El SEGAI cuenta con una treintena de actividades y con ellas quiere convertirse en una vía para que las entidades puedan resolver posibles dificultades que antes tenían que solucionar fuera de las Islas. Gracias a sus diferentes tareas, es posible atender necesidades específicas del ámbito como la detección de aluminosis, la concentración del gas radón o, incluso, aportar conocimientos para la renovación de materiales que contaminen menos el medioambiente, entre otras.

El encuentro comenzó con una presentación en la que intervinieron Francisco García Rodríguez, vicerrector de Relaciones con la Sociedad; José Luis Rodríguez, director del SEGAI; Serafín Corral Quintana, director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la ULL; Gustavo Luis Cedrés, técnico de la Red CIDE en la Fundación General; y Diana Mesa, técnica del SEGAI. En esta charla previa se desarrolló con detalle cómo puede ayudar la institución académica a las empresas a mejorar su productividad.

En busca de una formación específica

La intervención del vicerrector se centró en el servicio que puede llegar a prestar la universidad a la sociedad y, más concretamente, al mundo de la construcción. En este sentido, se refirió a que las posibilidades son muy amplias, puesto que el Centro trata de estar en contacto directo con las entidades para ofertar una “formación para toda la vida” que se ajuste al perfil de profesional que se requiere.

Los representantes que acudieron también pudieron aportar sus inquietudes a los técnicos. Esta preocupación se basa en la falta de enseñanza específica por parte de los demandantes de empleo y la necesidad de renovación. Por otro lado, también tuvieron palabras de admiración al conocer de primera mano todo lo que les puede ayudar colaborar con el SEGAI.

Tras la presentación, los asistentes visitaron los laboratorios de los que dispone esta infraestructura científico-tecnológica, así como pudieron conocer las áreas de análisis térmico, de espectroscopía, de absorción atómica, de microscopía electrónica o de difracción de rayos x.

El conocido Grupo de Ciencia de Superficies y Electrocatálisis de la Universidad de La Laguna, cuya investigadora principal es la catedrática Elena Pastor, patentó recientemente dos importantes descubrimientos relacionados con el campo de la eficiencia energética. Concretamente, un nuevo modelo de pila de combustible de pequeño tamaño, y una célula fotoeléctrica que aprovecha más superficie de las placas para captar una mayor cantidad de energía solar.

La primera de ellas está firmada por la propia Pastor, así como por Gabriel Ángel Planes, Gonzalo García y Jonathan Flórez, y se enmarca dentro del ámbito del diseño de materiales nanométricos para su aplicación como catalizadores. En este caso, la batería no tiene las medidas habituales, sino que cuenta con pequeño formato, aproximadamente del tamaño de una moneda, que podría ser muy útil para abastecer dispositivos como teléfonos móviles o, incluso, marcapasos.

La novedad no está en el material empleado, denominado mesoporoso, sino que lo está en el diseño del artefacto, con una disposición en capas que mejora su eficiencia energética. “La idea”, explica Pastor, “es preparar una estructura que esté perfectamente ordenada en hileras, de manera que el combustible oxidado discurra por esos canales y haga que reaccione”. La pila funciona con alcoholes como el metanol y el etanol, “que podrían ser de origen bio, con lo cual, desde el punto de vista ambiental, son más amigables”.

La OTRI las pondrá en el mercado para licenciarlas

La segunda patente, cuya autoría está compartida con Benito Anula Alameda, Gonzalo García y Olmedo Guillén, mejora la actividad de las células fotoeléctricas, que poseen una base de silicio dopado que, al llegar los rayos de sol, absorbe los fotones de la luz y libera electrones que son conducidos a través de los denominados “dedos colectores”, los cuales sirven para facilitar la conducción y que, visualmente, son las líneas brillantes visibles en la superficie de la placa.

Con todo, se plantea un novedoso diseño en el que todos estos elementos son reemplazados por nanopartículas. “Este desarrollo viene de otra iniciativa anterior, en el que preparamos unos nanodiscos de unos 4 o 5 nanómetros de diámetro y dos átomos de altura, una altura que los hace transparentes”, explica Pastor.

Ahora, la siguiente fase será investigar de qué metal son las nanopartículas idóneas, teniendo en cuenta sus características, pero también su coste económico, abriéndolo también al campo de la fotoelectroquímica.

Ambas patentes se han gestionado a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universidad (OTRI), la cual también se encargará de explorar el mercado en busca de empresas potencialmente interesadas en licenciarlas para su aplicación.

