Entre el público se encontraba una mujer que había escrito unos días antes al cómico diciéndole que el cumpleaños del novio era el mismo día que su show. Díaz localizó al cumpleañero entre el público y  como obsequio le regalo la muela causante del hipo, «te voy a regalar un euro, pero para ello pon esta noche el diente debajo de la almohada», dijo el humorista.

Díaz hizo chistes de experiencia personal de cuando estuvo viviendo en Madrid, propios del humorista Kike Pérez, «aquí no se dice muyayo» o «las personas canarias tienen acento raro» fueron algunos entre ellos. También hizo alusión a los famosos chistes de Jaimito o como él decía «Jimmy».

Entre los múltiples temas de su vida que abordo durante la noche contó el lastre que lleva cargando desde que era pequeño, «todo el mundo me llama Adrián», «mi nombre es Abián Díaz y el día que sea padre llamaré a mi progenitor Buenos, para que cuando pasen lista suene sonoro el Buenos Díaz», una broma que dejó al público sin aliento.

«Ajo y agua viene de a joderse y aguantarse»

Entre las risas, el cómico dio paso a una reflexión sobre el día de su muerte. «Estamos aquí de paso», fue una de las frases que marcó a quienes asistieron. Aparte, contó como quería que fuera el día de su funeral, un día único para seguir siendo recordado. Entre los momentos filosóficos que nos regalaba el humorista se proyectó un vídeo de él bailando al desnudo, una imagen que dejó a la multitud sin habla.

El evento contó con la aparición sorpresa de Carlos Pedrós y Víctor Hubara, componentes de Abubukaka y compañeros de profesión de Díaz. Los cómicos contagiando a todo el Paraninfo con su humor centraron la conversación en el proyecto de Cuna del Alma, mostrando su mayor preocupación en las orcas y en que están en contra de la construcción porque «no pueden permitirse una mansión ahí».

Cuando ya se estaba acercando el fin del show, el cómico dijo que lo peor que se le da son los cierres, por lo que esta vez quería terminar con alguien del público. «¿Alguien ha tenido una semana mala?», preguntó a las personas del teatro. Entre ellas se encontraba una chica que levantó la mano, y fue la elegida para subir al escenario y bailar al ritmo de la música para finalizar la noche.

A la hora de reinventarse para seguir haciendo humor para sus seguidores, Abubukaka declara que han potenciado más la creación audiovisual con imágenes del día, directos en redes sociales o publicando cortos grabados. Asímismo, ha buscado nuevas formas de interacción con el público, como ha sido su página en la plataforma Patreon. También, aseguran que en tiempos de cuarentena han recibidos numerosos mensajes de agradecimiento por parte de los seguidores por el trabajo que han ido realizando, ya que creen que el humor es una forma de distracción ante esta situación extraordinaria.

Por otro lado, el cuarteto humorístico, a pesar de haber seguido con los eventos después del confinamiento, confirman que las cifras de los espectadores han bajado por las restricciones de aforo, pero aún así han agotado las entradas en todas las actuaciones realizadas.«Se nota que la gente tiene ganas de volver a los teatros y espacios culturales», apuntan. Para asegurar las medidas de higiene y seguridad, tranquilizan a los asistentes llevando a cabo todas las normas de prevención: temperatura, distancia, mascarillas, etc.

Yanes, Hubara, Lupiáñez y Pedrós aseguran que tienen una mezcla de sentimientos encontrados en cuanto a los eventos realizados actualmente. «Alegría por hacerlos, por el reencuentro, por saber que mejor eso que nada. Por otro lado, añoranza por ver menos gente, por no verles las caras». Y tanto es así que pasaron de tener un aforo de 700 personas en sus actos a ser 40, «fue nuestra nueva realidad post confinamiento», confiesan.

El cuarteto tiene planificada su próxima actuación para el viernes 18 de septiembre, en la casona de San Luis, Santa Úrsula, a las 21:00 horas con el nuevo espectáculo que acaban de estrenar: Uranio Empobrecido. Esta misma es una representación de actualidad inmediata, una de sus señas de identidad, donde el grupo apunta habla sobre el negacionismo tan de moda que se vive en este momento de pandemia.

