El evento comenzó a las 10.30 horas, con la participación del docente Pedro Dorta, quien  expuso el estudio de las diferentes perspectivas de la ciudadanía canaria acerca de los riesgos asociados al cambio climático y el poco conocimiento de la ciudadanía en dicho problema. Según una encuesta realizada a más de quinientas personas, la idea de que existe el calentamiento global está presente, sin embargo, el 95 % reconoció no conocer ningún plan de intervención.

«Pensar en una nueva carretera antes que en otro sistema de movilidad es un error»

La jornada continuó de la mano del profesor de Física, Jorge Méndez Ramos, quien expuso la contribución en la transmisión de conocimientos del Congreso SHIFT 22. «Representa una referencia  medioambiental a nivel internacional», recalcó. A continuación, tuvo lugar el turno del académico en Ingeniería Eléctrica, José Francisco Gómez, donde se presentó el estudio del efecto de la introducción de sistemas de energía híbridos basados en energía renovable y sistemas de almacenamiento de Tenerife.

Por su parte, el maestro José León García Rodríguez manifestó la aportación en la transferencia de conocimientos del XXVII Congreso de Geografía: Cambio Global y Sostenibilidad. El académico afirmó que «el Archipiélago Canario es muy vulnerable», en especial la isla tinerfeña. Además, Carlos Jiménez Martínez revindicó el proyecto piloto comunitario universitario Campustaje. Su objetivo es conseguir la gestión descentralizada de la parte orgánica de los residuos sólidos generados en la Universidad.

«No podemos frenar el calentamiento global por mucho que hagamos»

El Catedrático del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la ULL, José María Fernández-Palacios, propuso una creación de una red de parcelas permanentes en la Isla para realizar un seguimiento de los impactos producidos por la contaminación mundial. En una de sus intervenciones afirmó que «no podemos frenar el calentamiento global por mucho que hagamos».

Como broche de oro del acto, tuvo lugar la entrega de los Premios de TFG, TFM y Tesis de la Cátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, a cargo de Javier Rodríguez.

La Universidad de La Laguna celebró este jueves, 23 de junio, diferentes actividades y talleres con el objetivo de concienciar a la población de varios asuntos ambientales. Destacó, entre todos, la jornada de puertas abiertas del proyecto Implamac.  Tuvo lugar en la planta cero de la sección de Química y fue dividida en dos sesiones. La primera de ellas comenzó a las 9.00 horas y la segunda a las 11.00 horas.

En el taller se proyectó un vídeo de presentación del proyecto de Implamac que nació bajo la premisa de luchar contra un problema que afecta a todo el mundo: la basura marina. El coordinador principal de esta investigación es  el profesor de la ULL Javier Hernández  Borges. Lo que se pretende conseguir es generar y proporcionar datos cualitativos y cuantitativos que adviertan sobre el impacto que tienen los microplásticos en los archipiélagos de Canarias, Cabo Verde, Madeira y Azores.

En el acto intervinieron Cristopher Domínguez, ambientólogo; Marta Sevillano, bióloga marina; Cristina Villanova, bióloga marina, y Alba González y Dylan Gabriel Díaz, parte del alumnado de Ciencias Ambientales que se encuentran realizando el TFG. Durante la actividad se aclararon conceptos y procesos que se siguen a la hora de analizar y tomar muestras. Explicaron lo que son los microplásticos y su llegada a las playas insulares.

Otro de los temas que se abordó estuvo relacionado con los restos plásticos encontrados en el organismo de peces y erizos. Marta Sevillano explicó el procedimiento que se lleva a cabo al analizarlo y las herramientas y utensilios que usan para ello. Asimismo, Cristina Vilanova habló de los productos de consumo diario como botellas de agua, de refresco, de vino, de cerveza o la sal y se dejó claro que todos ellos, en mayor o menor medida, están contaminados.

Antes de finalizar se vieron muestras de contaminantes encontrados en el fondo marino y se mostró una plantilla con la gama de colores que se encuentran en el mar.

La primera edición del Taller de jardines de mariposas tuvo lugar este pasado jueves, 19 de mayo, en el Huerto Garoé de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad de La Laguna (ULL). El evento estuvo organizado por la Cátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en colaboración con Cambium Acompañamiento Sostenible. El objetivo principal de la actividad consistió en aprender a diseñar y construir jardines de mariposas de desarrollo sostenible. La actividad comenzó a las 17.30 y finalizó a las 19.00 horas.

‘¡Te llevamos al huerto!’ se destinó al alumnado universitario y personal de administración y servicio. La asistencia fue gratuita, previa inscripción a través de sede electrónica de la Fundación General de la Universidad de La Laguna. Alfonso Salas Santiago, técnico del COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), junto con la docente e investigadora en Educación para la Sostenibilidad, Natalia Rodríguez, fueron las personas encargadas de impartir el taller.