En este sentido, la experta señaló al comienzo de su intervención que todo se trata de documentos científico técnicos. “Es literatura que ayuda a completar la habitual”, explicó. Los escritos de solicitud de marcas tienen una estructura igual para todas las oficinas del mundo, con memoria descriptiva, relación de inventores e informe sobre el estado de la técnica. Todas deben cumplir con los requisitos de novedad, actividad inventiva y aplicabilidad.

Las bases de datos, elemento clave del taller

“Cuanto mejor se ponga de manifiesto la diferencia entre nuestra invención y el estado de la técnica conocido, será más favorable para la universidad a la hora de ser tramitada nuestra petición”, remarcó Tejedor en el transcurso de una sesión eminentemente práctica.

Las bases de datos constituyeron un aspecto básico del taller. Así, se buceó por fuentes oficiales como Espacenet o European Patent Register, SIPO o Invenes, al tiempo que también se acercaron a otras no oficiales, pero igualmente útiles, como Google Patent Search, Free Patents online o Boliven from Cambridge. Tejedor hizo hincapié en el tipo de búsquedas que pueden llevarse a cabo, tanto por temática como por inventores, número de expediente, cobertura o periodo temporal, entre otros criterios.

Asimismo, la ponente concluyó que existen empresas que para ocultar a sus competidores los verdaderos elementos de su descubrimiento utilizan nombres muy genéricos, mientras que otras optan por lo rimbombante para objetos relativamente sencillos.

Para formalizar el acuerdo, el director de la Oficina de Transparencia de Resultados de Investigación, Serafín Corral, presidió a última hora la firma de un convenio específico de colaboración con la Universidad de Málaga. El acto, celebrado en la sede del Vicerrectorado de Investigación en el Edificio Central de la Institución, contó con la asistencia de los profesores de Málaga Francisco Manuel Carriscondo (coordinador de Lengua y Prensa) y Susana Guerrero, así como con los docentes Humberto Hernández y José Luis Zurita, investigadores del Lab-Com y este último, también, director de PERIODISMO ULL.

Desde 2008 las facultades de Ciencias de la Comunicación y Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga desarrollan los contenidos de Lengua y Prensa, los cuales, a raíz del convenio firmado, se enriquecerán con informaciones extraídas de los medios de Canarias y de algunos países de Hispanoamérica, todavía por determinar, y que se concretarán por su interés lingüístico u oportunidad investigadora.

Con el convenio se fortalecerán las líneas de trabajo que desarollan filólogos y periodistas de las universidades de Málaga y La Laguna con el español meridional.

El encuentro programado estaba integrado en el marco del proyecto Red CIDE (iniciativa del Gobierno de Canarias) cofinanciado por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en un 85 %.

Antonio Marcelino Santana González, director gerente  de la FCPCT ULPGC, llevó a cabo la apertura del acto. Destacó que la entrada en vigor del Reglamento afecta a todas las empresas ubicadas en la Unión Europea. Así mismo, el responsable aprovechó el momento para recordar la función y objeto del organismo que representa. En este sentido, puntualizó  que dentro de la universidad actúan como una Fundación Pública. Además, entre sus funciones están la gestión de los Edificios Polivalentes I al IV  y las direcciones de la Oficina de Proyectos Europeos (OPE), la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) y la Oficina Propiedad Industrial e Intelectual (OPII) de la ULPGC. A continuación, presentó a Liliam Valenzuela, abogada socia de Umbra Consulting, quien dio comienzo con la sesión informativa.

La reputación de las empresas es más importante que la sanción

La experta jurista explicó que los reglamentos son de aplicación directa y no precisan de transposición directa a una normativa nacional. En realidad se aprobó en el año 2016, pero incluía un periodo de dos años para que las empresas se pusieran al día. Justamente, el próximo día 25 de mayo finaliza el plazo y, por tanto, será aplicable. A partir de entonces , estarán en riesgo de vulnerabilidad por incumplimiento.

Liliam Valenzuela subrayó la importancia de implantar la legislación vigente y, para ello, mencionó la necesidad de cumplimento en materia de protección de datos ya que puede conducir a una posible sanción. Así mismo, manifestó que el daño para una sociedad tiene dos aspectos negativos. Por un lado, el económico y, por otro, el perjuicio reputacional. Es precisamente este último el que más afecta porque puede tener una relación directa con la actividad productiva debido a su carácter público. El cliente de hoy en día se informa antes de contratar y siempre lo lleva a cabo con aquel que tiene su imagen más saneada.

