Moda sostenible – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Mon, 10 Jul 2023 15:48:28 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Moda sostenible – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 «Mi mayor inspiración es lo vivido» https://periodismo01.ull.es/mi-mayor-inspiracion-es-lo-vivido/ Mon, 10 Jul 2023 12:59:52 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=259347 El estilista y creador de contenido grancanario Luis Artiles, mejor conocido en sus redes como Artilesss, y fundador de la marca de ropa sostenible y vintage, Ekamai Club, utiliza sus redes sociales para promocionar sus diferentes proyectos de estilismo con artistas de las Islas y mostrar a las personas que lo siguen sus outfits creativos. Pese a los comentarios negativos y de odio que sufre a diario en TikTok por sus looks diversos y llamativos, las redes han sido un lugar donde expresar su arte de una forma más cercana y una unión directa con las personas que lo ven. 

¿Cómo comenzó en las redes? «Las redes sociales me las empecé a tomar más en serio prácticamente desde que empezó Instagram. En ese momento trabajaba en el mundo de la moda y las veía como un escaparate donde poder enseñar  quién era, puesto que buscaba trabajo de modelo. Con el tiempo me fui dando cuenta de que era la forma más factible de llegar a las personas sin gastar dinero en publicidad. Cuando empezó TikTok a estar en boca de todo el mundo me lo planteé, pero tardé un poco en abrirme la cuenta, ya que Instagram me tenía muy consumido. Y cuando me lo abrí vi que era totalmente diferente y que podía ser mucho más real y fácil, tenía que subir un vídeo hablando y expresándome».

¿Cuál fue su primer trabajo como estilista? «El primer proyecto de estilismo que recuerdo fue cuando vivía en Valencia y ya teníamos, Araya (fundadora) y yo, Ekamai club. Me cogieron para un trabajo donde yo hacía de modelo. Era una publicidad para una hamburguesería y necesitaban ropa para las personas de la propaganda. Les propuse que aparte de hacer el trabajo de modelo, me gustaría junto a Araya hacer el trabajo de estilismo con ropa de la tienda y nos dijeron que sí. A partir de ahí, vimos eso como una posibilidad».

¿Cómo empezó en el mundo del estilismo en videoclips musicales? «Desde que el equipo de Ekamai Club llegó a Las Palmas de Gran Canaria y abrimos la tienda, nos propusimos hacer este tipo de trabajos con artistas de la Isla. Vi un artículo de periódico que decía que la primera artista canaria en tener un millón de seguidores era Karen Méndez, la investigamos y nos encantó, así que le dije a Araya que teníamos que trabajar con ella. Le mandamos un mensaje a ella y a su equipo y la jugada salió bien. Vinieron a la tienda, conocieron lo que hacemos y quisieron que trabajaramos. Conectamos tanto con Karen como con su acompañante y artista Juacko».

¿Cuál de todos los artistas es el que más ilusión le ha hecho vestir? «Han sido muchos los proyectos que me han hecho ilusión hacer por diferentes motivos, pero creo que me lo pasé muy bien haciendo el videoclip de Muchoperro de Cruz Cafuné y Juseph, Viaje para el pasado de Karen Méndez, Sin avisar de Eli Rosex y Space Jam de El Ima». 

¿Cree que la sociedad canaria tiene una mente abierta con las personas que visten de forma no normativa o con diferentes tipos de cuerpos? «Creo que, por lo general, la sociedad Canaria está preparada para ver diferencia. El problema está cuando hay un grupo de gente bastante grande y hacen mucho ruido o se quieren hacer ver de más y hacerse notar. Quieren que veas que están en contra o les incomoda algo de otras personas». 

«Mi proyecto futuro es mi presente»


¿Cuáles son sus principales fuentes de inspiración en los looks «Mi mayor inspiración es lo que he vivido, las personas, ciudades y culturas que he conocido. Lo que he visto desde pequeño, los videoclips, series, películas del pasado y algunas actuales. Intento inspirarme de las personas nuevas que conozco, las que veo por las calles y, sobre todo, me fijo en la tercera edad. Creo que tienen una personalidad muy forzada con los años y se nota en su estilo. También veo las tendencias que salen, los desfiles, las nuevas marcas, marcas emergentes, marcas consagradas…». 

¿Cómo maneja los comentarios negativos o de odio acerca de su estilo en las redes? «Siempre he agradecido que los comentarios de odio me llegaran con treinta años y no con quince. A día de hoy puedo manejarlo desde un punto de vista muy diferente. Me tomo las redes sociales como un trabajo donde me expongo y soy yo de verdad, pero sabiendo que la realidad es la vida que vivimos en la calle con nuestra gente y lo que pase en ellas no debería afectarme en mi vida personal. Pero claro, me sigue sorprendiendo que haya gente capaz de poner comentarios como los que ponen. A día de hoy pienso: tienen que ser personas muy vacías por lo tanto ni rabia se les puede tener». 

