Todo surgió cuando María Hernández tuvo la oportunidad de viajar a Lamu, una ciudad situada en Kenia, para colaborar al desarrollo de la población local de la mano de One Day Yes Twashukuru School, una escuela que ha conseguido que unos 50 niños encuentren un hogar, una familia y, sobre todo, un espacio donde poder disfrutar y reír aprendiendo. Al ver todo aquello, la joven alumna sintió que debía esforzarse y buscar la forma en la que las mujeres y los niños de África pudieran recibir una educación.

Junto a otras tres alumnas de la misma universidad que la han acompañado desde los inicios del proyecto, buscan que cada vez crezca más. Aunque solamente su labor, en principio, se centre en Lamu, quieren darle continuidad e invitan a toda la comunidad universitaria a que se anime a ayudar. Con un pequeño formulario el que quiera podrá inscribirse para así colaborar con esta gran iniciativa.