Álvaro Benito, exjugador del C.D. Tenerife y del Real Madrid, definía en el Teatro Leal de La Laguna al futbolista canario como un deportista diferente y con mucho talento. Este debate en torno al fútbol en las Islas es debido a que, durante los últimos años, ha emergido un semillero fértil de jóvenes deportistas que cada vez obtienen más crédito. Tras el debut de Pedri González el 27 de septiembre de 2020, la cantera canaria resonó y se hizo un hueco entre las grandes fabricas del talento de España. Este joven deportista, con tan solo 17 años, se convirtió en el futbolista canario más joven en actuar en la Primera División, vistiendo la camiseta del F.C. Barcelona.

En esta última década, el número de deportistas ha seguido creciendo, escuchando nombres como Aridane, Yeremy Pino, Ayoze Pérez, Javi López y Samu Pérez, entre otros, uniéndose a la lista. Esta gran evolución del talento sitúa a Canarias entre los principales territorios españoles en términos de representación en el fútbol de élite, compitiendo con el País Vasco, Cataluña, Madrid y Andalucía.

Además, Suso Santana, exjugador y actual entrenador en el Club Deportivo Tenerife, cree que el deporte en las Islas no tiene nada que envidiarle al resto de la península. «Ahora mismo los equipos compiten mucho mejor en todos los aspectos, tanto físicos, como tácticos y a nivel técnico. Los jugadores canarios se caracterizan por tener mucho talento y se ha visto cuando hemos tenido que competir en categorías nacionales», expresa Santana.

Él es un ejemplo para aquellos jóvenes isleños que buscan hacerse un nombre y vivir del fútbol. Siendo un juvenil firmó su primer contrato con el Tenerife, se mudó a Escocia para ganar la copa con el Heart of  Midlothian y regresó a la Isla para devolver a los blanquiazules al fútbol profesional. «Disfruten de todo lo que hagan, trabajen mucho y, sobre todo, cuídense con una buena alimentación y descanso. Lo mejor de jugar en Canarias es el clima, así que aprovechen el buen tiempo y jueguen a fútbol», aconseja Suso.

Por otra parte, el deporte en las Islas no solo la componen las categorías profesionales, sino la esencia del juego reside en las ligas inferiores. En canarias tenemos muchas figuras que han podido disfrutar del fútbol en este sentido, entre ellas Rayco González, un futbolista que ha militado en equipos como el C.D. Mensajero, el Atlético Victoria o, en la actualidad, el C.D. Guancha. El centrocampista recuerda con especial cariño varios momentos de su carrera, como el ascenso a Segunda División B con el Mensajero en Pontevedra, un hito que describe como «una lucha de David contra Goliat». También se acuerda de los campeonatos ligueros, las copas Heliodoro y el último ascenso con el Atlético Victoria a Tercera División.

El ex rojinegro invita a no dejar dejar de entrenar y a esforzarse al máximo para cumplir los sueños. «En canarias hay talento, pero con solo eso no basta, trabajen y disfruten. Al final de todo, dejando de lado los logros, con lo que te quedas es con las amistades. Yo me siento un privilegiado, tengo buenos amigos en todas las Islas gracias al fútbol y eso es lo más bonito que una persona puede tener», confiesa Rayco González.

La primera toma de contacto

Por otra parte, el fútbol en las Islas no es para nada un deporte nuevo, llegó a Canarias a principios del siglo veinte gracias al contacto con las tripulaciones de barcos británicos. Para ese entonces, el agradable clima insular, la disposición de grandes arenales como campos y la fácil adaptabilidad del carácter isleño a las novedades, hicieron que el nuevo deporte tuviera una rápida implantación por parte de la población. Javier Dominguez, investigador y escritor de Cien años de fútbol canario, cuenta que «en los primeros años en las capitales canarias los jovenes jugaban al fútbol en los descampados, llamados “tesos” y también por las calles de los municipios. Lo hacían gente muy joven. Esa es la primera base».