Entre los detalles que aclaró Valenzuela, destaca la explicación del concepto de datos de personas físicas. Manifestó que estos eran aquellos que identificaban a gente incluyendo los profesionales. Otra mención importante fue la de aclarar quién era el responsable y quién el encargado de la base de datos.  La distinción es necesaria para el caso de una sociedad que contrata con otra un servicio en donde debe operar con la información de los clientes de la primera.

El núcleo duro, después del consentimiento y las causas de legitimación, está en la integración de la política de protección de datos en la organización. El empresario debe informar a sus trabajadores las directrices que rigen esta materia. Al fin y al cabo son las normas de confidencialidad pero, ¿qué es confidencial? Los trabajadores deben disponer de la documentación necesaria que les advierta con el fin de llevar a cabo una correcta actuación diligente en su puesto de trabajo.

Contactar con el afectado “sin dilación”

Las organizaciones deben nombrar un Delegado de Protección de Datos (DPO). Es el responsable de supervisar el cumplimento del Reglamento, proporcionar información, asesorar y trabajar en colaboración con la autoridad de Control. Durante la ponencia, Liliam Valenzuela continuó y citó nuevas terminologías y obligaciones y, entre ellas, destacó que será necesario denunciar cualquier violación de los datos a la autoridad de control en el plazo de 72 horas desde el momento en que tuvo conocimiento de esta. Un aspecto importante en materia de salvaguarda es que, cuando la violación puede ocasionar un alto riesgo para los derechos y libertades de las personas, hay que ponerse en contacto con ellas “sin dilación indebida”.

Cualquier infracción del nuevo Reglamento está sujeta a un régimen graduado de sanciones económicas con multas de hasta un 4% de la facturación global anual del ejercicio anterior o 20 millones de euros, la que sea mayor. En la determinación de la multa, la autoridad debe considerar la intencionalidad, grado de negligencia, medidas llevadas a cabo para mitigar la violación, entre otras. La personas pueden demandar a las sociedades para conseguir una indemnización para cubrir tanto los daños materiales como otros, así por ejemplo: la angustia. La charla concluyó con un turno de preguntas para resolver las dudas de los allí presentes.  Debido a la gran cantidad de preguntas se amplió el tiempo previsto de finalización. Una vez aclaradas, Liliam Valenzuela dio por concluido el evento y ofreció sus servicios de asesoramiento a todas las PYMES y asistentes.

La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universidad de La Laguna (OTRI), entidad dependiente del Vicerrectorado de Investigación, ha organizado hoy, jueves 26 de abril, un evento con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual. En este caso será la jornada ¿Publicas o patentas?, la cual comenzará a la 12.00 horas en el Aula Polivalente del Edificio Central. El seminario, de acceso gratuito y dirigido al personal investigador de la institución académica, será inaugurado por el vicerrector de Investigación, Francisco Almeida, y a continuación el director de la OTRI, Serafín Corral, ofrecerá una presentación de su servicio.

Seguidamente, a las 12.20 horas, Blanca Vila Ruidavets, jefa del Área de Búsqueda de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), dictará la conferencia titulada Las patentes como herramienta clave para la investigación, en donde abordará asuntos como qué se puede patentar; cómo hacerlo en España y en el extranjero; las novedades de la nueva Ley de Patentes en el ámbito universitario; recomendaciones antes, durante y después de obtenerla; y qué servicios de vigilancia tecnológica ofrece la OEPM, entre otros. A eso de las 13.00 horas se clausurará el acto.

Por razones de aforo, es necesario inscribirse a través del siguiente formulario de inscripción.

La Universidad de La Laguna, a través de su Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), ha suscrito hoy martes, 24 de abril, un convenio marco de colaboración para mejorar la visibilidad del Mercadillo del Agricultor y Artesano de la Villa de Tegueste, a través de la investigación en diseño. El propósito de este acuerdo es embellecer la zona, mejorar su cartelería exterior, señalética, mobiliario y disposición de elementos, al tiempo que colaborar en campañas de promoción del producto agroalimentario de calidad y proximidad.

Para ello, la institución cuenta con un Grado en Diseño y un Máster Oficial en Innovación en Diseño para el Sector Turístico, con apoyo además de la Cátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la ULL.