¿Ha tenido alguna experiencia destacable o interesante gracias a su presencia en Tik Tok? «Experiencia que destacaría, pues lo que digo siempre, con un mes de trabajo en redes consigo la misma clientela que un año trabajando y dando tarjeta a todas las personas que vienen a la tienda. Gracias a este tipo de propaganda ha venido muchísima gente y mi negocio funciona. Otras cosas destacables es que la prensa, tanto radio como televisión y periódicos se han interesado en Ekamai. Por lo tanto, lo único que puedo destacar es la presencia y publicidad». 

¿Cómo es un día como creador de contenido? «Yo estoy todo el día trabajando en redes sociales, tanto las de Ekamai club como las mías personales. Tengo que compaginarlo con el trabajo en tienda, en almacén, también con mi vida personal, mi casa, mis gatos; así que yo lo que intento es grabarme en los momentos que tengo libre, mi contenido personal antes de comer y después. El contenido de la tienda sí que me lo tomo más en serio y tengo que idear planes de publicidad de marketing, relaciones públicas, gestión de comentarios, mensajes, básicamente todo mi día».

¿Cómo nace Ekamai Club? ¿Cuál es el lema que quiere transmitir la marca? «Ekamai Club nace en un momento de decisión crítica cuando Araya y yo vivíamos en Vietnam y decidimos volvernos a España después de haber estado un año viviendo en Tailandia. Nos preguntamos qué queríamos hacer y ese año nos empapamos tanto de la cultura de mercadillo, marcas emergentes y personalidades del diseño  en Tailandia que decidimos llevar ese concepto a Valencia. Y ahí nace Ekamai Club, al principio era solo en Instagram. Hacíamos fotos, enseñamos nuestro Lifestyle a la vez que vendíamos las prendas que transformábamos». 

¿Tiene algún plan futuro o meta que le gustaría alcanzar a corto plazo? «Mi proyecto futuro es mi presente, Ekamai Club. Sí que nos hemos propuesto trabajar sobre todo online, que la web funcione y poder dedicar más tiempo a los estilismo y a la dirección creativa». 

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María Azcárate: «La sostenibilidad es medioambiental y también social» https://periodismo01.ull.es/maria-azcarate-la-sostenibilidad-es-medioambiental-y-tambien-social/ Mon, 12 Jun 2023 13:00:53 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=255113

«Para nosotras es más importante la educación que incluso el producto»

María Azcárate es diseñadora especializada en moda sostenible. Desde pequeña estuvo relacionada con la naturaleza. Su padre es biólogo, por lo que siempre ha tenido esa sensibilidad con el medioambiente. La joven canaria comenzó a mezclar sus dos pasiones cuando estaba estudiando bachillerato, en ese momento, decidió cursar un ciclo de moda en Barcelona. Azcárate asegura que «cuando vistes también estás vistiendo el suelo, por lo que tenemos que cuidar los recursos que nos aporta la Tierra a través de las prendas que usamos».

En los años posteriores a graduarse decidió volver a vivir a Canarias, allí, la diseñadora empezó a testear la demanda de moda sostenible de las Islas. En un principio no encontró referentes en el mercado canario, pero poco a poco, y tras la pandemia, supo cómo hacerse un hueco y comenzar con su emprendimiento, que ahora se conoce como Mía Moda Regenerativa.

Las primeras prendas que realizó fueron unas camisetas con la colaboración de La Gallita Mía. En 2020 lanzó su primera colección bajo la marca de Mía Sustainable Colection. Azcárate afirma que «en Canarias la demanda de una producción más consiente era un hecho real que tarde o temprano iba a llegar».

La diseñadora señala que “la pandemia ha hecho que las personas sean más conscientes del daño que causamos en la naturaleza”. Además, admite que ha visto un mayor interés en buscar alternativas más amigables con el medioambiente en las que se incluye su proyecto.

«En las Islas no tenemos ninguna producción de tejidos sostenibles»


La firma canaria destaca por los valores que defiende, como la educación, que según la fundadora va por encima del producto. «Intentamos educar desde todas las partes de la producción para concienciar del valor de la prenda», señala. Las prendas hechas en Mía Moda Regenerativa tienen como prioridad ser biodegradables. La diseñadora resalta que «solo utilizamos materias primas de fuentes sostenibles: orgánicas, regeneradas o recicladas».

El proceso de producción se realiza íntegramente en Canarias. Azcárate comenta que «en las Islas no tenemos ninguna producción de tejidos sostenibles», por ello, echa en falta una industria de moda sostenible en el Archipiélago.

