«La escolarización y el ocio son básicos en el desarrollo humano»

Esther de la Rosa es graduada en Psicología. Está especializada en diferentes corrientes de la Psicoterapia, en concreto en la Terapia Gestalt y en bioenergética, en el Análisis de conducta y terapias contextuales. Su formación comenzó en la Universidad de La Laguna y acabó de especializarse entre Barcelona y Madrid. En la actualidad, cientos de miles de personas ponen su vida y su futuro en riesgo por conseguir llegar a un destino nuevo, lejos de sus orígenes, en busca de un mayor porvenir. Entre ellos, menores de edad que sienten la presión y la necesidad de tomar rumbo a otros países, donde aspectos básicos como estabilidad, aceptación y comprensión no se les brinda fácilmente.

Para ella, «es primordial tener en cuenta que el proceso de migración forzada, impacta sobre su salud mental». Además, la infancia que emigra corre el riesgo de ser víctima de explotación cuando dejan de estar bajo la protección de su Estado, e incluso la de sus progenitores, al emprender un viaje lleno de peligros.

Las reacciones psicológicas, como consecuencia de haber enfrentado situaciones traumáticas, son diversas. Donde las más frecuentes según la experta, derivan en sentimientos de indefensión, inseguridad, con aparición de conductas regresivas, temores nocturnos, problemas de alimentación, quejas somáticas como dolores de barriga, mareos o dolores de cabeza, un intenso miedo al abandono…

De la Rosa destaca que «vivimos en el contexto del miedo, de las amenazas, y en este contexto se atribuye al diferente, a la persona extranjera, la culpa de todos los males». Y es aquí donde surgen las reacciones de rechazo. Combatir los falsos mitos mediante la transmisión de información veraz y desde la acción comunitaria. Sin olvidar que se tienen que enfrentar a ese estigma, a los problemas para la reagrupación familiar, a la adaptación a un ambiente desconocido, a idiomas y costumbres diferentes. Asegura, que han de integrarse en un ambiente que es hostil y puede dificultar la comprensión y aceptación de su situación actual.

«Debemos sensibilizar y educar, sobre todo en la escuela y en el ámbito de nuestra comunidad» 

Por otro parte, combatir el rechazo debe ser un factor principal. La psicóloga insiste en la necesidad de revisar y reflexionar sobre nuestras propias ideas, relacionadas con la llegada de personas que aterrizan en nuestra comunidad pidiendo ayuda. «Debemos sensibilizar y educar, sobre todo en la escuela y en el ámbito de nuestra comunidad, y reaccionar de manera contundente frente a brotes racistas, proteger sus derechos y dignidad», apunta.

Sin embargo, es muy importante promover la integración y prevenir el racismo y la xenofobia, apoyar a las personas desplazadas, identificando y aprovechando sus fortalezas y preservando su legado cultural. El papel de las asociaciones de vecindarios y de migrantes es clave para el acogimiento y apoyar su integración.

Según ella, es esencial entender la diversidad cultural como una riqueza y fomentando el intercambio cultural entre vecinos. Trasmitir estas ideas, para contribuir a un cambio cultural a nivel local.

«El desarraigo y la estigmatización social añaden estresores psicosociales a estas personas»

Conocer sus historias personales es fundamental para comprender el motivo que ha llevado a las personas a migrar: lo que han vivido en sus países de origen y sus experiencias a lo largo del trayecto hasta aquí. Identificar sus necesidades y poder darles el brazo a tender, facilitarles la escolarización y acceso a espacios de ocio y deportivos son básicos en su desarrollo y maduración, entre otras cosas, para mejorar la integración e interacciones, construyendo así nuevas redes sociales. «El desarraigo y la estigmatización social añaden estresores psicosociales a estas personas», explicó De la Rosa.

La clave, según la psicóloga, se centra en la atención desde las distintas instituciones para brindarles el apoyo necesario hacia su correcta integración, identificar e intervenir poniendo a disposición los recursos y medios necesarios. Los principales factores que causan estrés y que originan problemas psicológicos son diversos y el impacto en cada uno dependerá de su experiencia individual, los eventos estresantes, intensidad, el apoyo social y familiar, entre otros.

¿Qué es Golden Promises? «Golden Promises Canarias es un sueño hecho realidad. Nuestro objetivo es acercar el deporte a las personas con discapacidad. Aunque sigue en construcción, hemos dado pasos de gigantes en tan solo un año. El proyecto comenzó como una competición de fustal exclusiva en las Islas, pero se ha tenido que tornar en algo diferente debido a la pandemia, aunque no muy alejado de la idea principal».

