Violencia Sexual – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Tue, 26 Dec 2023 13:52:58 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.1 https://periodismo01.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Violencia Sexual – Periodismo ULL https://periodismo01.ull.es 32 32 El retroceso a un clic de distancia https://periodismo01.ull.es/el-retroceso-a-un-clic-de-distancia/ Sun, 24 Dec 2023 09:16:39 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=257710

Por desgracia, la mujer siempre ha estado sometida desde los inicios de la humanidad a la discriminación y puesta en duda de su valor y trabajo. La figura femenina siempre se ha relacionado con el eslabón débil y delicado. Con la oleada feminista, las sufragistas, El segundo sexo de Simone de Beauvoir y otras muchas batallas durante décadas habían resultado en un siglo XXI dónde la mujer ya no era un ser inferior, y dónde las ideas arcaicas e irracionales iban a quedar olvidadas.

Sin embargo, en plena era digital, con información al alcance de todas las personas y una interconexión masiva, lo que miles de mujeres consiguieron está quedando anulado. Vuelven las tendencias misóginas y las nuevas generaciones, lejos de crecer en un clima libre y respetuoso, se están desarrollando en un mundo paralelo en el que la sobreinformación y la continua digitalización está deformando todo el entramado de igualdad que tanto tiempo había costado construir.

La digitalización y el rápido avance de las nuevas tecnologías ha cambiado totalmente nuestra forma de vida. La comunicación prácticamente instantánea a través de las redes sociales ha transformado el panorama social. Antes los niños y niñas salían a la calle, jugaban al escondite o al pilla-pilla, ahora se conectan en sus casas a las videoconsolas y chatean en foros online y plataformas de streaming. Aprovechan cualquier momento para conectarse a sus móviles y compartir su vida en redes sociales.

Unos espacios virtuales de conexión y encuentro que usados de la forma correcta pueden ayudarnos a mejorar nuestras relaciones y a ampliar nuestros conocimientos. Pero también son sitios donde se pueden ver, crear y compartir cualquier tipo de contenido de forma libre y anónima, sea bueno o malo. A golpe de clic poseemos un mundo ilimitado de información.

La pornografía comprende la producción, distribución y comercialización de material gráfico y audiovisual de actos sexuales en cualquier soporte. Este tipo de industria ha existido desde hace mucho tiempo, sin embargo con el avance de las redes sociales y la digitalización ha experimentado grandes cambios erigiéndose en una de las industrias que más dinero mueve en el Mundo. Un catálogo de cuerpos con diferentes temáticas libre y gratuito desde cualquier dispositivo con  internet, y con omnipresencia, pues aparecen mientras navegamos en publicidades o ventanas emergentes cuando n0 es lo que estamos buscando.

Una ventana virtual a la violencia y la explotación


Para las generaciones más jóvenes la libertad de difusión de este tipo de contenidos supone un alto peligro en su desarrollo cognitivo y en la estructuración y fundamentación de sus valores morales, pues el porno actual presenta una imagen degradada y cosificada de la mujer con altos grados de violencia y bajo un paradigma machista. La pornografía adquiere un efecto socializador que establece un modelo de relaciones en el que se normaliza y erotiza la violencia contra las mujeres. En edades tempranas y sin una educación sexual correcta, se convierte en el principal maestro.

En España la media de edad de comienzo en el consumo de pornografía está entre los 8 y 11 años, además las horas de exposición a este tipo de vídeos se incrementaron durante el confinamiento. «La pornografía es un activador de la prostitución», explica Mabel Lozano, escritora y activista en defensa de los derechos de la mujer. A través de las redes sociales y plataformas populares como Onlyfans se producen entradas solapadas a esta industria. Muchas chicas reciben mensajes de desconocidos con propuestas de trabajo como CamGirls, Sugarbabys, etc.