La moda regenerativa beneficia la recuperación del entorno natural. Foto: PULL

Actualmente, se encuentra centrada en la moda regenerativa debido a que beneficia más al Planeta. La diseñadora subraya que «la Tierra no solo necesita que la cuides, sino que generes los recursos que te ha dado». Mía Moda Regenerativa está directamente relacionada con la agroforestación de las Islas, ya que, el 3 % de la compra de una prenda va para el Proyecto Lilo, encargado de la reforestación de suelos naturales y ecosistemas en Tenerife.

Desde Mía Moda Regenerativa diseñan prendas con el pensamiento de la comodidad de sus clientes ofreciendo diversidad de tallas. «Nuestro objetivo al diseñar la ropa es que las personas puedan disfrutarlas en distintas ocasiones y que se sientan a gusto», comenta Azcárate. La joven canaria define su marca con los valores de coherencia, honestidad y conciencia. Afirma que «no buscamos las tendencias seguras, sino que vamos buscando alternativas que nos aporten esa sostenibilidad y ese objetivo final».

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María Azcárate: «Hay que comprar de forma responsable» https://periodismo01.ull.es/maria-azcarate-hay-que-comprar-de-forma-responsable/ Sat, 17 Sep 2022 12:59:06 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=225886

María Azcárate (Mía) es diseñadora de moda y fundadora de MIA Sustainable Collection, una empresa canaria de ropa sostenible que lucha contra el consumismo, la mala gestión de los recursos, la falta de trabajo local y el modelo fast fashion (moda rápida y contaminante), siendo este un problema que, a pesar de que existe desde hace muchos años, se está promoviendo cada vez más en la economía mundial debido a las microtendencias de las nuevas redes sociales.

¿Qué es la fast fashion«Es el consumo desmesurado de ropa. No somos conscientes del porqué la estamos comprando en muchas ocasiones, ya que estamos satisfaciendo una necesidad inmediata que nos juega en contra. Cuando lo relacionamos con las redes sociales nos damos cuenta de que no podemos repetir la misma ropa, debemos ser diferente… Al final, todo es psicológico. Son compras abusivas e inconscientes».

¿En Canarias es un problema? «Sí, debido a la globalización han llegado muchísimas industrias de todo el mundo que no nos cuentan de dónde viene el producto o cómo lo hacen. Hay empresas de todo tipo que se centran en la fast fashion. Aquí tiene más hincapié debido al turismo que ha atraído a grandes masas cuyo dinero no se queda en las Islas, sino que se va a otro lugar».

«La moda sostenible paga bien a las personas que la trabajan»


¿Cuál es el propósito de la moda sostenible? «La sostenibilidad es algo que se sostiene en el tiempo. Hay que diferenciar la moda sostenible del slow fashion (que es dejar de consumir tanto, hacer intercambio de ropa, comprar de segunda mano…). Si algo se ha producido de tal forma que pueda cerrar el ciclo, desintegrarse y volver a la tierra de donde viene, es moda sostenible. Es una prenda que no explota los derechos humanos ni el medioambiente».

¿Es cierto lo que dicen sobre que la moda sostenible es cara? «No podemos hablar de caro o barato cuando comparamos cosask que son incomparables. La moda sostenible es consciente, paga bien a las personas que la trabajan, desde el cultivo de la semilla de algodón hasta el tejido y la prenda. Además, en el proceso se cuida el medioambiente. Si tenemos en cuenta esto y lo comparamos con un precio irreal del valor de un producto que no ha tenido en cuenta estos puntos y ha explotado a gente por el camino, pues no es lo mismo».

¿Qué otras opciones tendría la ciudadanía para evitar caer en la compra de moda rápida? «Hay que empezar a ser consciente, consumir menos y entrar en el slow fashion o pasos a seguir para llegar a comprar de forma responsable».

MIA Sustainable Collection cuenta con un agricultor ecológico para biodegradar sus prendas. Foto: N. S.

¿Piensa que las microtendencias actuales suponen un problema para el medioambiente? «Donde hay que poner el foco es en la educación y en la cooperación mundial. Es necesario generar comunidad y comunicar el trabajo detrás de una prenda y un estilo de vida que no es consciente con el Planeta. Las redes sociales son la forma que tiene la juventud de informarse y llevar a cabo las tendencias. No hay que fomentar el máximo consumo con precios baratos».

¿Es culpa de las grandes empresas o el cambio es individual? «El cambio es individual. Somos responsables de cada acción que tomamos y de cada compra que hacemos. Para mí, una compra es un voto con el que eliges el tipo de sociedad y futuro que quieres. No podemos esperar a que venga de arriba. Ahí hacen lo que la mayoría del pueblo quiere. Tenemos que aprovechar la conectividad que hay hoy en día para mejorar».