A partir de ahí, el balompié en las Canarias comenzaría de manos del Marino Fútbol Club, el Real Artesano y el Real Club Victoria en Gran Canaria, aunque, a día de hoy, el club más antiguo que sigue en activo es la Unión Deportiva Icodense de Tenerife desde 1912. Aún en esos días, en las Islas del Atlántico, el fútbol todavía no se había extendido por completo al resto de componentes del archipiélago. Poco a poco empezaron a nacer entidades en La Palma y no mucho tiempo después en Fuerteventura y Lanzarote.

Las actividades comerciales con Inglaterra, ocasionaron que muchas familias, comerciantes o agricultores isleños vieran la necesidad de conocer el idioma inglés, enviando a los jóvenes a las Islas Británicas. Cuando estos regresaron después de estar varios años fuera de Canarias, trajeron consigo una afición muy grande por el fútbol, equipajes y balones que se vendían en los puertos. Un balón costaba 22 pesetas y un par de botas 10.

Los inicios reguladores del deporte rey

En el verano de 1925 el balompié se había convertido en el espectáculo favorito de los jóvenes de Canarias. En ese entonces, nació el Comité Federativo Canario de fútbol con sede en Gran Canaria. El objetivo era que los equipos de las islas compitieran entre sí en igualdad de condiciones.

De igual forma, el nacimiento de la federación promovió a la construcción de un nuevo reglamento para sentar las bases entre los deportistas y las primeras relaciones profesionales con los clubes. Tras varios días preparando la nueva legislación, el fútbol comenzaría a profesionalisarse. Debido a ello, los deportistas de las canarias deseaban dar el salto a la fama y al dinero, y se aventuraban con el fútbol para prosperar en la vida. Lógicamente, la mayoría de ellos buscaban partir a la península, en donde, sin duda, las condiciones económicas eran mucho mejores.

Pronto en 1926 se crearía el Colegio Insular de árbitros formado por alrededor de 20 colegiados. Casi todos ellos pioneros del fútbol isleño e integrantes de los equipos locales, con el motivo de organizar y desarrollar la actividad en las Islas.

La popularidad aumenta en las Islas del Atlántico

Unos años más tarde, el primer equipo en crear su filial fue la Unión Deportiva Las Palmas. En 1952 funda el juvenil y en 1955 se hace con el filial del Unión Atlético. Unos años mas tarde el Club Deportivo Tenerife crea sus secciones. «El resto de clubes también comienza a fundar sus canteras a partir de esos años en las dos capitales y en La Palma. En el resto de islas es mucho después. Primero en los años setenta en Lanzarote, y luego en las otras», cuenta el profesor Domínguez.

Los comienzos dorados del siglo XXI

A finales del siglo XX el fútbol se había profesionalizado de una manera nunca vista en cualquier otro deporte y contaba con cientos de federaciones e instituciones que regían cada una de las categorías mundiales. A su misma vez, el nacimiento de grandes estrellas de todo tipo de nacionalidades había consolidado un aura de ilusión en toda la población por cumplir el sueño de vivir del deporte rey.

En las Islas Canarias el fútbol base comenzó ha experimentar un notable crecimiento y desarrollo desde finales de siglo hasta la actualidad, reflejando el fervor y la pasión de las canarias. En el contexto mundial, el fútbol ha mantenido su estatus como el juego más popular, y en España, Canarias no es la excepción. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el fútbol del archipiélago contó con un total de 49 325 licencias federativas en 2017, lo que representa una parte significativa de las 163 101 de la totalidad de los deportes.

Durante este período, la Federación Canaria de Fútbol (FCF), presidido en la actualidad por Alejandro Morales Mansito, ha sido la encargada de gestionar el fútbol en las Islas. Dentro de esta estructura, tanto la Federación Insular de Fútbol de Tenerife (FIFT) como la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas (FIFLP) se reparten las competencias territoriales.

Desde ambas instituciones se promueve seguir evolucionando en el deporte de una manera sana e inclusiva. Es por ello, que a pesar de ser, en sus inicios, un deporte mayoritariamente practicado por hombres, desde las federaciones se busca crecer de manera igualitaria en ambas modalidades. De ahí, nacieron tanto el «Programa Talento Femenino» por la FIFT como el  futuro proyecto FUTureFem en la FIFLP a razón de seguir evolucionando el fútbol femenino.

