¿Cómo se inició en la composición de bandas sonoras para videojuegos? «Me inicié probando, me gustaban los videojuegos, me encantaban las bandas sonoras, así que decidí que ese iba a ser mi trabajo, un poco a la rebeldía porque pensaba que no se me permitía dedicarme a esto».

¿Cuál es su proceso creativo al componer música para un nuevo videojuego? «Depende mucho de lo que prefiera mi clientela. No obstante, intento seguir siempre el mismo procedimiento. Primero pienso en las necesidades musicales del proyecto, luego en una página en blanco hago un esquema de lo que quiero, para a posteriori hacer una demo de máximo treinta segundos. Si a la persona le gusta el fragmento que le he mandado solo queda trabajar en conjunto para sacar a flote el resultado final ya pulido».

«La música no es solo decorativa»

¿Qué aspectos del juego influyen más en la música que compones? «Sin duda el aspecto que más me influye es la narrativa del proyecto en el que trabaje, ya que a mi modo de verlo la música no es solo decorativa. Las melodías que aparecen en los distintos videojuegos o filmes, no son independientes, al contrario, son parte de la narración y el guion. Por supuesto que la estética también importa, pero no llega a significar tanto como la historia».

¿Cómo colaboras con el equipo de desarrollo del videojuego para asegurarte de que la música se adapte adecuadamente a la experiencia de quienes juegan? «Por suerte, en videojuegos, la melodía suele estar desde el principio, así que de normal cuento con toda la gente implicada en la idea y es maravilloso ya que se pueden hacer temas lo más ajustados al imaginario del cliente. Hay ocasiones en las que no me contactan desde el principio y eso complica el proceso».

«Me gusta mucho la música folclórica»

¿Qué instrumentos y software suele utilizar en sus composiciones? «Mi DAW (Digital Audio Watch Station) de preferencia se llama Ableton, soy experta en orquesta, así que suelo usar los instrumentos adheridos a este formato. También me gusta mucho la música folclórica, así que siempre que puedo intento darle algún matiz de este estilo a mis composiciones».

¿Tiene algún enfoque particular o inspiración cuando compone música para un videojuego específico? «Cada caso es un mundo, no te podría especificar unas pautas que siga siempre, porque cada idea que me presentan es distinta a la anterior».

«A veces eres tu propia enemiga»

¿Cómo equilibra la repetición necesaria en la música de fondo de un videojuego con la necesidad de mantenerla fresca y emocionante? «Esta cuestión depende de cada proyecto, porque no todos los casos que se me presentan necesitan una melodía repetitiva, también se necesitan temas más lineales, a veces hay menos presencia musical, otras las melodías son responsivas o reactivas. Intento ser minimalista en mis producciones y seguir la máxima de que a veces menos es más».

¿Qué desafíos ha enfrentado al componer para videojuegos y cómo los ha superado? «El desafío es enfrentarme a mi misma, porque muchas veces el sentimiento de impostor te plantea dudas de si vales o si estás haciendo un buen desempeño en tu trabajo. Por suerte he tenido muy buenos clientes y muy buenos proyectos. Por desgracia hay veces en las que una es su propia enemiga».

«Mi misión es guiar tus sentimientos cuando juegas»

¿Cómo cree que la música puede influir en la experiencia general del individuo en un videojuego? «Considero que las canciones son vitales para cualquier situación audiovisual y tienen un objetivo específico aquellas que están ligadas a una narración. Aunque suene mal, mi responsabilidad como compositora se basa en guiar a tus sentimientos cuando estás jugando. Les animo a que escuchen una misma escena con distintos temas, se darán cuenta de que la melodía es lo que indica cómo te debes sentir con respecto a la escena».

¿Qué consejos le darías a alguien que esté interesado en comenzar a componer bandas sonoras para videojuegos? «Que no tenga miedo, que se lance, pero también que sepa que lo más importante no es lo bueno que seas, ni lo mucho que sepas, sino dónde te mueves y la suerte que tengas, si no te va bien, no tiene que significar que seas malo, sino que a lo mejor no ha llegado tu momento».

«Llevo desde pequeña metida en el mundillo, por lo que mis amistades han tenido estas aficiones en común conmigo», comenta Naradiel. Sin embargo, también destaca que hace años sus familiares y otros conocidos se sorprendían mucho por su interés hacia este pasatiempo.

En marzo de 2018, mientras buscaba trabajo, decidió iniciarse en el mundo del streaming y realizar directos como forma de diversión. «Ya consumía Twitch desde un principio, así que ese momento me pareció perfecto para iniciarme», afirma. Naradiel explica que, a pesar de no tener dificultades para iniciarse en el mundo del streaming, sí que ha sido testigo de una gran cantidad de comentarios machistas y ofensivos que no se dan en el caso contrario cuando se trata de un hombre.

Isana expresa que, a lo largo de su trayectoria en este sector, se han producido numerosos altibajos. «En ocasiones me han dado ganas de dejarlo todo definitivamente», expresa. A pesar de ello, al final siempre ha decidido seguir adelante y mantenerse en la plataforma gracias al apoyo de la comunidad que la rodea. «He podido conocer gente fantástica a la que ahora mismo le tengo un aprecio enorme», declara.

«Jugamos porque nos gusta, como cualquier otro chico»

A día de hoy, es más común que las chicas digan abiertamente que les gustan los videojuegos, por lo que no hay tanta sorpresa como la que había años atrás. El verdadero problema surge a nivel competitivo. «Jugamos porque nos gusta, como cualquier otro chico, y no lo hacemos para contentar a nadie ni para ser famosas en internet», comenta.

La streamer expresa que «es horrible ver los comentarios que hay en plataformas de retransmisión en directo cuando emiten torneos en los que participan mujeres». Naradiel afirma que es cierto que al principio no se solía ver jugar a muchas chicas, por lo que ha arraigado ese pensamiento de que la mayoría lo hace solo porque se ha puesto de moda. Sin embargo, la realidad es que, tal y como ella declara, «muchas chicas empezaron a jugar desde muy pequeñas a videojuegos», por lo que resulta injusto que, a pesar de todo, tengan que seguir enfrentándose a este tipo de críticas.

Para ella, la medida más efectiva para conseguir acabar con esa mentalidad de rechazo hacia las mujeres surge en la propia educación, tanto en el ámbito familiar como en las propias redes sociales. Establece que hay que promover comentarios que fomenten la igualdad y que, en el caso de que haya que realizar alguna crítica, esta se haga en función de las habilidades de la jugadora y no de su género.

Sin querer dejar de lado a aquellas chicas que quieren iniciarse en el mundo de los videojuegos y que no lo hacen por temor a lo que pueda suceder, Isana las anima a que no se escondan y a que lo intenten: «hay una gran cantidad de mujeres en este sector y estamos todas para apoyarnos».