Apoyo a Migrantes de Tenerife, afirma que «lo están pasando muy mal, yo no podría estar en esa situación». Gueye, natural de Senegal, lleva 18 años viviendo en Tenerife. Comenta en repetidas ocasiones su preocupación por el estado de menores, que «no crecen, son todo huesos», así como por la falta de medicamentos, que a menudo, dice, se suple con paracetamol.

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«Libertad, por favor» https://periodismo01.ull.es/libertad-por-favor/ Sun, 07 Mar 2021 08:00:51 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=155353 La situación ya lo pedía a gritos. Tras meses sin poder viajar de Canarias a Europa, ayer sábado, 6 de marzo, cientos de migrantes emprendieron una marcha partiendo del Campamento de Las Raíces hasta la Plaza del Adelantado para protestar en las calles de la ciudad. Un mes después de comenzar a funcionar el Campamento, con unas condiciones de vida indignas, y situado en un lugar escondido para que no se les vea, por fin se hicieron notar. Lejos de protestar en soledad, tuvieron desde el principio la compañía de cientos de residentes de Tenerife, quienes llevan semanas ofreciendo su ayuda de forma voluntaria. También son quienes convocaron el acto.

Las fuertes lluvias de la noche no evitaron que cogieran fuerzas para la marcha. A las diez de la mañana, hora a la que abren las puertas del Campamento, ya estaban a punto de comenzar. Le muestran a cualquiera que esté con una cámara las pancartas que hicieron el día anterior  y agradecen la presencia de gente de Canarias en solidaridad con su situación. Hacia las 11.00 horas, un grupo de personas voluntarias con chalecos amarillos organizó al grupo y lo guió a la carretera de La Esperanza cortada al tráfico. La consigna se escuchó alto y claro durante todo el trayecto: «Libertad, por favor».

Llegada imparable a la ciudad


Durante el descenso hasta La Laguna, una lluvia intensa y repentina pareció estar a punto de terminar con el acto. Pero se quedó en el intento, y es que después de un mes pasando frío en carpas de plástico que se inundan cuando llueve, eso no fueron más que cuatro gotas. Tras llegar a un cruce, el grupo se reorganizó y un grupo de representantes recordó las pautas que se habían marcado: ante todo, llevar puesta la mascarilla y tener calma. «Todo lo que hemos hecho hasta ahora, todo lo que hemos aguantado se canaliza en este momento», explicó con micrófono en mano uno de los manifestantes.

La llegada a la rotonda de Padre Anchieta fue abrumadora. Con el tráfico cortado por la Policía, un enorme grupo de personas se abrió paso hacia la Avenida de La Trinidad con pancartas y consignas que resonaban en todas partes. La protesta se convirtió en el foco de toda atención, y se escuchaban pitas entusiastas, en apoyo con la marcha, provenientes de algunos de los coches. Varios grupos de migrantes se daban las manos para cercar la manifestación, y otros saltaban, bailaban y gritaban por la libertad. Por las calles peatonales, los transeúntes se detenían a mirar, otros grababan con sus móviles, y otros aplaudían y alzaban el puño para mostrar su complicidad.

La misma proclama que hace meses


Una vez en la Plaza del Adelantado, la manifestación se reunía en corro para leer comunicados en francés, inglés, español, wólof y árabe. Expresaban lo mismo que hace meses: necesitan soluciones para el bloqueo en Canarias y poder vivir dignamente. Representantes de colectivos feministas manifestaron también la situación de las mujeres migrantes llegadas a Canarias, la cual ha sido invisibilizada. Transmiten que las rutas actuales son un peligro para ellas, en las que se exponen a la trata y las violaciones, cuando precisamente huyen de prácticas como la mutilación genital femenina o el matrimonio forzado.

Entre tiempos, sonaba en los altavoces Liberté de Soolking y Ouled El Bahdja, una canción que se convirtió en su himno de esperanza desde hace semanas. El acto terminaba, y el grupo se disolvía. Pese a tener permiso para realizar la marcha, no lo tienen para regresar en bloque hasta Las Raíces, por lo que suben la carretera de La Esperanza en pequeños grupos. El voluntariado con chalecos amarillos expresa en repetidas ocasiones que «bajamos con ustedes y subimos con ustedes. Nadie se quedará atrás».