Mario de la Santa, director de comunicación de la FIFLP, cuenta como «el crecimiento del fútbol femenino en la provincia ha sido extraordinario en los últimos años, creando campeonatos tanto insulares como provinciales». Durante la temporada 2023/24 se consiguió en el deporte femenino canario aumentar las licencias federativas y lograr una mayor participación de equipos en categorías senior e inferiores. «Nuestro objetivo es crear competiciones exclusivamente femeninas, especialmente de base. Crecer en el número de licencias, aumentar la cantidad de preparadores y equipos arbitrales», expresa.

Del mismo modo, al igual que el nivel futbolístico evolucionaba en todos los sentidos, lo hacía de manos de la figura regidora de los encuentros. En ambas federaciones insulares, existen tanto el Comité Técnico de Árbitros de Tenerife como de Las Palmas. Estas han crecido junto con el deporte en Canarias y no solo han servido a la practica como institución medidora controlando las acciones del juego, sino como herramienta a la hora de conformar un deporte sano y completo.

Trabajan junto con los clubes para, según Marcos Carballo, vocal de captación de la junta directiva del CITAF (Comité Técnico de Árbitros de la FIFT), «erradicar por todos los medios la violencia en los campos de fútbol». Para ello, desde estos organismos, se ha implementado un protocolo de actuación contra la violencia verbal, que permite al equipo arbitral suspender los partidos en caso necesario. «El objetivo es proteger el ambiente deportivo y el desarrollo saludable de la juventud», defiende el vocal de captación.

Estas entidades están muy presentes en el desarrollo del fútbol base. Colaboran estrechamente con los clubes y participan en actividades ofreciendo charlas sobre reglas de juego a toda persona, adaptándose al enfoque y medios disponibles sin importar las condiciones de cada equipo. «Desde el comité proporcionamos nuestras propias instalaciones y las dejamos a disposición para colaborar sin coste alguno para los clubes o instituciones interesadas», señala abiertamente Marcos Carballo.

También, han mejorado tecnológicamente con el uso de modernos intercomunicadores, como los pinganillos. Asimismo, la digitalización ha simplificado la elaboración de actas de partidos, que antes se realizaban en papel y requerían copias manuales detalladas. Ahora, gracias a aplicaciones móviles y de escritorio, el proceso es más rápido y eficiente, ya que los datos de los deportistas están precargados y solo se requiere seleccionarlos en la aplicación.

Ahora bien, su misión a futuro, cuenta Carballo, es «mejorar la tecnificación de los cuerpos arbitrales en términos físicos, tácticos y de conocimiento de reglas, para aumentar sus probabilidades de éxito en la toma de decisiones durante los partidos de fútbol». Esto implica proporcionar las herramientas necesarias para evolucionar la calidad del juego en todos los niveles, desde prebenjamines hasta el fútbol regional. 

Los representantes del Archipiélago

También el deporte canario, a diferencia de otras comunidades autónomas, cuenta con una selección de fútbol profesional que no ha disputado muchos encuentros desde su debut oficial en 1996. Antes de ello, con el único y principal objetivo futbolístico de mostrar el gran juego de las Islas frente a otros estilos de España, se consolidó una selección de deportistas canarios que actuaron en dos épocas distintas. Esta elección de jóvenes disputaron encuentros en dos campos peninsulares como son Mestalla en 1925 y en Chamartín en 1952.

Como ya habíamos mencionado, en el año 1925 el fútbol ya era un deporte que movía público en las islas. Durante esos años, la gran participación y el éxito de España tanto en los Juegos olímpicos de Amberes en 1920 como en las Olimpiadas de París en 1924 habían envuelto a las canarias en un halo deportivo nunca visto.

Nuestros jóvenes, conscientes de sus posibilidades, tenían gran ilusión en mostrar sus cualidades y buscarse un porvenir mas halagüeño con el profesionalismo. Todas estas razones hicieron que se empezara a proyectar la idea de un conjunto representativo de nuestro fútbol por tierras peninsulares.

El Marino F.C. fue el que tomó la iniciativa, contactando con un empresario, Ángel de La Cruz, que se dedicaba a la organización de partidos al estilo de aquella época. Una vez surgida la iniciativa, el resto de los clubes de primera categoría acogieron la idea, pero plantearon que, en vez de un club, se debía llevar una selección con los mejores deportistas. Esa época de nuestro fútbol significó el reconocimiento de nuestro peculiar estilo y el nacimiento de la fructífera cantera canaria.