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Sandra Cozzi: «Pasa el tiempo y no hay conciencia medioambiental textil» https://periodismo01.ull.es/sandra-cozzi-pasa-el-tiempo-y-no-hay-mas-conciencia-medioambiental-textil/ Thu, 15 Sep 2022 13:00:11 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=225719

La moda es la segunda industria más contaminante del planeta después del petróleo. Cada vez son más las personas que buscan ayudar al  medioambiente mediante la reutilización de las prendas de vestir que ya no les sirven. Sin embargo, la ropa que no se recicla adecuadamente suele terminar en los barrancos o en el océano. Sandra Cozzi es una de las responsables de Canarias Recycling, centro de reciclaje textil en Santa Cruz de Tenerife, cuyo objetivo es recuperar y dar otra vida a los residuos de este tipo en las Islas.

¿Cuál es la labor de Canarias Recycling? ¿Por qué es tan importante para el medioambiente? «Gestionamos residuos textiles. Hemos colocado alrededor de setecientos contenedores y trabajamos con municipios, universidades y Puntos Limpios. Una persona consume alrededor de catorce kilos de ropa al año. Empezamos a recoger en 2010 dos por habitante anualmente y esa cifra se ha mantenido, lo que quiere decir que pasa el tiempo y no hay más conciencia medioambiental. Nuestro objetivo es tratar de captar esos doce kilos sobrantes que están mal gestionados».

¿Qué impacto medioambiental generan los textiles cuando no se reciclan? «Un textil en el bosque es inflamable, sobre todo si está hecho de poliéster. Mucha de la ropa en la basura va al vertedero. Hay personas que piensan que una vez llegue a la Planta Insular de Residuos Sólidos se separa, pero no es así. Al estar mezclada con el resto de materias se prensa y no se puede salvar nada».

¿Es en Canarias un problema grave teniendo en cuenta el paisaje? «Existe basuraleza textil en las Islas. Cuando se deja una caja abierta con ropa al aire libre pues el viento se la lleva, una persona la revuelve buscando a ver si algo le va bien… Al final, todo eso termina en la basura, en barrancos o montes, e incluso en el océano. En Candelaria llegaron a encontrar un vestido de novia en el mar. Es necesario prestarle atención a estos sucesos».

«Tirar a la basura 2700 litros de agua no es ético»


¿Cuánta agua se utiliza para generar la ropa? «El consumo de agua para fabricar una camiseta es de 2700 litros. Termina siendo un equivalente a tres años del agua que bebemos. Esto está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto el de agua limpia y saneamiento. Hay poblaciones que a día de hoy no tienen agua corriente, y tirar a la basura esa cantidad de líquido no es ético. En cuanto al CO2, un pantalón produce alrededor de cinco kilos».

¿Cuáles serían las buenas prácticas de la ciudadanía? «Cada persona es libre de hacer lo que considere, pero en caso de llevar la ropa a una ONG es necesario ir directamente y preguntar. No hay que dejar la ropa en un lado porque eso no es sostenible. Existe la opción del contenedor para quien quiera y pueda usarlo, ya que se puede poner todo tipo de textil, calzado, pañales, sábanas, accesorios como la funda del móvil, una cartera… Inclusive juguetes de peluche o de lana».

¿A dónde llegan estos textiles después de ser situados en los contenedores habilitados? «Los trasladamos y después van a una planta de procesado. Allí se separan y clasifican hasta cincuenta categorías diferentes de ropa, tanto por la variedad como por la calidad del producto. Hay empresas que se dedican a hacer hilaturas, así el residuo textil se convierte en una materia prima que se puede utilizar para lograr una economía circular».

¿Cómo es el proceso de separación de la ropa que viene, por ejemplo, con manchas de lejía? «Aunque tenga manchas de lejía, de pintura o no esté en buenas condiciones, la prenda se recorta y se hacen trapos. Cuanta más mezcla haya, más difícil es reciclarla. Lo que no se puede reutilizar se tritura para hacer rellenos. Al final, lo que realmente interesa es no quitar más recursos a la Tierra, sino aprovechar los que ya tenemos».

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‘Aesthetic’, una forma de vida https://periodismo01.ull.es/mas-que-una-moda-una-forma-de-vida-el-aesthetic/ Sun, 11 Sep 2022 06:10:08 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=214582

En la antigüedad existían grupos que tenían estilos definidos como el hippie, rockero o pijo. Ahora cada vez son más las personas que encuentran su identidad y necesitan un nombre concreto para sentirse integradas. Este es el mundo de la estética (aesthetic). Hace referencia a aquello que produce placer a la vista de cualquier manera y lo abarca todo, reivindica la libertad de expresión. Puede manifestarse en los conjuntos del día a día o en la decoración del hogar. Resulta una manera sostenible de evitar el consumo excesivo de ropa y contribuye en gran medida al medioambiente.

