El criptógrafo David Chaum inventó en 1983 un modelo criptográfico llamado eCash, considerado el primer método de pago electrónico anónimo usado como un sistema de micropagos en el Mark Twain Bank en San Luis de Estados Unidos, desde 1985 hasta 1988. Fue ahí cuando el ingeniero informático Wei Dai acuñó el término de criptomoneda. Desde entonces, se han creado otras similares como el Ethereum, el Ripple o el Dogecoin.
En el año 2009 Satoshi Nakamoto creó la primera, llamada Bitcoin, con un valor de cero dólares porque no existía una casa de cambio donde poder convertirlas en efectivo. En el año 2017 alcanzó su máximo valor hasta el momento, con un precio de 17 900 dólares, creando así la primera ventana al mundo del dinero descentralizado.
Nuevas formas de compra surgen y, con ello, nueva clientela en busca de un fondo de ahorros que les genere más beneficios en corto tiempo y con una pequeña inversión. Esto provoca que, en el presente año 2021, un segundo pico en la escala del Bitcoin surja y más personas se interesen en invertir. Hoy en día, las posibilidades son casi infinitas, dejando a la población inexperta con mucha información que procesar cuando deciden introducirse en el mundo de las finanzas.
Corea creó la primera divisa digital pública (CBDC) hace un par de meses, lo cual indica un posible desvío hacia un futuro sin moneda física. La mayor prueba de esto son los lugares de compra que están aceptando Bitcoin como método de pago. Compañías online como Microsoft, Expedia o Shopify ya le dan cabida.
«El Bitcoin experimenta un aumento del 1400 por ciento desde inicios de 2020»
Uno de los motivos por el que los últimos dos años se han creado más plataformas que ofrezcan el manejo de esta economía, se debe a la pandemia de la Covid-19. La necesidad de generar capital para los hogares que se quedaron sin entrada económica vieron como solución comprar y vender Bitcoins y así salvaguardar su capital. Esto comprueba la teoría de que no solo se usan como inversión, sino también como sistema de ahorro.
El Bitcoin experimenta un aumento del 1400 por ciento desde inicios de 2020, lo que impulsa a que se unan más personas a esta red económica. Esto no asegura que se mantenga o siga creciendo porque solo dependerá de la oferta y demanda del momento. Lo importante para las empresas creadoras es que cada vez son más personas quienes poseen conocimiento sobre este tema, incitando a otras a unirse.
La moneda virtual se posiciona como competencia frente al metálico, aunque esto no supone una garantía en la estabilidad de su valor ya que, dependiendo de diversos factores, puede generar muchos beneficios, así como grandes pérdidas.
Gracias al avance de la tecnología, el futuro económico se tiñe de comodidad y facilidades de manejo. Hasta hace algunos años, las personas tenían que hacer un curso para lograr entender la complejidad de este asunto. A día de hoy, esto ha cambiado. Para entrar a este mundo de finanzas solo necesitas de un capital monetario, un dispositivo tecnológico y un mínimo de conocimiento en plataformas de inversión, de esta manera podrás empezar a experimentar el mundo económico digital.