Graduación – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sat, 29 Jun 2019 10:44:14 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Graduación – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 Un adiós que no es despedida https://periodismo01.ull.es/un-adios-que-no-es-despedida/ Sat, 29 Jun 2019 06:15:55 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=106073 Melancolía, ilusión, sentimientos… En resumen, un cóctel molotov que se traduce en sonrisas y lágrimas. Ayer viernes, 28 de junio, la VIII Promoción de Periodismo de la Universidad de La Laguna despedía con orgullo tanto tiempo de esfuerzo y trabajo. Por ello, enhorabuena, compañeros. Hoy vuelvo a alzar la mano para así decirle adiós a tantos compañeros con los que he compartido momentos de pasillo, cafetería, reuniones, estrés o miradas. Ahora se cierra una etapa compuesta por cuatro años y miles de vivencias que han favorecido su crecimiento personal y profesional para llegar a ser periodistas. ¡Periodistas!

Hace once meses empezaba a ser consciente de que aquellas personas que tanto me habían enseñado se iban, pero no para siempre. Hoy se repite ese sentimiento, así que no quiero dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a todas esas personas que de manera más o menos directa han estado ahí para dar consejo o apoyo en situaciones difíciles y que se han convertido en parte de mí de manera irremediable. Os estaré eternamente agradecida.

Nuevas manos para sustentar el futuro


Entre tantas emociones, sí que me gustaría destacar el orgullo que siento por estos nuevos periodistas. Algunos se seguirán formando, otros comenzarán a buscar empleo y otros están ya ejerciendo o tienen grandes proyectos entre manos: ánimo y suerte, vuestros nuevos pasos estarán llenos de éxitos. Y es que los que ayer se graduaron tienen iniciativa, tesón y ganas, así que hoy el mundillo de la comunicación debería estar de celebración. Al menos yo lo estoy y me consta que los egresados también.

Eso sí, no puedo evitar pensar en una expresión latina en concreto: tempus fugit. Significa que el tiempo vuela y, en efecto, lo hace. ¿Por qué lo digo? Parece que fue ayer cuando oficialicé la matrícula de la Universidad y, ¿saben qué? Solo queda un año para que esta etapa se termine. Aproximadamente, dentro de 365 días podré decir que lo conseguí mientras miro hacia atrás para analizar el camino recorrido.

La profesión más… del mundo


Pero, por supuesto, no, este recorrido no es sencillo. Nobody said it was easy, como diría la canción de Coldplay. Sin ser maestra de nada y aprendiz de todo, me aventuro a decirle a mis compañeros de cursos inferiores que no se dejen llevar por los momentos de agobio, que el mundo no se va a acabar por un mal día o un mal mes, que es normal flaquear en algunos momentos. Que mientras tengan ganas, vocación y empeño, todo saldrá bien. Que según Gabo, esta es la profesión más bonita del mundo: solo nos queda vivirla muy adentro y disfrutarla.

Una de las enseñanzas más importantes y que no está recogida en ningún libro es que un adiós no siempre implica una despedida. Las personas que reciben nuestro mensaje de «hasta pronto» se van físicamente y se quedan emocionalmente. Esa permanencia es magia en estado puro: les notamos cerca aunque estén lejos, notamos su cariño aunque no lo puedan demostrar en el día a día. Y esto es lo que pasa con la VIII Promoción de periodistas que ayer se graduó.

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Los que se van, se quedan https://periodismo01.ull.es/los-que-se-van-se-quedan/ Sat, 28 Jul 2018 11:00:10 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=74742 Una de las verdades más grandes que he escuchado es que la vida es un ciclo constante. Por regla general, nacemos, crecemos, nos reproducimos (o no) y morimos. En algunos casos, simplemente estamos en un sitio y, luego, nos vamos. Tanto si hacemos las cosas bien como si cometemos algún error, dejamos un hueco detrás de nosotros que se convierte en algo irremplazable: cada cual es diferente y aporta una chispa especial. Ayer, viernes 27 de julio, la VII Promoción de Periodismo de la Universidad de La Laguna, se graduó. Y llegan las despedidas.

Empiezo a tomar conciencia y a darme cuenta de que las personas que me han enseñado gran parte de lo que sé a día de hoy se marchan, ya no los veré por los pasillos de la Facultad. Al mismo tiempo, sé que esas ausencias no serán dolorosas: un pedacito de todos ellos y ellas se queda incrustado en las paredes de la pirámide de Guajara. Han pasado cuatro años subiendo y bajando escaleras, intentando comprender en qué consiste esta profesión, luchando por un sueño, por un objetivo: ser periodistas. Lo han conseguido y, por ello, ¡enhorabuena!

Gracias, gracias y gracias


Hoy no puedo recurrir a ninguna autoridad, a ninguna institución o ni a algún intelectual porque escribo desde el corazón y con los sentimientos a flor de piel. Lo primero de todo, quiero mostrar mi agradecimiento a todos esos compañeros que ahora se despiden de la vida universitaria para emprender una nueva etapa: quizás estudien un posgrado, se vayan a conocer mundo o tengan la suerte de empezar a ejercer desde ya. Quién sabe. En cualquier caso, estoy convencida de que les irá genial. Si han llegado hasta aquí, habrá sido porque las ganas, la fuerza y la ilusión no les ha abandonado.

Les doy las gracias a los que se graduaron ahora, a los que lo hicieron hace un año y a todos los demás por no haberse rendido y por haber luchado para que las cosas mejoraran: las nuevas generaciones podemos disfrutar de muchas herramientas de aprendizaje que ellos consiguieron, como el aula multimedia, la Revista 360 o PULL, el periódico digital donde ahora lees este artículo.

Avanzamos


Comienza a dar vértigo la velocidad a la que pasa el tiempo. Un grado de cuatro años se pasa, en realidad, en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos… En un abrir y reabrir de mente. Entramos siendo niños con una manera de ver y entender el mundo infantil, pero salimos con una sonrisa de oreja a oreja y un título bajo el brazo que no solo acredita que estamos preparados para ejercer, en este caso, como periodistas: también es un certificado de madurez.

Por su parte, a los compañeros de cursos inferiores decirles que el camino no está hecho de nubes de algodón, que nos caeremos una y otra vez y dolerá, por supuesto. Y, ¿saben qué? Las heridas siempre acaban sanando y nos hacemos más fuertes. No decaigan, no se desanimen: ya queda muy poco. Cuando llegue el momento de que alguien les dedique una carta de agradecimiento y admiración, tampoco dejéis que os invada la pena. Al final nunca nos acabamos de ir del todo. Ellos se van en cuerpo, pero se quedan en alma. «¡Hasta siempre!», a unos; «¡hasta el próximo curso!», a otros.

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