Lozano cuenta que la mayoría de jóvenes aceptan estas propuestas por que no conocen el peligro que esconden detrás. Pues trabajar a través de redes sociales es «fácil, inmediato y rápido», además de parecer inocuo al tratarse de nuestros propios dispositivos. La también cineasta llevó a cabo una campaña a través de la famosa plataforma TikTok para advertir de la estrecha relación que puede haber entre la pornografía, la prostitución y las redes sociales. Con el hashtag #TikTokTrata y la colaboración de la influencer española @marlucas difundieron testimonios reales de como a través de estos medios se puede llegar a ser víctima de explotación sexual.

Por otro lado, Paula Roldán, psicóloga especialista en adolescencia, juventud y violencia de género explica en la investigación La presencia de los modelos tóxicos de sexualidad en la adolescencia que la fórmula de éxito de las redes sociales y el porno es la misma: la saturación de contenidos. Aprendemos bajo repetición, y este tipo de sitios nos quita poder de decisión y modulan la imaginación y el deseo de tal forma que hacen de anestesia a la violencia.

«La ósmosis hoy en día es internet», declara Roldán. Aunque las pantallas parezcan inofensivas no lo son. Bajo la falsa premisa de exclusividad, proximidad e intimidad nos brindan una falsa sensación de seguridad que nos hace confiar e ignorar los peligros que el mundo digital esconde.

Un vídeo de una violación colectiva supera las 225 millones de visitas. Foto: M. Castellano

Además, Pilar Rumeu, periodista e influencer, narra que desde su postura como figura pública, pero también como madre de una adolescente, percibe que las redes sociales están estereotipando a las personas, y que se está extendiendo el mismo prototipo y canon de belleza entre la juventud. También critica la tendencia a informarse de primera mano de estas fuentes y como mucha de la información allí encontrada puede distorsionar negativamente nuestra percepción en asuntos de gran relevancia.

«La sexualidad en los hombres se construye desde el poder y al puro estilo de la pornografía», afirma Mabel Lozano. A través de imágenes perversas de humillación y como si de un supermercado de cuerpos se tratase, quiénes no saben sobre el tema recurren a la pornografía, y esta se convierte en la escuela que no está en los hogares. Ya es una adicción que antes no existía y que está dejando víctimas a ambos lados de la pantalla.

Cada vez son más los casos de delitos sexuales cometidos por menores y en los que se emplean prácticas muy similares a las realizadas en este tipo de cinematografía. Aunque por desgracia los crímenes sexuales siempre han existido, hay una fecha clave en la que estos se incrementaron masivamente en España. La madrugada del 7 de julio de 2016 un grupo de hombres que se hacían llamar a sí mismos como «La Manada» violaron de forma colectiva a una chica. Después de este suceso han habido más de 200 manadas en España, y en 2019 uno de los vídeos porno con más visualizaciones fue el de una violación grupal.

En la industria este tipo de práctica es conocida como gangbang, y es una de las categorías más visionada. A través del aumento de este tipo de delitos se ve de forma clara el efecto socializador de la pornografía y como va en crecimiento por la carencia de restricciones y acceso a las tecnologías. «La pornografía se ritualiza en las calles», añade Lozano. Establece un modelo social en el que es imposible llevar relaciones igualitarias, normaliza la violencia y deja las necesidades y el disfrute de las mujeres en un segundo plano.

«La pornografía es la teoría, y la violación, la práctica»


Ya lo predijo la escritora feminista estadounidense Robin Morgan: «La pornografía es la teoría, y la violación, la práctica». El rápido y fácil acceso mediante internet a contenidos explícitos está creando una falsa concepción en la juventud acerca de la figura femenina, las relaciones y el sexo. Introduce en las mentes más jóvenes que a través de la violencia sus principales deseos quedarán satisfechos, e ignoran cualquier premisa de consentimiento y empatía.