Esta tendencia surgió de forma oficial en 2020, en plena pandemia. Las personas que pasaban su tiempo en TikTok para entretenerse empezaron a crear vídeos con un estilo más definido, trayendo de vuelta antiguas modas o vestimentas que no se llevaban (de la década de los ochenta, noventa e incluso de periodos históricos como el Romanticismo). Poco a poco, se fue difundiendo hasta que todo el mundo expresaba su forma de ser en cualquier aspecto de su vida.

En la actualidad hay más de quinientas estéticas conocidas. Sin embargo, existen varias que son las más famosas debido a su difusión en las redes sociales por su generalidad. Los ejemplos más claros se encuentran en femme fatale (la mujer fatal), dark academia (libros y aprendizaje), cottagecore (naturaleza idílica), grunge (rebeldía oscura) y old money (antiguas familias adineradas).

‘Femme fatale’ se representa en varias películas actuales. Foto: N. S.

Femme fatale muestra a la mujer fatal, aquella que es peligrosa, atrevida, inteligente, coqueta y seductora. Pone de manifiesto el poder de las mujeres y la seguridad de sentirse bien consigo mismas en la ropa que lleven. Suele ser representada en muchas películas, el ejemplo más popular es el de la actriz Scarlett Johansson en Viuda Negra. Lleva un aura de misterio y elegancia a su alrededor. Sin embargo, esta no es la primera vez que se visualiza esta estética en el mundo.

Saltó a la fama con el género cinematográfico del cine negro y la literatura del mismo estilo del siglo XX. La primera femme fatale más destacada es Brigid O’Shaughnessy con su papel en la película El halcón maltés (1941). Utiliza su belleza como distracción para asesinar a la pareja del protagonista.

En cuanto a la personalidad, una persona femme fatale evita dar información de ella misma. No suelen mostrar sus verdaderas emociones y las esconden tras una máscara de dureza. Son independientes, por ello no suelen tener pareja fija y utilizan cualquier medio para poder conseguir sus objetivos. La ambición es su guía principal.

«Femme fatale reivindica el poder de las mujeres»

Los colores que utiliza en su ropa son en mayor parte oscuros y rojos. No suele llevar estampados de ningún tipo, solo prendas monocromáticas. Los accesorios son algunas joyas o bolsos minimalistas que no destaquen, ya que la verdadera distracción es su labia y comportamiento. También usan abrigos de piel sintética.

A menudo llevan un perfume característico para que cuando se vayan recuerden su esencia. Es como una marca personal. Respecto al maquillaje, pintan sus labios de diversas tonalidades de rojo, además de utilizar largas pestañas negras que decoren sus ojos con una sombra sencilla que los resalte.

Para las personas más lectoras, el ‘dark academia’ es su estilo. Foto: N. S.

La estética Dark academia se relaciona con la escritura, poesía, bellas artes y arquitectura clásica. Refuerza la idea de la importancia de la educación superior y el aprendizaje. Las personas que se suman a este aesthetic tratan siempre de estar leyendo en bancos de madera o en bibliotecas. Su influencia viene de las culturas del periodo del Renacimiento, Barroco y, en menor medida, Romanticismo. Comenzó en 2015 en la plataforma Tumblr.

Las personas recomendaban libros clásicos en la red social de blogs para conseguir más audiencia. Esta tendencia pasó a ser conocida en YouTube, donde diversos booktubers (término que se refiere a influencers de libros) elaboraban vídeos para fomentar la lectura y la estética de las librerías. Hacían más hincapié en la visita de lugares que se parecieran al castillo de Hogwarts de Harry Potter.

La romantización de las universidades e instituciones es algo típico de esta estética. Realizan una conexión sentimental con el estudio y las buenas notas, idealizándolo. Analizan obras de arte y discuten las nuevas publicaciones literarias en sus lugares de reunión.

«La poesía y las bellas artes son propias de la dark academia»

Este aesthetic hace uso de colores negros, marrones, beiges, verdes oscuros, cremas y dorados. La iluminación se basa en la simple llama de una vela, ya que suelen realizar sus actividades en la tarde o noche. Muchas casas siguen la dark academia para la decoración de ciertas habitaciones como el salón o el comedor. El uso de la chimenea con un sofá al lado mientras llueve es una de las imágenes más reconocidas para representarla.

En cuanto a la ropa, las personas académicas llevan largos abrigos en tonalidades oscuras, pantalones que suelen ser de cuadros o monocromáticos, faldas del mismo estampado, botas negras o marrones y mochilas de cuero artificial. Las temporadas en las que más se suele utilizar es en otoño o invierno, así que los conjuntos más abrigados prevalecen ante los veraniegos.

