Sexismo – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Wed, 17 Apr 2019 11:24:24 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Sexismo – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 Una infancia libre de prejuicios https://periodismo01.ull.es/una-infancia-libre-de-prejuicios/ Wed, 17 Apr 2019 06:05:52 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=96359 Educar a los niños en valores como la tolerancia, la bondad y el respeto a la diversidad tiene una importancia indiscutible. Al igual que hacerlo en igualdad de género. En el desarrollo que se lleva a cabo durante la infancia, la familia y el colegio tienen un papel primordial. Por eso, hay que inculcarles los aspectos mencionados anteriormente acompañados de muchos más. Los que ahora son pequeños, junto con los que son jóvenes y adolescentes, serán en un futuro no muy lejano personas adultas. Adultos que podrán tomar decisiones que influirán en sus vidas y en las de otros, humanos que tendrán el deber de hacer de este mundo un lugar mejor, sin discriminación, para que así las generaciones posteriores puedan disfrutarlo.

Cristiano Ronaldo, jugador del Juventus Fútbol Club, se vio sumergido hace un par de días en una nueva polémica. Todo comenzó cuando el futbolista subió a sus diferentes perfiles de las redes sociales un vídeo en el que aparecía jugando en su casa con dos de sus hijos, Eva y Mateo. O, mejor dicho, jugando a la pelota con este último e ignorando por completo a la niña. En las imágenes se puede apreciar como el deportista se centra en pasarle el balón una y otra vez al niño. La pequeña, tras hacer varios amagos e intentar darle alguna patada al objeto reiteradamente, se percata de que toda la atención por parte de su padre es para el varón, y entiende de alguna manera que la pelota no llegará a sus pies. Se rinde y acaba yendo a buscar otras cosas con las que entretenerse. Finalmente, opta por coger un carrito de limpieza y un escobillón de juguetes.

La sección de comentarios del vídeo fue el lugar en el cual se empezó a denunciar el hecho. A su vez, en la red social Twitter, con el hashtag #EvaTambiénQuiereChutar, se criticó duramente la situación protagonizada por la familia. El audiovisual, que cuenta con más de 27 millones de reproducciones, se volvió viral rápidamente y personas de todas las partes del mundo acusaron al jugador portugués de machista.

¿Por qué ignoró a su hija y no le pasó la pelota?


Ronaldo, un personaje público que posee la friolera cantidad de 162 millones de seguidores solo en Instagram, quizás no fuera consciente de la realidad de ese momento. O quizás sí, pero no se percató del error que estaba cometiendo ya que, ante sus ojos de hombre blanco, triunfador y heterosexual, esta era una situación normal. Y ahí está el problema, en normalizar y reproducir conductas sexistas y machistas en nuestro día a día sin darnos cuenta, ya que a lo largo del tiempo se han ido asentando en nuestras vidas. Tenemos que erradicar este tipo de discriminaciones a través de la educación y la formación cuanto antes.

Vivimos en una sociedad que por tradición se basa en el binarismo de género, es decir, en la clasificación del sexo y del género como dos formas distintas que complementan a lo masculino y lo femenino. El sexo viene determinado biológicamente, ya que una persona nace como hombre o mujer. En cambio, el género es una construcción cultural y social que puede aprenderse, cambiarse o manipularse y que define diferentes características de la identidad y el comportamiento de una persona.

Los juguetes, agente de desigualdad de género en la infancia


Durante la infancia nos enfrentamos sin darnos cuenta a demasiadas situaciones sexistas que son impuestas por factores externos. Uno de los agentes principales que fomentan la desigualdad de género durante esta época de nuestra vida son los juguetes, ya que a través de estos se transmiten valores a los más pequeños. También, a raíz del juego, se aprenden actitudes y habilidades. La mayoría de los anuncios sobre ellos en revistas, en la televisión e incluso los escaparates de las tiendas, muestran distinciones de sexo entre niños y niñas que acaban influyéndoles, ya que sus mentes a estas tempranas edades son moldeables.

