Eran las 10.00 de la mañana del domingo, 27 de marzo, cuando se disputó la final del torneo entre la selección de Gran Canaria y la de Tenerife. Las condiciones meteorológicas no eran las mejores, con una temperatura de 13 grados y la lluvia, un aspecto más a tener en cuenta, que había dejado el campo encharcado. Aun así, el tiempo no fue un obstáculo para los aficionados, donde se presentó un buen ambiente desde el inicio hasta el final.

El partido empezó con un dominio claro del equipo de la isla vecina. Gran Canaria tuvo el control del balón durante los primeros 25 minutos, ejerciendo una gran presión sobre el contrario y creando numerosas oportunidades de gol. A mediados de la primera mitad la selección tinerfeña despertó dando un paso adelante en el partido, igualando el nivel de juego del rival y obteniendo así las mejores ocasiones de peligro.

El guardameta, Acoidán Hernández, jugador destacado

La primera parte acabó con resultado de 0-0, manteniéndose la igualdad esperada antes del partido entre los dos conjuntos. Dos equipos muy intensos con filosofías muy parecidas que, pese a verse igualados en el marcador, no le dieron la espalda al juego.

Tras la reanudación de la segunda mitad, la lluvia dio tregua y dejó salir al sol, quedando el campo en perfectas condiciones de juego. En su inicio se vio un partido muy diferente, ambos equipos generaron grandes jugadas combinativas y por fin, tras el paso por los vestuarios, empezó a verse fútbol de calidad. El nerviosismo estaba patente.

En el minuto 55 de partido se abría la lata. El delantero tinerfeño, David Páez, mandó el balón al fondo de las mallas con un chut impresionante dentro del área. El gol generó una reacción de la selección de Gran Canaria, que aumentó el nivel de intensidad decidida a lograr el empate. El combinado llegó a tener una flagrante ocasión estrellando el esférico en la madera en los minutos posteriores al tanto tinerfeño. Tras esto, el partido transcurrió con la misma tónica: dominio grancanario y buena defensa del equipo local.

Tanto tinerfeño y reacción de los amarillos

Pese a la insistencia del conjunto visitante, el marcador no se movió. Fue así como, tras el pitido final del árbitro, la selección tinerfeña consiguió la victoria proclamándose campeona del torneo. Al final del partido tuvo lugar la entrega de trofeos y premios a nivel individual. El galardón al máximo goleador fue para el tinerfeño David Páez. Alain Gómez procedente del Fundación Canaria CD Tenerife, se proclamó mejor portero de la competición. El blanquiazul, Óscar Rogelio, recibió el premio al  mejor jugador del campeonato.

Así, se cerró la Primera edición de este Campeonato llevada a cabo por la Federación Canaria. Este encuentro es esencial para el seleccionador autonómico, Andrés Clavijo, que conformará el conjunto para la primera fase del Nacional de Selecciones que organiza la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Quienes deseen ver la grabación del partido podrán acceder al enlace web de YouTube, además de en el portafolio de la Federación Tinerfeña de Fútbol.

El encuentro tendrá la presencia de la afición isleña y la recaudación se destinará íntegramente a las personas afectadas por las consecuencias de la erupción del volcán de La Palma, activa desde el pasado domingo, 26 de septiembre.

Esta muestra de solidaridad se le suman otras como la de la SD Tenisca, que ha ofrecido sus instalaciones deportivas al CD Atlético Paso y a la UD Los Llanos, clubes cuyos municipios han sido los más afectados por este desastre natural. Además, el equipo palmero también ha ofrecido su colaboración en caso de ser necesaria. Desde la Real Federación Española de Fútbol no se descartan ayudas a las escuadras más afectadas. Incluso se baraja la opción de que la Selección Absoluta masculina dispute un partido amistoso en la Isla en cuanto sea posible.

Está claro que asumir el puesto de entrenador de un equipo de fútbol es dar un paso arriesgado para cualquier persona. No solamente por la presión que ello conlleva, sino también por las expectativas marcadas tanto por los aficionados como por el club. Eres la cabeza visible del proyecto deportivo de ese club. Cuando te sientas en el banquillo no hay margen de error, nadie se pone en tu lugar ni sabe lo que has tenido que hacer para llegar a estar en la banda dirigiendo a un conjunto de fútbol.

Todos esperan que coseches victorias sin apenas conocer a la plantilla. Todas las miradas se centran en ti tras las derrotas o los malos resultados, y los aficionados empiezan a cuestionarse si eres apto o no para el puesto. Cuando gana el equipo está bien, y los jugadores son muy buenos pero, si pierdes, ya nadie mira a los jugadores, todo es culpa del entrenador, porque «no sabe dirigir ni gestionar la plantilla».

Los técnicos realizan una inversión de tiempo y dinero que muchas personas desconocen

Detrás de la imagen aislada y solitaria del entrenador se esconde una persona que ante todo es humana y tiene sentimientos, por lo que también le afectan las situaciones negativas. Pocos conocen el camino que debe realizar el director técnico para estar a cargo de un equipo de fútbol. Y es que para poder entrenar a una categoría mayor de cadetes (13 y 14 años) se requiere una titulación y formación académica específica, se necesita tener el título de entrenador. Esta formación la imparte la Real Federación Española de Fútbol , y hay tres cursos que se deben obtener de manera sucesiva.

Es decir, para tener el Nivel 2 hay que haber superado el anterior curso (Nivel 1). Son los siguientes: Nivel 1 Fútbol Base (válido para entrenar a las categorías prebenjamín, benjamín, alevín, infantil, cadete y juvenil), Nivel 2 Regional (sirve para dirigir desde segunda regional hasta primera regional) y el Nivel 3 Nacional, con el cual puedes estar al mando de cualquier equipo. Por tanto, los técnicos realizan una inversión de tiempo y dinero que muchas personas desconocen y que, como mínimo, han de mostrar respeto.

Los entrenadores también sufren y son los que más se “comen la cabeza” cuando las cosas no van bien. Su personalidad de líder les hace pensar una y otra vez las cosas, a quién poner para que el equipo juegue mejor, qué sistema de juego utilizar para contrarrestar al rival, intentar gestionar los egos que existen dentro de las plantillas, dado que ningún jugador quiere ser suplente; y muchos aspectos más que todos los técnicos, tanto a nivel de fútbol base como en el mundo profesional, tienen en mente.

Es obvio que es un trabajo por el cual recibes un sueldo y que si no rindes te expones al despido. Pero es difícil de entender, ya que no todos los aspectos son manejables por un entrenador. Todos los clubes contratan a esa figura para que consiga los objetivos, y en ese instante es cuando comienza el problema, la soledad. Mientras no logres los propósitos eres tú solo el culpable. Pero se puede abandonar esa soledad con una compleja racha de buenos resultados: cuando llegan las victorias los entrenadores se desprenden de ese aislamiento.

Foto: Atlántico.net