Dos años más tarde llegó Víctor, quien sustituyó una vacante, además, tal y como describen los componentes «era muy gracioso». Gracias a la afinidad y los gustos comunes Abubukaka logra presentar proyectos ricos en variedad artística, música, versos y teatro. Según describen, es lo que les proporciona trabajar en grupo, dado que todos aportan lo que mejor se les da. Por esta razón, la agrupación nunca ha etiquetado la compañía, porque su especialidad es la diversidad.  «Por redes sociales nos han dicho que si nos dedicáramos a una sola cosa tendríamos más éxito, pero esta es nuestra naturaleza», puntualiza Aman Calayanes.

Asimismo, los integrantes explican que el nombre del colectivo refleja algo diferente, un nombre que surgió de manera espontánea por Aman. Antes de la primera actuación se vieron con la presión de elegir quiénes serían en el escenario y, ante el impulso, Calayanes dijo: «Abubukaka». Tal y como describe, le gustaba el movimiento artístico Dada y. además, quiso imitar los balbuceos de un niño «abubutata». Sin embargo, intentó marcar la diferencia porque, tal y como cuenta, Abubukaka le parecía «más asqueroso». Aun así, esta reflexión se hizo más tarde dado que el nombre fue improvisado. Al principio a nadie le gustaba, costaba que la gente lo escribiera. Con el tiempo, también descubrieron que en árabe significa «hijos de la mierda», lo que para Víctor Hubara es como el título de una serie de Netflix«.

Jornada laboral

El día a día de la Compañía está compuesto por dos partes diferentes: el trabajo local y las actuaciones. En el primer caso acuden de lunes a viernes a la oficina a hacer diversas acciones como rellenar facturas, atender las redes sociales, ensayar, escribir y grabar vídeos.  Cuentan con el mismo número de responsabilidades que una empresa. Así, Diego Lupiáñez señala que «ahora tenemos que fichar al entrar como todo el mundo».

De igual manera, sufren el mismo estrés que cualquier profesional, dado que dedicarse a la comedia no quiere decir que todo sea gracioso. «Estos últimos meses que venían dando cara a un estreno son los que normalmente vienen acompañados de nervios, estrés, ansiedad y miedo», añade Lupiáñez.  Los integrantes coinciden al señalar que el momento más duro llega tras la presentación de un proyecto nuevo, pero, a pesar de ello, agradecen poder dedicarse a lo que les gusta.

«En nuestra vida diaria también hay mucho de actualidad», asevera Pedrós. Abubukaka está al tanto de las noticias para ir al día con sus críticas sociales, una actividad que gracias a las redes sociales les resulta más sencilla, dado que al principio compraban el periódico y de ahí seleccionaban una única información. El contenido era tan actual que algunos espectadores conocían los acontecimientos gracias a las interpretaciones de la compañía.

«Una cosa es el humor y otra cosa es la burla»

Aunque la inspiración a veces llega sola, en ocasiones tienen que obligarse a ellos mismos a obtener un producto con el que todos estén de acuerdo. Además, la mayor parte del tiempo la dedican a reflexionar sobre los temas que quieren tratar para crear un producto equilibrado.  A su vez, ante cada actuación tienen en cuenta «el dónde y el para quién», aclara Carlos Pedrós, pues, tal y como reflexionan colectivamente, «una cosa es el humor y otra cosa es la burla».

«El humor es un mecanismo del ser humano para quitarle peso a la muerte, entonces estar con tanta susceptibilidad es como darnos un latigazo», subraya Aman Calayanes. También expresan que está demostrado que las sociedades que menos ríen son las que más sufren. Por ello, no entienden cómo el humor cada vez tiene mayores límites implantados por la población.