Fue ese entonces, cuando se movilizó el primer encuentro. En ese mismo 1925, un conjunto representativo de futbolistas isleños desembarcó en la Península para enfrentarse a equipos de renombre como el Valencia FC. Aquella primera actuación en Mestalla, donde lograron un empate frente al poderoso equipo valenciano, marcó un antes y un después en el deporte canario.

Fue desde ahí, cuando continuaron con la cantera canaria, años después, con partidos contra equipos argentinos como San Lorenzo de Almagro en 1952 en Chamartín, hasta amistosos oficiales contra selecciones internacionales como Venezuela en 1996 (victoria 5-1) o frente a Letonia en 1998 (victoria 4-0).

Hoy en día, la selección de fútbol de Canarias gira en torno a las categorías inferiores. Carece de reconocimiento por parte de la FIFA (Federación internacional de Fútbol Asociación) debido a que en sus estatutos estipulan que para que una selección pueda participar en competiciones internacionales oficiales debe o bien representar a un estado independiente o tener autorización expresa de la federación del país correspondiente, en este caso la Federación Española de Fútbol. Es por este motivo, que solo puede disputar partidos amistosos en categorías absoluta.

Sin embargo, el combinado de Canarias sub-19, disputa anualmente la Copa del Atlántico y las divisiones inferiores disputan el Campeonato de España frente a las demás selecciones nacionales. Con una rica tradición futbolística y un flujo constante de talentos emergentes, Canarias continúa dejando su marca en el panorama del fútbol español, con jugadores como Pedri liderando el camino para las generaciones futuras.

Una de las principales metas a cumplir por las organizaciones federativas y administraciones públicas tras la reanudación del deporte no profesional en Canarias, es reducir al mínimo los riesgos de contagio. Para esto, busca asegurar la distancia entre las personas que se reúnen en los campos y en aquellos recintos deportivos donde se juega al fútbol, ya sea en espacios abiertos o cerrados.

El Proyecto Ganar es una iniciativa creada por la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias que cuenta con el apoyo de la empresa pública Canarias Cultura en Red y la Federación Canaria. Sus objetivos principales son generar una sana convivencia y la prevención de problemas y episodios violentos que se puedan dar en los entornos deportivos. Sus inicios se remontan al año 2018 donde se alcanzó un acuerdo con las organizaciones deportivas ya mencionadas.

Antes de la llegada del coronavirus, dicho proyecto ha organizado varias campañas donde los actores principales han sido el deporte y, en particular, los personajes ligados al mundo del balompié como el equipo arbitral, las personas practicantes y el cuerpo técnico. El fin de este tipo de actividades es el fomento de actitudes positivas y valores que ayuden a una relación saludable entre los implicados, especialmente en un deporte de masas como es el fútbol.

Líneas de actuación

Una de las características más reconocibles del Proyecto Ganar es la lucha por un entorno deportivo sano y alejado de actitudes violentas, por lo que se organizaron varias jornadas que contaron con la presencia de personalidades importantes del fútbol canario y español. En estas ponencias participaron la colegiada Marta Huerta de Aza, el árbitro tinerfeño Daniel Jesús Trujillo Suárez, el exjugador profesional Albert Luque, entre otros.

Los padres y madres también son otro de los puntos más transcendentales y que han tenido su hueco en esta líneas de actuación, puesto que la conducta de estos en los estadios o campos repercute directamente en la actitud de su prole. De esta manera, quedan cubiertos los puntos más importantes para el buen desarrollo y funcionamiento de las actividades relacionadas con el deporte.

“Hay un claro déficit en cuanto al número de árbitros en Tenerife con respecto a Gran Canaria, donde llegan casi a los 500. Esto nos genera grandes dificultades a la hora de las designaciones, ya que una persona puede pitar cinco partidos en un solo fin de semana”, comenta Javier Vázquez, director técnico del CITAF.