Hace más de dos semanas que una cincuentena de migrantes decidió salir del Campamento y dormir a la intemperie para reclamar que se cubran sus necesidades básicas y se les permita viajar a Europa. Desde entonces, sus proclamas estuvieron a la orden del día, pero no se tradujeron en soluciones políticas. El pasado 20 de febrero se llevó a cabo la ‘Concentración por el Libre Tránsito’ entre consignas, pancartas y comunicados, pero también con música, baile y un acto simbólico con aviones de papel. La respuesta política tampoco llegó. Esta marcha fue el paso que tocaba dar, y ahora, todavía con paciencia, las personas migrantes esperan soluciones a su bloqueo en Canarias.

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«Europa también es nuestra casa, tenemos derecho a vivir aquí» https://periodismo01.ull.es/queremos-vivir-mejor-y-en-paz/ Sat, 27 Feb 2021 08:00:14 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=153220 Syni es un joven de origen mauritano que reside en el Campamento para migrantes de Las Raíces, situado en La Laguna. Llegó a Tenerife hace cuatro meses tras pasar cuatro días en una patera para viajar a Europa. Viene de uno los países más pobres del mundo, donde todavía existe la esclavitud de personas negras, pese a declararse ilegal en 2007. La población de Mauritania pertenece a etnias muy diversas, que se engloban en la árabe blanca, la haratin y la negra no arabizada. El país se sitúa al noroeste del continente africano y fue colonia francesa hasta 1960, año en que se le concedió la independencia oficial.

¿Cómo es la vida en el Campamento? «Muy difícil, muy dura. Compartimos entre más de treinta migrantes unas tiendas que no aíslan del frío, y por las noches no podemos dormir. Tenemos mucho cansancio acumulado. Cuando llueve, todo se inunda. A veces, la comida se acaba antes de servir a todo el mundo, y esperamos en colas muy largas. Hay pocas duchas, que además no tienen agua caliente, y tampoco tenemos wifi. Algunas personas vamos sin zapatos porque no hay suficientes, solo tenemos cholas».

¿Es difícil convivir con tanta gente de distintas nacionalidades? «Cada país tiene su realidad, educación y comportamiento. Hay gente correcta, generosa, loable y educada que sabe vivir en comunidad; pero también la hay incorrecta, como en todos sitios. Compartimos espacios pequeños, y es difícil, pero lo gestionamos. Si eres una persona educada y te topas con alguien que no, hay que llevarlo con calma e inteligencia. Y quizás, con el tiempo, tener una buena relación. Lo más importante es que nuestro combate es el mismo. Puede haber diferencias, pero así es la vida. Al final, somos iguales. Venimos del mismo continente y buscamos una vida mejor».

¿Les están informando bien de todo lo que sucede? «La comunicación no es buena, no entendemos nada y nos esconden la verdad todo el tiempo. También, como hay pocas personas que saben francés, y menos wólof, no puedo hablar con casi nadie de Tenerife. Llevo cuatro meses en la Isla pero no sé qué va a pasar o cuánto tiempo más tengo que quedarme. A veces dicen que nos han traído al Campamento por la Covid-19, y lo entendemos, pero hace falta más comunicación. Hay que informar de lo que pasa».

«Yo quería estudiar y obtener mi diploma. Quizás en el futuro continuaré mis estudios donde los dejé hasta la universidad»


¿Cómo era la vida en Mauritania? «Yo vivía en los suburbios, cerca de la capital, donde la mayor parte de la gente es negra. En esa zona no hay mucha electricidad ni agua, pero en las calles de la gente blanca hay de todo. Soy de una familia sin muchos medios, así que llegado el momento dejé los estudios para ayudar a mi familia a subsistir. Mi casa estaba muy lejos del colegio, y tampoco tenía transporte. A veces salía de casa a las cinco de la mañana, pero al llegar me encontraba con el centro cerrado. De todas formas, era muy difícil estudiar porque sabía que mis padres no tenían dinero. Con eso en la cabeza, sabiendo que no tenían para comer, no podía concentrarme. No tenía la conciencia tranquila ni siquiera para dormir. Pero yo quería estudiar y obtener mi diploma. Quizás en el futuro continuaré mis estudios donde los dejé hasta la universidad».

