«Futurista», «ideólogo», «visionario»… adjetivos que se han escuchado desde la crítica en las últimas semanas hacía Antón Álvarez, mejor conocido como C. Tangana. Toda la prensa y demás entendidos de la música claman al cielo tras sacar a la luz su documental, Una ambición desmedida. El artista madrileño presentó en el Festival de Cine de San Sebastián de 2023 esta obra que ha llenado de hype a sus fanes y ha hecho mirar de reojo a sus disidentes. Tras su entrevista En lo de Évole, C. Tangana ha destapado su faceta más natural y se ha mostrado tal y como es.
El artista cerró el año 2022 siendo el segundo artista español con más streams de la historia en un solo disco, con su trabajo El Madrileño, solo desbancado por Rosalía con su disco Motomami. Antón entraba de esta forma en el Olimpo de la música española. Tres Latin Grammys, aclamado por la crítica Internacional… un disco con trazas de un estilo castizo que «estaba mal visto», como el mismo declaró y puso al flamenco, el pop y sonidos más folcloricos españoles ha sonar por el mundo.
«Sin cantar ni afinar»
Una ambición desmedida es una película documental sobre la gira del artista C. Tangana que se presento en el Festival de Cine de San Sebastián del año pasado. Tras una serie de rumores, Movistar Plus decidió colaborar con el cantante madrileño y presentar el metraje en su plataforma a modo de una serie documental de tres episodios que se adentra en las intimidades de la gira del artista, Sin cantar ni afinar. Este show escenifica una sobremesa en la que C. Tangana interpreta su disco sobre esta premisa. Cuenta con personalidades como El niño de Elche, La Hungara, Los hermanos Carmona y mezcla música castiza, flamenca, latina, con otras del repertorio del cantante más pop o trap.
La serie pretende mostrar el proceso artístico y los adentros de la gira del artista por España y Latinoámerica. El proceso de elección de canciones, los ensayos, los viajes, los backstage… todo absolutamente todo, en un metraje. Aunque C. Tangana haya logrado establecerse como un músico de renombre, conocido por mayores y pequeños, todo era distinto hace años cuando se presentaba al mundo bajo su aka Crema. El rap era su vehículo conductor y los problemas de la industria musical española, inexperta, crítica y aún por hacer, ponían en todo momento al madrileño en el blanco.
Un artista que quema etapas
C. Tangana nació en Madrid en el año 1990. Su padre, gallego, y su madre, madrileña, le criaron entre Vigo y Pozuelo de Alarcón. Desde muy pequeño ya demostró sus ganas de plasmar sus ideas en la música. Estuvo desde muy temprano pegado a este mundo y es en la adolescencia cuando da el salto a la música bajo el seudónimo de Crema, una palabra que en la jerga madrileña significa «que está bien» o también se entiende como una muestra de agrado hacia algo.
Tras coseguir cierta relevancia en la Movida madrileña, se embarcó en un proyecto con otros músicos llamado Agorazein. El grupo publicaría su primer gran trabajo en el que encontramos el nombre de C. Tangana, un disco bautizado como Agorazein presenta a C. Tangana. El disco fue un éxito y ya bajo el pseudónimo de C. Tangana publicó en su canal una canción junto a un cocodrilo en colaboración con Lacoste. La campaña se hizo viral y logró que el artista empezará a dar de que hablar. Algo a lo que habitúa.
De C. Tangana a El Madrileño
C. Tangana era un personaje. Un disfraz. Eso sí, a Antón Álvarez con el paso del tiempo le comía el papel. Era una figura que tenía una fachada de Trapstar y basaba sus letras en mujeres, alcohol y drogas. La contraparte era una persona que sufre, plasma sus debilidades en sus letras y que vive atónito ante el paso del tiempo. Un artista que sufre con los focos luminosas de la fama, al que cada día le dominaban más y más los focos y le obnubilaba el poder. Ídolo y Avida Dollars son los dos discos que muestran este guion. Ambos, pruebas de lo que fue, es y será C. Tangana.
Siempre se autopercibió como un héroe. Era recurrente escuchar en sus letras como se autodenominaba «Hombre del año». Era el protagonista de la película, antagonista y el personaje secundario. Su percepción de sí mismo y su ansia de poder era un coktel molotov explosivo que hacía que Antón Álvarez perdiera el norte. Hasta que un día todo se acabó y C. Tangana, de la noche a la mañana, murió. Se daba paso así a un reformulado e inédito Antón. Aquí nace El Madrileño.
La entrevista con Évole
El Madrileño dio paso a uno de los proyectos artísticos más ambiciosos de la actualidad (de ahí el nombre de la gira). Sold Outs, estadios a rebosar, Grammys… El éxito de Antón ha sido consumado gracias a una temática castiza que se aleja de lo que él siempre quiso ser. Una nueva vertiente de su carrera que, si algún amante de la música rap llevase en coma varios años y se despertase, le haría pedir varías explicaciones.
Tras su gira y como anuncio de su serie, C. Tangana dio una entrevista a Jordi Évole en su programa. Esta pieza es una obra audiovisual de mucho valor en la que se repasa la vida, obra y presente del autor. Sus amores, sus adicciones, su niñez, su liderazgo y sobre todo, su sueño. Ese que a priori, hace unos años veía desmedido. Una ambición que acabó siendo a su medida.
En ocasiones solemos valorar a los artistas por el ahora, sin pensar en el actor que da sentido a todo y engrandece a los que se lo merecen: el tiempo. Es impasible. A veces se nos escapa de las manos, pero ante obras de tal valor conceptual, carreras como la de C. Tangana adquieren otra dimensión con su paso. No es el ahora, es el mañana. Una vitrina que perdurará para las generaciones venideras y que instará a otros a crear y buscar nuevos enfoques y temáticas. Esperando a que un día, la ambición de joven, te sea un traje a medida.