En estos encuentros la figura del juez de campo se expone a las críticas y a la presión de 22 jugadores, el público, entrenadores, etc. A veces se quedan en protesta pero, en otras, se llega a los insultos, desconsideraciones o, incluso, agresiones. Según los datos del Comité Disciplinario de la Federación Tinerfeña de Fútbol, se han registrado, en los últimos dos años, siete episodios violentos graves hacia el colegiado. Una de las últimas víctimas fue el asistente Carlos Díaz García, quien fue agredido en un enfrentamiento de la categoría Regional entre el Atlético Pinar y el Atlético Victoria.

“Una delegación cubre entre 200 y 300 partidos cada semana y se registran alrededor de 2 o 3 incidentes de este tipo al año”

“El caso de Carlos fue duro y toda una pena porque es algo que no suele pasar. Una sola delegación cubre entre 200 y 300 partidos cada semana y se registran alrededor de dos o tres incidentes de este tipo al año, por lo que el porcentaje es ridículo. Otra cosa son los conatos de incendio, que hay bastantes”, afirma Marcos Carballo, árbitro asistente de Tercera División.

Desde otra perspectiva habla C.G, colegiado de fútbol base que prefiere mantenerse en el anonimato. “Al final lo que se contabilizan son solo las agresiones o los intentos de ello. Pero en muchos choques tenemos que lidiar con cosas desagradables. Lo mejor que vas a escuchar es ‘hijo de puta’, pero te concentras y con la experiencia te haces inmune a todo”.

86 episodios violentos en la temporada 2016-2017

El fútbol está considerado como el deporte rey, pero también como el más violento, según el último informe del Consejo Superior de Deportes. En España, en la temporada 2016-2017, tuvieron lugar 1067 episodios de este tipo, frente a los ocho del fútbol sala o los siete del baloncesto. Concretamente, los referidos a los árbitros ascienden a 86 (29 agresiones, 10 intentos de agresión, 32 insultos y 15 amenazas).

Pero, ¿cómo se castigan estas infracciones? Las sanciones impuestas por el Comité Disciplinario de la Federación Canaria de Fútbol oscilan de los cuatro a los doce encuentros o tres meses de inhabilitación (si es desconsideración de uno a tres). Si se produce una agresión a los colegiados sin consecuencias dañosas, la suspensión aumenta de tres a seis meses para los jugadores y, si se cataloga como acto grave, de tres años y un día a ocho años, además de sanciones económicas para los clubs de hasta 3000 euros, cierres de campos, inhabilitación de cargos dentro del conjunto protagonista o, también, la prohibición a la entrada de recintos deportivos de los aficionados que hayan estado involucrados.

Preparados en todos los sentidos

Fuera del foco de la fama y constantemente sobre el de la polémica, la figura arbitral ha sido históricamente esencial para el desarrollo del juego. “Sin nosotros no hay fútbol y es algo que la gente no se da cuenta. Somos jueces y a los jueces no se les debe poner en duda su trabajo nunca, ya que son una autoridad”, asevera Adrián Pérez, aspirante a colegiado de la Delegación de Santa Cruz de Tenerife. Titulares en la prensa deportiva, horas enteras analizando polémicas y todo porque, tal y como cuenta Carballo, “no se comprende nuestra labor y la dificultad que tiene. Al final los que peor nos vamos a casa somos nosotros al ver en la tele que nos hemos equivocado”.

La sociedad guarda una visión muy crítica con este estamento y, prueba de ello, son las conclusiones obtenidas por el diario Marca en una encuesta, al final de la campaña pasada, donde se puntuaba a los 20 jueces principales que pitan en LaLiga. Los resultados dejaron a 19 suspendidos y a un solo aprobado: el debutante Javier Alberola Rojas.

“El árbitro hoy en día es un atleta, el que no tenga una preparación física excelente nunca va a llegar”

Los colegiados en la actualidad son todos unos estudiosos del fútbol, de su reglamento y, todo ello, aparejado a una formación que comienza desde sus inicios. Asimismo, queda atrás aquel juez vestido de negro con una mala forma física y una imagen de falta de profesionalidad. “El desarrollo físico y teórico de un árbitro es imprescindible. Yo le dedico a la semana un chorro de horas más allá de los partidos, así que imagina uno que pite en la élite. Lo triste es que es algo que se desconoce”, asegura Carballo.

