Un equipo internacional de astrónomos, en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha hallado un sistema exoplanetario formado por varios planetas similares a los del interior del Sistema Solar orbitando alrededor de la estrella cercana L 98-59. Entre ellos se encuentra un planeta con la mitad de la masa de Venus (el exoplaneta de menor masa jamás medido utilizando la técnica de velocidad radial), un mundo oceánico y un posible planeta en la zona habitable.
El descubrimiento, publicado en Astronomy & Astrophysics, se ha llevado a cabo utilizando datos obtenidos por el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, y suponen un paso importante en la búsqueda de vida en planetas del tamaño de la Tierra fuera del Sistema Solar.
El sistema planetario recientemente estudiado, llamado L 98-59 por su estrella, es un objetivo atractivo para futuras observaciones de atmósferas de exoplanetas. Orbita una estrella a solo 35 años luz de distancia y ahora se ha descubierto que alberga planetas rocosos, como la Tierra o Venus, que están lo suficientemente cerca de la estrella como para ser cálidos.
Con la contribución del VLT, el equipo pudo inferir que tres de los planetas pueden contener agua en su interior o en sus atmósferas. Los dos planetas más cercanos a la estrella en el sistema L 98-59 probablemente estén secos, pero pueden tener pequeñas cantidades de agua, mientras que hasta el 30 % de la masa del tercer planeta podría ser agua, lo que lo convierte en un mundo oceánico.
Además, el equipo descubrió un cuarto planeta e indicios de un quinto que no habían sido detectados previamente en una zona a la distancia adecuada de la estrella para que exista agua líquida en su superficie. «Tenemos indicios de la presencia de un planeta terrestre en la zona habitable de este sistema», indica Olivier Demangeon, investigador del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço de la Universidad de Oporto (Portugal) y autor principal del nuevo estudio.
«El planeta en la zona habitable puede tener una atmósfera que podría proteger y sustentar la vida»
«El planeta en la zona habitable puede tener una atmósfera que podría proteger y sustentar la vida», añade María Rosa Zapatero Osorio, investigadora del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y coautora del trabajo.
El equipo espera continuar estudiando el sistema con el próximo telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA), y con el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, en construcción en el desierto de Atacama chileno y que comenzará a realizar observaciones en 2027.
«Este sistema anuncia lo que está por venir», apunta Rafael Rebolo, director del IAC y codirector del proyecto Espresso. Sobre esta cuestión, subraya que «como sociedad hemos estado persiguiendo planetas terrestres desde el nacimiento de la Astronomía y ahora finalmente nos estamos acercando cada vez más a la detección de un planeta terrestre en la zona habitable de su estrella cuya atmósfera podríamos estudiar».