¿Ha notado diferencias entre el racismo de Mauritania y Tenerife? «El racismo de Mauritania es más duro, con diferencia. Allí hay esclavitud. En mi país, por tener la piel oscura, ni tenemos derechos ni podemos reclamarlos. Si lo hacemos, vamos a prisión. A veces, incluso, nos amenazan de muerte. Vas andando, te atrapan, te pegan y te encierran. Como mucho, se puede aspirar a un trabajo miserable. Quienes tienen la piel más blanca están a la cabeza del Estado mauritano, y el Estado es más fuerte que la ciudadanía. Cuanto más clara es tu piel, más privilegios tienes. Tal vez, si nos movilizáramos, seríamos más fuertes que el Estado, pero hay miedo».

¿Ha cambiado su imagen de Europa antes y después de llegar? «Antes de irme, tenía una imagen muy buena. Creía que era el equivalente a la libertad y la igualdad, sin racismo. Es verdad que la situación es mejor, pero a veces te encuentras con gente que busca conflicto. Quizás con el tiempo las cosas cambien, pero ahora, aquí donde nos han metido, la vida es dura. Nunca imaginé que al llegar me quedaría en un sitio como este. Sin embargo, todavía tengo una buena impresión de Europa porque sé que no es igual que África».

«Si las cosas se gestionan bien, no se necesita el voluntariado»


¿Cómo perciben al voluntariado canario que les trae comida y abrigo? «Es un gesto muy noble, que nos llega al fondo del corazón, que vengan a acompañarnos y ayudarnos. Lo manifestamos, estamos muy felices de la bondad de quienes vienen gratuitamente para darnos comida y apoyo en nuestro combate. Pero es verdad que esto se debe a una mala gestión. Si las cosas se gestionan bien, no se necesita el voluntariado».

¿Qué recuerda de la travesía? «Estuvimos cuatro días en el mar. El quinto día, antes de llegar a tierra, tuvimos muchos problemas porque no quedaba combustible, pero vimos las Islas. Más tarde, la Cruz Roja nos sacó de allí. Durante el viaje había muchas personas que estaban enfermas. A mí me dolía mucho un pie desde que bajé de la patera. Por el momento me apaño, pero todavía me sube el dolor hasta la pierna cuando camino un rato. Vino un médico al que le enseñé el pie y me dio unas pastillas, pero no me han llevado al hospital».

¿Cuáles son sus planes para después de salir del Campamento? «Quiero ir con mi hermano, que vive en España desde 2006, y luego ya veré. Estudiar, trabajar, lo que surja en la vida. Al igual que yo, muchas de las personas que están aquí tienen familia en Europa. Si nos dejan viajar, no acabaremos en la calle. Venimos porque en África hay mucha riqueza, pero los países europeos se llevan todos los recursos. Nuestros ancestros han combatido para ayudar a muchos de ellos, así que Europa también es nuestra casa. Tenemos el derecho de vivir aquí. Lo que pedimos es que nos dejen entrar, trabajar y estudiar. Queremos vivir mejor, tranquilamente y en paz».

 

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Residentes de Tenerife se suman a las protestas migratorias en Las Raíces https://periodismo01.ull.es/residentes-de-tenerife-se-suman-a-las-protestas-migratorias-en-las-raices/ Wed, 17 Feb 2021 17:00:05 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=151977 El Campamento de Las Raíces, en Tenerife, alberga a personas de Senegal, Gambia, Marruecos, Mali y Mauritania, entre otros países africanos, en situación irregular, desde su apertura el 5 de febrero. Comparten carpas de plástico en grupos de treinta para dormir sin apenas mantas o agua caliente. Ayer martes, 15 de febrero, 23 de ellas pasaron una primera noche fuera del centro para reclamar un trato justo y poder viajar a Europa. Hoy miércoles serán más de cuarenta quienes protagonicen la protesta. Afirman que no entrarán al Campamento hasta que se les escuche. A la protesta se han sumado más de 70 personas de la Isla para ofrecer acompañamiento, productos de primera necesidad y asesoramiento.