En épocas señaladas como la Navidad esto suele estar muy presente. Por un lado, tenemos las chicas, a las que se le suelen atribuir el uso de las muñecas, las labores de la casa, la belleza y el maquillaje, junto con el color rosa. En contraste, a los chicos se les suele identificar con los superhéroes, los coches, los deportes y el color azul.

La cadena de restaurantes McDonald’s siempre ha fomentado el sexismo con los juguetes que regala cuando compras un menú Happy Meal. En los últimos años se han popularizado bastante las peticiones en sitios web como Change.org para pedir a la empresa de comida rápida acabar con esta situación.

Todo esto lo único que hace es promover un juego que es cómplice de la desigualdad, y que coarta la libertad de los niños sin estos ser conscientes de ello, ya que se les dice con qué tienen que jugar independientemente de los gustos que tengan y qué roles tienen que seguir en la vida, encerrándoles en un determinado papel que concuerde con sus sexos. Para educar en igualdad hay que apartarles de todas esas costumbres y estereotipos que han sido impuestos por tradición de una generación a otra.

¿Qué pasa cuando un niño quiere jugar con una muñeca o una chica con un superhéroe?


Hay que respetar las decisiones de los más pequeños y aceptar la individualidad de cada persona, para así permitirles ser ellos mismos y reforzar su autoestima. Tenemos que fomentar un juego sin exclusiones de género y evitar los prejuicios, del mismo modo que impedir la distinción de juguetes y de colores por sexos.

Ejemplo de esto fue el caso de Adele. En el año 2016, la cantante británica visitó junto a su pareja y a su hijo Angelo de tres años, el parque californiano Disneyland. Para la ocasión, el niño quiso vestirse de princesa. Su madre, dejando a un lado los patrones de género apoyó la decisión del pequeño. De la misma forma lo hizo la actriz Megan Fox con su hijo, el cual se disfrazó por carnaval también de princesa, en esta ocasión de Elsa, una de las protagonistas de la película Frozen.

Solo puedo aplaudir este tipo de decisiones tan positivas tomadas por niños y padres. Del mismo modo, no debemos olvidar que las personas adultas deben corregir también el sexismo que forma parte de sus vidas, ya que en mayor o en menor medida todos cometemos conductas de este tipo. Confío en que poco a poco la sociedad vaya avanzando de manera positiva, permitiendo una convivencia en la que reine el respeto por la diversidad y por la vida de cada persona, al igual que por la libertad individual. Todos tenemos el derecho a ser felices.

 

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Yo también soy ‘todos’ https://periodismo01.ull.es/yo-tambien-soy-todos/ Fri, 09 Mar 2018 10:30:32 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=52633 Una marea violeta bañó las calles de La Orotava en la mañana de ayer, 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la huelga laboral, estudiantil, de cuidados y de consumo. Más de 300 colectivos se han organizado y bajo el lema «si paramos nosotras, se para el mundo», intentan demostrar la verdadera importancia de las mujeres en cualquier circunstancia… Sin embargo, merece la pena echar un ojo a nuestro país y darnos cuenta hasta qué punto se produce esa desigualdad: brecha salarial, diferencia de oportunidades, techo de cristal, discriminación, maltrato, acoso, ¿lenguaje sexista?

La Constitución Española establece, en su artículo 14, que cualquier individuo español es igual ante la ley por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición social. Una vez clara la legislación vigente, hablemos de desigualdades. Generalmente, nos referimos con el término desigualdad a la disparidad entre sexos y casi nunca a diferencias de opinión, religión o incluso raza. El tema de la igualdad queda prácticamente relegado al ámbito del sexo y aquí la lengua tiene mucho que decir. La discusión constante entre si la lengua es sexista o lo es la realidad ha provocado la creación de múltiples posturas en la sociedad actual.

