Con la intención de ofrecer una versión diferente a la conocida, es una adaptación musical del clásico cuento de Cenicienta que conocemos, tratado desde un punto de vista divertido, con mucha interacción con el público, giros en la trama y los personajes adaptados a nuestros tiempos.

Pedro Llaudes, director del musical, explica que «la intención es ofrecer un punto de vista novedoso y más actual, rompiendo ciertos estereotipos donde las princesas no esperan a sus príncipes azules». Asimismo, con respecto a la interacción con el público afirma que «queremos que vivan una experiencia que no deje indiferente a nadie y que siempre recordarán con una sonrisa».

Por otro lado, Llaudes tiene un mensaje claro para el público: «vengan con la mente abierta a pasar una tarde diferente y a disfrutar de un musical divertido y emocionante pero ¡cálzate tus alpargatas de cristal y ven a partirte de risa hasta que suene la última campanada!».

La obra Alexander Hamilton es una producción teatral de gran éxito en Broadway que relata la vida de uno de los padres fundadores de Estados Unidos. Tal y como aseguran las directoras de esta representación musical, Ariadna Simó y Melodie Pérez, su figura «fue borrada de la historia de los Estados Unidos debido a sus orígenes humildes, sus ideales progresistas y su incapacidad para ajustarse a las normas sociales». 

La compañía Mandrágora, conocida por sus reinterpretaciones teatrales, será la encargada de llevar a cabo esta única representación en la Isla, por lo que miembros de la compañía aseguran que «han trabajado arduamente para ofrecer una versión de alta calidad de la obra, con un elenco de talentosos intérpretes que han ensayado durante meses para llevar a cabo esta producción».

Ante la venta en su totalidad de las plazas para presenciar esta representación, desde la compañía se muestran sorprendidos y afirman que «la noticia ha sido recibida con gran entusiasmo, y permite esperar un ansioso público preparado» para disfrutar la representación musical de la obra Alexander Hamilton. 

Mandrágora Laboratorio Cultural prepara el estreno de West Side Story con el grupo amateur, tras meses de ensayos. La función será el día 26 de mayo a las 18.30 horas en la propia academia, situada en Santa Cruz de Tenerife. La producción trata de un romance que se desarrolla en la ciudad de Nueva York y se ve atrapado por el enfrentamiento entre dos bandas callejeras: los Jets y los Sharks. Para la compañía es una oportunidad de homenajear al reciente fallecido Stephen Sondheim.

Las directoras coinciden en que el espectáculo es uno de los grandes clásicos del teatro musical, además de una de las obras más representativas de un referente en el mundo de la dramaturgia. Una ocasión para «acercar el compositor al alumnado», afirman. Como es costumbre en los talleres intensivos de Mandrágora, las profesoras, directoras, guionistas y coreógrafas son las fundadoras, Melodie Pérez y Ariadna Simó.

La metodología de la compañía «es muy práctica, pues el aprendizaje se produce cuando nos enfrentamos a la ejecución artística», esclarecen. Las profesoras acompañan, guían y aportan herramientas para que el alumnado pueda enfrentarse a los distintos desafíos. En los talleres también es importante navegar en ciertas emociones y bloqueos que «encuentran en las sesiones, canciones o en una línea coreográfica».

El grupo aficionado lo compone el alumnado que se apunta a los talleres. Por eso, varían en cantidades y componentes de una función a otra. Aun así, a las gerentes les emociona ver la llegada de personas nuevas que continúan con ellas en los siguientes proyectos. Para el alumnado Mandrágora «supone un lugar de encuentro para el que ama el teatro musical».

Para las directoras, Ariadna Simó y Melodie Pérez, esta producción es una forma agradecimiento a las grandes mujeres de los noventa y dos mil. «Hoy en día cantar y bailar sus canciones no sólo es sinónimo de fiesta», afirman. Para ellas es una manera de recuerdo consciente a las grandes personas que abrieron el camino hacia la rotura de los estereotipos, creando sus propias normas. En esta ocasión,  cuentan con un elenco profesional de diez artistas. Tras el estreno habrá un afterparty en el bar La Bowie.

