¿Qué hiciste para acceder a la ULL? «Lo hice a través de un ciclo superior, ya que no tengo bachillerato. Al principio me costó un poco, puesto que estuve bastante tiempo sin estudiar, sin embargo, mereció la pena todo el esfuerzo que hice para estar donde estoy ahora mismo. Todo esto lo he conseguido gracias al apoyo familiar recibido, especialmente el de mi pareja que fue el que me animó a entrar en la ULL».

¿Cómo es la relación con las personas que estudias? «Fue complicado adaptarme al contexto por la diferencia de edad y, también, me faltaban conocimientos para entender cómo se desenvuelven en la sociedad. Aunque ahora mismo me siento muy cómoda con el alumnado tras entablar relación durante el primer cuatrimestre».

¿Es complicado retomar los estudios después de tanto tiempo? «Sin ninguna duda. Por circunstancias de la vida dejé los estudios y empecé a trabajar. Años después decidí presentarme a la prueba de acceso a un ciclo superior y lo aprobé. Mientras trabajaba, me saqué dicho ciclo y, en ese momento, decidí darle un giro a mi vida ingresando en la universidad».

«No me esperaba sacar una matrícula de honor en el primer cuatrimestre»

¿Qué sentiste al ver tu nombre en las listas de personas admitidas? «No te puedes imaginar lo contenta que me puse al ver mi nombre en la tercera y última lista. Realmente me puse muy nerviosa, debido a que era mi última opción de entrar y no conseguirlo hubiera sido un golpe duro para mí. Por suerte me admitieron y estoy disfrutando de esta nueva etapa en mi vida. Acceder a la Universidad de La Laguna ha cambiado mucho mi vida».

¿Cómo fueron los primeros meses de carrera? «La verdad es que se me hizo cuesta arriba acostumbrarme a la dinámica de clase porque estuve una larga temporada sin estudiar. Tuve que acostumbrarme a una nueva metodología, horarios y calendario de exámenes muy rápido para que no se me acumularan los trabajos pero, por suerte, aprobé todas las asignaturas. Lo que no me esperaba era sacar una matrícula de honor en el primer cuatrimestre».

Has trabajado como monitora en un reconocido centro deportivo del sur de Tenerife, ¿qué valoración haces de ese periodo de tu vida? «La valoración más positiva no puede ser por las experiencias que adquirí como instructora deportiva. Además, me encanta hacer deporte, llevar una buena alimentación y, sobre todo, gracias al deporte descubrí que mi verdadera vocación es la docencia».

¿Qué recuerdos tienes de tu etapa como entrenadora y que clases impartías? «Tengo grandes recuerdos, puesto que disfrutaba enseñando a los niños y niñas, los ayudaba a progresar y eso es algo que te llena. Espero que en un futuro pueda seguir haciéndolo, pero esta vez con la titulación necesaria. Daba un poco de todo, desde zumba hasta monitora en sala fitness. También realicé actividades a personas con diversidad funcional de centros ocupacionales y de la tercera edad».

«La Facultad de Educación me ha aportado mucho estos meses»

¿Te consideras un ejemplo para esa parte de la población que deja los estudios? «No sé si soy un ejemplo, pero si hay alguien que piensa que no puede entrar en la universidad porque es mayor comete un error. Si realmente quieres hacer una carrera da igual la edad que tengas, la cuestión es querer y ponerle pasión».

¿Cuáles son tus planes de futuro? «Mi objetivo es sacarme la carrera, aunque si no es en cuatro años y tardo algo más no pasa nada. Por supuesto que me gustaría sacármela año a año para poder ejercer como maestra lo antes posible. Lástima que sea en estas circunstancias y no pueda disfrutar del día a día en la Facultad y de todo lo que engloba el ambiente universitario».

¿Qué destacas de la carrera en el tiempo que llevas? «La verdad es que muchas cosas porque estoy viviendo una etapa totalmente distinta que nunca pensé que me tocaría vivir. La Facultad de Educación me ha aportado mucho estos meses».

¿A qué edad comenzaste a jugar y por qué? «Comencé a los 12 años porque quería practicar alguna actividad y mi mejor amiga estaba apuntada en un equipo de voleibol y también daba la casualidad de que en el pabellón en el que entrenaban quedaba cerca de mi casa».

