Ambos equipos habían gozado de oportunidades previas para estrenar el contador, pero Educación ULL se adelantaba con un potente disparo desde fuera de los nueve metros. El Garimbita F.C. lo intentó con pases en profundidad, cambios de dirección y despliegues de velocidad desde la bandas, aunque les faltó acierto para encarar y perforar la portería rival. Con un 0-1 en el marcador, Jesús Figueroa Hernández pitaba el final de la primera parte.

En la segunda mitad la energía fue máxima y, tras una mala basculación de la defensa, un contraataque letal de Educación ULL asentaba un cómodo 0-2 en el marcador. La presión y la falta de tiempo obligaron al Garimbita a adelantar las posiciones centrales y defensivas, una estrategia que les permitió golpear dentro del área y anotar un esperanzador 2-1 dos minutos después.

Un último cuarto de hora de infarto en el que el conjunto rojiblanco reaccionó y buscó la remontada. Sin embargo, un error de despeje del guardameta del Garimbita sentenciaba el choque y daba la victoria, por 3 a 1, a Educación ULL.

El comienzo no era nada optimista para sus rivales, las cuales tiraban sin recibir premio a cambio. Incapaces de parar el juego exterior de sus contrarias, empezaron a ver la luz al final del túnel de la mano de la jugadora que portaba el número 8. Las de azul consiguieron parar la sangría de puntos con sendas bandejas de la base y un tiro libre anotado de la misma.

Tocaba así a su fin el primer cuarto, y las chicas del Drink 3.0 completaban un inicio inmejorable poniéndose 8 puntos arriba en el marcador. A las futuras enfermeras no les quedaba más remedio que remontar y mejorar su juego.

Llegaron las rotaciones en el segundo cuarto. Unos cambios que se hicieron notar, sobre todo, en el equipo que vistió de blanco, ya que contaba con 10 jugadoras a diferencia de su contrario con 8.

Con las sustituciones, el ritmo del partido aumentó hasta tal punto que se convirtió en una lucha entre titanas. En ambos postes, los empujones y contactos se sucedían, las protestas a los árbitros eran constantes y la lucha por el rebote fue toda una guerra armada.

Llegaba el descanso con un resultado de 20-13 favorable al Drink 3.0. Era hora de relajar los ánimos caldeados de la primera parte y preparar las estrategias para alzarse con la victoria.

El tercer cuarto hizo despertar a la bestia. El hasta ahora conjunto que marchaba por debajo en el tanteo empezó a engrasar la maquinaria con un parcial de 5 a 0 que despertó la inseguridad del otro finalista. Aun así, a base de tiros libres, un gran juego en el poste de sus pívots y las numerosas infracciones cometidas por las de azul, las chicas del Drink 3.0 consiguieron frenar la racha, pero no por mucho tiempo.

Los papeles se cambiaron y el Nurses EUENSC comenzó a sacar su versión más efectiva desde la línea de 3 con dos triples seguidos. Con ello conseguían un parcial de 6 a 0 que daba la vuelta al resultado y las ponía por delante por primera vez en el encuentro, con un 29-24 tras un tercer cuarto inconmensurable.

Un solo cuarto restaba para conocer a las campeonas. Era la hora de dejarse el alma y dar todo en la cancha para levantar el ansiado trofeo. Unas querían defender su ventaja y otras debían remontar.

Las defensas se endurecieron y cada vez se anotaban más faltas y menos puntos. En esta serie de buenas defensas, la máxima anotadora de las blancas, Elena, logró 4 puntos consecutivos que las acercaron en el marcador. Esta aportación, junto a la de la pívot Pe, bajo aro llegaron a poner en tablas el tanteador tirando por tierra el esfuerzo previo de sus rivales. Momentos de tensión donde la mano se encoge y cuesta tirar.

Eso no lo debió pensar la jugadora azul de número 23 Cañizales, la cual anotó dos puntos cruciales para darle un respiro a las suyas. Las derrotadas en aquel momento no bajaron los brazos en ningún instante, pero un triple en los últimos segundos a cargo de la jugadora número 7 daba ya por cerrada la final y el campeonato. Una copa que se llevaría a casa el Curses EUENSC, en gran parte gracias a las máximas anotadoras y mejores jugadoras de la mañana: Moreno y Cañizales, con 10 y 11 puntos, respectivamente.

Con el resultado final de 34-32 ya hay un representante que acudirá a la isla vecina para, ya no solo alcanzar la gloria, sino tocar el cielo del Archipiélago.