La labor formativa en Tenerife corre a cargo del CITAF y de manera gratuita. El primer paso es un curso de iniciación, el cual es la puerta de entrada para acceder a una categoría. El mismo consta de 14 clases presenciales a las que acuden entre 30 o 40 alumnos, un examen final, un taller online, además de pruebas físicas y prácticas. A partir de ahí, la exigencia va subiendo en ambos aspectos. “Yo imparto clases en la delegación de Santa Cruz de Tenerife, a los principiantes digamos, pero también las recibo, al igual que lo hacen los de Primera División, los de base etc. En cuanto al tema físico, el árbitro hoy en día es un atleta, el que no tenga una preparación física excelente nunca va a llegar”, indica Carballo.

Dichos exámenes basados en la resistencia y velocidad se suelen establecer al comienzo de la temporada y otros en marzo destinados al ascenso de categoría. “Las pruebas son duras y a veces no eres capaz de pasarlas, por lo que necesitan preparación. Yo, por ejemplo, no pude superar las de Regional, ya que piden tiempos muy exigentes. Los entrenamientos se hacen con los compañeros de la delegación o con un preparador físico” aclara C.G.

Las sesiones teóricas, que tienen lugar cada lunes en la Delegación capitalina, están basadas en resolver dudas o cosas que pasen durante el transcurso de los encuentros. En el caso del curso de iniciación, las lecciones se centran en el reglamento, a través de una presentación en Power Point, además de un debate y resolución de casos reales durante la sesión semanal que dura 1 hora y 30 minutos. «A pesar de que estamos experimentando un pequeño crecimiento en el número de aspirantes, lo cierto es que estamos a la cola como Comunidad Autónoma. En Madrid han salido 200 árbitros nuevos este mes y, en Cataluña, hay una lista de espera de casi mil”, relata Vázquez.

“No te haces árbitro para ganar dinero”

La financiación del CITAF proviene de dos vías: la subvención por parte de la Federación Tinerfeña de Fútbol y de una parte de los recibos unificados que pagan los clubes en cada duelo. De ahí, una parte se destina al sueldo que reciben los árbitros. En el fútbol base tinerfeño un colegiado percibe, según las tarifas arbitrales del CITAF de la presente temporada, entre los 18 y 32 euros por enfrentamiento (con un plus en dietas y 0,20 euros por kilómetro de transporte con un tope de 6,80 euros). Aparte, el Colegio se lleva entre cinco y nueve euros. Las cifras en Juvenil Nacional y Regional aumentan considerablemente y oscilan entre los 47 y 65 euros y ya, en Tercera División, se alcanzan los 121.

“En general, nos las vemos y deseamos para sufragar todos los gastos: mantener las delegaciones, pagar al personal y los formadores, los desplazamientos, etc. Del recibo que paga cada combinado, muchas veces, sobra una parte que es la que se queda el Colegio, pero la mayoría de ellos son deficitarios. Por ello, compensamos los unos con los otros y, por ejemplo, nos llevamos mayor cantidad en categorías nacionales, ya que los equipos tienen mayor poderío económico”, resume Vázquez.

Como asegura Carballo, “no te haces rico dedicándote a esto, a no ser que llegues a Primera División. El común denominador de los mortales no puede vivir del arbitraje”. Y es que hasta hace apenas dos años solo había dos árbitros en España profesionalizados: Mateu Lahoz y Velasco Carballo (ya retirado).

Además se ha experimentado un salto económico muy grande en las primeras divisiones con respecto a las menores. Según los portales Cabroworld y Fútbol Finanzas, los colegiados españoles son los terceros mejores pagados de Europa, por detrás de los italianos y británicos. Sus emulentos ascienden a 3700 euros por partido, más diez mensualidades de 11 000 euros que, junto a otros pluses como los derechos de imagen y las dietas, suman cerca de 210 000 al año.

En el fútbol femenino la diferencia es abismal. Pitar un partido en la categoría Nacional asciende a los 38 euros, cuatro veces menos que uno masculino de Tercera División. El director técnico del CITAF comenta que “no tiene nada que ver con el rol de género, sino que es más bien una cuestión de negocios. Al final la mayoría de los que estamos en este mundo lo hacemos casi de manera altruista y como un hobby porque nos gusta vivir el fútbol de manera diferente, desde otra óptica tras el silbato”.