Una investigación sobre la influencia del silencio mental en el cerebro humano liderada por la ULL se acaba de publicar en la revista Plos One. El artículo lleva por título: La Meditación de Sahaja Yoga se asocia a un mayor volumen de materia gris en todo el cerebro; comparación detallada área por área. En el texto original se dice que desde hace más de cuarenta mil años los seres humanos disponemos de un lenguaje que nos permite comunicarnos con precisión: «Ese lenguaje se reproduce dentro de nuestro cerebro a modo de pensamientos de forma ininterrumpida. Cuando los pensamientos negativos se repiten en círculos viciosos, nuestra salud mental puede quedar afectada por estrés, ansiedad o depresión».
Hoy existe bastante documentación científica que muestra que estar con la atención en el presente, en el aquí y ahora, es beneficioso para nuestra psique y nuestra salud en general. «Desgraciadamente, los pensamientos generan realidades imaginadas que nos sacan del presente y parar los pensamientos de forma prolongada, especialmente cuando no hacemos una tarea que demanda mucha atención, no es sencillo», prosiguen los investigadores.
El yoga incluye muchas técnicas diferentes, entre las que la meditación (dhayana en el yoga clásico) tiene un papel principal. El primer tratado de yoga, Los Yoga Sutras de Patanjali, menciona que «el yoga es la supresión de las modificaciones de la mente». En el yoga antiguo se describía un estado superior de conciencia llamado Nirvichara Samadhi, que podría traducirse como «silencio mental» o «conciencia sin pensamientos». En este estado, la mente está en calma, con un sentimiento de gozo interior y con la atención centrada en el presente. La Meditación de Sahaja Yoga pone en práctica los objetivos del yoga clásico para lograr el estado de Nirvichara o silencio mental.
Escáner de resonancia magnética
Los investigadores liderados por el profesor Sergio Elías Hernández, de la ULL, en colaboración con científicos de la Universidad Kings College de Londres, Universidad Jaume I de Castellón y del Sermas de Madrid, llevan diez años explorando los beneficios del estado de silencio mental para el cerebro humano. El estudio fue realizado en el escáner de resonancia magnética de la ULL, donde los investigadores registraron la anatomía cerebral de 23 personas voluntarias meditadoras, expertos en la meditación de Sahaja Yoga, y 23 voluntarias no meditadoras. Ambos grupos estaban formados por voluntarios sanos y ambos colectivos eran muy similares o equivalentes en edad, nivel estudio, etnia, proporción de hombres y mujeres, etc.
El estudio de la anatomía cerebral mostró que los meditadores poseían de media un 7 % más de materia gris en todo el cerebro. Este tipo de comparativa de la materia gris del cerebro se ha hecho en los últimos años entre otros grupos en deportistas, músicos, taxistas, budistas, meditadores de mindfulness, etc. En estos casos los análisis mostraron que el grupo estudiado tenía diferencias locales, mayor materia gris, en las áreas del cerebro asociadas a su práctica específica pero nunca la diferencia era en todo el cerebro como en el caso del silencio mental.
La diferencia de un 7 % de más materia gris es especialmente significativa si se tiene en cuenta que perdemos entre un 0,15 % y un 0,3 % de materia gris por año en todo el cerebro y que estas pequeñas diferencias pueden marcar que mantengamos o no intactas nuestras funciones cognitivas. Cabe reseñar que enfermedades propias de la tercera edad como el Alzheimer, la demencia senil o el Parkinson también están asociadas a perdidas de materia gris.