El investigador principal de este proyecto, que en un principio se extiende a cuatro años, es el profesor Carlos Jiménez Martínez. En la firma estuvieron presentes el vicerrector de Investigación, Francisco Almeida, y el gerente del espacio comercial, Juan Luis Sosa Díaz.

34 puestos de venta con 75 trabajadores cada fin de semana

Sosa Díaz explicó que siempre se ha intentado dar una imagen diferente del Mercadillo, como punto de atracción con entidad propia, de tal forma que su propia marca corporativa atiende a otros valores y no solo a los clásicos elementos tradicionales de la agricultura. Cuenta con la certificación de calidad ISO 9001 y dispone de 34 puestos de venta que dan trabajo los fines de semana a alrededor de 75 personas.

Para el vicerrector, estas colaboraciones con el sector privado resultan fundamentales, dado que cobra así valor la dimensión de transferencia del conocimiento universitario al tejido empresarial. Se trata en esa ocasión de la primera rúbrica entre estas dos entidades. Asimismo, el gerente apuntó que le interesaría conocer también otras instancias de la Universidad como el Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI), donde existen varios laboratorios y servicios que también podrían dinamizar y potenciar la producción agricultora del municipio.

Durante los primeros minutos, Corrales explicó que la función de la OTRI es canalizar a la sociedad los resultados de su tesis. El experto motivó a todos los presentes a aprovecharse de las facilidades de esta entidad, enmarcada en los servicios de la ULL, para patentar: “Se trata de proteger las ideas que nosotros desarrollemos”. Además, hizo énfasis en que, durante una carrera universitaria, “podríamos encontrar soluciones a ciertos problemas que no deben quedar en el olvido” y afirmó que “crear una empresa no es ninguna idea disparatada”.

Tras las intervenciones anteriores, Morán empezó a desarrollar la temática de la jornada con la ayuda de una serie de diapositivas. Así, explicó que el papel maché es una mezcla de fibra vegetal y un aglutinando líquido que, una vez seco, da lugar a un material de propiedades resistentes. El conferenciante subrayó la utilización de esta técnica en los bocetos de obras renacentistas y barrocas, tales como el Alma Condenada de Bernini. Además, enumeró otros sistemas similares: “El cartón piedra, la cartapesta o el decoupage”.

El objetivo fue la invención de pastas de papel a partir de los antecedentes anteriores

Morán enunció que su quehacer se centró en la aplicación de este material en el ámbito industrial o artístico: “durante siglos fue considerado como un sistema de primera categoría en Italia”. Sin embargo, alegó una inexistencia de manuales y contó diferentes anécdotas sobre su trabajo de campo en la Palma, lugar donde encontró varios moldes originales. El investigador aseveró que el objetivo fue la invención de nuevas pastas de papel a partir de los antecedentes anteriores: “Podremos experimentar con ellas durante la realización, restauración y conservación de un mascaron original palmero”.

Por último, el especialista concluyó que si este sistema no es considerado, es por desconocimiento: “Para su correcta elaboración, se requieren de unas cantidades muy estrictas”. Este añadió que “de los más de cien materiales ensayados hemos seleccionado el formaché modelable e inyectable por sus cualidades mecánicas y plásticas”. De esta manera, Torres ofreció una serie de muestras a los asistentes que habían soportado una carga de 400 kilogramos en la prensa electro-hidráulica y propuso a los mismos intentar partirlos. Al final, el aforo consiguió romper las pruebas, pero ejerciendo la fuerza de forma muy diferente al simulador.

Podrán solicitar estas acciones el personal docente e investigador doctor con vinculación funcionarial o contratados en régimen laboral a tiempo completo de la ULL, así como los beneficiarios de los programas Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, Viera y Clavijo, Agustín de Betancourt y los contratados post doctorales. Para poder presentar la solicitud es imprescindible que, tanto el solicitante como los miembros del grupo de investigación al que pertenece, tengan actualizados a fecha 1 de enero de 2017 sus curriculum vitae normalizado (CVN).

La presentación estará abierta todo el año, salvo en el caso de las acciones para proyectos singulares de transferencia de conocimiento y las correspondientes al programa de proyectos de desarrollo tecnológico (prototipos y pruebas de concepto), para las que el plazo se extiende hasta el 14 de octubre de 2017.

Las bases indican que las acciones serán compatibles con ayudas públicas o privadas que puedan concederse para la misma actividad. En todo caso, el importe con el que se apoye las acciones objeto de las presentes bases en ningún caso podrá ser de tal cuantía que, aislada o conjuntamente con otras subvenciones, ayudas o ingresos, supere el coste total de la actividad.