La actividad estuvo dividida en dos partes. La primera trató sobre los conocimientos teóricos de las plantas hospederas, es decir, aquellas en la que los lepidópteros depositan sus huevos. Santiago Salas, mostró algunas de ellas tales como la pasiflora, la ruda o el romero. Otros ejemplos fueron las plantas de néctar, en las que sus flores tenían una forma tubular y eran de colores, y por último, las que se caracterizaban por tener hojas grandes.

En la segunda parte de la actividad se realizó el diseño y la creación de los jardines. Estos espacios deben estar ubicados en lugares que reciban luz solar directa, pues los lepidópteros son insectos que dependen de la luz ambiental. Además, deben de existir pequeñas zonas con agua en forma de charcos. El objetivo último del taller fue crear jardines saludables, en los que las mariposas pudieran llevar a cabo su ciclo de la vida.

La sostenibilidad y el consumo responsable son términos cada vez más influyentes en la sociedad, pues ocupan un lugar protagónico en las agendas de empresas e instituciones. Por este motivo, en este curso se resaltará el papel del ser humano como motor de cambio en la gestión de residuos. A su vez, Hernández tratará de inculcar a su público la idea de convertir dicho material en un recurso más, ya que considera necesario eliminar los prejuicios contra el plástico puesto que aporta unos beneficios desapercibidos para todos: ligereza, contención de líquidos o, desde el campo científico, no presentar organismos patógenos en su superficie.

Reducir, reciclar, reutilizar, repensar y reintroducir

Asimismo, la docente subraya la necesidad de sustituir el ciclo lineal, usar y tirar, por el proceso circular, que consiste en otorgarle un valor al plástico. Su puesta en marcha integra a las personas en una vida más saludable y beneficiosa para el medio ambiente.

No obstante, su uso imprudente puede causar grandes estragos en los ecosistemas. De hecho, las últimas observaciones realizadas por Hernández concluyen que el mar no entiende de fronteras, y El Hierro es el mejor ejemplo de ello. A pesar de ser la segunda isla menos poblada de Canarias, y la más concienciada con el consumo sostenible, sus playas sufren la marea del microplástico.

En gran proporción, se encuentran ‘pellets’, una clase de microplásticos primarios, que son fundamentales para la producción y fabricación de otros materiales. Su procedencia es clara: el transporte marítimo, la pérdida de contenedores y las fábricas externas a la isla.

Sin lugar a dudas, el evento está diseñado para persuadir a quienes pretendan redefinir sus hábitos y costumbres. Así, la investigadora invita a la autorreflexión con una pregunta: «Cuando muera,  ¿Qué altura tendría la montaña de residuos que generé a lo largo de mi vida?».

El Taller está constituido por veinte horas lectivas, distribuidas en clases teóricas y prácticas. El horario, para cada día, será de 15.00 a 20.00 horas. Las personas inscritas tendrán que estudiar el contenido facilitado por el profesorado para después someterse a un cuestionario tipo test. Aquellas que asistan, como mínimo, al 80 %  de las horas totales pueden obtener un certificado que corrobora la participación. Aquellas que superen la prueba evaluativa obtendrán un diploma de asistencia, aptitud y reconocimiento. De esta manera podrán convalidar la actividad realizada por dos ECTS.

La formación tiene por objetivo que las personas que asistan conozcan los recursos hidrológicos canarios y sus ODS, comprendan la problemática del saneamiento de las aguas, gestionen los Servicios Ecosistémicos de los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) y sepan calcular y analizar parámetros de sostenibilidad como  la huella de carbono y la huella hídrica del ciclo integral del agua.

«La idea de usar estos materiales es darles una funcionalidad para que sean sostenibles. Pero no solo en sí mismos, sino que su preparación y diseño también sea respetuoso con el medio ambiente», sostiene Verónica Pino, química analítica e  investigadora principal de MAT4LL.

Uno de los materiales que se utilizan en la investigación son los  polímeros de tipo ILS, es decir, elementos fruto de la unión de monómeros (moléculas simples) que se construyen gracias al líquido iónico (IL). Un líquido denomino disolvente verde al ser poco contaminante. Una vez obtenido el polímero, este recubre las paredes internas de un capilar fino y hueco, cuya longitud oscila entre los 5 y 6 centímetros. El resultado es un material que, con mayor versatilidad, puede retener y extraer fragmentos de ADN.

«La utilización de estos capilares supone una aplicación novedosa porque, normalmente, otros métodos de extracción de ADN se hacen con kits comerciales que son bastante caros, tienen poca precisión y, además, constan de procesos muy complejos», añade Idaira Pacheco, investigadora del Grupo.