La conexión con la naturaleza es propia del ‘cottagecore’. Foto: N. S.

El cottagecore representa la vida rural y campesina. Conecta con todo aquello que tiene que ver con la naturaleza, como las flores, el campo, el exterior y el sol. Idolatra el concepto de la vida sencilla y autosuficiente, muy idílica. A las personas con esta estética les suele gustar el oficio de la agricultura y ganadería. El cuidado por los animales y las plantas es primordial. La verdadera tranquilidad la encuentran en un descampado con pájaros cantando.

La comida también es importante. Celebran la generosidad de la Tierra con canastas llenas de hongos, bayas y otras frutas frescas, y resaltan la alegría que se encuentra en la actividad cocinar. Productos horneados, pan y otros alimentos dulces también aportan un ambiente acogedor. Transmiten la calidez y el trabajo romántico asociados a su elaboración tradicional.

La luz, destellos y desvanecimientos son esenciales en sus imágenes. Tienen una edición muy brillante, soñadora. La presentación del cottagecore suele ser borrosa, como si vivieran en un mundo paralelo en el que la polución o contaminación no existe. Este estilo es el más sostenible, ya que su propósito no es la cantidad de ropa que se consiga, sino la tranquilidad, bienestar y comodidad que transmite el ambiente naural.

«En el cottagecore la vida rural prima ante la industrialización»

Los colores de esta estética tienden a ser pasteles o descoloridos, como el rosa palo, marrón, blanco, amarillo claro y azul cielo. Las telas no son sintéticas, sino de fibra natural. La mayoría son prendas de algodón, hilo de punto o lino. Muchos de los conjuntos también son vintage o comprados de segunda mano debido a su aprecio por el medioambiente.

Sin embargo, a medida que la estética se volvía popular consiguió llegar a la moda rápida, así que mucha de la ropa que se encuentra en páginas web contiene este estilo, sobre todo respecto a las blusas. El pelo largo se lleva suelto a merced del viento y el maquillaje es suave.

A pesar de que el cottagecore no es un movimiento político, gran parte de su conversación sí lo es. Las personas que siguen la estética suelen estar en contra del capitalismo y los roles comunes de género. Sugieren que este aesthetic presenta un mundo ideal para jóvenes que expresen su personalidad en la libertad de un espacio rural.

El ‘grunge’ viene del Romanticismo. Foto: N. S.

El grunge se trata de un estilo oscuro y rebelde. La mayoría de sus imágenes se editan como si estuvieran sucias y mugrientas. Muestra una desesperanza y desencanto con la sociedad moderna. Transmiten una depresión social utilizando tonos color tierra o negros. Su origen se remonta en 1990. Era un movimiento joven contracultural, anticonsumista y musical que definió a las generaciones de la época. La popularidad de esta moda fue gracias a bandas como Nirvana, Pearl Jam y Alice in Chains.

Comenzó a acabarse a partir de 1994 tras lo que sucedió con Kurt Cobain, pero gracias a la red social Tumblr volvió a estar en auge en 2014 entre adolescentes. Según Mina Le, influencer y modelo, «se trata de una subcultura llamada soft grunge (mismo estilo pero un poco más suave) que incluye hablar de forma abierta sobre diversos trastornos mentales».

Esta estética contiene ideas del Romanticismo debido a la libertad de expresión y pensamientos oscuros o revolucionarios. En la década de los 90 la ropa grunge se solía comprar en tiendas de segunda mano. Querían rechazar la moda moderna, pero la realidad es que muchas veces no tenían el dinero suficiente para el consumo.

«La rebeldía oscura representa el grunge»

Respecto a los conjuntos, las camisas, pantalones o faldas llevan estampados de cuadros o rayas blancas y negras. Sus colores son muy oscuros y profundos, y en el calzado predominan las botas del mismo tono. Para los accesorios escogen collares o cadenas, además de candados o muñequeras.

En cuanto al maquillaje, la sombra de ojos tiende a ser negra y larga. Los labios pueden pintarse del mismo color o cubrirse con una mascarilla que combine con el resto del look. El pelo se deja largo aunque, a veces, también queda bien corto (depende de la persona y su forma de ser).

‘Old money’ representa a aquellas familias adineradas. Foto: N. S.

Old money es una estética basada en el estilo clásico y de bienestar económico. El término se refiere a aquellas personas que han hederado el dinero y que no han trabajado demasiado. Es sofisticado y elegante. Se originó en países donde no había aristocracia, sino una clase social elitista que tenía un estatus similar. En 1930 las familias old money se remontaban hasta la Revolución Americana, quienes generaron riquezas en la época de la Guerra Civil estadounidense y durante la Edad Dorada.