¿Cómo surgió la idea? «Surgió porque varias personas responsables de varios equipos de esta disciplina adaptada de Tenerife, con quienes teníamos comunicación a través de diferentes eventos deportivos, nos comentaban que querían competir de forma regular. Cada año se celebraba el Campeonato de España de Fútbol Sala para Personas con Discapacidad. Y, como cualquier conjunto competitivo, demandaban una preparación previa a sus jugadores. Y así es como nació todo».

¿Quién integra este proyecto?  «El presidente del C.D. Maxorata, Juan Perdomo, Joel Sancho y yo. Por tiempo y formación, fui la responsable de gestionarlo todo al principio. Me encargué de la elaboración del esquema de trabajo, establecer contactos y elaborar las ideas de futuro. Pero desde el comienzo lo formamos los tres. Aunque no sería posible sin las empresas que colaboran y nos ayudan cada día. Solo podemos darles las gracias».

¿Por qué fútbol sala y no otro deporte? ¿En un futuro se podrían abarcar más actividades deportivas? «Nos centramos en esta modalidad por dos motivos principales. El primero, porque fue tras un torneo donde surgió todo. Y el segundo, porque las personas que lo integramos estamos inmersas en este deporte, ya sea jugando o entrenando. Nuestra idea es enfocar el proyecto a lo que mejor conocemos, pero nos encantaría que el deporte y la actividad física fueran recursos de ocio del que pudiesen disponer todas las personas con discapacidad de las Islas».

¿Cree que el deporte inclusivo no tiene tanto apoyo como debería? «Creo que el deporte inclusivo tiene apoyos dependiendo de la entidad que realice la iniciativa. Desafortunadamente, hay ciertos grupos sociales que disponen de bastantes menos apoyos de los que merecen. Ahí está nuestra lucha diaria».

¿Recibe alguna subvención o ayuda del gobierno? «Por supuesto que no. Ni del Gobierno, ni del Cabildo ni del Ayuntamiento. Ni de nadie, a decir verdad. Para poder tener algún ingreso para futuros proyectos hemos tenido que recurrir a la venta de productos solidarios, como la camiseta oficial de la asociación o, directamente, abrir nuestro bolsillo».

«Somos una entidad desconocida»

¿En qué momento actual se encuentra el proyecto? «Ahora mismo estamos rediseñando todo. Lo que en un principio iba a ser una competición, por diferentes motivos, no ha podido serlo. Sin embargo, tenemos en mente varias alternativas que, si las circunstancias sanitarias lo permiten, podremos llevarlas a cabo en un futuro».

¿Cree que no se ayuda suficiente a este tipo de proyectos que no tienen una plataforma o marca detrás? «Está claro. Actualmente somos una entidad desconocida. No es lo mismo pertenecer a una marca ya registrada o tener contactos que te puedan ayudar que el tener que empezar desde cero. Por eso, cada paso que damos lo celebramos como si fuese el penúltimo. Nunca el último».

En Canarias hay diferentes asociaciones deportivas de personas con discapacidad. ¿Les han hecho llegar su opinión? «Nosotros, como responsables, nos pusimos en contacto con mucha gente, tanto clubes ya formados como entidades que quisieran hacerlo. Recibimos respuesta de muy pocas y apoyo de bastantes menos. Esa es la realidad. Por los motivos que fuesen. Seguimos en contacto con algún club y alguna asociación, pues nos muestran su interés constante, algo que agradecemos muchísimo».

«Poco a poco vamos a ir abriendo puertas y nuestras ideas se van a materializar»

¿Qué espera del proyecto en un futuro? «Esperamos poder llevarlo a cabo, sinceramente. De momento no hemos tenido esa oportunidad. Se nos ha juntado todo. Creemos que poco a poco vamos a ir abriendo puertas y nuestras ideas se van a materializar. Esperamos poder crear un espacio deportivo inclusivo donde todo el mundo pueda disfrutar y divertirse».

¿Cree que la ciudadanía es consciente de las barreras que le suponen a una persona con discapacidad poder hacer deporte? «La discapacidad está muy invisibilizada. No nos damos cuenta de todas las barreras que tenemos, que no quitamos, y que seguimos poniendo diariamente, y no solo en el deporte. Es verdad que poco a poco vamos siendo más conscientes de lo que le supone a una persona tenerla y vivir en una sociedad cubierta de barreras y personas intolerantes. Granito a granito vamos sumando. Es importante informarse y expandir la mente. Y, sobre todo, es vital no mirar para otro lado».

¿Cómo podemos saber más del recorrido del proyecto?  «Son varias las formas que tiene la gente de poder ayudarnos. Podrán ponerse en contacto con nosotros y seguir nuestro trabajo a través de nuestro Facebook, Instagram y Twitter».