¿Qué es lo que más te gustaba del voleibol? ¿Y ahora? «Me gustaba recibir los balones, ya que jugaba en la posición de líbero. Además, me gustaba ir porque al ir a entrenar me evadía de los problemas de los estudios y porque así veía a mis compañeras, las cuales algunas eran mis amigas. Ahora me gusta practicar voleibol porque así descubro gente nueva, me lo paso bien y hago algo de deporte».

«Sé que no es un deporte conocido, pero podría promoverse más»

¿Cómo compaginabas los estudios de Bachillerato con el voleibol y cómo lo haces ahora con la carrera? «Organizándome y llevando a cabo una rutina en la que integraba ambas tareas, intentando hacer todo lo que tenía antes de ir a entrenar y dejando los momentos para estudiar para después del entrenamiento. Ahora con la carrera es mucho más fácil organizarse, ya que la Universidad tiene unos horarios mucho más flexibles y los entrenamientos solo duran una hora. Por lo tanto, no me hace falta llevar a cabo una rutina como lo hacía antes».

¿Cuál es tu mayor logro y qué es de lo que más te sientes orgullosa en este deporte? «Mi mayor logro fue participar en el campeonato de Canarias en el año 2014 y, a su vez, es de lo que más orgullosa me siento en cuanto a mi experiencia en voley».

¿Crees que al voleibol se le da la importancia que merece? «No, creo que hay otros deportes a los que se les da más importancia que a este. Sé que no es un deporte conocido, pero podría promoverse más.  La importancia depende de un mayor grupo de personas que lo practica o porque simplemente es el deporte típico del país, como en España el fútbol».

«La sociedad predetermina el sexo que debe practicar cada deporte»

¿Piensas que los deportes están sexualizados? «Sí, yo creo que la sociedad predetermina el sexo que debe practicar cada deporte. Por ejemplo, el fútbol siempre se asocia más al sexo masculino, mientras que la gimnasia rítmica o el baile, al femenino».

¿Y de este en concreto? ¿Qué opinas de que se diga que es de chicas? «Es verdad que el voleibol está sexualizado y que tiende a ser practicado más por el sexo femenino, un ejemplo de esto es que en Tenerife hay muy pocos equipos masculinos federados. Por eso me gusta la actividad, ya que la Universidad fomenta la práctica sin importar el género. Es una actividad mixta y la mitad de sus participantes son chicos y la otra mitad chicas».

¿Consideras que la actividad deportiva de la Universidad está bien enfocada? «Depende de los objetivos que te propongas con en este deporte. Si tus objetivos son llegar lo más lejos posible y ganar muchos campeonatos, obviamente no es el lugar indicado. No obstante, si buscas es aprender y pasar un buen rato es el lugar ideal».

«Mi cuerpo no está acostumbrado a estar inactivo»

¿Cómo lleva una deportista como tú, acostumbrada a realizar alguna actividad física diaria, no poder hacer nada en el exterior? «La verdad que al principio no lo estaba llevando demasiado bien. Mi cuerpo no está acostumbrado a estar inactivo, pero a medida que han pasado los días lo he llevado muchísimo mejor debido a que me he hecho unas rutinas para entrenar en casa y mantenerme en forma durante este parón. No hay que darse por vencidos aunque estemos en casa y por eso estoy haciendo una rutina en la que conjunto actividades como sentadillas, abdominales, flexiones, saltar a la comba y spinning».

En cuanto al deporte en casa durante esta cuarentena, ¿qué aconseja a aquellas personas que entrenan habitualmente en el gimnasio con máquinas y ahora se ven con el hándicap de no tenerlas? «Aconsejo que intenten llevar sus rutinas de entrenamiento a casa, es decir, coger materiales que tengamos a mano y usarlos como si fueran las máquinas del gimnasio. Por ejemplo, usar garrafas de agua como pesas. En mi caso lo que recomiendo es que se mantengan en forma a través de ejercicios como abdominales, flexiones, tríceps y demás. Aunque los afortunados que tengan un patio o una zona amplia en sus casas pueden rematar el balón contra la pared, tocar de dedos y de antebrazos».