Estamos ante una pornificación de la cultura, cualquier entorno mundano está siendo cosificado y sexualizado. Jorge Gutiérrez, periodista e impulsor de Dale una vuelta, asociación que ofrece información sobre la pornografía y sus efectos, explica que el concepto «porno» ha acaparado muchos ámbitos de nuestras vidas, y que podemos verlo hasta en las más inofensivas fotos de cafés o comidas acompañados de los populares hashtags #coffeporn, #burguerporn…

Toda esta corriente superficial ha vuelto a la sociedad humana seres consumistas capaces de comercializar y cosificar cualquier cosa. Está altamente normalizada la hipersexualización femenina y su posterior mercantilización. Ya no solo en las industrias de contenido explícito, sino en el cine, la publicidad, los juguetes, la moda, la música… Un fenómeno que con las redes sociales se propaga a una velocidad imparable y contagia de manera casi irreversible las ideas de quienes aún están en pleno desarrollo intelectual.

Asimismo, las nuevas corrientes musicales de reggaetón y trap, lejos de únicamente cumplir la función de ambientar fiestas y discotecas, están terminando de asentar estas falsas ideas en la mente de sus oyentes, principalmente jóvenes. Videos musicales en los que solo aparecen mujeres hipersexualizadas acompañados de letras ofensivas y violentas sobre la capacidad de conquista por parte de los hombres y el excesivo deseo y lujuria de ellas.

En definitiva, el paradigma digital ha creado un nuevo problema al que enfrentarnos. La abundancia de la hipersexualización en todos los ámbitos de nuestra vida está dejando consecuencias irreversibles y graves conflictos sociales. Las infancias están quedando marcadas permanentemente y con solo deslizar el dedo en la pantalla el mundo de color, fantasía e imaginación que caracteriza la niñez se convierte en la oscura realidad del machismo, la violencia y el miedo. Una falsa realidad en la que el género femenino es el peor parado, dónde años de lucha quedan tirados a la basura y solo nos queda la alternativa de emprender una nueva batalla en la que aún no poseemos las armas suficientes.

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Esther Torrado: «La pornografía constituye una escuela de desigualdad» https://periodismo01.ull.es/esther-torrado-la-pornografia-constituye-una-escuela-de-desigualdad/ Fri, 02 Jun 2023 14:00:37 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=254526

«El problema no es solo que genere adicción o violencia»

Esther Torrado estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Pontificia de Salamanca y Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid. Comenzó su carrera profesional desde la intervención, por lo que trabajó en atención a la mujer en los Servicios Sociales de Extremadura, Madrid y Tenerife. En la Isla, se incorporó en el Instituto Canario de la Mujer, en el servicio de violencia y en algunas ONG en el Cabildo. Cuando completó su doctorado, se incorporó a la Universidad de La Laguna.

Actualmente, es profesora titular del Departamento de Sociología y Antropología. Su carrera se centra en el estudio de la mujer y la investigación de la violencia machista. Torrado declara que su interés por el estudio de la pornografía apareció tras «otras muchas investigaciones, siempre desde la perspectiva feminista».

Entre sus investigaciones aparecen las migraciones no autorizadas, la trata sexual de mujeres y niñas, la prostitución y, finalmente, la pornografía como una distopía patriarcal.  «Es parte de una industria para la explotación sexual. La trata, la pornografía y la prostitución forman parte de una economía circular de la violencia», dice la docente. Asegura que la mayor parte de quienes consumen prostitución han accedido a la pornografía a edades tempranas y siguen viéndola. Por tanto, afirma que «la pornografía es la teoría y la prostitución o la violencia sexual es la práctica».

La docente explica que comenzó realizando un estudio pionero en Canarias sobre sexualidad y consumo de pornografía en jóvenes, siguiendo la metodología del doctor Ballester de la Universidad de las Islas Baleares. «Ambos archipiélagos tienen un comportamiento muy parecido en cuanto a violencia sexual, los datos del ministerio así lo avalan», asegura. Añade, además, que las Islas cuentan con una de las tasas más altas en este tipo de crímenes.

Los resultados de su estudio concluyeron que el consumo es mayoritariamente masculino y que «comienzan a ver pornografía alrededor de los doce años, pero pueden acceder a ella desde los ocho con su primer móvil», asevera Torrado.

«La juventud no va buscando los vídeos»


Por otro lado, la docente afirma que «la juventud no va buscando los vídeos», sino que es un formato al que se puede acceder fácil y desde cualquier lugar. «Es una actividad muy lucrativa, además de global», cuenta Torrado. Añade, además, que «cualquiera puede ver el mismo contenido desde cualquier país».

