Uno de los temas más recurrentes en la sociedad actual es la gordofobia, que consiste en la discriminación de una persona por su peso. Ceci Wallace es una influencer, escritora y maquilladora profesional tinerfeña que acumula casi 30 mil seguidores en redes sociales. La canaria ya cuenta con un libro publicado y ha colaborado en el blog WeLoverSize. En Instagram, aunque su cuenta está principalmente dirigida al maquillaje, realiza una labor a favor del movimiento body positive, que defiende el amor propio.
La instagrammer defiende que es necesario «trabajar la gordofobia interiorizada que todos tenemos y dejar de ver los cuerpos delgados como un ejemplo a seguir y entender que todos somos diferentes y válidos». Bajo este pensamiento, ha creado una pequeña comunidad virtual a la que intenta educar sobre el tema, defendiendo que las personas están en el mundo «para algo mucho más valioso e importante que entrar en unos cánones de belleza».
Wallace, que recibe cientos de mensajes negativos cada día, confiesa que, ha desarrollado «muchos mecanismos de defensa y de asertividad con respecto a los comentarios y aprendido que no puede cambiar la mentalidad de una sociedad que piensa que la delgadez es sinónimo de éxito, belleza y superación personal por encima de cualquier otro logro que se haya podido conseguir en la vida». Sin embargo, es algo que se toma con filosofía: «Las críticas negativas son siempre algo de lo que se puede aprender y que nos hace replantearnos las cosas, por eso lo veo bien si alguien tiene algo negativo que decirme». A pesar de ello, la influencer no defiende los comentarios hechos hacia el físico o aquellos cuya intención sea faltar al respeto.
«El maquillaje ya no tiene género»
Como maquilladora profesional, asegura que esta práctica «influye muchísimo» en la autoestima de las mujeres. Hoy en día, el maquillaje forma parte de la rutina diaria de muchas de ellas y Ceci Wallace reconoce que «se nos enseña que todo lo que se salga de una piel de muñeca perfecta y lisa es una imperfección que debemos tapar y ocultar a toda costa, cuando lo normal, lo real y lo común es tener todo eso».
Hasta ahora, el maquillaje se había usado como «una forma más de opresión hacia la mujer». No obstante, el objetivo de su uso ha cambiado. Ha pasado de querer tapar todo lo malo y aparentar frescura y juventud a ser «expresión personal, creatividad y diversión. Ya no tiene género y está al alcance de más personas. Ahora lo importante es identificar todas esas cosas que te hacen bella y reconciliarte con tu piel tal y como es».
La ropa es uno de los distintivos más significativos entre las personas normativas y las que no. Por norma general, las grandes cadenas textiles solo producen hasta la talla 42, y si es así , «suele ser holgada, túnicas, cosas oscuras y nada moderno ni colorido». Ceci Wallace asegura que «la mayoría de personas no entramos en la ropa de estas tiendas, y claramente están perdiendo un target de clientes brutal» y achaca esa falta de variedad de tallas a que se tiene la idea de que aumentar el tallaje «fomenta la obesidad». Además, que dos personas con cuerpos diferentes lleven una misma prenda de ropa no se ve con los mismos ojos . «Un escote, por ejemplo, si tienes el pecho grande, se reconoce como algo vulgar, pero si tienes las tetas pequeñas se ve elegante y sexy. Llevar ropa ajustada es todo un reto, ya que es impensable que una gorda no quiera disimular nada y mostrarse tal y como es», afirma.
Sobre lo que le diría a una persona que no se siente cómoda consigo misma, asegura que «nadie está a gusto con su cuerpo. A todos se nos exigen estándares imposibles que solo alimentan los complejos». Por otra parte, aconseja «trabajar la autoestima, que es clave para un desarrollo correcto y saludable de nuestra vida» y acudir a un profesional en caso de no estar seguro de poder hacerlo por sí mismo.
Recalca, finalmente, que «la autoestima no es creerse mejor que nadie, simplemente se trata de dejar de compararse con los demás. Una vez aprendes eso, puedes ser invencible».