La idea inicial surge con el proyecto anterior, donde se reflexionó sobre los retos y necesidades de cada país, estableciéndose las líneas estratégicas de actuación. Sin embargo, ahora se han centrado las acciones en una dirección y objetivos concretos. Por su parte, la Universidad de la Laguna, al ser pionera en materia de igualdad, ofrece su apoyo y comparte experiencias con algunos centros de Mauritania, Cabo Verde, Mali, entre otros. Además, la Universidad Kocc Barma de Senegal es el primer centro privado en participar. Esto ha supuesto un gran paso debido su relevancia en la educación superior africana. 

Las actividades que se llevarán a cabo son muy variadas y serán elegidas por cada institución. En algunos países se ha decidido, junto con la sociedad civil, promover manifestaciones a favor de las políticas de igualdad de las mujeres, también se han propuesto realizar congresos conjuntos a nivel nacional, otros han planteado hacer investigaciones sobre el concepto violencia de género. «Dependiendo de lo que cada universidad necesite establecemos lazos para realizar acciones conjuntas. La estrategia es a partir de esas necesidades locales pero que también tienen una dimensión global», explica Inmaculada González, coordinadora del Proyecto. 

Expectativas a largo plazo

Las desigualdades llevan estando latentes durante décadas tanto en la sociedad española, como en la africana, de ahí que este programa no tenga fecha de caducidad. «Deseamos que el proyecto perdure en el tiempo porque estamos ante un problema grave y que requiere años de solución», asegura Inmaculada González.

También recalca la complejidad del trabajo debido a la diversidad de culturas, idiomas y maneras de percibir la igualdad. Así, dice que «queremos que sea un proceso lento y seguro porque son procesos en los que hay que tener un amplio respeto e ir con mucha calma».

Por otra parte, se espera próximamente la colaboración de diversas universidades peninsulares.

Redes de cooperación interuniversitario Canarias-África consta de una serie de acciones comunes como son los diagnósticos iniciales.  «Hemos elaborado códigos éticos de funcionamiento en base a la normativa internacional en el tema de igualdad, establecimos retos comunes de manera participativa, hemos hecho publicaciones y un trabajo de promoción de las políticas entre todo el personal universitario», explica la responsable del proyecto.

Las universidades participantes son las dos públicas de Canarias, es decir, la Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y algunas de África Occidental, con las que ya la ULL había colaborado para otros asuntos. Entre ellas, las de Marruecos, Mali, Mauritania y Cabo Verde.

Entre los logros, Inmaculada González destaca la aprobación, por parte del Consejo de Gobierno de Cabo Verde, del Plan de Igualdad para la Universidad, así como un máster de estudios en materia de género en Mauritania y, en la ULL, acciones como la MacaroNight. Esta última hace referencia a un conjunto de actividades que promueven las investigaciones desarrolladas por las universidades y centros de I+D europeos con relación a la perspectiva de género y los derechos humanos.

El fin es despertar el interés científico por estas cuestiones entre la juventud de Canarias y de otras regiones de la Macaronesia. «Hemos intentado promover la transferencia a la sociedad. Para ello, participamos en la MacaroNight, haciendo actividades con el público sobre la situación de las mujeres tanto en nuestras universidades como en las africanas», comenta la docente.

Además, a partir de mañana martes, 1 de junio, y hasta el próximo jueves, 3 de junio, se celebrarán las jornadas internacionales de evaluación del proyecto, desde su inicio hasta ahora. En ellas participará el equipo investigador y las personas que han colaborado en él.

La responsable de la iniciativa advierte que habrá una sesión entre la ULL y la ULPGC dedicada a representantes del estudiantado, de la administración, los sindicatos y unidades de igualdad.  «En la ULL tenemos unas normativas avanzadas y buenos instrumentos teóricos, pero hemos de esforzarnos para aplicarlos en el día a día», subraya González.

Asimismo, la responsable del proyecto apunta que para ello es necesario avanzar en materia legislativa, en protocolos…, así como fomentar acciones cotidianas tanto en las aulas como en los departamentos, con el fin de promover políticas de igualdad.

«La pandemia supuso un freno importante hasta que encontramos la manera de funcionar diferente»

González recalca que «la pandemia supuso un freno importante en el proyecto hasta que encontramos la manera de funcionar diferente», explica aunque al principio tuvieron problemas de conexión con algunas universidades africanas como las de Mali y Mauritania, se ha producido un gran avance.

Asimismo, precisa: «El profesorado a la hora de coordinarse y hacer actividades no tenía problemas». La mayor dificultad se dio con el alumnado de África por la carencia de recursos digitales en casa. Como consecuencia se produjo un recorte en las transferencias a la población y estudiantes de la universidad.

En definitiva, el trabajo de investigación pretende poner en práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de calidad educativa e igualdad de género. Los resultados apuntan que las materias, guías docentes y los contenidos que se imparten en ellas son insuficientes en temas de políticas de igualdad y aunque la ULL es un referente por tener el Máster Universitario en Estudios de Género y Políticas de Igualdad, según Inma, todavía queda mucho por hacer en el trabajo cotidiano.

Esta nueva red global brindará un espacio de colaboración en el cual las instituciones y sus emprendedores podrán intercambiar internacionalmente sus capacidades, ideas, conocimientos y experiencias. De esta manera, también podrán atraer inversión y promover proyectos importantes que contribuyan al progreso de la sociedad.

Asimismo, Santander X tendrá un espacio digital abierto en el cual los participantes podrán comunicarse entre sí. Esto permitirá a los miembros acceder a los recursos de la comunidad, desarrollar nuevas oportunidades y solicitar asesoramiento y colaboración a cualquier departamento especializado.

El programa aspira a que, al finalizar este 2017, estén conectados a la red en torno a 900 proyectos. Además de esto, se quiere aumentar el número de universidades integrantes y alcanzar las 50 durante los próximos tres meses.

Por su parte, Santander es una de las empresas que más proyectos de apoyo a la educación superior ha impulsado. En la actualidad, ofrece más de 36.000 becas al año y  colabora con 1.100 academias de 21 países, así como tiene activos más de 350 planes de apoyo al emprendimiento.