Esta iniciativa nació hace dos sábados tras la VIII Marcha por la Dignidad convocada por la plataforma Canarias Libre de CIE (Centros de Internamientos de Extranjeros), en la plaza de la Candelaria de la capital tinerfeña, en favor de los derechos de las personas migrantes. En ese momento se organizó una asamblea y la gente empezó a unirse a través de diversas redes sociales y aplicaciones de mensajería. También se crearon seis comisiones para dividir el trabajo: asesoramiento jurídico, aprovisionamiento de materiales y comida, comunicación externa, búsqueda de contactos y traducción, acompañamientos a comisaría y búsqueda de casas de acogida.

Dormir al raso, queja pacífica en el Campamento de Las Raíces. Foto: PULL

Un voluntario señala que aunque reconocen que la labor de diversas organizaciones es importante, «no es suficiente». Añade, además, que se sabía que esto iba a pasar y que «se podría haber hecho una previsión mucho mejor». Subraya, asimismo, que, en general, no se ofrece trato médico más allá de analgésicos. «Están muy agradecidos y desesperados por ayuda. No tienen apoyo de nadie, nadie se preocupa por ellos y agradecen muchísimo, simplemente, una conversación», ultima.

«Quiero estudiar y trabajar. Para comer, me quedo en Marruecos»


El CIE de El Rosario llegó a inundarse durante un temporal de lluvias y se repiten los cortes de luz. A algunos internos les fue confiscado su pasaporte y desconocen cómo recuperarlo, cómo viajar o cómo solicitar el asilo. Hay jóvenes, algunos menores de edad, que quieren proseguir con sus estudios medios o universitarios, pero no tienen las vías para hacerlo.

La mayoría expresa su deseo de viajar a países europeos para estar con sus familias y trabajar. «Quiero estudiar y trabajar. Para comer, me quedo en Marruecos. En Marruecos también hay comida», explica un joven de 23 años. Como muchos de sus compañeros, lleva cuatro meses esperando soluciones: «Siempre me dicen que mañana, mañana, mañana…». Después de haber pasado cuatro días en una patera con 32 compañeros, y de haber sido recluido primero en Arguineguín y ahora en Las Raíces, insiste en querer trabajar y buscarse un futuro.

 

 

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La migración desde dos puntos de vista https://periodismo01.ull.es/la-migracion-desde-dos-puntos-de-vista/ Sat, 21 Nov 2020 19:17:24 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=149683 La capital tinerfeña acogió hoy sábado, 21 de noviembre, dos concentraciones a propósito de la crisis migratoria en las Islas. La primera de ellas, que comenzó a las 11.oo horas, fue en la Plaza de la Candelaria, en el exterior del Hotel Adonis, promovida por jóvenes que se presentaron como antifascistas. La segunda empezó a las 12.oo horas y se organizó por Identitarios. La marcha se inició en las afueras de la Subdelegación del Gobierno y llegó a su fin en la Plaza de España, con la lectura de un manifiesto por parte de uno de los organizadores.

A pesar de que la Subdelegación de Gobierno había desautorizado la concentración antifascista, los manifestantes siguieron a pie de calle luchando por sus ideales. En la Plaza de la Candelaria, lugar en el que se concretó la manifestación, los agentes policiales solicitaron los documentos de identidad a los primeros manifestantes que llegaron para tener un control sobre ellos ya que no estaba permitida la marcha. Acto seguido, el equipo policial procedió a despejar la Plaza para evitar confrontación entre ambas concentraciones y las personas asistentes se dirigieron a la Calle San José.

Allí, un grupo de personas vitoreaban: «Migrante amigo, Canarias está contigo» o «Canarias libre, libre del racismo», finalizando con aplausos a trabajadores de la Cruz Roja y migrantes que se asomaron a los balcones del hotel Adonis, donde se hospedan algunos de ellos. Para evitar confrontaciones con la Policía, el grupo antifascista se dirigió hacia La Alameda y continuaron su marcha hasta cerca de las 14.00 horas.

Mientras tanto, la concentración convocada por Identitarios comenzó cerca de las 12.10 horas con una cantidad de personas muy similar a la anterior. «No es migración, es una invasión» o «Canarias no se vende, Canarias se defiende» fueron algunos de los cánticos que se vociferaron. A su llegada a la Plaza de España, el grupo antifascista abucheó su presencia, pero en ningún momento se produjo una unión de ambas manifestaciones ya que hubo un gran cordón policial que separó a los diferentes grupos.

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