El espectáculo surgió durante los preparativos de maquillaje y calentamiento de una función de Mandrágora en 2020. «Estábamos escuchando canciones míticas y pensamos que sería genial hacer un musical con las canciones de las divas del pop», recuerdan. Con un elenco muy implicado, mucho tiempo y trabajo, a la semana el guión estaba escrito. Tras un sold out que «fue tremendamente valioso», artistas y directoras se quedaron con ganas de reintentarlo cuando la gente pudiera cantar y bailar. «Y ese momento por fin ha llegado», afirman

«Cuando se trata de romper moldes, revolucionar, mover y conmover lo hacemos con premeditación y alevosía»

La rotura de los cánones en este musical es algo con carácter intencionado, las directoras de la compañía tienen claro que «cuando se trata de romper moldes, revolucionar, mover y conmover… lo hacemos con premeditación y alevosía». Divas ha supuesto para Mandrágora y su gente un avance y cambio que veían necesario, consiguiendo un espacio donde «dejarse llevar y olvidar los prejuicios de generaciones y épocas pasadas».

Las directoras afirman que «aunque este musical ya se hizo, hay muchas sorpresas y personajes nuevos». El argumento original es de septiembre de 2020 pero ha sufrido varias modificaciones tanto en los textos como en las canciones. La metodología de ensayos en Mandrágora se basa en nunca dejar de practicar. Y ahí siguen…

Las directoras del Mandrágora Laboratorio Cultural, Ariadna Simó y Melodie Pérez, creen que el musical se ajusta muy bien a las circunstancias actuales. Un espectáculo con canciones pegadizas y conocidas por todo el mundo. Además de un storytelling sobre una pandemia ideológica mundial, juventud, drogas y lo difícil que es ganarse la vida siendo artista. La preparación del espectáculo comenzó en febrero, con ensayos una vez por semana, aunque ahora que se acerca el estreno «nos vemos con más asiduidad», afirman.

Aunque existen dificultades propias de un emprendimiento, las dos concuerdan en que ha sido un reto, pero también un orgullo a nivel personal y profesional llegar donde están ahora. Además, cuentan con un elenco que «se lanza tras cada propuesta como si fuese la última». El reparto encuentra en el teatro una vía de escape, una burbuja de oxígeno y una oportunidad de ser quienes quieran ser. Para las artistas y también jefas de la escuela: «Mandrágora fue un oasis en un momento en el que estábamos muertas de sed».

En tiempos de pandemia, donde el ocio y los espectáculos son los sectores más castigados, para las directoras comenzar un proyecto así «ha sido un acto de locura y valentía a partes iguales». Pese a todo, confiesan estar muy bien acompañadas, al encontrarse rodeadas de gente con gran capacidad de sacrificio y trabajo. Un circulo seguro donde la ilusión por labrarse un futuro en el mundo del arte está muy latente.

El guion gira en torno a un gran malentendido. Evan, por orden de su terapeuta, debe escribirse cartas a sí mismo. Estas deben ser positivas, pero él las usa para atacarse todo el tiempo. Una de ellas acaba en manos de su compañero de clase Connor Murphy, interpretado por Colton Ryan, que poco después decide suicidarse. Los padres, al encontrarla, asumen que su hijo y Evan eran amigos muy cercanos. En lugar de decir la verdad, el protagonista inventa una amistad falsa, pudiéndose acercar así a la familia y a la hermana de Connor.

El musical, que tiene una gran legión de fans, queda en nada tras más de dos horas de visionado. Los cambios en el personaje principal, Evan Hansen, hacen aún más que nos preguntemos, ¿era necesario? Pelo diferente, más encorvado, caminar siempre con miedo con el simple objetivo de mostrar la ansiedad del personaje, algo que parece que costaría verlo, al parecer, sin estos puntos. Y no es el único, Kaitlyn Dever, quien hace el rol de Zoe, la hermana de Connor, no llega ni vocalmente ni de forma interpretativa a un papel que no es muy exigente, pero que hace que pidas más a la actriz.

Amy Adams, Julianne Moore o Dani Pino completan el elenco más veterano, pero inexperto a la vez. Aunque Adams ya ha trabajado en otras películas de esta temática, su papel le hace flaco favor a su talento. Un personaje sin gracia que muestra el sufrimiento de una madre que no para de regodearse en su miseria y no es capaz de sobreponerse a la muerte de su hijo. Dani Pino, el padre de Connor, es el prototipo de hombre fuerte, que tiene que hacerse cargo de todo y no se permite llorar; y Moore, madre de Evan, apenas puede mostrar el potencial cómo actriz, aunque vocalmente no de la talla.

Normalmente, cuando un musical llega al cine, permite a los directores crear sensaciones nuevas, mejores números de baile, retoques de canciones, de lugares, en definitiva, desarrollar su imaginación. Sin embargo, y teniendo en cuenta de que la película se grabó en época de pandemia, las canciones apenas son las protagonistas y parecen más monólogos que otra cosa. Claro, las que aparecen, porque más de la mitad del repertorio fue borrado en esta adaptación.

