Pasadas las siete de la tarde, Erik Hernández, Lorena Pérez y Daniel Sanfiel aparecieron en el escenario acompañados de una música de fondo. Tras introducir la ceremonia, Hernández dio paso a la primera artista, Muriel Sardá que deleitó a los asistentes con canciones de su primer trabajo In Fluye. Acto seguido, Sanfiel presentó a Constanza Rugeles. La intérprete expuso varios temas pero destacó el último, Vivir mi vida del puertorriqueño Marc Anthony que hizo bailar al público  y que, además, dedicó a su tierra Venezuela.

Le sucedieron las actuaciones de Lucía Sweeran, que cantó sus propias letras como Para ti desde la melancolía y Ángela Suárez que se estrenó en los escenarios, pero pisó fuerte cantando por Demi Lovato, Rihanna y Natti Natasha. Todas ellas introducidas por unos presentadores que no paraban de sacar las carcajadas a los espectadores.

Una velada protagonizada exclusivamente por mujeres canarias

Llegadas las 20.30 horas, Daniel Sanfiel expuso los motivos de la celebración del evento y qué actividades se llevan a cabo en la sociedad, en una exposición que no dejó indiferentes a los asistentes. “Es muy importante reseñar que el objetivo principal de esta asociación es ayudar, defender y proteger a las personas sin hogar’’, explicó Sanfiel.

Tras ese breve descanso de actuaciones, The Last Potion subieron al escenario para cantar temas como What’s Up de 4 Non Blondes o Girls just want to have fun  de la carismática Cyndi Lauper. Sin duda el grupo fue la gran sorpresa de la noche. La banda animó al auditorio a corear con ellos y a seguir el ritmo con palmas. Elena Saavedra fue la encargada de mantener el ritmo tras la actuación de la pareja. La cantautora puso el listón muy alto al representar sus propias canciones y demostrar su dominio de la guitarra. Sus ritmos latinos y rumberos dejaron a los presentes con ganas de más.

“La música es lo único que nos salva de tantas desgracias”

Se acercaba el final de la gala cuando Fátima Perera entró al escenario para deleitar al público con canciones, en su mayoría, de cantantes femeninas. “Quería cantar solo canciones de mujeres para ir acorde a la temática de hoy, pero con esta canción tengo una conexión muy especial y me hacía bastante ilusión interpretarla aquí hoy’’, comentó la artista refiriéndose a Radioactive de Imagine Dragons. Seguidamente, Erik Hernández dio paso desde el palco a Tori Ferrer de una manera muy cariñosa. Los presentes aplaudieron con efusividad a la cantante tras atreverse a interpretar El patio de Pablo López. Además, presentó temas propios que emocionaron a todos.

Para terminar, Paula Cantalapiedra sacó a la luz su potente voz para entonar canciones emotivas como Never enough o Mujer contra mujer. Esta última la hizo acompañada de la violinista Roxana Kraut, que se mostró muy agradecida por la invitación de Paula para tocar en el Paraninfo. La función terminó con más risas proporcionadas por los presentadores que durante todo el encuentro no pararon de darle las gracias a los asistentes.

La actividad contará con la participación de varias cantantes y un dúo conformado por voces femeninas con la intención de darle voz a las mujeres que no pueden hablar. Ellas serán Muriel Sardá, Constanza Rugeles, Lucía Sweeran, Ángela Suárez, The Last Potion, Elena Saavedra, Fátima Perera, Tori Ferrer y Paula. Las invitadas son en su mayoría universitarias.

Los fondos recaudados serán empleados para la financiación de propósitos caritativos como la campaña Stop bulos, que pretende eliminar las difamaciones que existen sobre la situación de pobreza, así como dar información verídica acerca de este asunto.

La organización del acto corre a cargo de la presidenta de la Asociación, Lorena Pérez, quien considera que cualquier evento de este tipo debe de tener una razón de ser: »No soy una de esas personas que hacen las cosas sin sustancia, así que no se esperen que este sea un concierto habitual». También afirma que, »hasta en el último momento, Invisibles dará sorpresas». Presentará y dirigirá el evento el locutor de radio Erik Hernández.

Para empezar la charla se ofrecieron varios datos que dejaron claro que 840 000 canarios están en riesgo de pobreza o exclusión social, estadística que refleja que el 40,2 % de la población canaria está en una paupérrima situación. Además, también se hizo referencia a la Tasa Arope, que es aquella que mide las personas en riesgo de estar en situación de indigencia y discriminación. A raíz de esto comentaron que esta tasa en Canarias es 13,6 % veces más superior a la media del País y es la segunda más elevada de todas las regiones.

Una vez puesto todos los datos sobre la mesa, Fabricio González empezó explicando cómo funciona y qué mecanismos se emplean en el centro en el que trabaja: “Nosotros estamos financiados por Cruz Roja y por el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, que desarrolla tres líneas de acción, tales como la cobertura de necesidades básicas cubriendo el servicio de duchas, lavandería, consigna, ropero y desayuno, las actividades socioeducativas y ocupacionales e intervención personalizada con las personas usuarias”.

Los hombres piden más ayudas que las mujeres

La mayoría de usuarios del Centro de Día de La Cuesta son hombres y se encuentran en un rango de edad entre 30 y 41 años. Exactamente, en este establecimiento se cuenta con la presencia de 149 varones frente a 49 mujeres. El ponente afirmó que suelen acudir personas con estudios primarios, que tienen rentas mínima y sin apoyo familiar  ni social. “Los usuarios que acuden a dichos recursos son ciudadanos con escasos enlaces o recursos de apoyo, alguno de ellos con adicciones y con causas pendientes con la justicia, por lo que su situación en la mayoría de ocasiones es producto de varios factores”, subrayó, para añadir que el pasado año atendieron a 232 usuarios.

González cedió el testigo de la charla a su compañera Yaiza Ramos, que habló de la Unidad de Emergencia Social. Empezó definiéndola como “el puente de enlace entre la calle y los recursos sociales”.  Además, hizo hincapié en recalcar cuales son los objetivos de la Unidad de Emergencia Social. “Nuestras finalidades son dos: atenuar la precarización de las condiciones de vida que presentan las personas vulnerables para disminuir su situación de pobreza y promover la sensibilización compromiso e implicación de la sociedad en la lucha contra esta”, expresó la perito.

Cena caliente, bebida y manta

Tras dejar claro las finalidades de la UES, la técnica de Cruz Roja dijo que desde septiembre a diciembre de 2018 han pasado 36 personas, de las cuales 27 son hombres y nueve se corresponde a mujeres. En cuanto a la edad predominante, las edades medias se sitúan entre 31 y 45 años.

Por último, detalló que la UES trabaja todos los días del año y reparte a diario cena caliente, bebida y manta. Además, organizan actividades grupales para fomentar la adquisición de habilidades sociales y generar una motivación hacia el empleo y la autoestima.