Se caracteriza por todo aquello que hace de la vida un lujo o capricho. Las grandes copas con los mejores vinos, bolsos de calidad y suéteres de punto. Este conjunto viene de las antiguas universidades en las que solo las personas ricas podían permitirse acceder. No suelen contar sus vivencias de una manera pública ya que prefieren la privacidad.

En muchas películas aparece este aesthetic. En TikTok se viralizó el concepto y la plataforma se llenó de pequeños vídeos en los que la gente iba al gimnasio, a jugar al golf, al tenis o al pádel. La mayoría lleva tonalidades blancas y puras, además de pantalones con el corte debajo de las rodillas.

«Familias adineradas y elitismo: old money»

Los valores que pretende transmitir son familiares, educativos y tradicionales. Aparece en mansiones con grandes jardines y piscinas. Para la decoración del hogar son importantes las figuras de porcelana, muebles anticuados, pinturas al óleo, flores, chimeneas, mesas de cristal y candelabros clásicos.

Algunos libros en los que se representa la estética son Early Autumn de Louis Bromfield, Freckles de Gene Stratton-Porter, A Separate Peace por John Knowles y The Forsyte Saga de John Galsworthy.

El ‘aesthetic’ favorece a la moda sostenible. Foto: N. S.

La moda sostenible es un concepto que está a favor del medioambiente y contribuye a la vida de los ecosistemas terrestres y marítimos. Está en contra de la contaminación y el maltrato animal. El aesthetic es una herramienta que ayuda a encontrar una identidad propia y a paralizar el consumo excesivo. Las personas que saben lo que quieren no pretenden comprar más allá de lo que les gusta ni se ciñen a las tendencias que cambian cada mes.

Nereida Fuentes, encargada del departamento de Moda en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez, comenta que «Hoy en día se adquieren productos para adaptarse a las nuevas tendencias que van cambiando en pocas semanas. Esto presenta una gran diferencia con la industria de la moda de antes del fast fashion, en la que las compras de ropa se realizaban unas pocas veces al año».

Algunas marcas sostenibles son Ecoalf, Volett y Rocamood. El problema con aquellas que son lo contrario es que «son capaces de mantener precios de venta bajos gracias a sus simplificadas cadenas de suministro y la integración global con la que cuentan que les hace poder reducir costes por las economías de escala».

«La identidad propia favorece la sostenibilidad»

Concienciar a las personas consumidoras es crucial para la moda ética. Deben atrapar y convencer a la clientela de que el producto es de más calidad y duradero. Según Nereida Fuentes las empresas textiles tienen que tenerlo muy en cuenta en el futuro sostenible. Las redes sociales pueden contribuir a este cambio.

El aesthetic es estático. Una vez que alguien encuentra su estilo tratará de mantenerlo y cuidarlo, sin dejarse llevar por las nuevas tendencias. Los nuevos modelos de moda comienzan cuando la personalidad y criticismo predominan ante el vacío mental consumidor.

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El verde nunca está de moda https://periodismo01.ull.es/el-verde-nunca-esta-de-moda/ Tue, 14 Jun 2022 05:55:54 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=214314 Muchos colores son tendencia este verano, como el blanco o el rosa. Se combinan con gafas de sol, bolsos llamativos o sombreros que destacan entre la multitud, porque la importancia de marcar la diferencia individual está por encima de la colectividad. Por eso el verde de la sostenibilidad nunca está de moda. En la actualidad, la forma más barata de comprar prendas es mediante la moda rápida (fast fashion), cuya elaboración es poco ética y dañina para el medioambiente.

Las personas que trabajan en esta industria lo hacen en condiciones deplorables que se comparan a las fábricas antiguas en las que se robaban ideas y diseños. El proceso de fabricación de una pieza textil conlleva mucho tiempo y dinero. Es importante garantizar a la clientela que su producto es de calidad y necesario en sus armarios, cuidando hasta el más mínimo detalle.

La moda tradicional se centra más en el cuidado del medioambiente. Foto: N. S.

La moda tradicional o slow fashion está compuesta por una fibra natural, mientras que la rápida se realiza con fibras sintéticas que desprenden microfibras, una de las principales causas de la contaminación de los océanos. Cuando la prenda se deseche tardará desde una semana hasta quinientos años en desaparecer por completo. Las marcas fast fashion se ciñen a la obsolencia programada, de esta forma ponen una fecha corta de caducidad a sus productos para que duren menos y que así la gente compre más.

Shein es una famosa tienda de ropa online que se ha mantenido en auge estos últimos años. Realiza réplicas de profesionales del diseño o prendas originales sin tanta calidad para venderlas a un precio más barato y entregarlas a domicilio en el plazo de una o dos semanas, incluso menos. Muchas personas que no tienen tanto nivel adquisitivo adquieren sus productos en esta plataforma, algo que es completamente normal y comprensible.