El gran número y canción por excelencia del musical, You will be found, es un grito de guerra a la soledad, al dolor y a la sensación de abandono que se muestra en la película de una forma grotesca y fría. Nadie aficionado a esta obra vería a otra persona que no fuera Ben Platt cantándola, pues bien, es una decepción absoluta, lo que hunde un poco más si cabe la historia, porque no sabe sacarle el partido necesario.

«La productora, Universal Pictures, espera no tener grandes pérdidas»

El resultado final es una evidente cadena de debilidades a la hora de hablar de su guion. Cuando se termina de visionar la cinta, da la sensación de necesitar una especie de tercer acto para poder entender la estructura de todo lo anterior, ya que solo se centra en la redención de Evan Hansen y no en todas las consecuencias que tuvieron sus actos para la familia de Connor y la gente de alrededor.

‘Querido Evan Hansen’ es un musical que nunca estuvo destinado a brillar en la pantalla. Un elenco que vocalmente no llega, canciones magistrales que se vuelven tediosas, unas interpretaciones aceptables y una dirección que no tenía mucha idea de cómo continuar, han hecho de este film un quiero y no puedo. Con un presupuesto de 28 millones, modesto comparado con los cien de Cats, se espera que las pérdidas no sean muy grandes. Lleva recaudado diez.

La historia se centra en la vida de Virginia (Carmen Machi), una mujer que, al quedar embarazada de adolescente, decidió dar en adopción a su hijo. Fidel (Paco León), es un empresario fracasado y perseguido  por el despido de 300 personas de su organización. Tras el reencuentro de los familiares, Fidel trata de suicidarse, pero, al fallar, acaba sufriendo amnesia y comportándose como un recién nacido. Es Virginia la que tiene que hacerse cargo de él. A través del baile, ambos personajes principales, más todas las mujeres que conforman el grupo de Las mamis, aceptan su pasado.

Al estar catalogada como comedia, esperábamos soltar más carcajadas y emocionarnos menos. Las dos personalidades protagonistas guardan tras de sí una gran carrera en este género, sin embargo, no fueron las risas las que inundaron la sala del cine. Con ciertas bromas en momentos puntuales, parecía más un drama. También hay que destacar que Paco León y Carmen Machi hacen un gran papel, notándose la química que ya existía entre ambos actores.

El baile como camino a la libertad

El comienzo es lento, y tardamos en involucrarnos en el mundo de Virginia y Fidel. A pesar de esto, una vez ocurrido el accidente, el largometraje se vuelve más dinámico. Con una lista de canciones de los más urbanas, La Tribu se convierte en un musical actual.

Estéticamente es bella y, sobre todo, real. Nos muestra un barrio antiguo, donde la pintura de la fachada se rompe y los tendederos son hilos que salen de las ventanas. Con las historias de cada una de las que forman el grupo de baile nos podemos sentir identificados. En general, la historia, por muy surrealista que parezca, tiene un ambiente y unos matices que puede que hayamos visto antes en nuestra vida cotidiana.

María Casado y Susana Romero son dos jóvenes que pasan su verano en el campamento cristiano La Brújula. Sueñan con formar su propio grupo musical: Suma Latina. No dejan de meterse en problemas pero, derrepente, a María se le aparece Dios, (interpretado por Richard Collins-Moore) y le canta canciones de Whitney Houston. Sor Bernarda y la novicia Milagros intentarán descubrir qué le ocurre a estas jóvenes. Amistad, amor y, sobre todo, música son los ingredientes de este largometraje que abarca el proceso de encontrarse a uno mismo. Cuenta con diversos premios y nominaciones como, por ejemplo, un Feroz por Mejor Película de Comedia o un Goya por Mejor Canción Original, entre otros.

Este evento se encuentra dentro del ciclo Gas Natural Fenosa de Cine Itinerante, organizado por Gas Natural Fenosa y la Academia de Cine. La iniciativa lleva a diez ciudades españolas diferentes producciones que han sido nominadas a los Goya y, entre ellas, se encuentra la capital tinerfeña. Handía, Verano 1993 o Abracadabra son algunos de los títulos que se proyectarán.

La obra narra las aventuras de tres artistas drags que viajan en guagua por el desierto australiano. La banda sonora está compuesta por canciones como I Will Survive, Like a virgin, It’s raining men y otros grandes éxitos. La función cuenta con 40 artistas en escena y una guagua robotizada de 10 metros de largo. Asimismo, fue galardonada con un Oscar por su vestuario.

