Los doctores Nikos Makris y Stefano Pallanti participaron el pasado viernes, 9 de junio, en el evento RDoC seminar cuyo tema fue la técnica de investigación del Research Domain Criteria, desarrollado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. La charla la organizó el Instituto Universitario de Neurociencia de La Universidad de La Laguna y tuvo lugar en la sala de audiovisuales de la Facultad de Psicología y Logopedia.

El seminario dio comienzo con la intervención del doctor Makris, quien explicó los fundamentos del RDoC, un marco de investigación para el estudio de los distintos trastornos mentales. Esta estrategia, dijo, pretende conseguir un mejor diagnostico y prevención, así como también ayudar a comprender la mente humana. «Existe una teoría del Universo, pero aún no hay una del comportamiento», aseveró.

El experto resaltó que el RDoC no es una herramienta para el diagnóstico, sino que «es aplicable para la investigación de los desórdenes mentales». Tampoco, añadió, pretende reemplazar los sistemas de diagnostico actuales, «ya que su importancia radica en el enfoque sistemático, al permitir evaluar las distintas unidades de análisis, como las moléculas, células y sistemas neuronales».

«Existe una teoría del Universo, pero aún no hay una del comportamiento»

Desde una perspectiva visual, señaló Makris, esta metodología se puede representar como un árbol: «En el nivel más bajo se encuentran los distintos dominios, los cuales reflejan el conocimiento actual que se tiene sobre sistemas como el del comportamiento social. Mientras que más arriba están los conjuntos y subconjuntos que incluyen distintos procesos y mecanismos relacionados con ese dominio».

Finalmente, apuntó que en la parte final de la cúspide de este esquema se encuentran las unidades de análisis. De esta forma, «se lleva a cabo un proceso que sirve de guía para estudiar muchos aspectos de interés relacionados con un trastorno».

Por su parte, el doctor Stefano Pallanti demostró los usos médicos de la aplicación de este método para el estudio del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Las investigaciones realizadas, afirmó, han permitido «llegar a la conclusión de que el TOC se relaciona con la sensación de disgusto y gratificación». Como explicó el doctor, «el sufrimiento de las personas que padecen este trastorno se relaciona con el hecho de que no son capaces de entender si sus pensamientos les resultan repulsivos o gratificantes».

Además, dijo que ya se han descubierto qué partes del cerebro se relacionan con determinados aspectos de este desorden, como la impulsividad o la falta de motivación.

Makris destacó que la inteligencia emocional juega un papel esencial en las competencias personales y sociales dentro de la educación creativa. Así, dijo que «la cultura del trabajo es lo mejor que se puede aprender, pues tienes que cultivar tu ser para poder ser líder».

El educador de Psiquiatría dio a conocer su experiencia proveniente de varios países de Europa y Estados Unidos, sobre la importancia que tiene el papel de la mentoría para identificar los talentos ocultos en el círculo de la vida del ser humano. El que también es especialista en Neurociencia, explicó que «la corteza cerebral que va madurando con el tiempo está directamente relacionada con el bloqueo de la creatividad». La idea de esta conferencia fue desarrollar un comportamiento lúdico en toda la comunidad universitaria.

La creatividad y diversión es un elemento que nunca falta en la personalidad de los niños y niñas de 6 años. Por eso, apuntó el profesor, el proceso de aprendizaje creativo y conocimiento en ese momento es fundamental para el crecimiento. «En cada etapa de la vida hay distintas maneras de adquirir valores, desde los roles a seguir que tienes en tu infancia hasta las mentorías que recibes en tus últimos años», aseveró Makris.

Actualmente, Makris colabora en el proyecto Impulsando la cohesión de las RUPs macaronésicas mediante una plataforma TIC común para la I+D+i biomédica, conocido bajo el acrónimo MACbioIDI. Está liderado desde la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la ULL participa como socio a través del Laboratorio de Neuroquímica y Neuroimagen de la ULL.

Autor de más de 180 publicaciones y profusamente citado, Makris es internacionalmente conocido en el campo de la neuroimagen, donde ha logrado importantes descubrimientos. En los últimos años ha aplicado sus conocimientos en varios proyectos relacionados con la esquizofrenia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el trastorno de estrés postraumático, la lesión cerebral traumática, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno bipolar, el autismo, el alcoholismo, la adicción a la cocaína, los trastornos alimenticios, la esclerosis lateral amiotrófica, la demencia frontotemporal, los accidentes cerebrovasculares y el envejecimiento normal en monos Rhesus.

Es, además, director of the Morphometric Analysis Center (MAC) y codirector del Center for Neural Systems investigations (CNSi) del Hospital General de Massachusetts. En 2011 se unió al PNL, el Laboratorio de Psiquiatría y Neuroimagen cuya misión principal es entender las anormalidades cerebrales y su papel en los trastornos neuropsiquiátricos utilizando el estado de la técnica de neuroimagen. El profesor de Harvard fue invitado por el catedrático de Fisiología de la Universidad de La Laguna José Luis González Mora.