El pueblo marinero de Candelaria cumplió, como cada año, con la tradición de la festividad del 15 de agosto. Miles de peregrinos llegaron a la villa mariana para celebrar las fiestas en honor a la patrona de Canarias. La imagen de la Virgen de Candelaria, según cuenta en sus escritos Fray Alonso de Espinosa, «fue descubierta sobre una pequeña roca que sobresalía de la arena en la playa de Chimisay, en la costa de Güímar. Después, esta fue llevada por los guanches hasta Candelaria, donde se ha conservado hasta la actualidad».
El miércoles 10 de agosto comenzaron las fiestas en el municipio. La Concejalía de Cultura organizó la III edición de Cantares a la Patrona. El acto reunió a la rondalla infantil y juvenil San José, las asociaciones culturales Taller Folklore Venxamar y San Borondón y la agrupación folclórica Chajoigo. Un gran abanico de estilos autóctonos que dieron la bienvenida a un calendario de actos en honor a la Virgen. El concejal de Cultura y Deportes, Manuel González, destacó que «este evento viene a demostrar la calidad y variedad de los grupos folclóricos del municipio».
La lucha canaria fue la protagonista de la tarde del jueves 11. Combinados de diferentes categorías se dieron cita en la plaza de la Basílica para ofrecer al público sus mejores mañas. El encuentro comenzó con una luchada entre las selecciones del norte y del sur de la Isla, en lo que es conocido como el torneo Medía Montaña. Con posterioridad, tuvo lugar una exhibición de lucha femenina por parte de los dos equipos de la Isla: Chacaica y Bemchomo. La noche finalizó con un encuentro entre un combinado de luchadores de otras islas y una selección de Tenerife. Tanto la alcaldesa, María Concepción Brito, como Manuel González, agradecieron a los clubes su participación.
Los focos del descomunal escenario montado en la plaza, señalaron el viernes 12 la llegada del grupo grancanario Mestisay. Durante la actuación, interpretaron canciones de su nuevo trabajo, Estación Lisboa. Destacó el tema Negra pretenciosa, donde el cajón peruano se convirtió en protagonista, marcando una base rítmica afrolatina que encantó.
La plaza de la Patrona de Canarias acogió el sábado la elección de la Romera Mayor de Canarias. Participaron 23 jóvenes en representación de varios municipios y de los cabildos de La Palma, Fuerteventura y La Gomera. El concejal de Fiestas, Juan Carlos Armas, veló por la brillantez de la Gala, que contó con las actuaciones de Soul Sanet, el Trío Acaymo y los Troveros de Asieta. La ganadora fue María Nazatet García, de La Laguna.
En cuanto a la logística de cara al día 15, los medios de transporte se reforzaron con más efectivos y se cortaron algunas carreteras para el paso de los peregrinos. Las líneas de servicio del Taxi Compartido de Candelaria fueron gratuitas durante la tarde del domingo y la mañana del lunes. El objetivo fue propagar el uso del transporte público en los vecinos y los visitantes. El concejal de Transporte, Jorge Baute, destacó que se trataba de facilitar el acceso al casco en un día de gran afluencia de público. Además, Titsa reforzó sus líneas.
Uno de los eventos más emotivos fue la representación del hallazgo de la Virgen por los guanches. Se celebró el domingo y tras su finalización, la Virgen se trasladó en procesión hasta la zona de El Pozo, retornando varias horas después entre las malagueñas de Fernando Santana y el canto del Ave María a cargo de Chago Melián.
Durante la mañana del lunes 1200 corredores cumplieron con la tradición y participaron en la vigésimo quinta Ofrenda Atlético Floral. La prueba organizada por Deportes Salud, comenzó como cada año en el parque La Granja de Santa Cruz y finalizó en la plaza de la Patrona. Las fiestas finalizaron con la procesión de la Virgen.
El operativo de seguridad registró una veintena de incidencias, en su mayoría por traumatismos y heridas motivadas por la peregrinación, según informó el Ayuntamiento. El más importante, fue la caída de un hombre en el Muelle Pesquero. Fue trasladado por los servicios de urgencia al Hospital Universitario de Canarias con un traumatismo craneoencefálico de carácter grave.