¿Consideras que la eficacia de entrenar en casa y fuera de esta es la misma? «Sí, con constancia y esfuerzo, mantenerte en forma en casa es igual de eficaz. Hay que seguir manteniéndose en forma y recordar que quien quiere, puede. Asimismo, hacer ejercicio físico en la cuarentena no solo ayuda a mantenerte en forma sino a conseguir ocupar tu mente y, así, evitar los tiempos muertos en los que no sabes que hacer».

Prácticamente desde que comenzó el estado de alarma,  se puso a realizar entrenamientos diarios para poder sobrellevar esta situación y guardar la forma física. Esto es de suma importancia, pues juega en una agrupación que compite a nivel nacional. Lo que más realiza son sesiones de abdominales y flexiones para mantener, e incluso conseguir, una mayor potencia.

«Espero que las federaciones tomen las medidas más favorables»

El futuro maestro siempre ha querido estar relacionado con el deporte, por ello en un inicio quería estudiar INEF. El problema es que esa carrera no se encuentra en la ULL y no se veía preparado para vivir en otro lugar fuera de su Isla. Otro factor que influyó bastante es el vínculo con su padre, el cual entrenaba a su antiguo equipo y al que cuando podía echaba una mano. Cabe destacar que, dentro de Magisterio, quiere decantarse por la rama de Educación Física.

Sus comienzos fueron a muy temprana edad en el único conjunto que existía en su pueblo, el Arona. Al año siguiente pasó a formar parte del BMLC (Balonmano Los Cristianos), donde se formó hasta los 16 años. Por varios motivos, la escuadra desapareció y se tuvo que ir a Los Realejos, que le sirvió de «enlace» para llegar a su actual plantel, el Tejina. En este momento, se muestra muy feliz en el club porque sigue aprendiendo y disfrutando de su verdadera pasión.

Asimismo, toda esta situación que estamos viviendo ha parado la progresión de José Antonio Rubio, que trata de conservar un plan de ejercicios recomendados por su equipo. Burpees, saltar a la comba, entrenar con pesas y actividades de fuerza son ciertos puntos de su rutina. Además, lleva al día las tareas que mandan los profesores y, en cuanto tiene un descanso, aprovecha para ver series y películas. Todo sin saltarse el confinamiento, que en palabras del balonmanista, «hay muchas personas que no lo entienden todavía». Piensa que este parón va a afectar de manera negativa, puesto que la mayoría de competiciones no se van a finalizar. También menciona que lo importante es la salud de la población y espera que tanto la Federación de Balonmano como las de otras disciplinas se acojan a las decisiones más adecuadas para la sociedad.

«El balonmano es un deporte infravalorado, más aún en las Islas»

Cree que el balonmano está muy poco valorado, sobre todo, en el Archipiélago. Para ello, pone un ejemplo: «Tenemos ocho islas y solo hay cuatro ligas insulares. En la isla en la que más se ve es en Gran Canaria, donde hay muchos más equipos que en el resto». De igual forma, agradece que se vayan creando más planteles en la isla tinerfeña, porque sostiene que no es justo que esta disciplina deportiva se quede en la nada. Sin embargo, critíca que lugares como La Palma o El Hierro no tengan nada de actividad, ya que eso conlleva desplazarse a diferentes islas, lo cual dice que es un gasto de dinero sustancial.

En general, le gusta todo de este deporte. Considera que al ojo del espectador es atractivo y que el buen ambiente con el que cuenta es ejemplar. Por otro lado, anima a la gente a que lo vea y si puede que lo practique: «Estoy seguro que a más de uno le gustaría de verdad». Comenta que él, en su niñez, jugaba a fútbol, tenis y balonmano, pero se decantó por este último debido a que tenía algo que le llamaba mucho y era el que mejor se le daba de los tres. Varias etapas después continúa practicándolo, destaca, con una ilusión semejante a la sus inicios.

Su primer referente fue un entrenador que tuvo cuando era un niño, que se fue a jugar al Puerto de la Cruz, club que en aquel entonces era de los más destacados de Tenerife. Luego, en el ámbito profesional, aprecia a una serie de jugadores como son Luc Abalo, Andy Schmid o Ivano Balic. Señala que estos han sido los que más le han influenciado a lo largo de su formación.

Para concluir, declara que en un futuro se ve en la misma plantilla. Su meta la da por cumplida, ya que revela que desde pequeño había deseado entrar en la categoría en la que está ahora: Primera Nacional. En ella, se ha hecho un hueco.