Cinco bloques de ayuda

El primer bloque de ayudas que contempla este plan se denomina “Protección de tecnología”, y su objetivo es favorecer la cobertura legal mediante patente de las tecnologías desarrolladas en la institución en el mayor territorio posible, a través de dos modalidades de acciones: nacionales e internacionales. Para concederlas, en ambas modalidades se tendrán en cuenta criterios como las expresiones de interés recibidas, la cofinanciación y la implicación del grupo de investigación en labores de valorización y comercialización del resultado.

El segundo bloque de ayudas presta apoyo a la creación y desarrollo de empresas de base tecnológica (spin-offs) surgidas en el seno de la comunidad universitaria como resultado de la actividad investigadora. Este tipo de organizaciones son entidades de derecho privado surgidas en el seno de la institución académica y participadas por profesores o investigadores. Este programa contempla dos modalidades de acciones, una para creación y otras para desarrollo de este tipo de derivaciones empresariales.

En el primer caso, la institución cofinanciará los gastos de constitución de la empresa con hasta un máximo de 500 euros, mientras que en el segundo se facilitarán herramientas para conseguir el posicionamiento en nuevos mercados, definir su estrategia de comercialización y estudiar la competencia existente, para lo cual se otorgará una financiación máxima de hasta 1000 euros. La convocatoria establece los criterios para conceder las ayudas, que abarcan la formación y experiencia del equipo emprendedor, la viabilidad de la propuesta, la cofinanciación, el retorno económico esperado o el impacto de la actividad en relación a la empresa con su entorno económico y social, entre otros.

Consolidar relaciones de confianza con las empresas del entorno socioeconómico

El tercer bloque de acciones está dirigido a la potenciación de las capacidades de los grupos de investigación mediante el apoyo a actividades que permitan establecer y consolidar relaciones de confianza con las empresas del entorno socioeconómico. Nuevamente, hay dos modalidades: visitas a empresas por parte de personal investigador de la ULL y participación en eventos de transferencia de tecnología. Para el primer supuesto se conceden ayudas de hasta 350 euros, para visitar compañías en el entorno canario, hasta 800 euros para las de ámbito nacional y un máximo de 1500 euros si el destino es internacional. Para el segundo, solamente se contempla la asistencia a eventos nacionales e internacionales con cuantías máximas similares a las del primer caso.

El cuarto grupo de acciones está dirigido a proyectos singulares de transferencia de conocimiento, lo cual se traduce en el apoyo a la definición, desarrollo y difusión de iniciativas que tratan de propiciar el acercamiento al mercado de una determinada tecnología. Dichos proyectos podrán implicar la combinación de diferentes categorías de actuaciones: estudios de viabilidad técnica, desarrollo y demostración tecnológica (prototipado y pruebas de concepto), protección y difusión de resultados, plan de comercialización y explotación de los mismos, estudios de mercado y de viabilidad comercial. Estas ayudas no concretan una financiación cerrada, solamente establecen que será posible que se preste apoyo económico si el proyecto presentado cuenta con la evaluación positiva de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI).

Finalmente, el quinto grupo de ayudas apoya el desarrollo de prototipos y pruebas de concepto en aquellos casos que sea necesario validar los resultados de un proyecto sometiéndolos a condiciones reales, o cercanas a una situación real, de operación, antes de introducirlas en el mercado. La ULL cofinanciará los costes asociados directa y exclusivamente a la construcción de prototipos y el desarrollo de experiencias piloto necesarios para el desarrollo tecnológico, y no se incluirán gastos de personal. El documento completo de esta convocatoria detalla las condiciones específicas de cada una de estas cinco modalidades de ayuda, así como la documentación necesaria y plazos para concurrir a cada una.

El rector apuntó que este nombramiento es un “reto importante para garantizar la autonomía de la Universidad”. En esta línea, el vicerrector de Investigación, Francisco Almeida, agradeció al nuevo director que aceptara el cargo y asumiera la responsabilidad que conlleva.

Por su parte, Corral indicó que “pretende revitalizar el servicio de la OTRI para acercar el trabajo desarrollado por los investigadores a la sociedad y facilitar la labor del investigador de la ULL”. También apostó por “visibilizar las demandas de los sectores económicos e intentar conectarlos con la investigación desarrolladas en la ULL”.

Por último, el nuevo director de la OTRI manifestó que “la intención es la de implementar una estructura que atienda a todos estos objetivos planteados”.