Tras la grabación que tuvo lugar el pasado domingo 31, en el Teatro de El Sauzal, de un nuevo episodio de Jirafas, el podcast dirigido por David Sáinz acompañado por Aarón Gómez y Víctor Hubara, el “huracán de las letras” de este año dio comienzo y empezó a notarse. El programa de todo el festival puede consultarse en la web de la organización. Todas las actividades propuestas serán llevadas a cabo por una multitud de creadores locales.

Flow cubano de la mano de Al2 El Aldeano

Uno de los platos fuertes de esta nueva edición es el concierto de Al2 El Aldeano, icono del rap cubano que, tras estar años sin pisar Europa, regresará para actuar este viernes 5 en el municipio tinerfeño, a partir de las 21.00 horas. Estará acompañado por los raperos Gustavo El Ponso y El Extranjero. Las entradas tienen un coste de 15 euros y pueden adquirirse en la web de Tomaticket. Esa misma tarde, a partir de las 19.00 horas, se celebrará Breaking Back, un concurso de break dance seguido de la proyección de graffitis elaborados dentro del proyecto lagunero Muros Libres.

Posteriormente el sábado día 6, con el objetivo de dar a conocer el talento naciente en Canarias, se celebrará el Concurso de Creadores Musicales donde pasarán por el escenario distintos grupos, compositores y cantautores que están empezando a consolidar su trayectoria profesional. Los amantes del teatro también tendrán su lugar en el Festival, ya que durante los cuatro días habrá representaciones de todo tipo, llevadas al escenario por las compañías Teatroscopia y Títeres Tragaluz, por el Cuadro Escénico Ángel Guimerá y por el cuentacuentos Héctor Ruiz.

La asociación Uve de Vida nació en Tenerife y se define como un “colectivo artístico multidisciplinar” que abarca, entre otros, campos como la literatura, la fotografía, el periodismo, la ilustración y el arte urbano. A través de los talleres y eventos que organizan pretenden facilitar el aprendizaje y la participación de todo tipo de públicos.

“Es una obra que nos hace ilusión cerrarla en La Laguna, y más en el Aguere, de donde somos residentes”, así lo expone uno de los miembros del grupo, Víctor Hubara. La función trata de una adaptación muy peculiar con diferentes temáticas. En este caso, “es una tragicomierda  sobre el cambio climático a partir de los personajes de la serie de animación Heidi”, asevera Hubara. Es una trama continua que representa con humor algunos de los episodios de una de las series de animación más famosa en los años 70 y 80.

Un paseo por su trayectoria

El grupo teatral dedicado a la comedia nace en 2016. Desde el primer año resultó un éxito: forjaron su propio lenguaje, fueron respaldados por Canarias Cultura en Red, así como por el Teatro Guimerá, cuando se consolidaron como compañía teatral, y realizaron el montaje de su primera obra en gran formato: Piatón, que fue tanto escrita, como dirigida y producida por todos los componentes de Abubukaka. Así, con el abordaje de este espectáculo, el grupo formó parte en la temporada 2007/2008 del programa de compañías residentes del teatro Guimerá.

En 2009, fueron nombrados encargados de presentar la IV edición del Festival Internacional Clownbaret, algo que se ha repetido en las ediciones posteriores hasta la fecha. En 2013, lanzan la producción de El Enfermo Imaginario, obra con la que ganan en 2015 el premio Réplica a mejor espectáculo del año en Canarias.

«2017 fue un año muy bueno»

Dentro de la programación Mueca, han estrenado espectáculo desde mayo de 2014 y en este mismo año, en el mes de octubre, estrenan La Familia Tradicional, una obra que ha llegado hasta Andalucía, Galicia y Madrid después de haber tocado la mayoría de teatros canarios.

Asimismo, en febrero de 2016 estrenan Heidi, un show que han presentado hasta la actualidad. “La obra nueva de un formato similar al de La familia tradicional y Heidi es Drácula que estrenamos en octubre de este año nuevo, además de otro estreno del formato sketch”, explica el miembro de Abubukaka. Así, confesó que 2017 fue un “año fue muy bueno, nos dejó casi 90 actuaciones por las Islas y La Península. Esperamos que este 2018 venga igual de fuerte”, expone Víctor.