Lleva alrededor de 20 años siendo docente en la Universidad de La Laguna, ¿qué le impulsó a impartir clases en este centro? “Cuando ejerces el periodismo, muchas veces sientes la necesidad de ir un poco más allá. Así, puedes dar a conocer a un conjunto de personas que, en este caso son los alumnos de la Facultad, una serie de experiencias. También les enseñas interpretaciones de cómo debe ser la profesión y las mejoras que se deberían introducir en ella, de tal manera que llevas al mundo académico las mejores vivencias que has obtenido a lo largo de los años dedicados a este servicio”.

Ha impartido distintas asignaturas como Deontología de la Comunicación, Periodismo Especializado o Ciberperiodismo. Actualmente imparte Opinión Pública, ¿por qué? “Todos han sido, para mí, campos de estudio y de muchas consideraciones positivas para los alumnos. Y respecto a Opinión Pública, considero que es la asignatura que más se adecua a mi perfil. Entre mis objetivos como docente, a parte de los que dije, está el de dar a conocer los aspectos fundamentales para el desarrollo de la actividad de un periodista. De esta manera, se puede contribuir a que el ciudadano adquiera una idea aceptada del mundo en el que vive, de los asuntos públicos y demás”.

“Todas las materias que están en el plan de estudio son importantes y necesarias»

Respecto a la asignatura de Opinión Pública, ¿cree que somos conscientes de lo que significa el concepto? ¿Lo utilizamos adecuadamente? “No siempre. Como le explico a mis alumnos en las clases, la expresión de opinión pública tiene muchos significados. Normalmente no se usa para lo que es lo más adecuado que, como su nombre lo dice, es la opinión de los públicos, que tampoco corresponde al conjunto de ciudadanos sino al criterio de las personas”.

¿Considera el contenido de esta asignatura más necesario? “Todas las materias que están en el plan de estudios son importantes y necesarias. Considero que Opinión Pública es una de las asignaturas básicas, porque si en ella se hace ver a los alumnos la importancia que tiene su labor en el proceso de formación del propio concepto en los ciudadanos, eso de por sí, es relevante. Los juicios de los ciudadanos se crean por múltiples factores, que pueden ser internos y externos. Uno de estos últimos tiene que ver con la formación de los conceptos a través de los medios de comunicación”.

Además de ser docente en la ULL ha trabajado y colaborado en diversas radios y periódicos. ¿Con cuál de los dos medios se ha sentido más cómodo? “Si me dan a elegir, me quedaría con el mundo de la radio. Personalmente, me dediqué muchos años a trabajar en varias emisoras: Cope, Radio Nacional o Radio Club Tenerife. Siempre me ha atraído más que cualquier otro medio de comunicación. A fin de cuentas, hacer periodismo es también algo que me atrae, por lo que no descartaría ninguno. Aún así, ya hoy en día posiblemente no pero, en otro momento seguiría eligiendo las ondas. Además, volvería a trabajar o a ser partícipe en alguno de ellos”.

«En la Universidad no solo se piensa en docencia, sino también en la investigación»

Ha colaborado en distintas líneas de investigación, entre ellas, Hacia un periodismo de calidad, La comunicación latinoamericana ante el nuevo milenio o Los medios de comunicación y las ciencias de la información. ¿Hay algún motivo en concreto que le ha llevado a participar en estas investigaciones? “Sí, porque todos estos ámbitos tienen que ver con mi perfil como docente y como profesional. Sin duda, todos estos campos de estudio están relacionados con actividades que he ido desarrollando. Además, el mundo de la investigación también me atrae porque, gracias a esto, podemos ampliar ciertos conocimientos que a lo mejor no se tienen y que conviene obtener para el desarrollo de ciertos objetivos. En mi caso, como profesor”.

También, ha realizado investigaciones propias como La opinión pública, especialmente el ámbito internacional, La comunicación política y El ciberperiodismo, entre otras. ¿Qué es lo que le ha llevado a realizarlas? “Bueno, la verdad es que no he dedicado demasiado tiempo a ese tipo de actividades. Solo en algunos casos específicos. Por ejemplo, cuando he desempeñado cualquier labor en ese sentido es porque, en cualquiera de estos aspectos, siempre he tenido una enorme atracción como en el caso de la información internacional”.

Sabemos que tiene un gran recorrido académico como profesional del periodismo e investigador. ¿Qué proyectos tiene en mente? “Cuando uno trabaja en la universidad, no solo tiene que pensar en la docencia sino también, en la investigación. En este último, me atrae mucho más enseñar, sin duda. No quiere decir que la indagación no me llame. En este mundo estudiaría más bien lo relacionado con el periodismo actual y las implicaciones que hay en la formación de la opinión pública. Por ejemplo, el hecho de saber cómo están influyendo las redes sociales y todas las nuevas tecnologías en la formación de ella y en qué medida están contribuyendo los medios a la creación de este concepto”.

El jurado, compuesto por Alicia Llanera, catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; Rafael José-Díaz, ganador del año 2007, y Fernando Gómez Aguilera, director de la Fundación César Manrique, concedió el galardón a la composición del lagunero entre las 57 obras presentadas a concurso. El premio incluye un aporte económico de 3000 euros, la edición del poemario, así como la producción de 50 copias del mismo.

Jesús Díaz Armas es traductor de poesía, sobre todo italiana, y miembro del Taller de Traducción Literaria de la Universidad de La Laguna. Obras de Mario Luzi, Aldo Palazzechi y Antonio Prete han integrado su trabajo. Pasó a formar parte de la ULL en 1999, tras haber dado clases de Lengua y Literatura en diferentes institutos de educación secundaria. Como docente universitario ha ejercido en cursos de doctorado en las facultades de Educación y Filología, pero en la actualidad está dedicado al departamento de Didácticas Especiales en la facultad de Educación, así como a la dirección de la sección de Literatura del Instituto de Estudios Canarios.

A muy temprana idea se introdujo en el mundo literario con ocasionales colaboraciones en el diario La Tarde, para luego pasar por el Diario de Avisos, donde se encargó de la información municipal. En cuanto a su línea de investigación académica, destacan sus estudios sobre la literatura española del Siglo de Oro, una extensa formación literaria (literatura infantil y juvenil), además de la traducción de este arte, entre otros.

A través de su novela, pretende llegar a la explicación de la vida mediante la pérdida, ya que considera que el ser humano está siempre esperando la muerte o sintiendo su compañía. «De esta manera, la vida se entiende de forma gradual y acumulativa. Busco aclarar el sentido de la muerte». Para ello, en su obra muestra un arquetipo considerado característico del ser humano posmoderno.

Tal y como comenta Lydia Vázquez, profesora de la Universidad del País Vasco, «su narrativa desvela una obra cargada de ironía en el que el ‘yo’  rememorador de un pasado, impone a su ser presente». Además, la historia alterna con otro personaje, el asesino, que ejerce su trabajo con profesionalidad y arte”.

La habilidad de Solís consigue llevar al lector a lo más profundo de la mente humana utilizando recursos como el suspense Y, aunque afirma que se aleja, en cierta medida, de los cánones de la novela negra considera que “algo de eso hay, pero de forma más difusa e inquietante”.

Finalmente, el autor expresó que «lo que pretende El canto de la raposa es plantear al lector la verdad acerca de la vida y busca sorprender, no solo por el desarrollo, sino más bien por el desenlace”.

En el acto intervinieron también, el autor Ignacio Cestao, Juan Manuel García Ramos, catedrático de Filología Española e Inmaculada Perdomo, directora de la cátedra Pedro García Cabrera.