Aunque el marcador final demostró la superioridad del Ojo Team con una diferencia de 17 puntos sobre Ingenieritos, durante los tres primeros cuartos la distancia entre ambos no fue tan clara. Tras los primeros 15 minutos, la ventaja de los primeros sobre los segundos era de solo cuatro puntos (12-8). Durante los cuartos siguientes la tónica que se mantuvo permitió ir siempre en cabeza a los actuales campeones.

El marcador iba muy ajustado hasta que apareció Van Haaren. Su actuación acabó decantando la final para el Ojo Team. Gracias a sus 11 puntos  en el último cuarto, fue el máximo anotador del partido con 22. Su acierto de cara a canasta, unido al bajo nivel físico y anotador demostrado por Ingenieritos, hicieron que la diferencia entre ambos conjuntos llegase a 13 puntos en los quince últimos minutos del partido. El mejor anotador por parte de Ingenieritos fue Rodríguez con 11 puntos.

El encuentro fue arbitrado por Abat Basket (Asociación de Baloncesto Aficionado de Tenerife).

La buena racha y los resultados obtenidos por el equipo Ojo Team en la Fase de Grupos no fue casualidad. Sus abultadas victorias conseguidas en el mes de diciembre les hizo quedar campeones entre los equipos de Libre Asociación, motivo por el cual consiguieron disputar esta final del Trofeo Rector. Gracias a su victoria frente a Ingenieritos, podrán participar en el Campeonato Universitario de Canarias que se celebrará el 10 y 12 de mayo.

Ficha técnica:

Ojo Team: González (8), Hernández (-), Del Pino, J. (14), Pérez (2), De Paula (6), Van Haaren (22), Martínez (-), Rodríguez (1), Del Pino, A. (-).

Ingenieritos: Alonso, D. (-), Medina (6), Ramos (5), Hilario (2), Alonso, A. (4), Rodríguez (11), Bencomo (-), González (6), Villaroel (2), Camacho (-).

Árbitros: Martín Pérez, Díaz Caneja y Perdomo.

La final absoluta del Trofeo Rector de fútbol sala masculino se disputó este 13 de abril en el Pabellón Central de la ULL. Los equipos que se enfrentaban fueron Geografía 2.0 y 4 hombres y medio. El encuentro, que congregó a una gran cantidad de público, llenando casi por completo las gradas, comenzó a las doce del mediodía. El triunfo fue para los de la Facultad de Geografía e Historia. Tuvieron la mayor parte de la posesión, lanzaron más a puerta e, incluso, tiraron un penalti, pero no les resultó fácil.

El partido comenzó con mucha intensidad. El equipo de los geógrafos empezó con mucho toque y haciendo bascular el balón de un lado a otro. Esta sería su línea a lo largo de todo el juego. En los primeros compases, el balón pasaba casi siempre por las botas de su jugador número 11, David. Un jugador con buena zurda y disparo potente, y que fue importante en la victoria de su grupo. El dominio era del equipo y los primeros disparos a puerta también. Pero el primer gol fue para el rival. Minutos más tarde, Geografía 2.0 tuvo la ocasión de empatar a través de un lanzamiento de penalti, pero la suerte no parecía estar de su lado.

A partir de este instante, el ritmo trepidante con el que habían empezado decayó. La desesperación apareció en el conjunto verde en forma de faltas, una de ellas un tanto brusca. El protagonismo fue para su portero, quien realizó grandes paradas cuando su equipo lo estaba pasando peor. Aun así, 4 hombres y medio marcó el segundo gol antes de llegar al descanso.

En el segundo tiempo, las circunstancias cambiaron. El equipo se volvió a enchufar. En un gran juego colectivo, movían el esférico rápidamente y atacaban sin cesar por las bandas. Tal esfuerzo se vio recompensado, pues en apenas cinco minutos consiguieron anotar dos goles y empatar el partido. No bajaron el ritmo. Así, a cinco minutos del final, Javi conseguía el tercero y definitivo, siendo el héroe del encuentro y dándole la victoria a Geografía 2.0.

Al término del encuentro, Javi y David, dos de los campeones, destacaron que la clave «fue el bajón físico de 4 hombres y medio en la segunda parte y los cambios que ellos realizaron, pues aportaron frescura al equipo». A su modo de ver, fue un partido atractivo y entretenido tanto para el espectador como para los jugadores.