Se produce confusión entre género gramatical y el sexo biológico


Empecemos por el principio, por la socialización primaria, la que se da en las escuelas y llega a cada individuo como el primer contacto con la sociedad. Se enseña en clases de lengua que la “o” equivale al género masculino y la “a” al femenino. Y así es. El problema viene cuando se produce la confusión entre el género gramatical y el sexo biológico. El género gramatical es sencillamente eso: una característica arbitraria de la lengua natural que permite clasificar las palabras en las de género femenino, por un lado, y las de género masculino, por otro (y no palabras femeninas o masculinas, pues esto se refiere al sexo biológico y las palabras no tienen sexo). Se ha acordado, por razones de economía de la lengua, utilizar el género masculino con valor genérico.

Aún aclarada esta cuestión teórica, algunos siguen insatisfechos e intentan solventar esta “insuficiencia del lenguaje” con la aceptación del arroba como grafía inclusiva de ambos géneros, que no sexos.  De esta manera, se prefiere escribir “tod@s l@s niñ@s” a “todos los niños y todas las niñas” – o simplemente “todos los niños” –  y parece que así se resuelve el dilema de la discriminación de géneros. Puede resultar ingenioso e, incluso, se podría aceptar en la lengua escrita, pero este símbolo es imposible de vocalizar y queda totalmente fuera de la competencia oral del lenguaje. Últimamente, también se ha adoptado la letra x para intentar resolver el problema, pero resulta igual de imposible de leer “todxs”.

La sociedad es sexista, la lengua no. Como bien dice Rosa Montero, “la lengua es la piel de la sociedad”, y en ella se reflejan todos los valores que en la ciudadanía imperan. El problema viene a la hora de no saber distinguir entre lengua y realidad.

 «Lo que no se nombra, no existe»


Desde el punto de vista de los defensores de que la lengua es sexista, el problema subyace en la innegable e histórica invisibilidad del sexo femenino en discursos, textos o cualquier tipo de producción lingüística. Apelan por un lenguaje inclusivo, el cual tiene como principal objetivo hacer visible a las mujeres y al resto de colectivos sociales. Su argumento más fuerte es que “lo que no se nombra, no existe”. La palabra tiene mucho poder y si con ella no se incluye a algún grupo, no se le da presencia alguna.

En definitiva, creo que la sociedad ha llegado a un límite que roza la línea roja. Estamos viviendo unos tiempos que podrían denominarse la era del sentirse ofendido. Es cierto que la versatilidad de la lengua debe fomentar cambios para mejorar y asegurar la igualdad y dignidad de todas las personas. Porque “todos” somos “todos y todas” y porque lo que hay que cambiar son nuestras mentes. La lengua no puede tener actitudes sexistas porque ella no hace nada, no actúa, los que actuamos somos nosotros – y nosotras -. Dejar de ser sexistas es una cuestión de actitud social.

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El equipo de fútbol masculino de Harvard, suspendido por sexismo https://periodismo01.ull.es/el-equipo-de-futbol-masculino-de-harvard-es-suspendido-por-su-ranking-sexista-de-jugadoras/ Sat, 19 Nov 2016 18:15:32 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=10190 La Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts) se ha quedado atónita tras salir a la luz un reportaje sexista que puntúa al equipo femenino de fútbol según su «atractivo”. Este ranking ha sido publicado por el diario estudiantil The Harvard Crimson, que se justifica afirmando que es una antigua tradición.

En esta lista, el equipo masculino hace una clasificación de las jugadoras donde puntúan a las compañeras según su atractivo sexual, incluyendo fotos e incluso llegando a insinuar que mantendrían relaciones sexuales con algunas de ellas. A otras se las critica por ser altas, parecer fuertes y tener apariencia “viril”. La mayoría de ellas son criticadas de manera sexista, ofensiva y soez.

La dirección de la Universidad decidió suspender al conjunto masculino tras conocerse la noticia. Drew Faust, director de la Universidad, comentó que “la decisión de suspender al equipo refleja el punto de vista de Harvard de que este comportamiento es completamente inaceptable”. Los jugadores ya no podrán seguir disputando el resto de la temporada ni continuar en la Ivy League, en la que iban los primeros.

Los jugadores no han querido hacer declaraciones sobre el ranking ni dar su opinión sobre la decisión del director. El entrenador declaró que “a pesar de no estar de acuerdo con que nuestra temporada haya acabado así, respetamos la decisión de la administración”.

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