Esther Torrado expresa especial preocupación porque las imágenes «son bastante violentas». Esto puede traer consecuencias negativas porque «los chicos tan jóvenes no están preparados para ese tipo de pornografía y no diferencian la violencia de la sexualidad», subraya. Asimismo, menciona que «erotizan la violencia, de ahí el aumento de prácticas peligrosas, según declaran muchas mujeres en situación de prostitución». También apunta que el fenómeno de las manadas tiene mucha relación con esto.

La docente explica que, cuando no existe la educación sexual, «la pornografía constituye una escuela de desigualdad». Por tanto, «los chicos intentan reproducir lo que ven con sus iguales». A esto se suma que «en caso de que no puedan realizar esas prácticas, lo hacen con mujeres en situación de prostitución».

Finalmente, Torrado manifiesta que no cree que exista la pornografía ética ni feminista, ya que «estamos hablando de un subproducto para la explotación sexual». Destaca también que las grandes corporaciones del porno «saben que las mujeres y las niñas no somos grandes consumidoras». Lo que buscan las empresas es «captar demanda, así que inventan nuevos productos y nuevas ofertas para su público», expone.

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La prostitución, un fenómeno desde la perspectiva de género https://periodismo01.ull.es/la-prostitucion-un-fenomeno-desde-la-perspectiva-de-genero/ Thu, 21 Apr 2022 05:28:29 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=204713 La prostitución no supone una práctica donde las mujeres tengan libertad sexual, pues, aunque exista consentimiento, no lo ejercen de manera voluntaria. Ellas no satisfacen ningún tipo de deseo ni obtienen placer, así que, hablando claro, la libertad sexual solo la posee el que compra el servicio. Se trata de una forma de violencia donde existe coacción, intimidación o explotación, y las víctimas son en un 90 % mujeres y niñas.

Desde la perspectiva de género, esta actividad afecta de manera diferente a mujeres y hombres. Ellas componen el lado de la oferta, mientras la demanda es un 97,7 % masculina, según el informe La prostitución del Congreso de los Diputados. Además, el pago a cambio del cuerpo de las trabajadoras sexuales solo dificulta el camino hacia una sociedad igualitaria y libre de violencias. Por eso, podemos afirmar que la prostitución es una institución social que satisface la demanda masculina, aprovechándose de personas de clases bajas y inmigrantes en situaciones de mayor vulnerabilidad, lo que reafirma la idea de que el consentimiento en estas prácticas es totalmente inválido.

«El negocio de la trata afecta a cuarenta millones de personas en todo el Mundo»

El negocio de la trata es un fenómeno que afecta en torno a cuarenta millones de personas en todo el Mundo. La resolución del Parlamento Europeo de 2014 identifica estos fenómenos como una violencia contra la mujer, la dignidad humana y la igualdad de género. Asimismo, y atendiendo al Informe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO) de 2016, se detectaron unas trece mil personas en riesgo de encontrarse en situación de trata o de explotación sexual. El volumen de la industria de la explotación sexual en España no deja de crecer, posicionando a nuestro país entre los primeros destinos de turismo sexual.

En cuanto a la salud de las prostituidas, se pueden ver las consecuencias de los abusos en la exposición a múltiples tipos de violencia, el alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y problemas asociados al consumo de drogas. En España, entre 2010 y 2012 fueron asesinadas al menos 20 mujeres prostituidas: 19 fueron cometidos por hombres, catorce de ellos eran clientes y dos eran parejas íntimas de ellas.

Si la sociedad normaliza y tolera la prostitución, los hombres se seguirán creyendo con el derecho de pagar por el acceso al cuerpo de las mujeres. En consecuencia, solo se fomentará la creencia masculina de tener permiso sexual sobre personas que no lo desean, lo que fuera de la prostitución es bien considerado como violación. En conclusión, si no se toman medidas se seguirá perpetuando la representación femenina como un objeto disponible para satisfacer los deseos de otros.

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