La obra está basada en la película dirigida por Stephen Elliott. La adaptación en español del musical cuenta con Manu Guix como director musical (actual profesor en la academia de Operación Triunfo) y Ángel Llácer, que está a manos de la dirección artística (actual jurado en Tu Cara Me Suena).

La obra se estrena por primera vez en castellano, ya que es un éxito del teatro musical de Broadway. En ella se recrea la magia de Hollywood de los años cincuenta y se unen la pasión, la intriga y el misterio. Norma Desmond (Paloma San Basilio) es una antigua estrella del cine mudo que vive en su mansión, olvidada por todos y alejada de la realidad. Un día conoce a Joe Guillis (Gerónimo Rauch), un joven guionista en el paro, en el que Norma ve una oportunidad para volver a ser la estrella que era.

Otros de los papeles principales de la función son los de Betty Schaefer (Inma Mira), una joven aspirante a guionista, y Max von Mayerling (Gonzalo Montes), el fiel mayordomo de la señora Desmond.

Se trata de un musical basado en la película de Billy Wilder, con la música de Andrew Lloyd Webber. En su versión en español está dirigida y adaptada por Jaime Azpilicueta y un gran equipo artístico de coreografía, diseño de escenografía, vestuario, iluminación y sonido.

Se trata de una adaptación de la historia de la joven culta e inteligente que proviene de una familia humilde de un pequeño poblado. Vive junto a su padre, un hombre trabajador y soñador. La chica tiene en mente vivir mil aventuras, a ser posible fuera de su aldea. A pesar de tener un pretendiente, ella no quiere saber nada de él debido a su actitud arrogante y engreída.

Sin embargo, un día el padre de Bella es encarcelado en el castillo de un ser horrible y al que todos temen: la Bestia. A pesar de los peligros que pueden ocultarse en ese lugar, Bella se ofrece a cambiarse por su padre, el cual le ha dado todo lo que tenía. El amor que tiene por él es tan grande que vence todos los miedos y se dispone a ser ella la que viva encerrada bajo la custodia del monstruo.

Así sucede. Afortunadamente, Bella consigue hacerse amiga del personal del castillo. Con el paso del tiempo, advierte que la belleza no siempre está en el exterior, aprende a respetar y a querer sin prejuicios y eso ayuda a que la magia reine entre Bella y Bestia.

Se trata de una de las paradas que hará esta compañía de teatro en las islas Canarias, exponiendo su propia versión de esta historia a raíz de la película Disney protagonizada por Emma Watson estrenada el pasado mes de febrero. Es una producción dirigida por Cristian Alcaraz y Celia Dolci, que ha conseguido reunir a un total de 13 actores. Cada uno cumplirá un papel fundamental para poder revivir, una vez más, la ternura que se desprende de esta historia original de Gabrielle Suzanne Barbot de Villeneuve.

La actriz y cantante catalana Nina regresa a Canarias para inyectar su energía entre el público. El espectáculo, que cumple su octava temporada en la cartelera española, se encuentra ahora recorriendo algunas ciudades del territorio.

En esta ocasión, cuenta con un electo totalmente renovado, compuesto por 30 actores y construido en torno a las canciones de ABBA. Entre su repertorio se encuentran canciones como «Dancing Queen», «Take a Chance on Me» o la propia «Mamma Mia», ya un mito en la historia de la música.

Desde su estreno en Londres hace 18 años, esta exhibición se ha convertido en un fenómeno de la música a nivel mundial. Un total de 440 ciudades han sido partícipes de este trabajo. En España se estrenó en el Teatro Lope de Vega de Madrid en el año 2004 y desde entonces ha cosechado una dilatada trayectoria.

Se ha presentado durante siete temporadas en nuestro país de forma ininterrumpida. Más de dos millones de españoles han bailado al son del ritmo del grupo sueco. Ha logrado tal representación que se ha catalogado como el musical más duradero en la cartelera nacional, con más de 2100 representaciones. La agrupación del país nórdico ha hecho que alrededor de 60 millones de espectadores de todo el mundo presencien sus melodías y su historia, que mezcla amor y humor.

La trama se sitúa en una paradisiaca isla griega, cuando una joven decide invitar a su padre a la boda que está apunto de contraer, pero la prometida desconoce la identidad de su progenitor. Se reúnen tres hombres que pertenecen al pasado de su madre pero, ¿cuál de los tres será? ¿Quién debería acompañarla al altar?