El Cabildo de Tenerife presentó el pasado 5 de julio el denominado Abono Joven junto a Titsa y Metrotenerife, una tarifa que favorece el transporte público a la población menor de 30 años. La nueva oferta, que ha comenzado a funcionar esta misma semana a través de la tarjeta Ten+, permite viajar de manera ilimitada a cualquier punto de la isla por 35 euros al mes, exceptuando las líneas especiales de Teno y El Teide.
Sin embargo, la iniciativa está dirigida a los residentes de Tenerife, condición que excluye a los estudiantes de otras islas de convertirse en beneficiarios. Esta es la razón que llevó hace dos días a Anthony Carballo Díaz, alumno del grado de Medicina de la Universidad de La Laguna y natural de La Palma, a crear una solicitud en change.org para que la medida del consistorio resulte más inclusiva. “Creé la petición ya que he leído varias quejas en las redes sociales y decidí dar el paso. Además, yo siempre he demandado un bono para que los estudiantes nos podamos mover fuera del área metropolitana a un precio asequible”, declara.
La demanda, que ha obtenido ya más de 950 firmas tras su difusión, no está exenta del debate público. Carballo Díaz afirma que ha recibido varias críticas a través de sus diferentes perfiles en Internet, no obstante, también relata los múltiples mensajes positivos que le han hecho llegar: “Hay mucha gente que me apoya, tanto de Tenerife como del resto de las islas, y que piensa que es una gran iniciativa con la que buscamos el beneficio de todos”.
Pero esta no es la primera movilización social que se ha llevado a cabo en la Isla con el fin de mejorar las ofertas del transporte público. En 2015, Adjomar González Pérez, alumno de Diseño Gráfico, inició otra petición en la misma plataforma con el objetivo de conseguir bonos para los estudiantes no universitarios que cada día tenían que recorrer largas distancias para ir a clase. La acción, que cuenta actualmente con 1933 firmas, logró que el Cabildo mostrase su compromiso con la creación de una nueva tarifa. El realejero considera erróneo el planteamiento del ejecutivo insular ya que, a pesar de facilitar la movilidad de un amplio sector de la población con su nuevo plan, exceptúa a aquellos jóvenes que se trasladan hasta Tenerife un largo periodo de tiempo por motivos académicos.
Ambos jóvenes coinciden, además, en el excesivo precio que tienen algunas líneas de guagua, como es el trayecto Santa Cruz-Adeje, en el que un billete efectivo tiene el coste de 9,45 euros. González Pérez añade que “siendo Titsa una empresa subvencionada por una entidad pública, los precios deberían ser menores. Yo tuve una experiencia en Italia, y es que me trasladé desde Florencia hasta Roma, en un viaje de 300 kilómetros, por 4 euros”.
Por su parte, Carballo Díaz resalta las ventajas que otras comunidades autónomas ofrecen a la población estudiantil. “Creo que en ocasiones pecamos y no nos paramos a pensar lo que ya ha sido implantado, y ha funcionado, en otras regiones, como es el caso de Madrid”. Por último, destaca la necesidad de que el rango de personas que pueden acceder a la tarjeta Ten+ se amplíe para que “universitarios, no universitarios y personas que tengan que movilizarse por cuestiones laborales puedan acogerse a este beneficio. El transporte público es eso, algo para todos”, asevera.