Sin embargo, la tasa de rotación de la moda rápida genera un consumo excesivo, y el consumo excesivo genera un impacto ambiental negativo. Además, las personas que trabajan para que compremos a un precio más barato son explotadas, con una media de 75 horas semanales y un solo día libre al mes. Según una investigación de Public Eye, la confección de un vestido simple da unos 42 céntimos a quien lo trabaja.

«En España tan solo se recicla un 12,16 % de la ropa que se fabrica»

Aplicaciones como TikTok o Instagram han logrado que los ciclos de tendencia sean cada vez más cortos, de tal forma que cuando alguien va a comprar un pantalón con corte de campana, este ya ha pasado de moda por otro más ajustado debido a la influencer que decidió ponérselo ayer por la noche.

Los seres humanos somos intrínsecamente inseguros por naturaleza. Vivimos en una sociedad en la que concedemos mayor importancia a la vida de los demás antes que a la propia, y de esto son culpables en gran medida las redes sociales. Tenemos la necesidad de destacar, de demostrar que somos superiores a otra persona para sentirnos mejor con nuestra conciencia.

Nos relacionamos en un mundo construido con una lupa en el que las imperfecciones son debilidades y las perfecciones fortalezas. La importancia y valía de la gente se mide en su consistencia en las tendencias. Si tienes el último iPhone, ¡eres genial! Si conseguiste el vestido que llevó Kylie Jenner en el evento de la semana pasada, ¡nadie puede contra ti! Pero si tu ropa es todo lo contrario, caerás mal. A las personas les cuesta diferenciar que la opinión pública no es válida para sujetos anónimos de la multitud.

Reutilizar la ropa que ya no usemos supone un menor impacto medioambiental. Foto: N. S.

La moda ética comenzó en 1998. Es un movimiento que propone elegir prendas elaboradas sin explotación ni contaminación del medioambiente. Si las piezas cuestan poco es que alguien cobró poco por hacerlas. Muchas diseñadoras como Katharine Hamnett o Stella McCartney se han comprometido a crear moda éticamente para frenar el desperdicio.

La clientela puede colaborar en la moda positiva adquiriendo ropa reciclada o reciclable, de fabricación local y comprando menos cantidad con mayor calidad. Uno de los materiales que se utilizan en estas prendas son el algodón ecológico o la lana. Muchos mensajes son lanzados en desfiles para concienciar a la gente del impacto medioambiental.

Stella McCartney es vegetariana y sigue un proceso textil respetuoso también con los animales. Para la temporada otoño/invierno de 2018 utilizó piel y cuero de imitación para reivindicar el uso de estos materiales en la industria.

«Todos los años se desperdician 92 millones de toneladas de textiles»

A pesar de que existen marcas sostenibles que no son tan caras, no es culpa de la gente no poder permitirse comprar artículos de slow fashion. Las personas de bajos ingresos no son las que mantienen a flote la moda rápida. Son las empresas que deciden continuar con este modelo las responsables de la contaminación y las condiciones precarias de trabajo.

Existen otras opciones que no implican gastar dinero en comprar más ropa, pero conllevan más tiempo. Un ejemplo puede ser la reutilización de prendas antiguas o la creación de algunas nuevas a partir de las viejas. Con unas tijeras, aguja e hilo, se puede confeccionar una camisa larga para que pase a ser una corta; o transformar unos pantalones vaqueros cortándolos con el patrón adecuado. Hay infinitos vídeos en plataformas como YouTube que reinventan la moda.

El aesthetic es un mundo nuevo en la industria en el que la estética prevalece ante las tendencias. Se basa en tomar un tópico para hacer de él una personalidad. El cottagecore es un tipo de estética que se centra en conectar con la naturaleza, llevar trajes o sombreros. El dark academia es más ambientado a las bibliotecas, tonalidades marrones, gafas y pantalones. Los aesthetics ayudan a que el ciclo de tendencias disminuya, ya que no pueden verdernos algo cuando nuestro estilo está definido.

El ‘cottagecore’ es una de las estéticas más famosas en la actualidad. Foto: N. S.

Según Marshall McLuhan «hoy nada está pasado de moda porque todo está de moda. Cualquier prenda de cualquier época está a disposición de todo el mundo». Y citando a un referente en la industria como Christian Dior: «Sencillez, buen gusto y pulcritud son los tres fundamentos del buen vestir».

La conclusión más lógica y sostenible que se puede sacar de estas referencias es que lo más ecológico que podemos hacer para destacar es encontrar nuestra propia identidad, de esta manera nadie podrá vendernos una nueva cada mes.

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