Detección de contaminantes en aguas residuales

El equipo, integrado por profesionales de las áreas de Química, Física así como de Biología, defiende el uso de materiales compuestos de elementos naturales para estos estudios. Asimismo, apuesta por el uso del cloruro de colina, un aditivo muy usado en la alimentación de las gallinas. Este cloruro se fusiona con el agua y se mezcla con el hidrógeno-fosfato de potasio (una sal usada como aditivo de muchos alimentos).

Esta confluencia de elementos genera un disolvente no tóxico que permite la fácil extracción y detección de contaminantes en aguas residuales, así como localizar filtros ultravioletas muy usados en las cremas solares o los productos capilares.

El trabajo científico se lleva a cabo desde el año 2013. Sin embargo, no fue hasta hace año y medio cuando tomaron la decisión de hacer oficial su unión. Fue entonces cuando se creó MAT4LL, la confluencia de profesionales de Química Analítica y Física de los Materiales.

En el equipo del proyecto destacan Carlos Efrén Mora, profesor e investigador en la ULL, y Eunice Aldana, colaboradora de iniciativas de sostenibilidad en la Agencia Universitaria de Innovación.

¿La juventud es el mayor agente de cambio para un futuro sostenible? Carlos Efrén Mora (CEM): «Definitivamente la juventud es nuestro agente de cambio, y el enfoque, precisamente, está centrado en todas estas personas. Lo que estamos buscando, en última instancia, es establecer un nexo de unión que permita poco a poco ir creando  conciencias, además de trabajos que sean raramente visibles. No queremos que se trate de proyectos en los que el desarrollo no puedan promoverse a lo largo del tiempo, sino pequeñas cosas que sirvan de ejemplo para demás jóvenes».

¿Creen que la pandemia hizo a la ciudadanía más consciente de la importancia de las ODS? CEM: «Desde el punto de vista de Ingenia, es difícil determinarlo. Esto es así porque no hemos hecho un estudio que nos dé un aval científico. La experiencia que hemos visto a través de las noticias es que hay gente muy centrada en el problema, lo que no tengo tan claro es que haya gente concienciada con la sostenibilidad. El ejemplo claro lo tenemos en ver mascarillas tiradas por todos sitios; la cantidad de recursos enormes que se han empezado a malgastar, sobre todo a nivel de plásticos. Yo no tengo tan claro con que haya una mayor concienciación medioambiental, sí creo que ha ocurrido una concienciación sanitaria a raíz de la Covid – 19. No veo la relación causa-efecto, pero sería un objeto de estudio interesante».

«Te acompaña durante todo el camino»

¿Consideran fundamental fomentar la motivación del estudiantado con inversiones tan atractivas?  CEM: «El aumento de la cuantía tiene dos objetivos fundamentales. El primer objetivo es hacer sostenibles las iniciativas, pero también tiene una contrapartida, y es que el nivel de exigencia en la selección de las propuestas va a ser muy alto, muy competitivo. El estudiantado tiene muchísimas obligaciones, el currículum es muy cerrado, hay una cantidad de tareas, requerimientos, exámenes que tienen que cumplir día a día, eso desmotiva profundamente al alumnado. Por mucho que subas la cuantía si al final resulta que el estudiantado está completamente saturado perdemos el enfoque. Hay que intentar corregir la estrategia educativa para poder integrar este tipo de cuestiones de forma que para el alumnado sea más fácil participar y desarrollar ideas a lo largo de su proceso de aprendizaje».

¿Qué ventajas ofrece Ingenia frente a otros programas? Eunice Aldana: «Su ventaja es el apoyo económico. Habitualmente, no encuentras programas que te doten desde el inicio con una ayuda. Además, se desarrolla junto a un equipo que te acompaña durante todo el camino.  Eso te da de alguna manera la capacidad de poder materializar la solución que quieras implantar en un corto espacio temporal. Otros programas similares de emprendimiento o impacto normalmente concursan para poder llegar a esa cuantía hasta el final».

«Hay que intentar corregir la estrategia educativa»

Ingenia plantea potenciar las ideas de sus participantes desde el principio. No obstante, este programa no busca un proyecto perfecto, sino una propuesta que se pueda desarrollar con efectividad. Con todo, Ingenia ofrece al alumnado el soporte para que las ideas puedan convertirse en realidad desde cero. «Ingenia no está configurado como un programa finalista, sino como uno de aprendizaje. Ahí está la gran diferencia», sentencia el profesor Mora.

La consulta de dudas puede realizarse a través del asesoramiento para la convocatoria de Ingenia 21.